World of Warcraft Classic: The Burning Crusade, An¨¢lisis

Azeroth vuelve a estar en peligro, literalmente. Illidan, el elfo de la noche y hermano de Malfurion, regresa a World of Warcraft en su versi¨®n original gracias al lanzamiento de The Burning Crusade Classic. El Portal Oscuro se ha abierto y los h¨¦roes del planeta tit¨¢n deben hacer retroceder a la Cruzada Ardiente, como en los viejos tiempos. ?Pero todo sigue igual que anta?o?

Analizamos una de las expansiones clave de World of Warcraft, originalmente lanzada en 2007, que vuelve a la vida gracias a los servidores cl¨¢sicos del videojuego. Heroicas, reputaci¨®n, Terrallende y mucho contenido de alto nivel en forma de mazmorras de banda que saben a gloria.

Cruzando el Portal Oscuro

World of Warcraft: The Burning Crusade Classic nos cuenta la historia de c¨®mo Kazzak vuelve a abrir el Portal Oscuro que conecta Terrallende con Azeroth. Sus huestes demon¨ªacas pretenden tomar el control del hogar de la Horda y la Alianza si ambas facciones no toman medidas. ?La soluci¨®n? Cruzar el Portal Oscuro y terminar de ra¨ªz con todo.

Sin embargo Kazzak no es el ¨²nico que est¨¢ dando guerra a las diferentes razas de Azeroth. Lady Vashj, Kael¡¯thas o el propio Illidan intentan por todos los medios contener los esfuerzos de los jugadores por preservar su lugar de origen. A ello se le suman otros seres terror¨ªficos como Maghteridon, Gruul o una visita a la que fue el hogar de Medivh, el ¨²ltimo guardi¨¢n de Azeroth, Karazhan.

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Nada m¨¢s cruzar el Portal Oscuro los jugadores visitan La Pen¨ªnsula del Fuego Infernal, un terreno dominado por el propio Kazzak y su ej¨¦rcito de demonios y seres infernales. Nagrand, la Marisma de Zangar, Monta?as Filospada, Tormenta Abisal, el Valle Sombraluna y el Bosque de Terokkar completan el mapeado de The Burning Crusade bajo la atenta mirada de los aliados que moran en Shattrath, la ciudad capital.

Como ya ocurri¨® hace catorce a?os, los jugadores deben visitar todas las zonas en su intento por subir de nivel a su avatar; del 60 al 70. La expansi¨®n a?adi¨® algunas mejoras en esta caracter¨ªstica, como una mejor interpretaci¨®n de la historia que se nos contaba, misiones m¨¢s originales y el a?adido de la clase Cham¨¢n para la facci¨®n Alianza y la Palad¨ªn en la Horda.

The Burning Crusade fue una expansi¨®n clave para el longevo mmorpg de Blizzard pues fu¨¦ aqu¨ª donde se implementaron funciones que llegaron para quedarse. La arena, el exitoso modo PvP a d¨ªa de hoy convertido en eSport, es una de ellas. Las mazmorras heroicas fueron solo el pilar de lo que vendr¨ªa m¨¢s tarde con Legi¨®n, la dificultad m¨ªtica. La profesi¨®n de joyer¨ªa result¨® ser una de las m¨¢s importantes en la vida del videojuego y el sistema de reputaci¨®n otra caracter¨ªstica vital. Y no nos podemos olvidar la primera raid o mazmorra de banda para diez jugadores, Karazhan.

La primera expansi¨®n nos permit¨ªa tambi¨¦n disfrutar de dos razas nuevas; los Draenei y los Elfos de Sangre. La primera, asociada con la facci¨®n alianza, provienen del planeta Argus y son grandes conocedores de la magia. Los Elfos de Sangre por su parte, son de la propia Azeroth y dominan el mismo arte que los Draenei. Estos antiguos elfos nobles pertenecen a la facci¨®n Horda.

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Terrallende est¨¢ llena de peligros tanto en forma de los m¨¢s diversos enemigos como de mazmorras. The Burning Crusade cuenta con quince mazmorras con dos variantes disponibles; normal y heroica. M¨¢s tarde se a?adir¨ªa una ¨²ltima llamada Bancal de Magister, que llegar¨¢ en la ¨²ltima fase de esta versi¨®n cl¨¢sica.

