La violencia no siempre es el camino: videojuegos donde no hay que matar para progresar

Pulsamos START. Eligimos personaje y opciones para adecuar los gr¨¢ficos, sonido y dificultad a nuestro gusto. Aqu¨ª empieza una aventura llena de emociones y desaf¨ªos. Por supuesto, deberemos abrirnos paso entre hordas de enemigos que deberemos eliminar si queremos llegar a nuestro destino. Matar es necesario para sobrevivir en este universo, y la sangre ajena no nos hace mala persona, aunque a veces disfrutemos ejerciendo el rol de villano. Ni siquiera la violencia de los videojuegos nos vuelven m¨¢s agresivos, como mienten ciertas campa?as de desprestigio. A veces quien muere somos nosotros, y es incluso necesario si queremos proseguir con nuestro periplo. Pero, ?siempre hay que mancharnos las manos para sobrevivir? Hoy recordamos esos videojuegos que proponen mec¨¢nicas en las que nadie tiene por qu¨¦ salir herido. Al menos, no demasiado.

La violencia inocua en los videojuegos

La representaci¨®n de la violencia en los videojuegos es un tema espinoso, sobre todo por el enfoque morboso que suele darse en los medios generalistas. La violencia gr¨¢fica de Mortal Kombat estableci¨® la necesidad de tener una clasificaci¨®n por edades en el ocio digital, y los comportamientos agresivos en las partidas online y entornos competitivos tambi¨¦n han levantado el debate sobre la deportividad. Asimismo, matar para progresar es una mec¨¢nica m¨¢s que com¨²n en los videojuegos. Ahora bien, c¨®mo se codifica el acto de asesinato var¨ªa seg¨²n el c¨®digo en el que se mueva el juego. La escritora Eva Cid, en un ensayo sobre la agresi¨®n en videojuegos a prop¨®sito del lanzamiento de Rape Day, analiza:

¡°El salto de Mario es una mec¨¢nica de agresi¨®n. Y una bastante violenta, pues se trata de un se?or saltando sobre animales para aplastarles la cabeza. Sin embargo, no lo percibimos as¨ª porque est¨¢ codificada de forma inocua. El equivalente al manotazo de un ni?o para quitarle a su hermano su juguete favorito. En los juegos de naves disparamos miles de proyectiles para derribar flotas enteras. Eso es un mont¨®n de gente. Pero esta mec¨¢nica, al igual que la de Mario, es una simple pulsaci¨®n para hacernos progresar por un entorno virtual. El soldado vaciando un cargador sobre la cabeza de su enemigo o enemiga no es otra cosa que una pulsaci¨®n mantenida, codificada como un asesinato en este caso, pero sin sus evocaciones. Es la misma pulsaci¨®n, el movimiento mec¨¢nico para desatar eventos y avanzar¡±.

Ampliar

No obstante, hay videojuegos que rompen con la convenci¨®n de que un videojuego no es posible sin la mec¨¢nica de matar para progresar. Si bien hay t¨ªtulos que reservan el asesinato como una alternativa, hay otros en los que ofrecen mec¨¢nicas de juego diferentes y que nos recuerdan otras perspectivas de dise?o. La revista TIME ya recuerda: ¡°Los juegos no violentos existen en el medio desde sus d¨ªas m¨¢s tempranos: no derramamos nada de sangre en Pong o Tetris¡±.

Aventuras gr¨¢ficas, el ingenio ante todo

A diferencia de otro tipo de juegos, en las aventuras gr¨¢ficas no necesitamos valernos de nuestros b¨ªceps o de nuestra pericia con las armas. Adem¨¢s, si echamos un vistazo a muchos de sus protagonistas, casi todos distan de ser el cl¨¢sico guerrero de fuerza colosal que no teme a la muerte. Guybrush Threepwood, el esperp¨¦ntico tr¨ªo de Day of the Tentacle, Laura Bow¡­ Todos ellos son personajes sin una constituci¨®n f¨ªsica que les permita superar grandes obst¨¢culos ¡ªsi obviamos la capacidad de aguantar la respiraci¨®n bajo el agua de la que hac¨ªa gala el pirata¡ª. No obstante, su mayor talento reside en su cerebro y el jugador, a trav¨¦s de ellos, debe demostrar su dominio de la l¨®gica resolviendo acertijos complejos, de tal forma que logramos el objetivo de una forma no violenta. Por supuesto, tambi¨¦n existen aventuras gr¨¢ficas en las que debemos da?ar al pr¨®jimo, v¨¦ase al malogrado h¨¢mster de Maniac Mansion, o c¨®mo nuestra identidad como humano o replicante en Blade Runner nos granjea una serie de enemigos a los que no podremos burlar con dial¨¦ctica. Con todo, la esencia del gameplay de una aventura gr¨¢fica reside en c¨®mo sorteamos obst¨¢culos de forma ingeniosa.

