Planet Zoo
- PlataformaPC8PS5XBS
- G¨¦neroEstrategia
- DesarrolladorFrontier Developments
- Lanzamiento05/11/2019 (PC)26/03/2024 (PS5, XBS)
- TextoEspa?ol
- VocesEspa?ol
- EditorFrontier Developments
Planet Coaster llega a consolas
Planet Zoo, an¨¢lisis: una carta de amor a la naturaleza
Analizamos la nueva obra de Frontier Developments, los duchos en la gesti¨®n que demostraron con Planet Coaster su saber hacer. Los animales toman el mando.
Zoo Tycoon permanece como un recuerdo lejano. Blue Fang Games y Microsoft promovieron la preservaci¨®n del ecosistema animal all¨¢ por principios del presente siglo. Su profundidad en la gesti¨®n y la forma en la que trataba a la madre naturaleza (en especial la segunda entrega, que cont¨® con la participaci¨®n de organizaciones como WWF), hicieron que fuese uno de los t¨ªtulos de administraci¨®n m¨¢s jugados del momento.
Recordemos la tremenda ¨¦poca que viv¨ªa el g¨¦nero: Sim City, Theme Park (y su secuela, World), CivCity, entre otros, alzaban sus ¨²ltimos coletazos de popularidad. En la d¨¦cada que est¨¢ a punto de finalizar, como ha ocurrido con el resto de propuestas de calado arraigado al mundo del PC, no ha sido hasta el ¨²ltimo lustro cuando han comenzado a florecer aquellos estudios con ansia de devolver lo que nunca tuvo que irse.
Frontier Developments es uno de los equipos responsables de que la gesti¨®n tem¨¢tica no se haya perdido en el olvido. Los brit¨¢nicos tienen en su haber un contraste entre ¨¦xitos y potenciales desaprovechados durante los ¨²ltimos a?os: Planet Coaster y Jurassic Park: Evolution, respectivamente.
¡°Planet¡± parece haberse convertido en una franquicia de peso para la compa?¨ªa. Si comparamos el rendimiento entre los tres, el exceso de simplicidad de Parque Jur¨¢sico contrasta con el af¨¢n en Coaster de ofrecerle al jugador todas las herramientas posibles. De esta manera, Planet Zoo sigue la misma tendencia desde un plano certero respecto al tema que trata: aprender a cuidar la naturaleza.
Respeto por el mundo animal
Uno se percata del mensaje que se quiere transmitir nada m¨¢s poner las zarpas en el primer mundo, el cual sirve, como pod¨¦is imaginar, a modo de tutorial. No estamos ante un juego m¨¢s de gesti¨®n en el que todo lo que ocurre en el escenario funciona mediante tablones de informaci¨®n. Si construimos un recinto, debemos cuidar ese peque?a porci¨®n del paraje natural de los animales; hacerles sentir c¨®modos con su h¨¢bitat es un triunfo superior que el econ¨®mico.
Porque cada especie que coloquemos en nuestro zoo debe estar homologada a trav¨¦s de los procesos caracter¨ªsticos que lleva un lugar de conservaci¨®n. Olvidaos por un momento de los escenarios meramente lucrativos: nuestros zoos ser¨¢n lugares en los que preservar e investigar. Siempre debemos tener presentes las tres ¡°a¡±: animales, animales y animales. En ese orden.
De ah¨ª que la manera de obtener nuevos elementos pase a trav¨¦s de una red de adopci¨®n. En un primer momento buscaremos las especies en las que nos centraremos, a partir de ese momento intentaremos promover nuestra propia camada, de forma en la que podamos desarrollar sus investigaciones a trav¨¦s de varias generaciones.
Ese aprendizaje al que alud¨ªamos p¨¢rrafos atr¨¢s se constata con la tremenda enciclopedia que nos acompa?a en todo momento. En ella vienen detallados cada tipo de especie animal, vegetal, h¨¢bitats ¡ en definitiva, todos los aspectos que impactan en su vida se encuentran presentes. Esa base de conocimiento se requiere a la hora de plantear nuestros propios dise?os, ya no solo por las necesidades de cada ser vivo, sino porque no todos los enfoques funcionan para la mayor¨ªa de especies.
