El dinero por castigo: los Hornets de Michael Jordan vuelven a dar la nota
Un a?o m¨¢s el equipo de Charlotte ha firmado el contrato m¨¢s inesperado (y puede que inflado) del mercado: 120 millones a Gordon Hayward.


Con una fortuna superior a los 2.000 millones de d¨®lares, Michael Jordan es, con mucha diferencia, el exjugador de baloncesto m¨¢s rico del mundo. Sus diferentes negocios y, en especial, su l¨ªnea deportiva dentro de Nike hacen que esa cantidad no pare de ascender. Parte de esa fortuna le sirvi¨® en 2010 para convertirse en el due?o de los Charlotte Hornets, de quien ya era accionista minoritario. Desde entonces se puede asegurar sin miedo a equivocarse que la franquicia de Charlotte ha sido una de las m¨¢s desastrosas de la liga.
Y el desastre parece no tener fin. Aunque quiz¨¢ ese adjetivo sea demasiado duro para lo ocurrido en los ¨²ltimos d¨ªas, la tendencia de momento marca la misma direcci¨®n que hasta ahora. Porque los Hornets han vuelto a protagonizar la sorpresa de la agencia libre sobrepagando a un jugador muy por encima de su valor de mercado. El a?o pasado fue Terry Rozier (56,7 millones por 3 a?os), en 2016 fue Nicolas Batum (120 millones por 5 a?os) y esta vez ha sido Gordon Hayward (120 millones por 4 a?os). Hayward, un jugador que lleva tres a?os lidiando con las lesiones y que no ha vuelto a ser el mismo desde que se partiera la pierna en el primer encuentro de la temporada 2017-18, en su estreno con los Celtics, ha logrado lo que parec¨ªa imposible: que un equipo le ofreciese un contrato de larga duraci¨®n a precio de estrella. Y, reconozc¨¢moslo, Hayward ahora no es una estrella. ?Puede volver a serlo? S¨ª. Todav¨ªa tiene 30 a?os y tiempo para recuperar la forma que le llev¨® a ser all star en 2017. ?Se justificar¨ªa as¨ª semejante contrato? Seguramente no.
Los Hornets son un equipo que ahora mismo destaca por un grupo de jugadores j¨®venes que, si la suerte los acompa?a, deber¨ªan ser los que en un futuro posiblemente no muy cercano lleven al equipo a pelear por los playoffs. Los Devonte Graham, PJ Washington, Miles Bridge y Malik Monk, a los que se les ha unido el n¨²mero 3 del draft, LaMelo Ball. ?Qu¨¦ pinta un jugador como Hayward ah¨ª? Por muy bien que juegue no es el tipo de jugador que puede ser Chris Paul, que ¨¦l solo es capaz de cambiar la din¨¢mica de un grupo y el juego de un equipo y transformarlo en un breve periodo de tiempo de perdedor a ganador. Hayward era un excelente alero en su ¨¦poca en Utah (hay que ver si alguna vez lo volver¨¢ a ser), pero no esa chispa que puede hacer cambiar la din¨¢mica de una franquicia de un d¨ªa para otro.
Despilfarro de dinero
Si deportivamente no parece haber mucha justificaci¨®n para su fichaje, econ¨®micamente menos. Cuando Hayward rechaz¨® renovar con los Celtics y anunci¨® que saldr¨ªa a la agencia libre, equipos como los Pacers (v¨ªa sing-and-trade) o los Knicks sonaron como posibles candidatos. En ning¨²n caso apareci¨® el nombre de los Hornets. Y ten¨ªa sentido que as¨ª fuese porque los Hornets no pod¨ªan asumir el sueldo de Hayward. O al menos este sueldo, el que le van a pagar. ?Qu¨¦ ha pasado para que el alero haya acabado en Charlotte? Una genialidad, pero de las malas. Para hacer sitio a su contrato han tenido que cortar a Nico Batum, al que le quedaba un a?o y al que tendr¨¢n que pagar 9 millones cada uno de los pr¨®ximos tres a?os como contrapartida. As¨ª que se puede decir que Hayward les va a costar a los Hornets 39 millones por temporada durante los pr¨®ximos tres a?os (los 30 suyos m¨¢s los 9 de Batum). S¨®lo hay cinco jugadores que vayan a cobrar m¨¢s dinero que esos 39 millones la pr¨®xima campa?a. Ojo a los nombres: Stephen Curry, Russell Westbrook, James Harden, Kevin Durant y LeBron James. Vale que las franquicias como Charlotte necesitan sobrepagar para atraer grandes jugadores, pero que el nombre de Hayward est¨¦ en ese grupo es simplemente una broma.
Lo malo es que es una broma sin gracia y lo peor es que a¨²n hay m¨¢s. Y esto alguna vez habr¨ªa que pregunt¨¢rselo a Michael Jordan. ?C¨®mo es posible que un equipo que est¨¢ pagando millonadas a casi cualquiera no le ofreciese el contrato superm¨¢ximo a Kemba Walker el verano de 2019? El base era la estrella indiscutible del equipo, el jugador que hab¨ªa conseguido meterles en playoffs dos veces (2014 y 2016) desde que le draftearon en 2012, haci¨¦ndolo pr¨¢cticamente solo y siendo representando a los Hornets tres a?os seguidos en el all star (2017-19). Si alguien merec¨ªa que Jordan aflojase la pasta ese era Kemba. Pues bien, cuando lleg¨® el momento de mostrarle la gratitud que se merec¨ªa, de recompensar con justicia los servicios prestados, le presentaron un contrato de renovaci¨®n por debajo del m¨¢ximo que pod¨ªan darle. Si Kemba ten¨ªa dudas de si seguir o no, en ese momento tuvo claro lo que hacer. Este tipo de gestos no ayudan a que un equipo resulte atractivo para los grandes agentes libres, que ya de por s¨ª no suelen mirar demasiado a Carolina del Norte.
A?os de malas decisiones
A veces no basta s¨®lo con escudarse en lo del mercado peque?o y jugar con desventaja con los grandes transatl¨¢nticos de la liga. Aunque todo eso sea verdad, lo primero es mirarse el ombligo, aceptar que uno tambi¨¦n se equivoca. Y los Hornets se han equivocado y mucho. Sin ir m¨¢s lejos y en relaci¨®n con lo comentado en el p¨¢rrafo anterior, Kemba cobrar¨¢ este a?o en los Celtics 36 millones, menos de los 39 que costar¨¢ la suma de Hayward y Batum. Y y¨¦ndonos m¨¢s lejos hay m¨¢s ejemplos. Ya se ha comentado el delirante contrato firmado a Batum en 2016 (120 millones por cinco a?os) que, como era de esperar, nunca rentabiliz¨® sobre la pista. Ese mismo a?o le dieron 54,5 millones por cuatro a?os a Marvin Williams, otro jugador que no val¨ªa ese dinero.
Y el a?o anterior le soltaron 52 por 4 temporadas a Michael Kidd-Gilchrist. En este caso era una apuesta por un hombre que ellos mismos hab¨ªan drafteado en 2012 en segunda posici¨®n (por delante de Lillard, Beal y Drummond) y que lo hab¨ªa hecho bien... Hasta que dej¨® de hacerlo. Una vez m¨¢s el dinero mal repartido y, en este caso, con un sonoro cante en el draft como bagaje. Se puede jugar con desventaja, pero lo que no se puede hacer es fallar siempre. Y eso es lo que les pasa el 99% de las veces a los Hornets de Michael Jordan, que est¨¢ demostrando a?o tras a?o que la excelencia en la pista no tiene por qu¨¦ trasladarse a los despachos.