La temporada 2020-21 es un ejercicio lampedusiano de la NBA: cambiar todo para que nada cambie. La primera gran competici¨®n internacional que ech¨® el cierre por culpa de la pandemia, el 11 de marzo, y la que mejor combati¨® al virus con una burbuja, en Walt Disney World, que pasar¨¢ a la historia como un ejemplo de rigor, coordinaci¨®n, sentido de la organizaci¨®n e implicaci¨®n de todos sus actores. La buena salud de las relaciones que hab¨ªa ido cuidando con mimo Adam Silver desde que se convirti¨® en comisionado en 2014, de jugadores a franquicias y socios comerciales, se demostr¨® decisiva en un tramo que pudo ser nefasto para una NBA que salv¨® los muebles: invirti¨® 180 millones de d¨®lares en un dispositivo que rescat¨® 1.500 millones. En medio de una pandemia y de una tremenda crispaci¨®n social en Estados Unidos, la antesala de la ca¨ªda de Donald Trump en las elecciones de noviembre, el baloncesto se parapet¨® en Disney World, acab¨® la temporada, salv¨® un buen pu?ado de d¨®lares y coron¨® a un campe¨®n: Los Angeles Lakers. En el a?o en el que nada era como ten¨ªa que ser, vino a ganar el equipo que casi siempre gana: 17 t¨ªtulos ya, los mismos que Boston Celtics.

Sin p¨²blico, sin viajes y sin cambios de atm¨®sfera, casi en condiciones de laboratorio, la NBA se rindi¨® a LeBron James, Anthony Davis y el mejor equipo de la temporada, unos Lakers que fueron tambi¨¦n un ejemplo, finalmente, de qu¨ªmica y resiliencia. Y que estuvieron enclaustrados desde la primera semana de julio hasta el 11 de octubre, el d¨ªa en el que se coronaron por primera vez en una d¨¦cada, en nombre de su historia y en nombre de Kobre Bryant, que hab¨ªa fallecido en enero, otra hora muy negra en una temporada terriblemente accidentada para la NBA. Una que comenz¨® con el conflicto diplom¨¢tico con China, la gallina de los huevos de oro, tras un tuit de Daryl Morey en apoyo de Hong Kong.

De Florida, la NBA sali¨® con una obvia (y merecida) sensaci¨®n de ¨¦xito. Y de que acababa de conseguir algo improbable¡­ y seguramente irrepetible. Con la pandemia arreciando, m¨¢s en un pa¨ªs donde el gobierno Trump nunca ha dado respuestas ¨®ptimas, y la burbuja como opci¨®n remota salvo que se tensara al extremo la cuerda con los jugadores, la NBA organiz¨® sobre la marcha y sin precedentes una temporada at¨ªpica¡­ y puente: la que deber¨ªa conducir a la a?orada normalidad en la siguiente, 2021-22, mantener vivo el esp¨ªritu y activo el negocio. Superar el trance, prevalecer. Y cuadrar un calendario que evitara los partidos en verano y la coincidencia con los Juegos de Tokio. Mandan las televisiones. As¨ª que aunque se habl¨® de enero, febrero y hasta marzo, se empezar¨¢ en diciembre, con el tramo m¨¢s corto de la historia entre temporadas (71 d¨ªas) y todav¨ªa sin p¨²blico o con muy poco. Las franquicias tendr¨¢n que vivir, por ahora, sin el latido y los d¨®lares de sus aficionados. Se trata de seguir, jugar¡­ y ya vendr¨¢ la pr¨®xima temporada. Prevalecer.

As¨ª se jugar¨¢: con viajes, otra vez los treinta equipos y un calendario reducido pero extenso (72 partidos por franquicia en vez de los 82 habituales). Un salto a un vac¨ªo rellenado, otra vez, con protocolos y planes que vuelven a ser el puente hacia el futuro, la base para que la vida post Covid se parezca a la vida pre Covid, para que la reconstrucci¨®n tenga que ser lo menos profunda posible. Y as¨ª defender¨¢n su t¨ªtulo los Lakers, que esta vez s¨ª parten como grandes favoritos desde la parrilla de salida. Todo lo que eran dudas antes de la temporada pasada, finalmente triunfal, son ahora certezas: LeBron y Davis han ampliados sus contratos, Frank Vogel ha creado una cultura ideal de franquicia y llegan fichajes (Montrezl Harrell, Wesley Matthews, Dennis Schr?der y, claro, Marc Gasol) para hacer, a priori, todav¨ªa mejor a un campe¨®n temible.

