Monster Boy and the Cursed Kingdom, An¨¢lisis

Las facilidades que proporciona internet ha hecho que perdamos ¡ªun gran n¨²mero de usuarios¡ª parte de la ilusi¨®n en la compra de un videojuego. Anta?o ojeabamos las revistas para coleccionar capturas de pantalla, escuetas impresiones y quiz¨¢s, si hab¨ªa suerte, un extenso an¨¢lisis detallando cada apartado del t¨ªtulo. Compr¨¢bamos los ¨²ltimos lanzamientos a ciegas llegando pr¨¢cticamente v¨ªrgenes a la aventura y nunca se ten¨ªa la oportunidad de ver un avance del mismo en v¨ªdeo. El poder adquisitivo de entonces no era ni remotamente parecido al actual ni tampoco exist¨ªan tantas opciones de compra y venta como en el presente. Un videojuego pod¨ªa durarnos meses, b¨¢sicamente porque estaban hechos de otra pasta ¡ªcomo nosotros¡ª , pero tambi¨¦n porque no pod¨ªamos permitirnos m¨¢s de un par o tres al a?o.

Wonderboy the Dragon¡¯s Trap fue uno de esos t¨ªtulos que nos manten¨ªa pegados a la televisi¨®n ¡ªen el caso de la versi¨®n para Master System o PC Engine¡ª o a nuestra port¨¢til Game Gear durante multitud de horas y que gracias a su sistema de passwords pod¨ªamos exprimir al m¨¢ximo buscando nuevas armas, secretos o puertas ocultas. En aquella ¨¦poca era dinero sabiamente invertido pero en pleno 2017 su remake nos supo a poco. Ya no nos parec¨ªa tan largo, complejo o dif¨ªcil, en un solo d¨ªa pod¨ªamos incluso dar muerte al Drag¨®n Vampiro y poner punto y final a la maldici¨®n del h¨¦roe.

Monster Boy and the Cursed Kingdom, la nueva iteraci¨®n oficial de la saga Wonder Boy que hoy nos ocupa, no solo es otro bofet¨®n de nostalgia si no que adem¨¢s es la mejor entrega hasta la fecha de la franquicia y subsana todos los errores cometidos en los anteriores. Mantiene ese esp¨ªritu de aventura que sirve de motor a cada cap¨ªtulo sin perder su parte RPG y a?ade horas y horas de duraci¨®n para que nos sintamos como en los ochenta. Adentr¨¦monos pues en el Reino Maldito.

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Pr¨®xima parada: Monster World

Hablar del pasado al inicio de este texto nos ha parecido la mejor forma de describir nuestra experiencia a los mandos de Monster Boy and the Cursed Kingdom, una aventura colosal que juguetea con la nostalgia al mismo tiempo que se imprime sobre el t¨ªtulo un lavado de cara para adaptarlo a las nuevas generaciones jugonas. Un viaje de alrededor de quince horas ¡ªsin buscar demasiados objetos ocultos¡ª donde el tiempo parece detenerse y nosotros necesitar cada vez m¨¢s de su mundo.

El juego que tenemos entre manos no fue concebido para ser un cap¨ªtulo m¨¢s en la saga Wonder Boy si no de la continuaci¨®n de Flying Hamster, un peculiar juego del cat¨¢logo Minis de Sony donde tom¨¢bamos el control de un h¨¢mster volador a modo de shmup. En su segunda vuelta a los ruedos el protagonista se alejaba del cl¨¢sico g¨¦nero marcianitos para embarcarse en la mayor aventura de su peluda vida mientras alzaba con su zarpa una poderosa espada. El material publicado en Kickstarter agrad¨® tanto a la editora FDG Entertainment que su desarrolladora, Game Atelier, retir¨® el proyecto de la plataforma de financiaci¨®n colectiva para trabajar con ellos. Poco a poco la idea original tom¨® un camino diferente hasta fundirse en un abrazo con Sega y el propio creador de la saga Wonder Boy Ryuichi Nishizawa hasta lo que es ahora, una continuaci¨®n oficial del legado que este desarrollador nip¨®n dio a luz en 1986.

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La historia de Monster Boy and the Cursed Kingdom nos sit¨²a en Monster World bajo la perspectiva de Jin, un joven que ve c¨®mo su t¨ªo enloquece y convierte a todos los residentes en animales. Su intento por devolver la paz al poblado que le vio nacer no ser¨¢ tarea f¨¢cil, sobre todo si poco despu¨¦s de comenzar la aventura sufre una transformaci¨®n que lo convierte en un cerdo con pocas aptitudes de combate. La soluci¨®n para todos los problemas reside en hallar los diferentes orbes de poder repartidos por el mapa de juego y que se cree son capaces de inutilizar los poderes de su t¨ªo. Lo que Jin desconoce es que cada orbe que recoja har¨¢ que se transforme en otro animal.

Este es uno de los muchos puntos en com¨²n que el t¨ªtulo comparte con Dragon?s Trap, uno de los cap¨ªtulos preferidos por muchos de los seguidores de la franquicia. Y lo cierto es que sigue funcionando tan bien como el primer d¨ªa. Sentiremos en nuestras carnes el poder de un cerdo con habilidades m¨¢gicas y olfativas, el de una serpiente capaz de trepar muros, el de una rana que nos permitir¨¢ bucear bajo el agua y alcanzar lugares inaccesibles, la fiereza y temple de un le¨®n y las capacidades a¨¦reas de un drag¨®n. Cada habilidad ¨²nica nos dar¨¢ acceso a nuevas zonas, secretos y posibilidades de combate e incluso podremos cambiar de forma a placer entre ellas seg¨²n vayamos obteniendo sus correspondientes orbes.

