Suns - Bucks: las seis claves de las Finales de la NBA

Larga espera hasta el d¨ªa de hoy. Medio siglo en el caso de Milwaukee Bucks, 28 a?os en el de Phoenix Suns. La mejor liga del mundo, haciendo honor a su idiosincrasia, acoger¨¢ a partir de esta madrugada (3:00, hora peninsular) una final que, en el fondo, ratifica sus bases: cualquier franquicia puede ganar la NBA. Una competici¨®n que no espera a nadie, pero que premia como pocas a aquellos que deciden acelerar, que hacen apuestas firmes o que persisten en sus m¨²ltiples intentos. En 2014, los de Wisconsin s¨®lo acumulaban 15 victorias en toda la temporada regular; los Suns, en 2019, 19. Si se suman ambas cifras, 34, el resultado no significar¨ªa ni la clasificaci¨®n para los actuales playoffs. Sin embargo, esta noche, ambos equipos arrancan su disputa por el anillo.

En el a?o de la supervivencia, son los que han nadado hasta la orilla. Las lesiones, las malditas lesiones, tambi¨¦n les han alcanzado. Seguramente, en un nivel menor que a sus rivales, pero eso tambi¨¦n forma parte del deporte. El momento y el lugar adecuados, pero hay que estar ah¨ª. Los Suns, en la burbuja de Orlando, ya dieron un serio aviso, siendo la ¨²nica organizaci¨®n con pleno de victorias, pese a no alcanzar la fase final; los Bucks, por su parte, llevan temporadas advirtiendo, qued¨¢ndose en el paso anterior a ser un verdadero aspirante.

Los Angeles Lakers, Denver Nuggets y Los Angeles Clippers; Miami Heat, Brooklyn Nets y Atlanta Hawks. Esos han sido sus caminos hasta las ansiadas Finales. Los primeros, los ca¨ªdos en el camino de Phoenix; los segundos, los que no aguantaron el ritmo a Milwaukee. Monty Williams, entre los finalistas a Mejor Entrenador del A?o, dej¨® claras sus bases en temporada regular y, como si siguiera en la misma, las ha extendido en postemporada. Tan meritorio como, en muchos casos, improbable; sin ir m¨¢s lejos, el principal problema de sus pr¨®ximos rivales en los ¨²ltimos a?os.

Los Suns son un equipo con cierto aire cl¨¢sico, impulsados en dicha aura por la batuta de Chris Paul, uno de los mejores bases de siempre; pero tambi¨¦n por su apariencia, con figuras como Deandre Ayton, joven, pero de presencia ochentera, tanto en su juego como en su f¨ªsico. Tienen alternativas y las emplean seg¨²n demanda el escenario. En su parte de resiliencia, necesaria para todo el mundo este curso, han aguantado los problemas de hombro del propio Paul y, adem¨¢s, su ausencia tras la entrada en los protocolos Covid. Llegan todos, pr¨¢cticamente, en su mejor momento. En el frente contrario, en consonancia, situaci¨®n opuesta. A estas horas, todas las miradas se centran en Giannis Antetokounmpo y su rodilla. Al inicio de playoffs, Mike Budenholzer ya perdi¨® a Donte DiVincenzo, titular, pero con mucho menos peso que su jugador franquicia. Su esquema, mucho m¨¢s an¨¢rquico y sujeto a las caracter¨ªsticas del griego, puede variar notablemente seg¨²n su estado f¨ªsico final. Seguramente, el mayor condicionante de la serie; pero no el ¨²nico.