La competencia, siempre es as¨ª, ser¨¢ voraz. En el Oeste los Clippers, con Serge Ibaka a bordo, tratar¨¢n de solucionar los problemas de qu¨ªmica que los lastraron la temporada pasada. Detr¨¢s de los dos gigantes de L.A., se tienen que redefinir las jerarqu¨ªas con los Nuggets y los Jazz firmes, los Rockets de capa ca¨ªda, los Mavericks en un momento crucial de su construcci¨®n, los Warriors y los Blazers en ruta de regreso y los Suns en claro ascenso. Un pelot¨®n que, con el nuevo sistema de play in (con cuatro equipos, del s¨¦ptimo al d¨¦cimo) que dilucidar¨¢ los dos ¨²ltimos puestos de playoffs, garantiza pelea hasta el final. Tambi¨¦n en el Este, donde el nivel sube: Kevin Durant y Kyrie Irving estrenan su proyecto en los Nets, los Sixers se remodelan con Daryl Morey como arquitecto y los Celtics sue?an con dar el paso definitivo (han perdido tres finales de Conferencia en cuatro a?os) en una jungla llena de depredadores (Bucks, Heat, Raptors, Pacers¡­). Y todo camino de un verano en el que el mercado se llenar¨¢ de estrellas y el mapa de la NBA volver¨¢ a reconfigurarse. Ser¨¢, si todo va bien, a las puertas del regreso a la normalidad. Mientras, la NBA vuelve a enfrentarse a la pandemia, esta vez cara a cara y sin burbuja. Bienvenidos al gran reto, a la temporada 2020-21 de la mejor liga de baloncesto del mundo. La del cambiar todo para que nada cambie. Que as¨ª sea.

En espera de lo que pueda ofrecer el cierre del mercado, la apertura del mismo dej¨® muchos movimientos en las primeras horas pero no demasiados trasvases. Anthony Davis, Goran Dragic, los hermanos Morris (Marcus y Markieff), Brandon Ingram, Davis Bertans, Joe Harris, Fred VanVleet o Kentavious Caldwell-Pope fueron algunos de los que renovaron con sus equipos de la pasada campa?a. Despu¨¦s, ya a solo un semana del arranque de la temporada, ampl¨ªo Giannis Antetokounmpo con Miwaukee Bucks. El MVP de las dos ¨²ltimas campa?as se lleva una extensi¨®n de cinco a?os y 228 millones, el mayor contrato de la historia por media anual: 45,6 millones al a?o de promedio. Con la continuidad del griego, los Bucks aseguran su proyecto y la NBA se queda sin el que pod¨ªa haber sido un culebr¨®n constante, y agotador, durante la competici¨®n.

Montrezl Harrell, uno de los interiores con m¨¢s cartel y Sexto Hombre del A?o, es el nombre que m¨¢s solera tiene entre los que cambiaron de bando, porque adem¨¢s en su caso se marcha de los Clippers a los Lakers.

El sign and trade (acordar un nuevo contrato antes de ejecutar un traspaso), una f¨®rmula cada vez m¨¢s utilizada, de Gordon Hayward para irse a los Hornets por 120 millones fue, sin duda, el movimiento que m¨¢s comentarios ocasion¨® en las primeras horas de mercado. El m¨¢s chocante, por lo que impacta a los equipos, fue el intercambio entre Rockets y Wizards, por la calidad que en su d¨ªa demostraron los protagonistas y por los contratos que arrastran: Russell Westbrook, a Washington; John Wall, a Houston. Adicionalmente, movimientos de calidad de los dos p¨ªvots espa?oles, Marc Gasol y Serge Ibaka, a los que no pudo retener Toronto, que deber¨ªa bajar el un poco nivel viendo que sus sustitutos son Alex Len y Aron Baynes.

