Salvar al soldado Ben Simmons
Unos playoffs desastrosos, un final horrible ante los Hawks y unos problemas rid赤culos desde la l赤nea de tiros libres pueden haber acabado con la etapa de Simmons en los Sixers.
Ha llegado la hora, o eso parece: Ben Simmons y Philadelphia 76ers tienen que separar sus caminos. No s谷, de verdad que en este punto no s谷 c車mo demonios saberlo, si se puede confiar en que Simmons podr芍 volver a ser una estrella de la NBA. M芍s: pasar de amago de una, algo que ya ha sido, a una de verdad, una superestrella. Lo que dictan su pedigr赤 (un esperad赤simo n迆mero 1 de draft, en 2016) y su contrato: extensi車n de cinco a?os y unos 170 millones de los que le quedan garantizados cuatro y algo m芍s de 140. En la temporada 2024-25, la 迆ltima que tiene firmada, percibir芍 40,3 millones de d車lares. No s谷 si queda esperanza, pero s赤 que esta pasa, sea del tama?o que sea, por un cambio de equipo. Aunque solo sea por aquello de la novedad, por probar. No s谷 si hay algo m芍s cient赤fico que decir a estas alturas.
Simmons, que pertenece (eramos pocos y pari車 la abuela) al imperio Klutch Sports que gobierna Rich Paul, la mano derecha de LeBron James, ha dejado de disfrutar jugando al baloncesto en Philadelphia 76ers. Y despu谷s de ver estos playoffs 2021 no s谷 c車mo nadie podr赤a convencerme de lo contrario. Los Sixers, en paralelo, han dejado de confiar en Simmons. Y el primer panel de an芍lisis de la prensa estadounidense est芍 hablando con una franqueza hasta ahora inimaginable de este destino, tal vez sellado en el s谷ptimo partido de la serie contra Atlanta Hawks y en su resaca inmediata. Doc Rivers dijo que ※no ten赤a respuesta ahora mismo para eso§ cuando le preguntaron si segu赤a pensando que Simmons pod赤a ser el base de un equipo campe車n. Y Joel Embiid se?al車, para apuntar hacia el momento en el que todo se vino abajo, a la jugada de la que estaba hablando todo el mundo. Entrenador y estrella, en este caso adem芍s compa?ero de proyecto y fatigas, no hicieron nada para aliviar la presi車n que empezaba a sepultar a Simmons. No les deja en muy buen lugar pero, sobre todo, despeja mucho el panorama: sabemos en qu谷 punto est芍n las cosas en Philadelphia.
La jugada a la que se refer赤a Embiid puede ser el p車ster de despedida de este primer Simmons, el fallido proyecto de s迆perjugador de los Sixers: a falta de 3:30 para el final y con el marcador en 86-88, Simmons se deshizo de Gallinari con un reverso y solo debajo del aro, sin m芍s rival con un Trae Young min迆sculo que llegaba tarde, evit車 hacer un mate sencillo y asisti車, una acci車n redundante hasta la n芍usea, a Thybulle. A este le hicieron falta y solo anot車 uno de sus tiros libres. Despu谷s, Trae enlaz車 un alley oop a Capela y un triple: de lo que Simmons ten赤a que haber convertido en un 88-88 se pas車 a un 87-93. ※Yo# voy a ser honesto. Creo que el punto de inflexi車n fue cuando nosotros, a ver c車mo digo esto, cuando tuvimos una canasta f芍cil de la que acabamos sacando solo un tiro libre anotado, fallamos el otro y ellos anotaron despu谷s§. Eso dijo Embiid. El jugador franquicia, el alma de los Sixers. Cuando hab赤a que echarle una mano a Simmons, o simplemente cuando muchos lo habr赤an hecho (seguramente 谷l mismo en otro tiempo), el camerun谷s opt車 por echar la mano# pero al cuello. Huele a divorcio por agotamiento, a hast赤o y aburrimiento. No tanto a objetos volando de lado a lado del sal車n como a charla melanc車lica: ※Mira, tenemos que hablar#§.
