La Leyenda del Profeta y el Asesino
La Leyenda del Profeta y el Asesino - La Ciudad Fantasma de Jeb¨²s
Despu¨¦s de participar en batallas por toda Palestina y de defender las murallas de Jerusal¨¦n su fe cambia y se convierte en el famoso bandido As-Sayf. Pero nada de esto le llena y su ¨²nica misi¨®n en la vida es encontrar y matar al falso profeta Sim¨®n de Lancrois.
LA CIUDAD FANTASMA DE JEB?S
Llegamos frente a la puerta cerrada de la ciudad. Examinamos el grabado de la izquierda, donde escuchamos tres historias, damos media vuelta y vamos al fondo y a la derecha hasta llegar a un carromato en el que entramos por detr¨¢s y del que cogemos una cuerda, una azuela, una palanqueta y una llave grande que est¨¢ en el primer ba¨²l. Regresamos frente a la puerta y, dentro del inventario, usamos la cuerda con la palanqueta. El conjunto de los dos lo ponemos en el centro de la cadena que cierra la puerta y usamos nuestro caballo, Forbas, en el extremo de la cuerda que hay tirada en el suelo.
Recogemos la palanqueta, entramos en la ciudad y atamos al caballo usando la cuerda en la madera que tiene delante. Giramos a la izquierda y entramos por la ¨²nica calle accesible. Veremos que el pueblo se compone de tres grandes calles horizontales y muchas m¨¢s de verticales pero no tendremos ning¨²n problema en el recorrido. Ahora nuestro objetivo ser¨¢ el de localizar todas las casas posibles para examinar cuantos m¨¢s objetos de los antiguos habitantes mejor y as¨ª averiguar algunas cosas sobre ellos.
Vamos tres veces adelante y giramos a la izquierda. Al fondo encontramos la segunda calle horizontal en la que tenemos a un perro como referencia. Vamos a la izquierda y dos veces adelante y podemos entrar en la ¨²nica casa de ¨¦sta calle, que queda a nuestra izquierda. Examinamos el tonel, del fondo de donde cogemos un trozo de carne, y el cofre de su izquierda donde miramos el saquito.
Seguimos todo al fondo de la calle para subir por la derecha a la tercera calle horizontal. En ¨¦sta calle encontramos varias casas para investigar. La primera est¨¢ adelante y a la derecha. Examinamos el pa?uelo del suelo, la alfombra y el instrumento de debajo y salimos por la puerta contraria a un patio donde examinamos el pico y la ropa gris. Salimos y seguimos adelante dos veces m¨¢s para entrar por la puerta de la izquierda. En la planta baja examinamos la ropa. En el primer piso el saco del suelo, al otro lado de la habitaci¨®n, y, de dentro, miramos los dos trozos de cuero. En el segundo piso examinamos la alfombra roja central y la de su lado, al fondo, y la vasija sobre la otra alfombra roja. Volvemos a bajar y salimos.
Siguiendo la calle, vamos cuatro veces adelante y entramos por la puerta de la derecha donde solo podemos examinamos la cama. De nuevo vamos adelante por esta calle, dos veces, y entramos por la puerta que queda a nuestra derecha. No hay nada que examinar por lo que salimos por la puerta opuesta para aparecer en un patio donde solo vemos a un pobre perro moribundo por la desnutrici¨®n.
Salimos a la calle y seguimos cinco veces adelante. Giramos a la derecha y miramos el templo. Vemos que est¨¢ lleno de andamios y nos fijamos en que una persona est¨¢ subido a ellos. De momento lo dejamos y seguimos la calle dos veces m¨¢s adelante para tomar el camino de la derecha y acabar nuestras visitas.
Vamos todo al fondo de ¨¦sta calle vertical y, antes del cruce, encontramos una puerta a la izquierda que podemos abrir. Una vez dentro cogemos el martillo, vamos al otro lado y examinamos la segunda caja. Regresamos junto al perro y le damos la carne para seguirle hasta el callej¨®n a la derecha del templo. Vamos todo al fondo y examinamos la parte superior del maderamen. Regresamos frente al templo, donde vemos al personaje trabajando, y le gritamos sin que nos haga caso.
Examinamos el suelo y cogemos unas piedras peque?as que usamos para tir¨¢rselas, cosa que le asusta, deja caer algo y se va corriendo. Nos acercamos frente a los andamios y cogemos la calabaza de aceite del suelo. Regresamos a la ¨²ltima casa que hemos visitado y colocamos la llave en el candado de la puerta opuesta. Como que est¨¢ muy oxidado por el paso de los a?os usamos la calabaza de aceite en la llave ya puesta y as¨ª podemos pasar al otro lado y coger una escalera.