Las mejores BSO de videojuegos en 2018
Un repaso a lo m¨¢s destacado del curso, musicalmente hablando
Como es costumbre cuando se acerca el final de cada a?o, es momento de repasar la m¨²sica que m¨¢s nos ha llegado entre las melod¨ªas de los ¨²ltimos doce meses en los videojuegos. Teniendo en cuenta que se han visto exclusivos poderosos, de esos con alt¨ªsimos valores de producci¨®n en todas sus facetas, es f¨¢cil suponer que los nombres m¨¢s recurrentes de los balances fin de a?o lo ser¨¢n tambi¨¦n a nivel musical, ya que es algo que cada vez se cuida m¨¢s en esos desarrollos AAA. Esta m¨¢xima se aplica de lleno esta vez, como se ha comprobado en casi todos los premios importantes, pero no es menos cierto que ¨¦ste ha sido un a?o de propuestas muy caracter¨ªsticas en lo musical, que de alguna manera han profundizado en varias maneras de componer m¨²sica para videojuegos. Por eso mismo, preferimos alternar en nuestro recorrido entre varias tendencias ya muy definidas en el panorama musical que han contado estos meses con representaciones notables.
Los blockbusters musicales del a?o
La m¨²sica para videojuegos viene desde siempre dialogando de forma muy directa con el cine, y estudiosos de la materia como Karen Collins o Mark Sweeney llevan ya tiempo fundamentando estas relaciones desde un plano te¨®rico. El caso es que este a?o contamos con muy buenos ejemplos para ilustrar alguien a quien, por lo que fuese, nos tocase convencer de que la m¨²sica compuesta exclusivamente para videojuegos no palidece ya ante lo que escuchamos en el cine, ya sea a nivel compositivo o de producci¨®n. Incluso por la presencia de compositores reconocidos del medio cinematogr¨¢fico que trabajan ahora en el mundo del videojuego en la plenitud de su carrera, y no como un paso intermedio hacia metas mayores.
Bear McCreary y la m¨²sica de God of War ilustran a la perfecci¨®n esta tendencia. Al compositor le conocemos sobre todo por trabajos tan reconocidos como la serie Battlestar Galactica (la de 2004, claro), pero su m¨²sica para el videojuego del Kratos maduro nos demuestra que ha estudiado a fondo nuestro medio, las entregas anteriores y la m¨²sica de Richard Wagner. Musicalmente, este reinicio supon¨ªa el momento ideal para dejar atr¨¢s los principales motivos grabados en la memoria de los jugadores, pero al mismo tiempo tambi¨¦n era la oportunidad perfecta para redefinir (y sobre todo actualizar) la escala ¨¦pica del sonido de la saga. El excelente trabajo llevado a cabo por el artista norteamericano destaca por dos elementos con los que juega con maestr¨ªa: por un lado, la contundencia de esos coros con sonoridades graves y rotundas que mantienen el recuerdo de los juegos anteriores; por otro, unas melod¨ªas vocales que sintonizan directamente con el folklore n¨®rdico, en l¨ªnea con la nueva orientaci¨®n de la saga.
Por lo que respecta al esp¨ªritu her¨®ico de Spiderman, otro de los grandes del a?o que han salido muy bien en lo musical, estaba de antemano a salvo en los teclados de John Paesano. Tambi¨¦n era un compositor muy contrastado con grandes intervenciones en videojuegos de alto presupuesto como Mass Effect 2, pero su trabajo con el trepa-muros podr¨ªa dar el salto sin problemas al universo cinematogr¨¢fico de Marvel. No destaca solamente el tema principal con ecos de los Alan Silvestri o Hans Zimmer, sino muchas otras piezas tan rotundas como City of Hope en las que Paesano se recrea con el leifmotiv que caracteriza a nuestro amigo y vecino Spiderman. Resulta obvio que, culebrones de derechos al margen, el compositor ha tenido muy en cuenta lo que ahora mismo resuena en el universo de Marvel, pero pensamos que tal cosa no es precisamente mala noticia, sobre todo si se exhibe el talento necesario para situarse al mismo nivel. Con eso y, por qu¨¦ no decirlo, con no pocas pinceladas de los trucos de sonido del Batman de Rocksteady (como pasa con todo en este juego), Marvel?s Spiderman es otra de las mejores bandas sonoras del a?o a la que solo puede afear un exceso de ¨¦nfasis sobre el tema que caracteriza al personaje.
Otra de las mejores bandas sonoras del a?o es, claro est¨¢, la de Red Dead Redemption 2, que sigue el camino de su predecesor alej¨¢ndose de extravagancias musicales anteriores de Rockstar. Con unos Woody Jackson y Bill Elm a los que el tama?o de la tarea no ha llegado a sobrepasar en ning¨²n momento, lo mejor que se puede decir de todo el aspecto musical de este juego es que Ennio Morricone se sentir¨ªa orgulloso de escucharlo. Sin duda alguna, el juego destaca por sus melod¨ªas, silbidos y arreglos totalmente venidos del lejano oeste, pero por encima de esto,nos resulta muy llamativo el talento demostrado a la hora de que la m¨²sica se adapte como un guante a lo que va sucediendo en pantalla, por muy cambiante que pueda ser cada momento. Un contundente paso adelante en cuanto al dinamismo musical en un videojuego de mundo abierto.