Este relanzamiento cl¨¢sico contar¨¢ con el mismo plan de contenido que ya se utiliz¨® en la versi¨®n original del videojuego, o lo que es lo mismo, las grandes actualizaciones que recibi¨® en su d¨ªa se suministrar¨¢n al jugador en forma de fases. Habr¨¢ un total de cinco, siendo la primera la actual con la apertura del Portal Oscuro hasta el enfrentamiento con el Pr¨ªncipe Malchezaar en Karazhan, pasando por la tercera donde se habilitar¨¢ Templo Oscuro y Hyjal para finalizar con la quinta fase con la apertura de la isla Quel¡¯Danas y la Meseta de la Fuente del Sol.

Sensaciones

Como ya ocurri¨® con World of Warcraft Classic, el equipo de Blizzard ha logrado mantener intactas esas sensaciones que cualquier jugador pudo tener en 2007 con el lanzamiento de The Burning Crusade. Todo sigue igual, ya sean las clases, los escenarios, la m¨²sica o la jugabilidad. Las clases se comportan como anta?o, los enemigos de las mazmorras lo mismo, y los truquitos que us¨¢bamos para completar desaf¨ªos complejos siguen funcionando. Una buena prueba de ello es que todo el contenido de la fase uno, incluida la subida de nivel, reputaci¨®n necesaria para acceder a las mazmorras heroicas y las tres primeras mazmorras de banda se complet¨® en menos de 24 horas por algunos clanes.

Como siempre, la experiencia en versiones m¨¢s modernas del juego o de la propia vivida en el lanzamiento original de esta expansi¨®n influye mucho en c¨®mo disfrutar The Burning Crusade. Han pasado muchos a?os desde que el Portal se abriera por primera vez as¨ª que los conocimientos del jugador van mucho m¨¢s all¨¢ de cuando vio la luz este contenido.

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Una vez m¨¢s, los usuarios han vuelto a buscar triqui?uelas para completar la subida de niveles de la forma m¨¢s r¨¢pida y menos costosa posible, relegando a algunas clases al ostracismo por no cumplir su trabajo en mazmorras en las condiciones que los jugadores requieren. Esto no es culpa del t¨ªtulo, al menos no en su mayor parte, lo es por los suscriptores del videojuego.

La mayor¨ªa de jugadores de World of Warcraft: The Burning Crusade Classic son veteranos en el mmorpg de Blizzard acostumbrados al contenido r¨¢pido y f¨¢cil de las versiones m¨¢s actuales. Y cuando decimos f¨¢cil hablamos de misiones, subida de nivel, obtenci¨®n de objetos y similares, no de las diferentes dificultades de sus mazmorras. Acostumbrados a este fast food de bondades, los usuarios pretenden completar una de las mejores expansiones optimizando el contenido con todas las herramientas disponibles.

Por otro lado est¨¢n aquellos que pretenden disfrutar del videojuego y nunca han jugado a esta versi¨®n cl¨¢sica, solo a la actual. Las man¨ªas, malas costumbres o comportamiento impuestas por la versi¨®n de ahora hacen mella en unos jugadores que terminan enfadando a jugadores que esperaban con ansia The Burning Crusade Classic. Acostumbrados a no correr peligro en ninguna mazmorra, misi¨®n ¨¦lite o a contar con un ¨¢vido guerrero con escudo que con una sola tecla acapara la atenci¨®n de los enemigos perpetuamente, se lanzan a la batalla olvidando mec¨¢nicas simples intentando ser el h¨¦roe del DPS ¡ªda?o por segundo¡ª . Terminando, claro est¨¢, compartiendo orgullosamente por el chat de grupo una larga lista de n¨²meros y nombres donde deja claro que ¨¦ste h¨¦roe del DPS, que yace muerto en el suelo, es el claro vencedor de una contienda que ha ofrecido m¨¢s infartos que ver lo nuevo de Leticia Sabater. Y con su heroica muerte, hacer perder al jugador un valioso tiempo.

Nadie nace aprendiendo a jugar, por supuesto, pero los tiempos cambian y la paciencia o saber estar de los jugadores actuales no es la misma de anta?o, fruto de unos mmorpg que ya no son lo que eran y se limitan a ser simples arcades online. Por eso la experiencia jugando a The Burning Crusade Classic puede resultar variable en todos los sentidos. En el tiempo que hemos jugado a esta versi¨®n cl¨¢sica nos ha pasado de todo un poco, incluido lo que comentamos en este texto.

