Ganryu 2, An¨¢lisis: un ninja de otro tiempo

Aunque cada vez vamos siendo m¨¢s los que nos rebelamos, cuando se cuenta la historia ¡°oficial¡± de SNK y su Neo-Geo se tiende siempre a recordar sus sagas de lucha olvid¨¢ndonos de casi todo lo dem¨¢s. Es cierto que fueron su mayor gloria, pero la recreativa-consola que casi nadie pudo tener en su ¨¦poca cuenta con muchos m¨¢s argumentos y, por qu¨¦ no decirlo, otros momentos de calidad tras los primeros a?os de su fiesta. Una de ellas, de hecho, ocurri¨® cuando ya casi nadie la esperaba y se desarroll¨® en unos g¨¦neros que no eran los m¨¢s tradicionales del sistema, con t¨ªtulos de nivel que llegaron claramente tarde. Por eso mismo resulta tan extra?o que en 2022 estemos hablando de la secuela de un t¨ªtulo tan poco recordado como Ganryu, un humilde sidescroller publicado por Visco en 1999 en la bestia de SNK

Heredero de la etapa final

A finales del siglo pasado, Neo-Geo ya era un sistema obsoleto que no ten¨ªa nada que ofrecer, aparte de albergar videojuegos que no interesaban ya m¨¢s que a unos cuantos y fomentar un coleccionismo monstruoso. Pero aquellos ¨²ltimos a?os del sistema trajeron consigo unos ¨²ltimos coletazos sorprendentes. Conviene no exagerar, ya que tampoco se trat¨® de una sucesi¨®n de obras maestras, pero entre aquella andanada final hay juegos plataformas tan divertidos como Zupapa o el sensacional Nightmare in the Dark, propuestas deportivas alocadas como Bang Bead y, claro est¨¢, el primer Ganryu que ahora resucita. Un t¨ªtulo al que el paso del tiempo no ha convertido en algo mejor ¨Cvamos a admitir que era algo discreto en su momento¨C pero s¨ª que justifica esta secuela en un momento en el que este tipo de propuesta tiene un p¨²blico establecido.

As¨ª las cosas, Ganryu 2 es una propuesta neo-retro que llega mientras esperamos como agua de mayo a otros t¨ªtulos similares como Bushinden -que parece apuntar mucho m¨¢s alto- o Moonrider, otro juego de ninjas con el aval de calidad de un estudio que ya ha demostrado que sabe hacer muy bien las cosas en el sensacional Blazing Chrome. Ganryu 2 nos propone un arcade de toda la vida con el que cualquier nost¨¢lgico de la era de los 16 Bits va a pasar unos buenos ratos, pero lo cierto es que termina dejando la sensaci¨®n de videojuego que podr¨ªa haber ido a mucho m¨¢s con los mimbres que posee.

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Una Super Nintendo actualizada

Siempre est¨¢ bien ver a los desarrolladores salir de esa zona de confort en la que se han convertido los 8 Bit. El mismo Blazing Chrome al que me acabo de referir es un sensacional ejemplo de lo bien que puede salir todo cuando se usan otras est¨¦ticas de base, pero lo que intenta Ganryu 2 es incluso m¨¢s meritorio por lo concreto. Aunque ya hemos visto juegos de ninjas con est¨¦ticas similares a las de Super Nintendo, este Ganryu 2 se olvida del estilo visual de su antecesor para abrazar los gr¨¢ficos que podr¨ªa haber hecho la gran Natsume en Super Nintendo, de haber tenido m¨¢s tiempo para explayarse.

Un colorido t¨ªpico de la vieja m¨¢quina de Nintendo, eso s¨ª, plasmado con la velocidad que su gran competidora podr¨ªa haber puesto en pantalla. Sobre el papel, todo pinta muy pero que muy bien para un juego que podr¨ªa pasar por una secuela de Ninja Warriors Again y recuerda visualmente a t¨ªtulos tan determinantes de la SNES como Hagane o Wild Guns. El problema es que no todo est¨¢ lo pulido que deber¨ªa para destacar en 2022. Un a?o, por cierto, que no est¨¢ teniendo una gran dosis de t¨ªtulos desbordantes en lo bidimensional.

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Demasiado predecible

Ganryu 2 no puede ser m¨¢s b¨¢sico en su planteamiento. Como en el primer Shinobi de 1989, la cosa va de llegar de un punto a otro controlando a un ninja que tiene una espada, unos proyectiles que se agotan, un dash que golpea duro y un doble salto desde el comienzo mismo del juego. Muy poca cosa m¨¢s para unos niveles en los que lo crucial es moverse con rapidez, aflorando pronto las influencias de otros grandes ninjas antecesores. Sobre todo, dir¨ªamos, del sensacional Shinobi 3 en c¨®mo est¨¢n planteados los niveles y del hist¨®rico Strider en la velocidad a la hora de correr dando espadazos.

Pasados unos minutos de adaptaci¨®n ¨C el juego se explica as¨ª mismo en cuesti¨®n de segundos ¨C, comienza un espect¨¢culo retro radical, que har¨¢ las delicias de algunos veteranos llevando, eso s¨ª, a salir huyendo a muchos otros. Lo m¨¢s importante a tener en cuenta es que los niveles en Ganryu 2 tienen su punto. Salta a la vista que tocan muchos palos del mundo antiguo (secciones de shoot¡¯em up para variar la cadencia de juego, momentos de desplazamiento vertical hacia abajo con frecuentes ca¨ªdas al abismo, jefes finales que nos tiran de una plataforma fastidi¨¢ndonos a fondo el intento), tratando todo esto como un viaje al pasado que tiene muy poco en cuenta la evoluci¨®n que todo este tipo de propuestas han experimentado ¨²ltimamente.

La apuesta por el ensayo-error es base en los videojuegos cl¨¢sicos, y no es que este tipo de aproximaci¨®n nos parezca mal precisamente. Sin ir m¨¢s lejos, t¨ªtulos de ahora como Maldita Castilla o Volgarr The Viking sacan petr¨®leo de algo as¨ª, pero esta vez da la sensaci¨®n de que algunos niveles m¨¢s largos condicionan todo lo que vivimos a lo largo del juego. Es un aspecto a mejorar, aunque lo cierto es que tambi¨¦n hay cosas que funcionan m¨¢s que bien. Sin ir m¨¢s lejos, los recursos con los que cuenta nuestro ninja son muy divertidos de utilizar, y los entornos les sacan partido la mayor parte del tiempo, aunque hay momentos de duda en los que las plataformas apenas se distinguen de los fondos, y las secciones en carros al estilo de Donkey Kong Country no nos han convencido en absoluto. Tambi¨¦n hay que poner entre los aspectos a mejorar algunas animaciones de nuestro protagonista cuando salta o rebota en las paredes, que se sent¨ªan m¨¢s reales en el mismo Shinobi 3 hace ya unos a?os.

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