El pr¨®ximo domingo se enfrenta el Real Madrid contra el Espanyol en el Santiago Bernab¨¦u, una cita que podr¨ªa parecer sencilla ya que el equipo blanco juega en casa, pero como todav¨ªa no ha ganado en casa en la Liga, los rumores se han disparado.

Ayer mismo rompieron otro racha negativa, ganar en casa del Borussia Dortmund. Este fin de semana todo puede pasar, pero saber exactamente qu¨¦ puede estar pasando por la mente de los futbolistas y el entrenador, hemos preguntado a Mar¨ªa Iciar Era?a, doctora en Psicolog¨ªa y profesora en la Facultad de Ciencias de la Actividad F¨ªsica y el Deporte de la Universidad Europea, por ese nerviosismo que podr¨ªan padecer.

?C¨®mo puede un equipo gestionar la ansiedad de cara al gol?

Lo primero que ser¨ªa interesante es saber si realmente existe esta ansiedad o se trata de estados de activaci¨®n excesiva. La activaci¨®n, tanto fisiol¨®gica como psicol¨®gica, es necesaria para conseguir un buen rendimiento y se relaciona con la intensidad de la motivaci¨®n en un momento determinado. Si la motivaci¨®n por meter gol es excesiva puede impedir que los jugadores regulen su propia activaci¨®n y las de los dem¨¢s, produci¨¦ndose acciones con mayor imprecisi¨®n, mayor tensi¨®n y la aparici¨®n de emociones y pensamientos negativos. La intervenci¨®n debe ir dirigida siempre a conocer el nivel de activaci¨®n ¨®ptimo que se desea tener, reconocer cu¨¢ndo se est¨¢ por encima o por debajo, conocer y controlar los desencadenantes y ayudar a los jugadores a dirigir la atenci¨®n a las tareas a realizar durante un encuentro en lugar de a la consecuci¨®n de un resultado concreto.

?El famoso 'miedo esc¨¦nico' influye tanto?

Cuando se habla de miedo esc¨¦nico se refiere a una respuesta excesiva de activaci¨®n junto con pensamientos negativos respecto a las consecuencias que se pueden producir. En el f¨²tbol podemos hablar de niveles excesivos o defectuosos de activaci¨®n que se pueden producir a lo largo de un partido. Esto es diferente a hablar de ansiedad o miedo esc¨¦nico, que generalmente se pueden producir en momentos puntuales (en el t¨²nel del vestuario, antes de tirar un penalti, etc.) y que, aunque se manifiesten de la misma forma, tienen diferente connotaci¨®n. La aparici¨®n de ansiedad, implica la presencia de una muy alta activaci¨®n e incluye sensaciones y emociones negativas y que suponen una amenaza para el jugador e interfiere en el rendimiento.

?Si un jugador est¨¢ nervioso, con ganas de marcar, puede contagiar el nerviosismo al resto?

S¨ª, la activaci¨®n es una respuesta individual pero probablemente la que m¨¢s contagio produce, influyendo los diferentes niveles individuales en la activaci¨®n general de un equipo.

?La presi¨®n de la afici¨®n local puede ser m¨¢s perjudicial que beneficiosa?

La afici¨®n siempre deber¨ªa ser beneficiosa y encargarse de animar, apoyar, estimular y, en definitiva sumar, pero finalmente, lo que va a ser m¨¢s determinante en el estado psicol¨®gico de los jugadores, no se refiere tanto a si la afici¨®n perjudica o beneficia sino a c¨®mo cada jugador y/o equipo percibe y atribuye tanto sus aciertos y sus errores como la respuesta externa. En ocasiones, y sobre todo si tu nivel de exigencia es muy alto y los ¨²ltimos resultados no han sido satisfactorios, puede aumentar la motivaci¨®n por hacerlo bien y eso te lleva a desenfocarte y precipitarte.

?Cu¨¢l es el papel del entrenador en los partidos que se juegan en casa?

El papel del entrenador es crucial y de ah¨ª la importancia, cada vez mayor, de desarrollar unas buenas habilidades psicol¨®gicas, puesto que el entrenador es el encargado de transmitir calma. No se trata de quitar importancia pero tampoco de aumentarla. Todos los partidos son importantes pero en un deporte como el f¨²tbol, en el que se compite mucho, no se puede competir siempre al 100 %. Lo que hace buenos a los equipos no es el hecho de no cometer errores sino de c¨®mo responden a los mismos. Estar preparado para las derrotas, anticiparse a estados de ¨¢nimo y ense?arles a regular la activaci¨®n, transmitir confianza recordando ¨¦xitos y los mejores momentos de juego y, sobre todo, focalizar a los jugadores en las tareas y funciones t¨¢cticas de cada uno y no tanto en la consecuci¨®n del gol aumenta la probabilidad de que haciendo bien las cosas los resultados deseados se produzcan.