La rodilla de Antetokounmpo

Budenholzer deja la puerta entreabierta. Ni la cierra del todo ni la termina de abrir. Seguramente, en caso de no jugar hoy, ser¨¢ as¨ª durante toda la eliminatoria. Un as m¨¢s con el que jugar: el miedo constante de poder tener delante a Giannis. Seg¨²n el informe oficial de la franquicia, el griego es duda para esta noche. El t¨¦cnico, en rueda de prensa, ayer mismo se limitaba a un "ha tenido un buen d¨ªa, est¨¢ progresando". Su presencia o ausencia lo cambia todo. Tambi¨¦n c¨®mo llegue en caso de llegar, pues es un jugador que depende mucho de su potencia, uno de esos que pone a prueba sus articulaciones en cada jugada. Una simple revisi¨®n a las casas de apuestas lo muestra: antes de su lesi¨®n, los Bucks part¨ªan como favoritos, ahora lo hacen los Suns. Los de Wisconsin son un equipo construido a medida de Anteto. Ya sea iniciando las jugadas o recibiendo en el interior, su incidencia en t¨¦rmino de posesiones utilizadas es incuestionable: un 32% de las jugadas son catalizadas a trav¨¦s de ¨¦l. Un porcentaje menor que el de la temporada pasada, siendo muestra de un mayor abanico de posibilidades dentro del equipo, pero que sigue siendo muy alto.

Khris Middleton y Jrue Holiday, los componentes de un big-three que no se denomina as¨ª, pero que se acerca mucho al t¨¦rmino, definen a la perfecci¨®n la importancia de su l¨ªder. "Cuando Giannis est¨¢, muchas veces podemos, simplemente, darle la pelota y dejarle ir a trabajar y dejarle orquestar muchas cosas. Sin ¨¦l, tenemos que trabajar m¨¢s como grupo", "va continuamente a la canasta, siendo agresivo en ambos lados de la cancha. Hace tanto por este equipo que sent¨ª que perder eso ser¨ªa realmente dif¨ªcil para nosotros", aseguraban, respectivamente, al ser preguntados sobre la posible baja de Antetokounmpo. En la presente fase final, el jugador franquicia, antes de su hiperextensi¨®n en la rodilla izquierda, en el cuarto partido frente a Atlanta, estaba promediando 29,3 puntos, 13,5 rebotes y 5,4 asistencias. Una superproducci¨®n que, con Bobby Portis como titular y un aumento en muchos roles, se pudo suplir en las Finales del Este; pero que puede ser cr¨ªtica en las Finales. Hasta el ¨²ltimo momento, todos los ojos estar¨¢n pendientes de Giannis.?

Defensas y ritmo: tan iguales, tan distintos

Una similitud, una diferencia y un mismo resultado. Bucks y Suns llegan a las Finales siendo las dos mejores defensas de los playoffs, con 105 y 103,3 en el rating respectivamente. Parad¨®jicamente, lo hacen a trav¨¦s de dos v¨ªas muy distintas. Phoenix ha sido el quinto equipo con menor peace, posesiones por cada 48 minutos, de la competici¨®n (97,2); Milwaukee, en cambio, se sit¨²a en el podio de la estad¨ªstica (102,2). Choque de estilos, como se advert¨ªa en las l¨ªneas anteriores. Quien imponga su ritmo, tendr¨¢ mucho ganado. Los de Monty Williams, alejados de su hist¨®rico Seven Seconds or Less, son un equipo que, de forma coral, madura las jugadas hasta encontrar las mejores opciones posibles. Adem¨¢s, con un uso relativo de la larga distancia. Terminaron la liga siendo el equipo con m¨¢s asistencias por posesi¨®n (27,4 por cada 100) y uno de los que menos balones pierden (12,7 por cada); adem¨¢s, en playoffs, s¨®lo (para la era actual) intentan 31,8 triples por partido. Los de Budenholzer, por su parte, son un combinado mucho m¨¢s dado a los aclarados, a jugar el uno contra uno y a, en caso de urgencia, vivir o morir desde el triple, otra de las cuestiones claves de la serie.