Los Hawks, uno de los equipos que m¨¢s ha invertido, deber¨ªan crecer con Bogdan Bogdanovic, Danilo Gallinari y Rajon Rondo. Los Celtics probar¨¢n c¨®mo le viene Tristan Thompson, campe¨®n en 2016 con los Cavs, a una estructura ya bien formada pero que quiere dar el salto definitivo. Los Bucks contentaron a medias (fall¨® el intento de fichar a Bogdanovic) a GIannis Antetokounmpo con los fichajes de Jrue Holiday, Torrey Craig, Bryn Forbes o D.J. Augustin. En el Oeste, mientras, habr¨¢ que ver c¨®mo evoluciona la rivalidad de Los ?ngeles: esta vez son los Lakers los que parten en ventaja con respecto a unos Clippers que eran favoritos la temporada pasada... y decepcionaron; y si los Warriors se mueven despu¨¦s de que cayera lesionado de gravedad una vez m¨¢s un jugador tan trascendental como Klay Thompson.

Desbancar a LeBron. Ese ser¨¢ el objetivo de todos sus rivales en el curso baloncest¨ªstico 2020-21 despu¨¦s de que El Rey volviera a ocupar el trono de la NBA y a sentarse en lo m¨¢s alto de la mejor Liga del mundo. Apenas 72 d¨ªas despu¨¦s de la conclusi¨®n de una temporada resuelta en Disney, los Lakers parten con ventaja. Es la sensaci¨®n que hay en estos momentos, con los angelinos postulados como m¨¢ximos favoritos al anillo. Lo son m¨¢s ahora que al inicio del curso pasado; en parte por lo visto en Orlando, pero tambi¨¦n por los refuerzos que han tenido durante el mercado. Las renovaciones del ya mencionado LeBron James y su compa?ero Anthony Davis atan el destino a medio plazo de las dos estrellas a la franquicia de p¨²rpura y oro, que igual¨® a Boston en anillos la temporada pasada y busca ahora liderar en solitario la clasificaci¨®n hist¨®rica con el n¨²mero 18. Y los fichajes de Dennis Shcr?der, Marc Gasol y Wesley Matthews refuerzan una plantilla que ha perdido bastiones s¨®lidos como Rajon Rondo, Danny Green o Dwight Howard, pero que ha salido lo suficientemente bien parada como para convertirse en el gran aspirante a ganar¡­ y a repetir.

Los angelinos tienen al mejor jugador de la competici¨®n (LeBron) al que perfectamente puede ser el segundo m¨¢s destacado (Davis), una plantilla compensada y un entrenador consolidado como Frank Vogel, que super¨® las expectativas en su primer a?o en L.A. La certificaci¨®n de que los Lakers son los principales favoritos est¨¢ en el hecho de que sus m¨¢s inmediatos rivales no se han fortalecido lo suficiente como para dar m¨¢s miedo que antes. S¨ª que lo han hecho, sin embargo, otros equipos que ven¨ªan inmediatamente por detr¨¢s y que, ya sea por una buena gesti¨®n de la agencia libre o por la recuperaci¨®n de los lesionados, han aumentado la enorme ristra de aspirantes que intentar¨¢n frustrar el intento angelino de repetir t¨ªtulo y, de paso, escribir su nombre en la historia de la competici¨®n norteamericana, desbancando por el camino a la eterna figura de un LeBron que cumple 36 a?os el 30 de diciembre y sigue obsesionado con acercase de forma lenta pero inexorable a Michael Jordan. Con todo lo que ello supone.

