El exilio de Jordan: 51 puntos, pero dos a?os sin playoffs en D.C
Cuando parec¨ªa imposible, Michael Jordan regres¨® a la NBA para jugar en los Wizards. Su ¨²ltima etapa como profesional tuvo sombras, pero tambi¨¦n momentos para la historia.
En abril de 2001, Michael Jordan asegur¨® que hab¨ªa un 0,01% de posibilidades de que regresara a las pistas. Se lo dijo a su confidente Ahmad Rashad, en una entrevista emitida en la televisi¨®n estadounidense. Con esas palabras, His Airness confirmaba lo que ya hab¨ªa prometido en enero de 1999, cuando se hizo oficial el fin del primer lockout de la historia en el que la NBA se perd¨ªa partidos y ¨¦l anunci¨® su retirada, acallando definitivamente los peque?¨ªsimos rumores que le situaban en los Bulls un a?o m¨¢s. M¨¢s de dos d¨¦cadas despu¨¦s, a¨²n no se sabe si fue el escolta o Jerry Krause el culpable de que ni intentara el asalto a ese hipot¨¦tico s¨¦ptimo anillo, aunque s¨ª est¨¢ en conocimiento del aficionado que Jordan regres¨®, a pesar de sus palabras, una ¨²ltima vez a la NBA.
El sainete en el que se convirti¨® ese segundo retorno no tuvo nada que ver con el primero, como tampoco la unanimidad sobre la decisi¨®n. Muchos consideraban que aquel tiro ganador sobre Byron Russell en el Delta Center era un final perfecto que no ten¨ªa que ser manchado por una vuelta que generaba muchas dudas, potenciadas por la edad del protagonista, que sumaba por aquel entonces 38 primaveras y que se retir¨® definitivamente con 40. Aunque la idea de que volviera no tuvo muchas repercusiones entre la clase alta de la Liga, los aficionados volvieron a saltar enfervorecidos por verle una ¨²ltima vez. Ese 0,01% daba esperanzas a su legi¨®n de seguidores, que dejaba de lado los escepticismos para ilusionarse, con un porcentaje tan peque?o que nunca hab¨ªa significado algo tan grande.
"No regresar¨ªa por dinero ni tampoco por la gloria. Todo eso ya lo ten¨ªa cuando me retir¨¦, hace tres a?os. El reto ahora es probarme, comprobar que a¨²n puedo hacer las cosas", asegur¨® el escolta en una entrevista que dio la vuelta al mundo. El 25 de septiembre, Jordan anunci¨® su regreso a la NBA prometiendo donar parte de su sueldo al atentado del 11-S, ocurrido solo unos d¨ªas antes. Volv¨ªa "por amor al juego" y con los Wizards, en cuyo banquillo hab¨ªa colocado meses antes a Doug Collins, su ex entrenador de los Bulls, en lo que fue para muchos un gui?o a su retorno. Lo hizo en ese equipo que era casi el peor de la NBA, en el que ten¨ªa adem¨¢s una participaci¨®n minoritaria y era Presidente de Operaciones.
Jordan se enfrentaba, por lo tanto, al m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa. Regresar para revitalizar la moral herida de un equipo a la deriva, con una selecci¨®n muy criticada en el draft, la de Kwame Brown, responsabilidad del propio Jordan, era casi misi¨®n imposible. His Airness nunca fue como directivo lo que s¨ª como jugador, y si bien hab¨ªa conseguido librar al eqiupo capitalino de contratos pesados, nunca tuvo el instinto que hab¨ªa que tener para resucitar una franquicia desde los despachos. La elecci¨®n de Brown fue la primera de una horda de malas decisiones, pero la peor de todas ellas al estar en el primer puesto del draft. Una elecci¨®n ya controvertida en su momento y, a la larga, p¨¦sima.
El peor Jordan tambi¨¦n hace historia
Los dos a?os de Jordan en los Wizards constataron que todav¨ªa ten¨ªa cuerda para seguir jugando, a pesar de mostrar el peor nivel de su carrera. Si bien su f¨ªsico no era el de anta?o y el equipo no funcionaba, la plantilla era mejor de lo que se?alaron los dos r¨¦cords id¨¦nticos (37-45) que logr¨® en su segundo retorno. Tyronn Lue, Richard Hamilton, Christian Laettner, Hubert Davis, Brendan Haywood o Jerry Stackhouse, que lleg¨® en la segunda campa?a, formaron una plantilla que nunca funcion¨® pero que iba en la quinta posici¨®n del Este en la 2001-02 antes de la pausa del All Star y las lesiones de Jordan, que hundieron al equipo en una vor¨¢gine de malos resultados que les dejaron sin playoffs, el mayor agujero negro de ambas temporadas.
Eso s¨ª, el escolta estuvo excepcional para su edad. En su retorno al Madison, primer encuentro tras 40 meses de par¨®n, anot¨® 19 puntos, y en el segundo se fue a 31. En esa primera campa?a lleg¨® incluso a hacer un partido de 51 puntos ante los Hornets, con 21 de 38 en tiros de campo. Disput¨® de titular el All Star, superando a Jabbar como m¨¢ximo anotador de la historia del Partido de las Estrellas (hoy Kobe y LeBron est¨¢n por delante). En los primeros 14 partidos, promediaba 25,7 puntos, 6,4 rebotes, 4,9 asistencias y m¨¢s de 2 robos por partido, divagando incluso algunos con que pod¨ªa conseguir el MVP. Las lesiones le privaron de disputar la fase final esa temporada, pero acab¨® con promedios de 22,9+5,7+5 y revitalizando el inter¨¦s de una franquicia que antes ni interesaba pero que tuvo lleno absoluto en los partidos que se disputaron en el MCI Center, as¨ª como en los de sus rivales.
Con la intenci¨®n de alcanzar la fase final, el escolta (que jug¨® varias veces de alero esa temporada) cedi¨® su puesto de titular durante algunos duelos e intent¨® aportar desde el banquillo, pero ni a¨²n as¨ª el equipo logr¨® funcionar. Jordan, que se prepar¨® junto a Tim Glover para su nuevo desaf¨ªo, anunci¨® desde el principio que esa temporada ser¨ªa la ¨²ltima, iniciando un farewell tour con el que fue ovacionado en cada estadio. Promedi¨® 20 puntos por partido con un 45% en tiros de campo, n¨²meros muy solventes para un jugador que, con 40 a?os, anot¨® 20 o m¨¢s puntos en 42 ocasiones, 30 o m¨¢s en nueve, y 40 o m¨¢s en tres. Su m¨¢xima ese curso fue de 45 puntos y su ¨²ltimo partido fue en Philadelphia, qued¨¢ndose en 15. Y disput¨® su ¨²ltimo All Star, en el que Vince Carter le cedi¨® el puesto de titular y en el que tuvo una larga despedida.
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