Porcentajes: Booker y el per¨ªmetro de los Bucks

Devin Booker, por edad, a¨²n tiene mucho que demostrar; pero, por prestaciones, poco le queda. En esta postemporada, se ha deshecho de todo mantra negativo, de multitud de comentarios que, aunque enaltec¨ªan su capacidad anotadora, dudaban de su potencial para llegar lejos en los momentos de la verdad. Empez¨® las Finales del Oeste con un triple-doble para la historia (40+13+11) y, hasta el d¨ªa de hoy, ha continuado siendo uno de los grandes l¨ªderes del equipo. Entre ¨¦l y Chris Paul, consumen el 40% de los lanzamientos de los Suns. En principio, en muy buenas manos, a la vista est¨¢; pero los porcentajes de Booker son mejorables. Su media est¨¢ en 27 puntos por partido, pero con un 44,4% en tiros de campo y un 34,4% desde la larga distancia. Puede dar m¨¢s y lo sabe. Paul, por ejemplo, est¨¢ en un asombroso 47%/40,5%/90,6%, rozando el m¨¢gico 50%/40%/90%. En el lado de los Bucks, la mejora puede llegar desde el per¨ªmetro. Este a?o, dependen menos de ¨¦l, pero sigue siendo una de sus principales fortalezas... o debilidades. Tal y como lo est¨¢ siendo actualmente. En temporada regular, su porcentaje desde el triple estaba en un 38,9%; ahora, en un 31,1%. Mucho margen.

Brook L¨®pez, Bobby Portis y sus ajustes

En la pintura, obviamente, los golpes no ser¨¢n menores. Depender¨¢n de la disponibilidad de Antetokounmpo, pero har¨¢n acto de presencia en cualquiera de los casos. Ayton, al igual que Booker, tambi¨¦n ha apartado muchas de esas ideas preconcebidas. En su caso, posiblemente, algo m¨¢s merecidas. Hasta ahora, claro. Se ha convertido en un defensor del aro excelente y en un anotador muy seguro. Su porcentaje en el rebote defensivo se sit¨²a cerca del 50% y, en el momento de atacar, selecciona muy bien sus lanzamientos, con un 70,6% en tiros de campo como muestra. Cuando es el turno de Dario Saric, la?diferencia de nivel es notable. Deandre, adem¨¢s, es un gran eje sobre el que jugar el pick and roll, precisamente, una de las debilidades que pueden tener los Bucks, con Brook L¨®pez y Bobby Portis, ambos impolutos hasta el momento, en el interior. Para evitar desajustes defensivos, Budenholzer ya ha optado a lo largo de los playoffs por el empleo de muchos m¨¢s cambios en los sistemas defensivos y, seguramente, se vea obligado a seguir haci¨¦ndolo. En temporada regular, en los duelos directos, sin ir m¨¢s lejos, ya se vio, con L¨®pez muy bien protegido en el drop.

Rotaciones opuestas, ?misma resistencia?

Los Bucks, en su tercer asalto serio seguido a la gloria, est¨¢n atacando desde una nueva cultura. Desde un sentir de peque?o mercado que quiere optar a lo m¨¢s grande. Portis, definiendo a Milwaukee y a s¨ª mismo como un blue-collar, encarna dicho sentimiento a la perfecci¨®n. "Somos perros", se repiten constantemente. Y eso, seguramente, es lo que les est¨¢ ayudando a sobrevivir, y a morder como pocos, pese a una rotaci¨®n de muy pocos jugadores. M¨¢s all¨¢ del quinteto titular, solamente Pat Connaughton y Bryn Forbes han tenido un peso real y constante. A ellos, se une Portis, ahora entre los iniciales por la ausencia de Antetokounmpo. En el caso de los Suns, la rotaci¨®n se ampl¨ªa, con minutos considerables hasta para nueve jugadores. Un desgaste que, a lo largo de la serie, puede terminar teniendo su incidencia. En cuanto a mentalidad se refiere, con Chris Paul a la cabeza, es la misma. No se autodenominan perros, pero tambi¨¦n lo son. Y, como en el caso de los Bucks, tambi¨¦n est¨¢n hambrientos. Arrancan las Finales de la NBA 2020-21.