La Rep¨²blica Checa, selecci¨®n que hab¨ªa hecho el mejor f¨²tbol del torneo, tambi¨¦n cay¨® ante la fr¨ªa y organizada Grecia. Un ¡®gol de plata¡¯ de Dellas desintegr¨® a los checos y llev¨® a los helenos a una final que no entraba en los planes de nadie. Un d¨ªa antes, Portugal logr¨® la otra plaza de finalista y daba la oportunidad a Figo y compa?¨ªa de hacer realidad las grandes expectativas que hab¨ªa creado su generaci¨®n. De esta manera, el partido inaugural se convirti¨® en el ¨²ltimo: Eurocopa capic¨²a. (Foto de apertura: El golazo de Maniche abri¨® la puerta de la final a Portugal).

Nedved se fue lesionado

El capit¨¢n checo Pavel Nedved tuvo que retirarse en el minuto 40 lesionado en su rodilla derecha. El juventino se march¨® del campo en camilla y una vez en el banquillo no pudo reprimir las l¨¢grimas. Sus compa?eros notaron su ausencia.

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Dellas fue el dios griego

Casi nadie daba nada por Grecia, pero se col¨® en la final utilizando las mismas virtudes que en anteriores choques: f¨²tbol austero y orden extremo hasta maniatar y desesperar al rival. Los helenos resistieron hasta la pr¨®rroga en la que, por primera vez en todo el torneo, jugaron al ataque y con Tsiartas como jefe de operaciones. De sus botas naci¨® la sentencia. Bot¨® un c¨®rner muy cerrado y el coloso Dellas guillotin¨® a su rival. Fue gol de plata, el primero del torneo, pero que vali¨® su peso en oro. La seda cay¨® a las puertas de la final; venci¨® la roca. El partido tambi¨¦n pas¨® a la historia por haber sido el ¨²ltimo en la elite internacional del ¨¢rbitro Pierluigi Collina.

Collina dirigi¨® su ¨²ltimo encuentro como internacional.

La Rep¨²blica Checa se dio de bruces contra el muro que contruy¨® el alem¨¢n Rehhagel. En la imagen, Georgios Seitaridis arrebata el bal¨®n Milan Baros.

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Advocaat: infiel a sus ideas

Portugal se deshizo de una Holanda que no encontr¨® el camino a porter¨ªa. Advoccat fue infiel a sus principios. S¨®lo le gustaba jugar con un delantero y acab¨® con tres, demasiado frontal y despreciando las bandas. Eso fue aprovechado por los lusos. Cristiano Ronaldo marc¨® y los de Scolari se refugiaron en el contragolpe, descarado tras el gran tanto de Maniche. El autogol de Andrade pareci¨® dar vida al encuentro, pero lo cierto es que la final nunca corri¨® peligro para los anfitriones.

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Figo: l¨¢grimas de alegr¨ªa

El gran capit¨¢n llev¨® a su pa¨ªs a una final hist¨®rica. Partido soberbio en el que dio una lecci¨®n de desborde, liderazgo y determinaci¨®n. Figo, uno de los tres representantes de aquella Generaci¨®n de Oro que permanec¨ªa en la selecci¨®n portuguesa junto con Rui Costa y Couto, hab¨ªa sido el motor para llegar a esa ansiada final. Cuando Frisk pit¨®, Figo rompi¨® a llorar. El f¨²tbol les daba otra oportunidad.

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Derrota con expediente

La impotencia se apoder¨® de Van Nistelrooy al t¨¦rmino del encuentro. Tras el pitido final, el delantero oranje se acerc¨® a Frisk y le acus¨® de ser muy casero: ¡°Es incre¨ªble c¨®mo ha pitado. En caso de duda, el beneficio era para ellos¡±. La UEFA le abri¨® expediente. Fue un triste final para Holanda que se complet¨® d¨ªas despu¨¦s con la marcha del seleccionador Dick Advocaat.

Cristiano Ronaldo volvi¨® a marcar un gol de cabeza, como el que hizo ante Grecia, tras un c¨®rner sacado por Deco.

Andrade bati¨® a su compa?ero Ricardo ante la mirada de Van Nistelrooy.