Grim Fandango Remastered, gu¨ªa completa - Huida de la Ciudad

Grim Fandango: HUIDA DE LA CIUDAD

Se llamaba Mercedes Colomar, pero todos la llamaban Merche. Hab¨ªa llevado vida de santa, justo el tipo de mujer que Manny nunca hab¨ªa conocido. Tal vez por eso le atrajo desde el primer momento, aunque le faltaba un poco de carne. Sin embargo, y seg¨²n el ordenador, no ten¨ªa derecho m¨¢s que a un viaje en ¨²ltima clase, es decir, a pie atravesando lugares horribles. Manny era un caballero y no pod¨ªa dejar que esto ocurriera, sobre todo porque ¨¦l, por fin, podr¨ªa terminar su estancia all¨ª si se confirnaba que ella era una gran cliente.

Sali¨® al pasillo a aclara las cosas y, al pasar frente a la puerta de Don, este le invit¨® amablemente a entrar. El jefe le en¨²mero todas las normas que hab¨ªa infringido y llam¨® a Merche para aclarar las cosas, pero ella ya se hab¨ªa ido a emprender su largo peregrinaje. Don encerr¨® a Manny en la caseta de Glottis, que por cierto hab¨ªa desaparecido, y le dijo que se le iba a caer el pelo. Esto ¨²ltimo es lo que menos preocupaba a Manny de la situaci¨®n actual, dado que las calaveras nunca han gozado de una frondosa cabellera.

Golpe¨® la puerta y alguien le habl¨® desde el otro lado pregunt¨¢ndole si era leal a la compa?ia, Manny dijo que no, que hab¨ªa algo sucio en ella y lo iba a demostrar. El que estaba fuera le dijo que podr¨ªa cusar muchos problemas a la agencia y Manny contest¨® que har¨ªa volar la tapa de ese sitio. Finalmente el tipo le sac¨®. Se trataba de Salvador Limones, el lider de una organizaci¨®n revolucionaria, y le llev¨® a su cuartel general. Manny observ¨® que para entrar hab¨ªa que hablar a un ojo que hab¨ªa junto a una trampilla en el callej¨®n.

Al parecer, la agencia robaba viajes de primera a las almas limpias y se los vend¨ªa a ricos podridos.

Salvador le propuso que se uniera a ellos. Manny nunca hab¨ªa sido un idealista y mucho menos un revolucionario, pero comprendi¨® que deb¨ªa salir a buscar a Merche y para ello necesitaba la ayuda de Salvador, por lo que se uni¨® a ellos. En realidad solo eran dos, Salvador y Eva, la secretaria de Don, que trabajaba en la agencia como esp¨ªa. El primero le dijo que necesitaban huevos de paloma para crear un sistema de comunicaciones con mensajeras y Eva le explico que no le pod¨ªan dejar ir porque necesitaban sus huellas dentales para entrar en el sistema inform¨¢tico de la agencia.

Manny cogi¨® el ascensor y sali¨® al callej¨®n. Subi¨® por las corbatas y sigui¨® la cornisa hasta llegar al despacho de D¨®mino, que ten¨ªa la ventana abierta. Entr¨® en ¨¦l y de un caj¨®n de su mesa cogi¨® un trozo de coral. D¨®mino era aficionado al Boxeo y ten¨ªa un "punching ball". Manny lo golpe¨® varias veces, hasta que de la repisa que hab¨ªa encima cay¨® un objeto negro que resulto ser la boquilla de D¨®mino. Hab¨ªa all¨ª un buen whisky a?ejo, y aprovechando que los esqueletos no tienen un h¨ªgado que da?ar, se ventil¨® unos cuantos vasos. Volvi¨® a la parte de la cornisa donde colgaban las corbatas y cogi¨® el extremo corto que colgaba de la misma viga que el que hab¨ªa usado para subir.

At¨® a ese extremo el coral y lo lanz¨®, con lo que qued¨® enganchado en una escalera que sub¨ªa m¨¢s arriba. Us¨¢ndola lleg¨® al tejado. Las palomas ten¨ªan el nido con los huevos en unos respiraderos con forma de periscopio y no dejaban acercarse a Manny, que empezaba a estar de los huevos hasta los mismos. Sac¨® su globo hinchado y lo puso en otro respiradero m¨¢s bajo que hab¨ªa frente a los primeros y sobre ¨¦l ech¨® la barra de pan hecha migas.

Se acercaron a comer, explotaron el globo y esto las asust¨®. As¨ª pudo acercarse al nido y coger dos huevos. Bajo al callej¨®n entr¨® en el garaje, por la gran puerta abierta que hab¨ªa junto a las corbatas, y en la caseta de Glottis llen¨® la boquilla de D¨®mino con la pasta que sal¨ªa de una especia de cafetera. Despues la mordi¨® para marcar sus dientes.

En el cuartel general entreg¨® a Salvador los huevos y a Eva la boquilla, con lo que ya le pod¨ªan sacar de la ciudad.