Sherlock Holmes: Chapter One - An¨¢lisis PC. Los or¨ªgenes del detective

El pasado mes de junio public¨¢bamos nuestras impresiones tras jugar las dos primeras horas de este Sherlock Holmes Chapter One, y entonces resultaron ser positivas. Parec¨ªa que la saga retomaba el buen camino perdido en gran parte con la ¨²ltima entrega de la saga, un Devil?s Daughter lanzado en 2016 que supon¨ªa un importante paso atr¨¢s con respecto al excelente Crimes And Punishments de 2014. En esas primeras dos horas se ve¨ªa la enorme ambici¨®n que la desarrolladora Frogwares hab¨ªa depositado en su nueva obra. Tambi¨¦n comenz¨¢bamos a entrever la importante influencia del anterior t¨ªtulo de la compa?¨ªa sobre esta nueva aventura de Sherlock, un The Sinking City cuya propuesta de mundo abierto marcar¨ªa un nuevo devenir para las aventuras digitales del detective m¨¢s reputado de Baker Street. Tristemente, tras dedicarle una importante cantidad de horas a compartir las sesudas pesquisas del bueno de Holmes, vemos como este Chapter One no termina de cumplir las expectativas puestas en ¨¦l, y no logra remontar del todo el vuelo de la saga, pese a mejorar a su antecesor e introducir varias ideas interesantes en una f¨®rmula que necesita a la vez echar la vista al pasado y reinventarse con novedades m¨¢s jugosas que las aqu¨ª propuestas.

Comenzando con lo bueno, Sherlock Holmes: Chapter One, es un t¨ªtulo muy entretenido, con unos personajes interesantes, alg¨²n que otro caso que lograr¨¢ atraparnos, y una ambientaci¨®n atractiva. Sin embargo, como juego de detectives es muy justito, llev¨¢ndonos muy de la mano y ofreci¨¦ndonos investigaciones no excesivamente satisfactorias, ni en su desarrollo ni en su conclusi¨®n, y resultando demasiado farragoso y obtuso con ciertas mec¨¢nicas que no deber¨ªan serlo. Resulta adem¨¢s un juego muy justo a nivel t¨¦cnico, y presenta adem¨¢s alg¨²n que otro problema con la gesti¨®n de la tasa de im¨¢genes por segundo, especialmente cuando Holmes corre por escenarios exteriores. Si bien hemos disfrutado de las casi 30 horas que le hemos dedicado, nunca nos ha hecho sentir que est¨¢bamos realizando una verdadera labor detectivesca, nunca nos ha proporcionado ese momento de ¡°eureka¡± tan satisfactorio que s¨ª saben ofrecer t¨ªtulos similares, y nos hemos frustrado en varias ocasiones por culpa de mec¨¢nicas implementadas con muy poca pericia y que poco aportan a mayores de ser un obst¨¢culo artificial.

En lo tocante a algunas de las novedades de esta entrega, una de cal y otra de arena. Por una parte, la mencionada libertad de acci¨®n heredada de The Sinking City, sin estar excesivamente explotada, s¨ª le sienta bien al t¨ªtulo, encajando bien con su propuesta y d¨¢ndole un nuevo aire a la saga que para nosotros es muy positivo. No estamos ante un mundo abierto per se como pueda ser el de t¨ªtulos como Far Cry o similares, con miles de iconos y actividades en el mapa. Aqu¨ª, a medida que paseemos por una isla no excesivamente extensa, iremos teniendo acceso casos secundarios, de mayor o menor entidad, y que en muchas ocasiones resultan m¨¢s interesantes y atractivos que la propia misi¨®n principal. En el otro lado de la balanza, las secuencias de combate que aqu¨ª aparecen por primera vez en la saga son totalmente olvidables y afortunadamente prescindibles si as¨ª lo deseamos. Son repetitivas, carentes de emoci¨®n y propias de hace un par de generaciones pasadas. No aportan casi nada bueno, y mejor hubiera sido que se dedicaran los recursos empleados en ellas en mejorar mec¨¢nicas m¨¢s importantes en el juego.

En definitiva, estamos ante un t¨ªtulo disfrutable, entretenido y que aporta una nueva perspectiva a un personaje sumamente ic¨®nico, y que al menos logra mejorar lo expuesto en la anterior iteraci¨®n de la saga. Lamentablemente, como juego de detectives queda muy lejos de joyas como Return of The Obra Dinn, Paradise Killer, Lamplight City o el mism¨ªsimo Crimes And Punishments dentro de la misma serie. Si le perdon¨¢is su simpleza, tosquedad de ciertas mec¨¢nicas y limitaciones t¨¦cnicas, podr¨¦is disfrutar de un t¨ªtulo ligero y entretenido que eso s¨ª, tiene mucho contenido por ofrecer, ya que si trat¨¢is de desentra?ar absolutamente todos sus misterios, ten¨¦is contenido para unas buenas 40 horas.