Para evitarlo estar¨¢n, por segundo a?o consecutivo, unos Clippers que el a?o pasado aparec¨ªan en las apuestas delante de los Lakers pero que en el presente curso parten con cierta desventaja. Con Paul George renovado y Kawhi Leonard sin dar pistas de nada a nadie (como siempre), la entidad angelina probar¨¢ con Tyronn Lue lo que no consigui¨® con Doc Rivers para disgusto de un Steve Ballmer, un propietario al que se le acaba la paciencia. La derrota tras ir 3-1 arriba en semifinales del Oeste contra los Nuggets sigue pesando mucho en una plantilla que sigue sin un distribuidor que genere juego y tiene una qu¨ªmica desmadejada que se deber¨¢ construir casi desde cero para poder pensar en algo grande. En el mismo nivel, escal¨®n arriba o abajo, est¨¢n, una vez m¨¢s, los Bucks de Antetokounmpo, que llevan liderando el Este dos a?os consecutivos (60 y 56 victorias respectivamente) con sendos fracasos en playoffs y esperan redimirse ahora que su gran referencia ha renovado (por cinco a?os a raz¨®n de 228,2 millones), aunque siguen generando dudas de banquillo (Mike Budenholzer) y en los acompa?antes de un jugador que es una bestia f¨ªsica pero sigue luchando contra sus carencias cuando llegan los playoffs.

Al mismo nivel que los Bucks y tambi¨¦n en el Este nos encontramos con Miami Heat y Boston Celtics. Los primeros, finalistas, buscan la guinda al pastel tras extender por el m¨¢ximo el contrato rookie de Adebayo y asegurarse el futuro. Los segundos llegan de una conclusi¨®n agridulce al perder, precisamente, contra los Heat en las finales del Este y tras un mercado de fichajes en el que Danny Ainge se ha quedado sin Gordon Hayward (algo que no parece dram¨¢tico pero puede ser importante) y sin grandes adquisiciones m¨¢s all¨¢ de Tristan Thompson. Brad Stevens se examina, Jaylen Brown sigue siendo la cabeza y Marcus Smart el alma. Y Jayson Tatum, claro, contin¨²a con su ascenso al Olimpo y es ya, por pleno derecho, uno de los mejores jugadores de esta Liga. Tras las tres fieras del Este encontramos a dos que las pueden ser: los Sixers, con Doc Rivers y Daryl Morey reci¨¦n llegados y promesas de una nueva era. Y los Nets, con Kevin Durant y Kyrie Irving en un equipo en el que todo puede salir bien¡­ o mal. Nunca se sabe con dos jugadores cuyo talento es inversamente proporcional a su mala cabeza. Pero solo con que Kevin Durant est¨¦ bien...

Y el resto, ya se sabe. Un poco de todo para dar la sorpresa, siempre a expensas de fallos de terceros y actuaciones asombrosas: los Rockets, en retroceso, pierden la vitola de contenders, pero en ella entran los Warriors del recuperado Stephen Curry, sin Klay Thompson pero con ganas de volver a hacer magia. Los Nuggets seguir¨¢n siendo un seguro, los Raptors pierden fuelle y juego interior (Ibaka y Marc) pero mantienen una cultura y a un genio como Nick Nurse al frente de la misma. Y m¨¢s lejos, pero esperando su oportunidad, quedan proyectos como Suns (Chris Paul, Devin Booker, DeAndre Ayton), Mavericks (siempre Luka Doncic) o Blazers (Lillard-McCollum-Carmelo). Muchos gallos y solo un ganador. Y un objetivo claro: destronar a los Lakers. Robarle al Rey su corona. Y de paso, claro, ganar el anillo.

Luka Doncic, en su tercera temporada en la NBA parte como uno de los grandes favoritos para hacerse con el premio individual m¨¢s importante de la Liga: el MVP de la fase regular. El favorito n¨²mero uno de hecho seg¨²n las casas de apuestas estadounidenses. Con apenas 21 a?os, el esloveno se ha instalado en la ¨¦lite de la NBA a una velocidad pocas veces vista y lo cierto es que su juego la temporada pasada fue de MVP. Despu¨¦s de ser nombrado Rookie del A?o en su primera campa?a, en la pasada jug¨® como titular en su primer All Star y acab¨® en el mejor quinteto del curso y cuarto en las votaciones por el premio que podr¨ªa ganar ahoray que, de hacerlo, ser¨ªa el m¨¢s joven de la historia en conseguirlo. Pero la lucha, como todos los a?os, ser¨¢ terrible.