Tradici¨®n y modernidad: un gran a?o para los J-RPG
De todos los g¨¦neros cl¨¢sicos m¨¢s o menos vigentes, pocos tienen una tradici¨®n de excelencia musical tan exquisita como la del J-RPG, en el que se han desenvuelto desde hace d¨¦cadas algunos de los padres fundadores de la m¨²sica de videojuegos, como el mismo Nobuo Uematsu. Este 2018 bien puede ser de los mejores a?os que recordamos en cuanto a la m¨²sica de este g¨¦nero, al que ha sentado de maravilla el progreso y profesionalizaci¨®n de los compositores y sus recursos.
Posiblemente, la del reciente Ni No Kuni 2 sea una de las mejores bandas sonoras que se recuerdan en el rol japon¨¦s. No es una gran sorpresa, teniendo detr¨¢s un nombre m¨ªtico para los fans de la animaci¨®n nipona como el del mism¨ªsimo Joe Hishaishi. Una mano de aut¨¦ntico lujo que se nota en temas tan bien rematados como el del Overworld del juego, con su orquestaci¨®n tradicional pero exuberante, que consigue transmitir de inmediato ese esp¨ªritu de aventuras sin fin que identificamos desde siempre con el g¨¦nero. Es muy complicado centrarse en un solo tema de una banda sonora tan compacta en la que ninguna pista llega realmente a desmerecer, pero nos llaman la atenci¨®n las muchas referencias musicales inesperadas, como esa especie de habanera de Celacan. Hishaishi se anota un sobresaliente claro.
Lo mismo se puede decir de la otra banda sonora monstruosa del a?o del J-RPG, con ciertos matices que la hacen incluso m¨¢s especial. Dejando de lado sus pol¨¦micas narrativas, Octopath Traveller es un juego excelente en cuanto a su evocaci¨®n visual del pasado a?ejo del g¨¦nero. Era de esperar por tanto que no solo jugase con los recuerdos visuales de los tiempos de los Chrono Trigger o Secret of Mana, esmer¨¢ndose tambi¨¦n al disparar al coraz¨®n musical de aquellos cl¨¢sicos. Una tarea muy ambiciosa, ya que nadie que haya jugado a Chrono Trigger olvidar¨¢ jam¨¢s la melod¨ªa de su introducci¨®n o las notas que caracterizaban a los personajes. Por lo tanto, quien est¨¦ familiarizado con la m¨²sica de estos t¨ªtulos antiguos har¨¢ muy bien en escuchar con atenci¨®n el tema principal de Octopath Traveller, antes de dedicar varias horas a conocer a fondo toda su m¨²sica. Es imposible hacerlo mejor, si de lo que se trata es de seguir el estilo de anta?o con medios de ahora. Piezas en torno a los tres minutos con m¨¢xima emoci¨®n en todas ellas, trabajando con maestr¨ªa sobre un sonido un poco menos orquestal de lo escuchado en las pistas de Ni No Kuni 2, pero que seguramente recuerda gracias a ello a los t¨ªtulos del pasado con mucha mas precisi¨®n. Esta es, a nuestro juicio, la gran fortaleza de la m¨²sica compuesta por Yasunori Nishiki.
Chiptune re-evolucionado en la escena indie.
Hemos perdido ya la cuenta de las veces que la m¨²sica chiptune ha sufrido alguna mutaci¨®n interesante. Es otra de las consecuencias de la escena bidimensional actual, tan intensa que la m¨²sica de las generaciones de los 8 y 16 Bits est¨¢ casi por todos lados. Tambi¨¦n es fruto de lo que vienen haciendo ciertos compositores como Jake Kaufmann, quienes llevan a?os dici¨¦ndonos que el chiptune no debe tener complejo alguno, y que sus recursos a¨²n daban mucho de s¨ª cuando dejaron de ser predominantes. La actualidad de los juegos 2D nos trae de vuelta continuamente el pasado del sonido chip, pero lo verdaderamente grandioso es lo que los nuevos compositores -mucho mas formados, tengamos esto claro de nuevo- son capaces de imaginar con esos medios, sea de forma literal o con algunas concesiones.