Juventud divino tesoro

Una de las caracter¨ªsticas a priori m¨¢s interesantes de esta aventura es el novedoso prisma desde el que se nos presenta a nuestro protagonista: Estamos en 1880, y el bueno de Sherlock solamente tiene 21 a?itos. Esta puesta en escena permite a Frogwares retratar a Holmes desde una perspectiva diferente a la de obras previas, lo que le da un toque diferenciador. Nuestro intr¨¦pido detective vuelve a la isla ficticia de Cordona, ubicada en alg¨²n lugar del Mediterr¨¢neo. Sherlock vivi¨® all¨ª junto con su familia, hasta que 10 a?os atr¨¢s su madre fallec¨ªa tras una tr¨¢gica enfermedad. Lo que en un principio parec¨ªa una visita rutinaria para presentar sus repetos ante la tumba de su progenitora, pronto se convertir¨¢ en algo mucho m¨¢s complejo al descubrir las misteriosas y nada claras circunstancias que rodearon al deceso de su madre. Recuperar los recuerdos perdidos de aquellos a?os e indagar en todo rastro de informaci¨®n posible sobre la muerte de nuestra madre y los hechos que condujeron a ello ser¨¢n el eje central de la trama principal de la aventura.

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La edad de Holmes no ser¨¢ la ¨²nica novedad de esta entrega. El detective tendr¨¢ nueva pareja de baile para sus casos, ya que no ser¨¢ Watson quien le acompa?e, siendo Jon, un amigo de su infancia en la isla, su socio de pesquisas en esta ocasi¨®n. Un personaje rodeado de misterio del que mejor no saber nada antes de comenzar la aventura. La trama principal toca temas espinosos e interesantes y tiene alg¨²n giro atractivo, aunque esperado. Ser¨¢n sin embargo algunos de los casos secundarios donde m¨¢s brille el gui¨®n de la aventura. Aunque hay de todo, varios de estos casos resultan sorprendentes y enganchan hasta que los resolvemos. La trama principal dura sus buenas 15 horas, m¨¢s o menos, pero si pretendemos descubrir todo lo que nos ofrece la aventura nos podemos ir f¨¢cilmente a las 35-40 horas de juego.

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El enclave de la isla de Cordona es un elemento muy bien escogido y que goza de mucho atractivo. Es un hervidero muy heterog¨¦neo de etnias y culturas, y la verdad es que es un placer sumergirse en sus callejuelas y parajes. No es excesivamente extenso, de hecho podemos recorrerla de punta a punta en escasos minutos, pero supone un cambio que sienta bien como contrapartida a los escenarios habituales que visitamos en la saga. En este atractivo enclave, deberemos resolver cr¨ªmenes relacionados con asesinatos, extorsi¨®n, robos y maquiav¨¦licas conspiraciones.

Joven Detective

Jugablemente estamos ante una aventura en tercera persona que nos reta a realizar pesquisas detectivescas para resolver una serie de cr¨ªmenes y misterios. Por desgracia, ni tenemos muchas mec¨¢nicas a nuestra disposici¨®n ni ninguna de ellas presenta mucha profundidad ni resulta excesivamente satisfactoria. Para m¨¢s inri, estas mec¨¢nicas se repiten much¨ªsimo a lo largo de los casos, d¨¢ndonos las sensaci¨®n de que estos son una mera sucesi¨®n de dichas mec¨¢nicas en distinto orden. Una parte importante de nuestra investigaci¨®n consistir¨¢ en observar detenidamente las escenas del crimen, buscando pistas. A ra¨ªz de nuestras observaciones, habr¨¢ que reconstruir lo que ha acontecido, eligiendo entre varias posibilidades para distintos puntos del escenario. Por supuesto interrogaremos testigos y sospechosos, y en ocasiones habr¨¢ que construir perfiles en base a la observaci¨®n, de manera muy simple eso s¨ª. Tambi¨¦n contamos con un minijuego de formulaci¨®n qu¨ªmica, que no es m¨¢s que un ejercicio de matem¨¢ticas m¨¢s o menos simple seg¨²n la dificultad elegida.

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Tambi¨¦n habr¨¢ que disfrazarse con diferentes atuendos, ya que en ocasiones ciertos personajes no se mostrar¨¢n comunicativos si no vamos ataviados de la manera adecuada. En ciertos momentos no est¨¢ nada claro qu¨¦ disfraz emplear, reduci¨¦ndose al viejo sistema de ensayo y error y sinti¨¦ndose m¨¢s esta mec¨¢nica como un obst¨¢culo puesto porque s¨ª que un a?adido interesante para la jugabilidad. Quiz¨¢ la parte m¨¢s atractiva de nuestra labor detectivesca sea ir comprobando las anotaciones que vamos tomando en nuestro cuaderno, para decidir el siguiente paso a dar o la localizaci¨®n a visitar. El juego cuenta con dos modos de dificultad, que la verdad no est¨¢n muy bien equilibrados, ya que en el m¨¢s sencillo todo se siente muy guiado, y en el m¨¢s complejo nos sentiremos perdidos por las razones equivocadas, m¨¢s por culpa del juego que por nuestra falta de pericia. Esto se ve acentuado por mec¨¢nicas que resultan farragosas sin sentido alguno, como el hecho de tener que marcar una pista en nuestro cuaderno para poder investigarla.