Enfrente tendr¨¢, como no y casi seguro como uno de los principales rivales, a Giannis Antetokounmpo, vencedor las dos ¨²ltimas ediciones. El griego, un jugador que se ha mostrado imparable en temporada regular y que ha ido creciendo a?o tras a?o, tiene dos h¨¢ndicaps: el riesgo de haber tocado techo en sus prestaciones individuales despu¨¦s de los impresionantes n¨²meros con los que acab¨® la pasada campa?a y la dificultad de ganar tres MVPs de manera consecutiva. El ¨²ltimo en hacerlo fue Larry Bird entre 1984 y 1986. Y antes que ¨¦l s¨®lo Wilt Chamberlain y Bill Russell fueron capaces de semejante logro.

Quien parece otro rival muy peligroso para las aspiraciones de Doncic es el eterno LeBron James. Si a sus 35 a?os la salud le sigue respetando y su rendimiento (y el de los Lakers) contin¨²a siendo el mismo, el Rey tendr¨¢ papeletas para llevarse su quinto MVP de la temporada regular. El a?o pasado fue segundo en las votaciones y fueron muchas las voces que pidieron p¨²blicamente el premio para ¨¦l. Qued¨® flotando en el ambiente una sensaci¨®n de injusticia que, con raz¨®n o sin ella, puede dar un empuj¨®n a su candidatura este curso. Aunque no ser¨¢ el ¨²nico aspirante dentro de la plantilla campeona. Anthony Davis, para muchos el mejor compa?ero con el que ha jugado LeBron (con perd¨®n de Dwyane Wade) ha demostrado estar m¨¢s que preparado para liderar un equipo de primer nivel y tambi¨¦n estar¨¢ en la terna. Y hablando de hombres altos, otros dos referentes de la zona desde hace a?os tambi¨¦n parten con opciones: Nikola Jokic y Joel Embiid intentar¨¢n recuperar el MVP para los p¨ªvots, que no lo ganan desde que se lo diesen a Shaquille O¡¯Neal en el a?o 2000. Claro s¨ªntoma de los tiempos que vive baloncesto.

Otros dos nombres a tener en cuenta son dos de las mayores estrellas de los ¨²ltimos a?os (y probablemente ya entre los grandes de la historia) que vuelven tras periodos largos sin jugar por lesi¨®n. Kevin Durant ser¨¢ la gran novedad respecto a la temporada pasada, la cual se pas¨® en blanco por la rotura del tend¨®n de Aquiles en las finales de 2019. El alero, que ya gan¨® el premio en 2014, debuta con los Nets con la duda de su estado f¨ªsico tras una lesi¨®n que suele dejar secuelas a quien la ha sufrido. Eso s¨ª, en el caso de que vuelva al 100%, es leg¨ªtimo pensar en Durant como el mejor jugador del planeta. El otro que vuelve, aunque esto no es del todo exacto, es Stephen Curry. El base de los Warriors jug¨® los cuatro primeros encuentros de la pasada campa?a antes de sufrir una rotura en los huesos de la mano que le tuvo el resto del curso sin jugar, salvo por un partido el 5 de marzo en el que disput¨® 27 minutos. Eso es todo lo que se le ha visto en la cancha en 2020. Curry, dos veces MVP, estar¨¢ deseando volver a ser protagonista y, con la salida de Kevin Durant y la ausencia de Klay Thompson, lo l¨®gico es pensar que el destino de los Warriors estar¨¢ m¨¢s en sus manos que nunca. Las acciones del base suben como la espuma.

Entre los candidatos de este a?o tambi¨¦n se puede incluir a tres jugadores que no suelen aparecer en estas listas. Jimmy Butler demostr¨® en los ¨²ltimos playoffs, y especialmente en las Finales, que est¨¢ al nivel de los grandes jugadores de la Liga. Si los Heat son capaces de igualar o mejorar su rendimiento habr¨¢ que estar atentos a ¨¦l. Jayson Tatum, la nueva esperanza de los Celtics, fue all star y acab¨® en el tercer mejor quinteto en su tercer a?o en la NBA y, aunque quiz¨¢ esta lucha por el MVP le llegue un poco pronto, el alero ser¨¢ candidato seguro durante unos cuantos a?os.