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Todas estas posibilidades hacen de Monster World un lugar enorme, rico en zonas y lleno de secretos. El backtracking es fundamental si queremos obtener todas las mejoras disponibles y gracias al extenso mapeado que se nos ofrece en el juego los secretos a encontrar no ser¨¢n pocos. No obstante tampoco ser¨¢ necesario empecinarse en ello salvo en contadas ocasiones por lo que no hay obligaci¨®n en completar la aventura al 100%. Ni qu¨¦ decir que nuestro personaje podr¨¢ equiparse con diferentes ropajes especiales, armas o incluso mejorar lo ya obtenido para desbloquear nuevas habilidades gracias a la forja.

El mejor Wonder Boy hasta la fecha

Desde cloacas hasta bosques, pasando por templos antiguos o zonas volc¨¢nicas, la variedad es uno de los puntos fuertes de este viaje. La mec¨¢nica sigue siendo la misma de siempre y ello implica combates, exploraci¨®n y obtenci¨®n de nuevas armas y poderes con los que poder avanzar por el mapa. A todo ello hay que sumarle un cuantioso n¨²mero de puzles a resolver que nos pondr¨¢n algo m¨¢s dif¨ªcil nuestro avance, aunque no demasiado. Es sin duda una de las nuevas caracter¨ªsticas que mejor hace por adaptar la saga a la actualidad y que no solo se emplea en localizaciones si no tambi¨¦n en los enfrentamientos contra los diferentes jefes con los que nos batiremos en duelo. Rotar la pantalla, acceder a las entra?as de un drag¨®n mec¨¢nico, usar colmenas a nuestro favor y un mont¨®n de situaciones que no vamos a desvelar para mayor disfrute de la aventura. En este sentido es todo un acierto lo que nos ofrece Game Atelier con su reto?o.

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La dificultad est¨¢ bien medida desde el principio y salvo un par de puntuales enemigos as¨ª como partes en que la destreza con el mando son esenciales para superar escollos, el videojuego es apto para toda clase de usuarios de ocio interactivo. ?sta se centra m¨¢s en la resoluci¨®n de puzles utilizando las habilidades de cada transformaci¨®n y el salto que en el combate puro y duro. Los jefes tampoco suponen demasiado esfuerzo pues b¨¢sicamente son uno m¨¢s de los m¨²ltiples rompecabezas con los que nos encontramos durante toda la aventura. Tras encontrar la soluci¨®n su barra de vida mengua r¨¢pido.

El dise?o del mapeado es excelente y a pesar de contar con un buen pu?ado de zonas diferentes no hay fisuras entre transiciones donde la experiencia visual merme. Todas ellas han sido ideadas para superarse con el orbe correspondiente aunque algunas cuentan con caminos alternativos a explorar donde residen ¡ªo no¡ª objetos ocultos que coleccionar. Las capacidades m¨¢gicas del cerdo abren puertas, la extensa lengua de la rana nos impulsa a lugares inalcanzables, la serpiente puede zafarse por t¨²neles estrechos o el le¨®n embestir bloques apilados. Como si de una continuaci¨®n de Dragon¡¯s Trap se tratara pero mejorada y con un ritmo menos artificial. Adem¨¢s las transformaciones son muy originales y divertidas de manejar.

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En lo visual vemos un t¨ªtulo completamente trabajado a mano que quiz¨¢s no se manifieste de forma tan efectiva como el remake de Wonder Boy: The Dragon¡¯s Trap pero que no por ello es menos precioso en este apartado. Hay multitud de gui?os a otros cap¨ªtulos de la saga como por ejemplo el molino Monster World, un claro homenaje a la torre del poblado del antes mencionado Dragon¡¯s Trap. Mucha variedad en la paleta de colores, peque?os coqueteos con los escenarios sitos en un segundo plano, algunos efectos muy chulos y algo que nos ha enamorado; las animaciones. Exquisitas en todo momento, llenas de detalles y de una calidad incre¨ªble. Si a ello le sumamos una escena de introducci¨®n de corte anime doblada en ingl¨¦s o japon¨¦s tenemos una delicia visual en este apartado.

La banda sonora es una delicia y, como en el apartado gr¨¢fico, lleno de homenajes a otras iteraciones de la franquicia. Algunas de las melod¨ªas son nuevas pero la mayor¨ªa son revisiones de viejas conocidas que nos har¨¢ soltar alguna que otra lagrimilla recordando tiempos pasados. El extraordinario y querido Yuzo Koshiro, Motoi Sakuraba ¡ªSuper Smash Bros., saga Tales of, Dark Sous¡ª , Keiki Kobayashi ¡ªTekken, Ridge Racer, saga Ace Combat¡ª , Michiru Yamane ¡ªsaga Castlevania¡ª , Takeshi Yanagama ¡ªShenmue I&II¡ª y Haruka Shimotsuki ¡ªsaga Ar Tonelico¡ª son los compositores que dan vida a cada escenario de Monster Boy and the Cursed Kingdom. O lo que es lo mismo, calidad en estado puro.

Hemos realizado este an¨¢lisis utilizando un c¨®digo promocional del juego en su versi¨®n para PS4.