Por ejemplo, dif¨ªcilmente pueden convivir osos panda, tigres del ant¨¢rtico y cebras en un mismo espacio. Si queremos que el staff sea efectivo, debemos centrarnos en tipos espec¨ªficos como punto de partida para progresar. Su trabajo ser¨¢ vital para paliar determinadas acciones que surgir¨¢n a lo largo de la partida, como las enfermedades. La investigaci¨®n de las diversas cepas es necesaria para paliar cualquier momento cr¨ªtico que vivan nuestros peludos habitantes.
El mejor zoo posible
Tal como cuidamos las instalaciones, tambi¨¦n debemos hacerlo con los visitantes. Nuestra meta (a la par) ser¨¢ la de crear la mejor experiencia posible para los que decidan depositar su dinero en nuestro solar. Para ello, debemos crear el mejor expositorio posible para recaudar sus donaciones, ofrecer servicios de primera, etc¨¦tera. Toda la gesti¨®n del visitante funciona de manera similar a Planet Coaster, con la salvedad de que ellos no son el ¨²nico centro de atenci¨®n.
Las diversas campa?as que propone Planet Zoo son un anticipo de la verdadera semilla del juego: el modo creativo. Crear un recinto desde sus cimientos es una de las mejores sensaciones que hemos encontrado en un t¨ªtulo de gesti¨®n en los ¨²ltimos a?os. Las posibilidades son totales; las herramientas, completas. Pr¨¢cticamente todo puede ajustarse a los intereses de quien se pone detr¨¢s de la pantalla. No hay l¨ªmites en un t¨ªtulo infinito en posibilidades.
Cabe una menci¨®n especial al excelso trabajo visual. Roza lo brillante la representaci¨®n de todas las especies. Su pelaje, sus animaciones, la calidad de sus texturas¡ acercar la c¨¢mara a ellos es todo un espect¨¢culo. L¨¢stima de los problemas que hemos encontrado durante nuestro paso. Algunos bugs nos han impedido registrar las recompensas al completo pese a que dentro de la campa?a ya tenemos todas las medallas. O al iniciar sesi¨®n, cuando directamente te lanza al escritorio. Frontier trabaja en estos momentos en solucionar estar aristas.
No nos termina de convencer lo confuso que resulta navegar por los men¨²s. Para acceder a simples necesidades debemos pasar por varias pantallas llenos de informaci¨®n. Se requiere de muchas horas para conocer exactamente en d¨®nde est¨¢ lo que queremos realizar. Tampoco hemos visto que la experiencia se equilibre dentro del juego en l¨ªnea. Los requisitos de los animales que introducen otros jugadores en el mercado est¨¢ un pel¨ªn desequilibrado. No hay econom¨ªa en un sistema que requiere de solidaridad, lo que a veces nos fuerza a ¡°grindear¡± para recoger las especies de mejor nivel.
Conclusi¨®n
En lineas generales, Planet Zoo es una grat¨ªsima experiencia de gesti¨®n como pocas podemos encontrar. No resulta tan completo que su hom¨®logo en el parque de atracciones, pero todo su m¨²sculo recae en los animales. El trato a la naturaleza es exquisito; cuando te adentras, el juego se convierte en un forma de aprendizaje en la que todos debemos aprender para mejorar lo que nos rodea. Las posibilidades son pr¨¢cticamente infinitas, especialmente en el modo libre, donde la profundidad es digna del g¨¦nero que pertenece. L¨¢stima de los problemas de estabilidad, as¨ª como de unas funciones en l¨ªnea que se sienten a medio hacer.
Lo mejor
- El trato al mundo animal.
- La representaci¨®n de las especies, al mil¨ªmetro.
- Profundidad jugable a todos los niveles.
- La Zoopedia, completa y extensa.
Lo peor
- Problemas de estabilidad.
- Men¨²s confusos.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.