Contaremos con dos selectores de dificultad separados, uno para la investigaci¨®n y otro para el combate, personalizables con distintas opciones si as¨ª lo deseamos. Dado lo poco, o m¨¢s bien nada que el combate aporta al desarrollo de la aventura, se agradece que incluso se nos de la posibilidad de desactivarlo por completo y saltarnos esas partes. Dichas secciones de combate son una suerte de juego de disparos en tercera persona donde tenemos que incapacitar a los enemigos atin¨¢ndoles en sus puntos d¨¦biles o empleando el propio escenario para ello, ya que el asesinato va contra la naturaleza de Holmes. El combate resulta aburrido y repetitivo casi de manera instant¨¢nea, y hubiera sido mejor que se dedicaran los recursos destinados a ¨¦l a mejorar las mec¨¢nicas de investigaci¨®n disponibles o a a?adir alguna m¨¢s.

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Siendo conscientes de que la moda imperante de a?adir mundos abiertos a casi todo t¨ªtulo moderno es cuanto menos discutible, la verdad es que creemos que a Sherlock Holmes: Chapter One le ha sentado bien. Cierto es que ni est¨¢ excesivamente aprovechado dicho mundo libre, ni se ci?e a la definici¨®n m¨¢s estricta del mismo, ya que en lugar de ofrecernos cientos de actividades esparcidas por un amplio mapeado, se limita a motivarnos a visitar la isla de Cordona descubriendo varios casos de diversa entidad que tratar de resolver. Esto nos permite jugar a nuestro ritmo, elegir casos seg¨²n lo que nos apetezca, alternar entre ellos y fomentar la exploraci¨®n de la isla para descubrir nuevos misterios a resolver. Como ya hemos comentado, la extensi¨®n del mapeado es muy contenida.

Siendo un t¨ªtulo entretenido, la ¨²ltima creaci¨®n de Frogwares presenta dos problemas importantes. Por un lado, dado la simpleza y repetici¨®n de mec¨¢nicas, nunca nos da la sensaci¨®n de estar realizando una labor detectivesca verdaderamente satisfactoria. Nos limitamos a repetir pasos y tomar decisiones sin mucha base, y nunca llegamos a sentir ese momento de ¡°eureka¡± que nos haga sentirnos orgullosos de nuestro desempe?o investigador. Por otro lado, la resoluci¨®n de los casos nunca es plenamente satisfactoria, ya que no se nos proporciona informaci¨®n ni detalle acerca de si nuestras conclusiones son acertadas. Es m¨¢s, en la resoluci¨®n de muchos casos pesar¨¢ m¨¢s una decisi¨®n moral personal que las propias evidencias en s¨ª. En Crimes And Punishments esto funcionaba muy bien, pero aqu¨ª se nos deja con muchas dudas acerca de nuestro desempe?o como detectives.

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Belleza muy justa t¨¦cnicamente

A nivel visual, Chapter One se nos queda muy justo en su apartado t¨¦cnico, y sin embargo su acertada direcci¨®n art¨ªstica, su buen juego de iluminaci¨®n y lo atractivo del emplazamiento donde transcurre logra dejarnos estampas de gran belleza. Los modelados de Sherlock y Jon son correctos, y dejan im¨¢genes atractivas y cumplidoras en alg¨²n primer plano a lo largo de las escenas que sazonan la aventura. La recreaci¨®n de varios de los personajes secundarios alcanza un list¨®n correcto. Sin embargo, muchos de los personajes que pueblan la isla son propios casi de los tiempos de los 128 bits, con modelados muy parcos en detalles y con texturas propias de otra ¨¦poca. Ciertos tirones en la tasa de im¨¢genes por segundo que muestra el juego, especialmente apreciables cuando corremos por exteriores, empa?an un tanto la sensaci¨®n de belleza que transmiten sus escenarios. Dicho parajes nos dejan varias estampas de gran belleza dignos de contemplar, pese a lo comentado de que t¨¦cnicamente estamos ante un t¨ªtulo muy justo y claramente desfasado ante los mayores exponentes modernos en materia de gr¨¢ficos.

En materia de sonido, nos encontramos con una excelente selecci¨®n de voces para todos y cada uno de los personajes del juego, realizando interpretaciones muy convincentes que dotan de mucha personalidad a los personajes de la aventura. Especialmente destacables son la interpretaci¨®n de Sherlock y Jon. La banda sonora cumple, dejando melod¨ªas interesantes que se nos acaban quedando en la cabeza, sabiendo puntualizar el dramatismo de lo que acontece en pantalla, acompa?ando cuando hace acto de presencia de manera adecuada, aunque sin destacar en exceso.

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