La Eurocopa qued¨® marcada definitivamente por la subyugaci¨®n del f¨²tbol a la dictadura de los penaltis y las semifinales fueron la muestra m¨¢s evidente. El lanzamiento indiscriminado desde los once metros hizo de los porteros los verdaderos h¨¦roes. K?pke volvi¨® a ser decisivo deteniendo el lanzamiento del ingl¨¦s Southgate y dej¨® a los anfitriones sin fiesta nacional. Por su parte, la pierna de Kouba certific¨® la mayor gesta del f¨²tbol checo. Alemanes y checos, como veinte a?os antes, eran los finalistas. (Foto de apertura: los checos celebraron la clasificaci¨®n por todo lo alto).

Alemania finalista

Sobr¨® el tiempo reglamentario en el duelo entre alemanes e ingleses. Los noventa minutos no tuvieron m¨¢s historia que el gol de Shearer y la igualada de Kuntz. Fue en la pr¨®rroga cuando ambos se lanzaron a por el gol de oro: el poste escupi¨® un remate de Anderton, Seaman despej¨® una ocasi¨®n de M?ller, Gascoigne no lleg¨® a un pase de McManaman... Al final no hubo goles y los penaltis volvieron a decidir. Tras marcar todos en la primera tanda, K?pke par¨® el tiro de Southgate y M?ller marc¨® el decisivo.

Kuntz, en el momento de batir a Seaman y lograr el empate.

K?pke detiene el lanzamiento de Southgate.

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Kadlec fue el verdugo

Los galos se despidieron de la Euro tras probar la medicina que ellos mismos dieron a Holanda. Domaron el partido y gozaron de dos ocasiones claras para rematar a los checos, una de Djorkaeff, que remat¨® al larguero, y otra de Blanc, a dos minutos del final de la pr¨®rroga. Sin embargo, no era el d¨ªa del ataque de Francia y se lleg¨® a los penaltis. La emoci¨®n se mantuvo hasta el duod¨¦cimo lanzamiento. Kadlec marc¨® y guillotin¨® a los bleus porque el und¨¦cimo, lanzado por Pedros, fue desviado por la pierna de Kouba.

Los checos, mermados

La Rep¨²blica Checa supo aguantar las embestidas francesas a pesar de llegar mermada al duelo de semifinales. Bejbl, Suchoparek, Kuka y Latal, cuatro de sus mejores jugadores, estaban sancionados. Y es que lo de los checos con las tarjetas fue de ¨®rdago. En sus cuatro partidos disputados vio 15 tarjetas (14 amarillas y una roja), un r¨¦cord en esta Eurocopa.

El checo Poborski se las vio y se las dese¨® para pasar a la zaga francesa. En la imagen, se intenta zafar de Lizarazu.