Ampliar

Asimismo, es un g¨¦nero que sigue recibiendo una generosa acogida. Ron Gilbert, dise?ador de m¨²ltiples t¨ªtulos de LucasArts, expres¨®, en el blog de PlayStation el deseo de los jugadores de buscar juegos que ofrecieran algo m¨¢s que la satisfacci¨®n de matar virtualmente, a tenor del lanzamiento de The Cave: ¡°Los videojuegos se dirigen mucho m¨¢s al mercado de masas. Mucha gente juega hoy en d¨ªa, ya sea en su m¨®vil, tablet o dem¨¢s. No tienen por qu¨¦ interesarles los juegos hiperviolentos, con tanta pu?alada al cuello, y que requieran una reacci¨®n r¨¢pida. Les gustan las cosas m¨¢s pausadas y les encanta resolver puzles. Angry Birds, por ejemplo, es un ¨¦xito en ventas y es un videojuego de puzles. Usas el cerebro para resolver un rompecabezas y tiene una parte visceral, ya que ves a estos p¨¢jaros aplastar cosas.

Los walking simulator y el placer de la exploraci¨®n

Los?walking simulator?son lo diametralmente opuesto a los t¨ªtulos de acci¨®n trepidante. Con una jugabilidad sencilla, el encanto de este g¨¦nero reside en una narrativa intimista y en un sentido de la maravilla continuo. A menudo han sido denostados por la extrema sencillez de sus mec¨¢nicas, que son la ant¨ªtesis de otros g¨¦neros consolidados. En el ensayo Los caminos del videojuego y el arte: reconfiguraciones del jugador en el walking simulator desgranan: ¡°En estos juegos se verifica una notoria atenuaci¨®n de la dimensi¨®n l¨²dica en favor de una experiencia de tipo exploratoria sustentada en el acto de caminar. Este cambio opera un quiebre de las expectativas previstas por la mayor¨ªa de los g¨¦neros fuertes del medio, ya que de lo que se trata no es de una reconfiguraci¨®n de las estructuras l¨²dicas existentes sino de su anulaci¨®n¡±.

Ampliar

No podemos obviar el impacto de t¨ªtulos como Firewatch y su reflexi¨®n sobre la soledad, o What Remains of Edith Finch y su eleg¨ªa a una familia condenada a la muerte prematura. Por supuesto que hay violencia en esta clase de t¨ªtulos, pero no ejercida a manos del jugador. Incluso reviviendo los ¨²ltimos momentos de los Finch, nos limitamos a reproducir los actos que llevaron a cada uno de los miembros a su fin. En GamaSutra, analizan: ¡°En juegos as¨ª, hurgas por ah¨ª como si fueras un voyeur para resolver un misterio en concreto, al igual que el protagonista de 2312 (Kim Stanley Robinson) cuando su abuela muere misteriosamente. Quieres descubrir qu¨¦ ha sucedido¡±.

Siempre con deportividad

Ya conocemos los saludables beneficios del deporte y la importancia de ejercitar el propio cuerpo. Adem¨¢s, el f¨²tbol y el baloncesto son adorados por un p¨²blico devoto que acude religiosamente a los partidos televisados y presenciales. En el ocio digital, podemos encarnar a uno de nuestros h¨¦roes del bal¨®n y saborear la gloria de un partido ganado. Y todo ello, sin sangre de por medio, a pesar de que tambi¨¦n conozcamos los episodios agresivos que se han dado en un entorno competitivo.

Ampliar

El ensayo More Than a Game: Sports-Themed Video Games and Player Narratives explora el atractivo de los videojuegos de deportes y lo destaca como uno de los g¨¦neros m¨¢s exitosos: ¡°Desde el inicio de la historia del ocio digital, el deporte ha demostrado ser una tem¨¢tica popular en videojuegos (v¨¦ase Crawford, 2005a), y a d¨ªa de hoy existen versiones videol¨²dicas de los mayores e incluso menores deportes y competiciones¡±. En el mismo estudio, cuentan con un testimonio que explica: ¡°Los videojuegos me permiten explorar la fantas¨ªa de dirigir el equipo de los Wolverhampton Wanderers FC] y llevarles a la gloria de la Premier League o la Champions League. Es lo bonito de los ¨²ltimos juegos de gesti¨®n de f¨²tbol, como Football Manager. Te dejan hacer declaraciones a la prensa o hablar con tus jugadores, y te sientes como si estuvieras alimentando a tu equipo y conduci¨¦ndole hacia la gloria (r¨ªe)¡±.

La ruta pacifista

Los videojuegos de rol son toda una oda a la libertad del jugador. En un inmersivo universo, nos convertimos en un alter-ego a trav¨¦s del cual cumplimos nuestras fantas¨ªas de poder. Asimismo, perfilamos la personalidad de nuestro avatar a trav¨¦s de las decisiones y acciones. Y no siempre escogemos el bien; tambi¨¦n optar por buscar el beneficio propio y ego¨ªsta, o incluso decantarnos por el camino del mal.

