La Leyenda del Profeta y el Asesino
La Leyenda del Profeta y el Asesino - Jerusal¨¦n:El Bazar y la Calle de las Cuatro Perlas
Despu¨¦s de participar en batallas por toda Palestina y de defender las murallas de Jerusal¨¦n su fe cambia y se convierte en el famoso bandido As-Sayf. Pero nada de esto le llena y su ¨²nica misi¨®n en la vida es encontrar y matar al falso profeta Sim¨®n de Lancrois.
JERUSAL?N: EL BAZAR Y LA CALLE DE LAS CUATRO PERLAS
Hablamos con el chico sobre Qamar, sobre la calle de las cuatro perlas y sobre Forbas y le damos el dinar de plata para que cuide de nuestro caballo. Hablamos con el comerciante de lo mismo y vamos al otro lado de la plaza entrando por el p¨®rtico al bazar. Hablamos con el mendigo de la izquierda sobre Qamar y la calle pero no nos quiere decir nada si antes no le recuperamos un cofre. Al otro lado hablamos con un verdulero que tampoco sabe nada pero que nos habla de un tal Iblis.
Al lado del verdulero hablamos con un herbolario de lo mismo y nos desaf¨ªa a colocar cinco hierbas sobre el dibujo de un cuerpo humano. Colocamos la celidonia en los ojos, la artemisa en la frente, el an¨ªs verde en la barriga, la hierba de San Juan en la pierna izquierda y la malva en el cuello. Al otro lado hablamos con un alfarero y le preguntamos cuanto quiere por el cofre. Nos pregunta si somos perspicaz y le contestamos que s¨ª con lo que nos da un mensaje en clave para que se lo traduzcamos. Por ¨²ltimo, al fondo, primero hablamos con el que est¨¢ de pie, un comerciante de tejidos y luego con Iblis, que es el que est¨¢ sentado tomando el t¨¦. Nos pide que vayamos al herbolario a pedirle su poci¨®n y le contestamos afirmativamente
Regresamos junto al mendigo para decirle lo que nos piden por el cofre. Al otro lado examinamos los limones del verdulero y cogemos uno. Frente al herbolario examinamos las hojas colgadas pero no quiere d¨¢rnoslas. Esperamos pacientemente a que se agache y cortamos algunas con el cuchillo.
Dentro del inventario usamos las hojas de celidonia en el mensaje en clave y ya tenemos el mensaje descifrado. Regresamos frente al alfarero y le damos el mensaje descifrado con lo que nos da la caja peque?a. Volvemos a hablar con el herbolario sobre el pedido de Iblis y nos da unas hierbas medicinales. Regresamos junto a Iblis y le damos sus hierbas medicinales. Le hablamos y le contestamos que no queremos preparar nada. Volvemos frente al mendigo y le damos la caja peque?a con lo que aparecemos en la calle de las cuatro perlas.
Vamos adelante, giramos por la calle de la derecha y entramos por la segunda puerta para aparecer en la herrer¨ªa de Taleb. Cogemos una espada de la izquierda y un cubo lleno de agua de la derecha y luego vamos hasta el herrero y le hablamos sobre Qamar. Examinamos todo el lugar y al acabar volvemos a hablar con Taleb. En medio de la conversaci¨®n aparece Isaac, un cabalista y amigo de Taleb, con el que tambi¨¦n hablamos. Le preguntamos sobre Qamar, que nos dice que est¨¢ preso, sobre Sim¨®n y, por ¨²ltimo y en este orden, sobre las piezas met¨¢licas.
Volvemos a hablar con Taleb de lo mismo y luego vamos a la mesa del otro lado y cogemos los once trozos de la armadura para montar el Golem. Frente a la chimenea colocamos el torso en el palo central, sobre ¨¦l la cabeza, a la izquierda las partes izquierdas de los brazos, al igual que en la derecha, y los botones los ponemos debajo de los brazos. Isaac hace renacer al Golem con una invocaci¨®n y le colocamos la espada en su mano izquierda.
R¨¢pidamente retrocedemos y le tiramos el cubo lleno de agua para pararlo.
Aparecemos en el bazar de noche y todos los tenderetes est¨¢n cerrados. Vamos al fondo y cogemos el candil del suelo. Miramos el carro y cogemos un bast¨®n de hierro. Frente al tenderete del herbolario examinamos la cerradura y la rompemos con el bast¨®n de hierro. Entramos en el tenderete y empezamos a registrar. Del fondo cogemos una botella verde que es un licor de amapola, y del otro lado un mortero.
De la estanter¨ªa izquierda cogemos un vaso medidor y agua de frambuesa y del suelo un par de frascos de cristal y polen de espino. Nos colocamos frente al mostrador y abrimos el armario de la izquierda para coger agua de bistorta. Volvemos a cerrar la puerta del armario y examinamos la derecha del mostrador de donde leemos la p¨¢gina de un libro de recetas en lat¨ªn. Colocamos el vaso medidor sobre el mostrador y, por orden, ponemos dentro el polen de espino, el agua de bistorta, de nuevo el polen de espino y otra vez el agua de bistorta. Cogemos uno de los frascos y lo usamos en el vaso medidor para llenarlo. Examinamos el suelo, a la derecha, usamos el pote lleno de poci¨®n para dormir en el plato y comprobamos que el rat¨®n, despu¨¦s de beber, se queda completamente dormido..