Es precisamente esa reinterpretaci¨®n ampliada del pasado la que consagra a la m¨²sica de uno de los indies del a?o. Con Celeste, Lena Raine ha conseguido su mejor obra de largo, y lo ha logrado a base de dejarnos escuchar lo de siempre con unas buenas dosis de modernidad en cuanto a la instrumentaci¨®n fuera de las restricciones de hace a?os. Tambi¨¦n, claro est¨¢, complementando esos ingredientes con un gran talento para que sus loops nunca se hagan machacones ni repetitivos, pese a la comprometida estructura de niveles del juego en ese sentido. A lo largo de la campa?a escuchamos ecos de las cavernas que nos retrotraen a las casas de los fantasmas de Super Mario World, sonidos que bien podr¨ªan salir de una NES y qui¨¦n sabe cuantas referencias m¨¢s, pero importa bien poco. Todo suena novedoso otra vez gracias al enorme peso expresivo de la melod¨ªa principal, a la que se saca partido con mucho acierto a lo largo del juego, que se remata con momentos de mucha inspiraci¨®n como este fant¨¢stico Reach for the Summit. No es momento aqu¨ª de recordar la carga emocional de la escalada a la monta?a Celeste, pero s¨ª de asegurar que la llegada a la cumbre de Madelyn no emocionar¨ªa a nadie como lo hace, de no ser por el trabajo de Lena Raine. Muy buena s¨ªntesis de tradici¨®n y modernidad, tambi¨¦n en esta ocasi¨®n.
Pensando en lo que ha dado de s¨ª el fen¨®meno neo-retro este a?o, hay que hablar necesariamente de un videojuego al que nadie esperaba, pero que termin¨® haci¨¦ndolo todo bien hasta aspirar a los grandes premios. Todo en The Messenger se aglutina en torno a una idea que ten¨ªa unas enormes posibilidades en lo musical, y por eso nos encanta comprobar que no se ha desaprovechado la oportunidad. La alternancia entre un pasado de 8 Bits y un futuro de 16 nos ha dejado la mayor sorpresa musical del a?o. Respetando por lo general los l¨ªmites impuestos por la NES y la SNES, la m¨²sica de The Messenger merece considerarse como lo mejor que hemos escuchado en esta tendencia desde el Shovel Knight de Jake Kaufmann, lo cual no es tarea f¨¢cil. Recomendamos escuchar todas las melod¨ªas en cada una de sus dos versiones para descubrir una aut¨¦ntica clase de historia de la m¨²sica de los videojuegos. Adem¨¢s, el conocimiento del medio se demuestra en temas como The Tower of Time, que se las apa?a para transmitir aquella vieja sensaci¨®n de ¡°el juego se est¨¢ acabando¡± como pocas veces hemos escuchado. Si Lena Raine se vale de los recuerdos para ense?ar su propia musicalidad con Celeste, lo que Rainbowdragoneyes quiere transmitir en The Messenger no es m¨¢s que su propia visi¨®n de lo que antes coment¨¢bamos: que la m¨²sica de los videojuegos retro ya era bella en su momento, sin sabores a?adidos ni conservantes.
La escena independiente es un monstruo demasiado grande en estos momentos como para quedarnos con un par de juegos por su m¨²sica, por lo que hay que otorgar menciones especiales a muchos otros t¨ªtulos. Adjudicamos la primera a Guacamelee! 2, con un folklore mexicano tambi¨¦n al servicio de las sonoridades m¨¢s cl¨¢sicas del videojuego. De igual manera tenemos que acordarnos de The Red Strings Club, con temas ambientales tan bien conseguidos como Empathy Algorythms y un nivel medio muy alto en calidad. Tambi¨¦n nos han llamado la atenci¨®n algunos momentos musicales de 11-11: Memories Retold, la autenticidad y el carisma de Minit y muchos otros. La escena independiente no solamente es inabarcable en Steam: tambi¨¦n lo es en Spotify, Bandcamp, Soundcloud¡
Una locura: Smash Bros. Ultimate
Se ha hablado mucho de lo ¨²ltimo de Nintendo para Switch en su faceta de homenaje a toda la historia de los videojuegos. Algo as¨ª pasa con su banda sonora, de la que solo hay que leer los nombres implicados para despertar el inter¨¦s de cualquiera que conozca por encima a los compositores sagrados de la historia del videojuego japon¨¦s. No en vano, hablamos de la m¨²sica de un videojuego en el que se leen los nombres de Koji Kondo, Yuzo Koshiro y Yoko Shimomura, arregl¨¢ndose para la ocasi¨®n temas totalmente fundamentales de todos los tiempos. Castlevania, Donkey Kong Country, Street Fighter 2 o Megaman se dan cita en cuidad¨ªsimas piezas que se integran de maravilla con el esp¨ªritu de Smash Bros. Resulta bastante evidente que estamos ante el medley musical del a?o, tan aplastante en tama?o como el propio videojuego. Imprescindible para los m¨¢s veteranos, casi hasta el punto de justificar la compra del videojuego ¨²nicamente por su m¨²sica.
Mejor con cascos
2018 se marcha como cada a?o con muchas horas de m¨²sica m¨¢s que digna de ser escuchada con independencia de los propios videojuegos que le dan sentido. Los compositores especialistas en cada g¨¦nero, as¨ª como el propio auge que el medio tiene entre quienes ahora estudian o trabajan en composici¨®n musical, est¨¢n logrando que el list¨®n no pare de elevarse. La consecuencia la estamos viendo cada a?o, siempre con sorpresas de mucho relieve. Por lo tanto, es un buen momento para ponerse los auriculares y disfrutar de esas melod¨ªas que muchas veces se nos pasan por alto. Nos perdemos mucho si no lo hacemos.