Cierra este grupo Damian Lillard, un jugador con potencial real de MVP al que la suerte no le ha acompa?ado. Las lesiones, suyas y de compa?eros, le han impedido en muchos casos tener la regularidad necesaria (tanto a ¨¦l como a los Blazers) para optar de verdad al premio. Pero las exhibiciones que protagoniz¨® la temporada pasada para revertir una situaci¨®n deportiva muy dif¨ªcil, con media plantilla de los de Oreg¨®n en la enfermer¨ªa, hasta llevar a su equipo a los playoffs le volvieron a poner en el radar del premio. Con unos Blazers reforzados que apuntan alto en el Oeste y si la salud le respeta, Lillard estar¨¢ entre los grandes favoritos. Y para acabar, dos cl¨¢sicos de los premios. James Harden, que lo gan¨® en 2018, fue segundo en 2019 y tercero este a?o y que ha acabado como m¨¢ximo anotador de la Liga las ¨²ltimas tres temporadas. Y Kawhi Leonard, al que sus continuos descansos le hacen jugar menos que el resto de los candidatos, pero que ya ha ganado dos MVPs de las Finales y dos premios al Mejor Defensor.

Marc Gasol y Serge Ibaka luchar¨¢n, entre ellos, por un anillo en Los ?ngeles. Ricky Rubio y Juancho Hernang¨®mez, en Minnesota, intentar¨¢n reconducir el rumbo de la franquicia y terminar lo que -uno mucho antes que el otro. ya empezaron. Willy, por su parte, buscar¨¢ reivindicarse en New Orleans en uno de los equipos m¨¢s atractivos de la competici¨®n. As¨ª ha quedado el mapa de los espa?oles en la NBA para este nuevo curso. Poca cantidad, pero aspiraciones importantes. Todos luchar¨¢n por objetivos ambiciosos. Ninguno se ha quedado en tierra de nadie. Y eso, despu¨¦s de c¨®mo arranc¨® el mercado, es la mejor de las noticias.

Al final, ser¨¢n cinco los abanderados espa?oles en la mejor Liga del mundo, pero podr¨ªan haber sido menos. Solamente Ricky lleg¨® al 20 de noviembre, d¨ªa en que el mercado ech¨® a andar, con un contrato garantizado. Y ni ¨¦l pudo estar tranquilo. Marc Gasol, Serge Ibaka y Willy Hernang¨®mez encararon el impredecible periodo de negociaciones como agentes libres; Juancho, como agente libre restringido. La cosa pintaba fea. En el ambiente, rumores sobre posibles regresos a Europa o destinos NBA poco estimulantes. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Ser¨¢ la peor temporada de la ¨²ltima d¨¦cada en cuanto a n¨²mero de representantes, pero todos han encontrado su sitio.

Despu¨¦s de seis largos a?os, un Gasol volver¨¢ a pisar el parqu¨¦ del Staples Center con la camiseta de los Lakers. Y no se descarta del todo que, en alg¨²n punto de los pr¨®ximos meses, puedan ser dos. El tiempo dir¨¢ si se cierra el c¨ªrculo que arranc¨® en 2008 y que cambi¨® la historia del baloncesto espa?ol. Marc llega a la franquicia p¨²rpura y dorada para ganar su segundo anillo. En su propia ciudad, en Los ?ngeles, encontrar¨¢ la principal oposici¨®n: los Clippers de Serge Ibaka. El hispano-congole?o era uno de los agentes libres m¨¢s cotizados del mercado. Finalmente, se ha reencontrado con su amigo Kawhi, con quien espera repetir la haza?a de Toronto.

Tras ellos, Ricky Rubio y Juancho Hernang¨®mez, en los Timberwolves, intentar¨¢n (objetivo muy complicado) hacerse un hueco en los playoffs de un Oeste que es m¨¢s salvaje que nunca. El primero, vuelve a casa despu¨¦s de diez a?os. Curiosamente, por Navidad. Lo hace en el mejor momento de su carrera, despu¨¦s de ser MVP del Mundial y de jugar una brillante temporada en Phoenix Suns. El segundo intentar¨¢ prolongar lo que ya demostr¨® en su breve estancia en Minnesota durante el curso pasado. Quiere y puede explotar definitivamente. Su hermano, Willy, no querr¨¢ ser menos. El que, para muchos, es el pa¨ªs de las oportunidades, ha hecho lo suyo con ¨¦l. En los Pelicans de Zion Williamson y Brandon Ingram, puede dar un giro de 180 grados a su carrera.