Ampliar

Seg¨²n la especializaci¨®n de clase, decidimos c¨®mo queremos desenvolvernos en los conflictos. Podemos optar por dejar que nuestra espada hable por nosotros, o incluso convertirnos en una silenciosa sombra y limitarnos a dejar inconscientes a los posibles testigos de nuestros actos. Tambi¨¦n podemos dejar que nuestro carisma subyugue a nuestro rival sin mancharnos las manos. Recordemos Fallout y la posibilidad de acabar con el Maestro convenci¨¦ndole de que su plan es in¨²til, tras lo cual ¨¦l decide inmolarse. O c¨®mo en The Outer Worlds podemos evitar una batalla final si sabemos usar nuestros talentos diplom¨¢ticos. Tambi¨¦n cabe se?alar que los encuentros aleatorios, en ocasiones, dificultan la posibilidad de completar la partida adscribi¨¦ndonos a un estricto c¨®digo de no da?ar a nadie. Despu¨¦s de todo, subir de nivel es una tarea necesaria y la opci¨®n de huida no siempre funciona, aunque siempre podemos reservar la violencia como un ¨²ltimo recurso.

El m¨¦todo mediante el cual podemos completar un juego sin matar a nadie se conoce como ¡°la ruta pacifista¡±, como define TV Tropes, a lo que a?ade que, en ocasiones, el final bueno suele ser la recompensa para los jugadores que optan por la no violencia. Undertale, por su lado, ofreci¨® una interesante deconstrucci¨®n de las mec¨¢nicas RPG ofreciendo dicha ruta en contraposici¨®n con la ruta genocida, es decir, la masacre de toda criatura hostil. No obstante, si nos decantamos por esta ¨²ltima opci¨®n, se nos castiga con la despoblaci¨®n del universo del juego y el entorpecimiento de nuestra experiencia, como se?ala el ensayo Ethics at Play in Undertale: Rhetoric, Identity And Deconstruction (Fr¨¦deric Seraphine): ¡°la ruta genocida es una experiencia diferenciadora que se basa en erradicar todos los atractivos del juego para crear una est¨¦tica de culpa y arrepentimiento¡±.

Cabe mencionar tambi¨¦n el caso de algunos jugadores que deciden ir m¨¢s all¨¢ del sistema de juego convencional para buscar rutas alternativas a la esperada. Es el caso de Noor The Pacifist, un jugador de World of Warcraft que alcanz¨® el nivel 80 con un gnomo p¨ªcaro sin matar a otros jugadores o personajes y ¨²nicamente con misiones pacifistas. Cracked, que repasa en un reportaje a jugadores c¨¦lebres por su forma inusual de jugar, destaca tambi¨¦n a Everbloom, que alcanz¨® el nivel 85 en WOW dedic¨¢ndose ¨²nicamente a la recolecci¨®n y artesan¨ªa: "Se recorri¨® durante d¨ªas el mapa del juego, reuniendo los escaso puntos de experiencia que se obtienen por explorar y recoger flores hasta que se volvi¨® muy poderosa de manera espont¨¢nea".

Ampliar

Los simuladores de vida

Cuando un videojuegos nos permite la creatividad y artesan¨ªa como mec¨¢nicas y objetivos, rara vez podemos pensar en la violencia para lograr nuestros fines. Llegar a una id¨ªlica localidad, cultivar nuestros propio huerto, intercambiar nuestros bienes con nuestros vecinos y construir una relaci¨®n saludable con ellos¡­ Con tantas opciones, se nos permite enfrascarnos durante horas en una partida sin recurrir a las armas, aunque en algunos t¨ªtulos tengamos que eliminar a monstruos. Los simuladores de granja o de vida nos proporcionan un sistema de juego elaborado y satisfactorio, donde se nos permite poner nuestro cerebro en marcha y relajarnos en un bello paisaje.

Romana Ramzan, profesora universitaria de narrativa de videojuegos en la Universidad de Glasgow Caledonian, explica c¨®mo el beatus ille fue el secreto de que Animal Crossing: New Horizons triunfara el pasado 2020, el a?o marcado por la pandemia del COVID-19: ¡°No existe el asco. No existe la violencia. Los jugadores se enfrascan en un d¨ªa a d¨ªa sin sufrir las consecuencias del mundo real. Es como si te transportaran a un universo paralelo; ese universo que siempre has deseado, pero no puedes conseguir¡±.

Y aunque la violencia virtual pueda ayudar a desfogar ira de forma segura, tambi¨¦n nos apetece jugar a t¨ªtulos donde se estimulen otro tipo de habilidades. Kells Tate, jefa de desarrollo de Calico, expresa en la revista TIME su idea sobre c¨®mo los jugadores buscan g¨¦neros que no versen sobre ¡°matar para avanzar¡±: ¡°La gente est¨¢ ahora mismo muy estresada. Creo que mucha gente, como yo, nos cansamos de la forma tan desarraigada con la que el cinismo lidia con problemas del mundo real. Y ahora queremos responder de forma genuina y emp¨¢tica con lo que sucede en el mundo¡±.