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Nuestra recomendaci¨®n es la de asociarse con otros jugadores que quieran disfrutar The Burning Crusade Classic a la antigua usanza, sin reventar el juego o buscarle los tres pies al gato para ir m¨¢s r¨¢pido. Es un contenido que debe deleitarse, que las mec¨¢nicas m¨¢s actuales no funcionan a menos que se optimice en demas¨ªa el grupo o se tenga un buen control sobre la clase que se juega. Y a¨²n as¨ª, ya nada ser¨¢ como antes.

A The Burning Crusade Classic le ocurre como al juego base cl¨¢sico, su mundo y posibilidades son fant¨¢sticas, lo hayas disfrutado anteriormente o no, pero sea cual sea tu experiencia con ¨¦l, nunca ser¨¢ lo mismo. Tenemos m¨¢s habilidades en los videojuegos, hay much¨ªsima informaci¨®n sobre las clases, misiones o t¨¢cticas de combate y los complementos o addons son el pan nuestro de cada d¨ªa. Se puede jugar como anta?o pero la posibilidad de explotar el juego al m¨¢ximo es demasiado suculenta.

Diferencias

La diferencia m¨¢s notable con respecto a Burning Crusade y esta versi¨®n cl¨¢sica se halla en el hecho de que el jugador puede o no pasar a esta expansi¨®n seg¨²n su preferencia. Blizzard ha ideado un sistema en el que el jugador puede decidir cu¨¢les de sus personajes van a adentrarse en Terrallende o quieren seguir en Azeroth, en World of Warcraft Classic.

Dar acceso a uno de tus personajes a Burning Crusade Classic es gratuito, aunque permanecer en el original para luego dar el salto o clonar el personaje para estar en ambos tiene un precio de 35 euros. De este modo cualquier jugador puede esperar pacientemente en la primera versi¨®n del juego hasta completar todo aquello que se proponga y dar el salto m¨¢s adelante para enfrentarse a Illidan.

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Al contrario que en WoW Classic, en Burning Crusade se ha dado la posibilidad de comprar un pase de expansi¨®n, por llamarlo de alg¨²n modo, que incluye una subida de personaje a nivel 58 as¨ª como un cosm¨¦tico y una montura terrestre. Es quiz¨¢s el cambio m¨¢s importante pues todos estos extras no estaban disponibles en el original.

Eso s¨ª, esta montura es 100% terrestre y no se adapta a la nueva caracter¨ªstica incluida en Burning Crusade en 2007; la de poder volar en Terrallende a nivel m¨¢ximo. S¨ª se beneficia de un aumento de velocidad seg¨²n nuestra habilidad de monta pero no puede surcar los cielos de la nueva expansi¨®n.

Manteniendo el tipo

Si bien la primera expansi¨®n de World of Warcraft mejoraba m¨ªnimamente en materia gr¨¢fica, esto no fue impedimento para ver algunos escenarios muy bien trabajados. Es el caso de la zona inicial de las dos nuevas razas, Lunargenta y la Isla Bruma Azur, el excelente dise?o de Karazhan o la imponente ciudad de Shattrath. Aunque tambi¨¦n tuvo dise?os discutibles, como una Nagrand que en ocasiones se ve un tanto vac¨ªa o hecha a retales.

No obstante cada escenario lograba y logra transportar al jugador a la situaci¨®n. La Pen¨ªnsula del Fuego Infernal es un lugar peligroso lleno de demonios donde las contiendas se dan en cada esquina. La Marisma es un lugar misterioso donde reinan las Nagas y nosotros solo somos una criatura m¨¢s de la zona. O el Valle Sombraluna, el hogar de Illidan y donde se encuentra el Templo Oscuro, el germen de esta expansi¨®n donde la maldad aflora hasta de sus pozas.

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En lo sonoro Blizzard volvi¨® a deleitar a los jugadores con una banda sonora digna de menci¨®n. La m¨²sica que aparece contra la batalla de Illidan, la que suena en la mazmorra de Karazhan o la famosa Lament of the Highborne de Sylvanas son apenas unos pocos ejemplos de c¨®mo World of Warcraft sab¨ªa encandilar al p¨²blico con notas musicales.

Y no solo eso, The Burning Crusade fue la primera expansi¨®n en localizarse completamente al castellano, tanto textos ¡ªya corregidos con respecto a WoW Classic¡ª como en las voces de los protagonistas, con actrices y actores de renombre como Rafael Azc¨¢rraga (Maghteridon), Carmen Gamb¨ªn (Maiev Cantosombr¨ªo), Roberto Encinas (Thrall o Teron Sanguino) o Ana Plaza (Lady Vashj) entre muchos otros.