En la temporada 2016-17, hasta diez jugadores espa?oles compet¨ªan en tierras estadounidenses. Algo hist¨®rico. Dos temporadas despu¨¦s, siete de los nuestros disputaron playoffs. Ahora, todo eso parece lejano; pero no todo est¨¢ perdido. Puede ser una temporada de cambios. De hecho, todos, con permiso Juancho, afrontan nuevos retos. Momento perfecto para renovar ilusiones. A?o nuevo, vida nueva para el baloncesto espa?ol en la NBA.

El draft de la NBA tiene un sentido claro, dotar a las peores franquicias de la temporada de futuras estrellas para levantar el vuelo a un coste testimonial y as¨ª equilibrar las fuerzas en la competici¨®n. Olor socialista en una Liga capitalista que acaba siendo siempre, o casi siempre, una loter¨ªa. Un tiro al aire con pocas verdades absolutas, algunos jugadores de excelente carrera, ciertos dramas y m¨²ltiples selecciones altas convertidas en juguetes rotos. Un ejercicio de fe que, en camadas como la presente, la de 2020, se acentu¨® por el cierre prematuro del baloncestoeste a?o debido al coronavirus, que retras¨® el draft cinco meses y congel¨® tambi¨¦n la temporada universitaria. 

Y en ese pensamiento nad¨® mucho Minnesota. Los Wolves trataron hasta el ¨²ltimo segundo de traspasar el segundo n¨²mero uno de su historia. No hubo acuerdo y apostaron por el mayor potencial del draft: Anthony Edwards (19 a?os y 1,93). El escolta, quiz¨¢ el gran proyecto de superestrella de esta generaci¨®n, demostr¨® en la Universidad de Georgia unas posibilidad descomunales en los 32 partidos que disput¨® antes del adi¨®s del curso por la pandemia. Es muy fuerte, coordinado, r¨¢pido y ¨¢gil, cualidades que le permiten anotar en cualquier posici¨®n de la cancha. Tambi¨¦n tiene lagunas... y de ellas depender¨¢ d¨®nde acaba estando su techo.

Tras el gran uno, el p¨ªvot James Wiseman y el base LaMelo Ball como dos y tres, respectivamente. El primero es una gacela de 2,16 metros que deber¨¢ rendir desde el inicio en unos Golden State Warriors enrabietados por perder su dominio sobre la NBA y por la nueva ausencia (y larga) de Klay Thompson por lesi¨®n. El segundo es el herman¨ªsimo de Lonzo, la nueva pieza en la NBA de una saga familiar m¨¢s medi¨¢tica que productiva hasta el momento y que aterriza bajo el brazo de Michael Jordan a Charlotte Hornets. Alto y vers¨¢til para su puesto, ser¨¢ amado por algunos y odiado por otros. Sin t¨¦rmino medio: es la maldici¨®n de los Ball.

Del cuatro hasta el final, lo dicho, muchas esperanzas, pocas certezas y dos jugadores europeos en el top-10, el base franc¨¦s Killian Hayes (siete, Detroit Pistons) y el israel¨ª Deni Avdija (noveno, Washington Wizards). Adem¨¢s, las franquicias eligieron dos j¨®venes de la Liga Endesa: Leandro Bolmaro y Vit Krejci. El base argentino del Bar?a fue elegido por New York Knicks en el 23 y traspasado a Minnesota y no aterrizar¨¢ en la Liga norteamericana hasta el pr¨®ximo verano; mientras que el escolta checo (pick 37) del Casademont Zaragoza debe primero superar la lesi¨®n el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, que le tendr¨¢ fuera casi toda la temporada, antes de llegar a Oklahoma City Thunder, franquicia que le adquiri¨® desde Washington.