El Proceso (el tanking industrializado y planificado a gran escala, sin pudor) comenz車, por darle un inicio oficial, con el traspaso de Jrue Holiday (12 de julio de 2013), enviado por Sam Hinkie (el profeta de una forma de reconstruir que todav赤a provoca debates de sangre muy caliente) a Nueva Orleans a cambio de Nerlens Noel y una primera ronda de 2014 que fue Elfrid Payton, cambiado en la noche del draft por Dario Saric, una primera ronda de 2018 (Landry Shamet) y una segunda de 2015 (Willy Hernang車mez). Lo que sali車 de esos a?os de miseria y derrotas, de p谷rdida de identidad y autoestima en una franquicia hist車rica (el Proceso m芍s all芍 del eslogan) fue el equipo liderado por Joel Embiid (n迆mero 3 del draft de 2014) y Ben Simmons (n迆mero 1 de 2016). En los 迆ltimos cuatro a?os (Simmons se perdi車 completa la 2016-17, lesionado) los Sixers han sido un equipo con una media en regular season de un 63% de triunfos, unas 52 por a?o en formato normal (82 partidos, que no lo ha habido desde la 2018-19). Y Simmons y Embiid han combinado siete all star, cuatro nominaciones para los All NBA Teams y cinco para los Quintetos Defensivos. No est芍 mal, pero los Sixers no han pisado una final del Este y, entre lesiones y unos problemas m芍s o menos end谷micos, han perdido ocasiones tan buenas como la de este 2021: un lado del cuadro en el que asomaron, rumbo a la final de Conferencia, Wizards y Hawks. Los Hawks, por cierto, van a jugar su segunda final del Este desde 2015. En el tramo del Proceso, han tenido un equipo ganador, lo han demolido y han construido otro. Deber赤a dar que pensar.
Todo el tiempo a vueltas con el Proceso
El Proceso, el Proceso, el Proceso. Todo se analiza en funci車n del Proceso, en un intento de reivindicarlo (unos) y enterrarlo (otros). Y si bien considerarlo la f車rmula de la Coca-Cola es temerario, y se est芍 viendo temporada tras temporada, tampoco tiene sentido seguir culpando a Hinkie un lustro despu谷s. Los Sixers no han parado de moverse, aunque la presencia constante de Embiid y Simmons suavice esa percepci車n. A los despachos lleg車 primero Bryan Colangelo, que aterriz車 para dar respetabilidad tras los l赤os de Hinkie y sali車, de todas las razones posibles, por un esc芍ndalo de cuentas secretas en Twitter desde las que se criticaba a compa?eros de profesi車n y se aireaban trapos sucios del vestuario. Despu谷s lleg車 Elton Brand, un ex sixer que tampoco est芍 haciendo un trabajo del que sacar pecho.
Con todas las contradicciones y fallas del Proceso, ha sido peor la optimizaci車n del saco de assets (jugadores, rondas de draft) que amas車 Hinkie a base de arrastras a los Sixers por la NBA (47 victorias totales entre 2013 y 2016, en tres temporadas). El cambio de futuro a presente, el salto a competir ya. Ah赤 ha llegado una sarta de tropel赤as, decisiones extra?as y malos contratos que han llevado al equipo hasta aqu赤. Y eso no es culpa de Hinkie por mucho que este no sea un salvador ni un genio ni, seguramente, un enfant terrible en una especie de utop赤a de capitalismo punk. En el draft de 2017 se vendi車 un pick 3 que acab車 siendo Jayson Tatum, nada menos, para subir al uno y elegir a Markelle Fultz, que estuvo a punto de retirarse en Philadelphia por una lesi車n de pesadilla en un hombro y que acab車 en Orlando a cambio de Jonathon Simmons, una segunda roda de draft y la primera con la que eligieron en el 迆ltimo draft a Tyrese Maxey. Un retorno de perfil muy bajo menos de dos a?os despu谷s del draft.
Ha habido mucho m芍s: la apuesta por Jimmy Butler abortada por su mala relaci車n, entre otros, con un Brett Brown que acab車 dejando su sitio a Doc Rivers, que ha llegado con un contrato de cinco a?os y 40 millones y en su primera temporada ha solucionado pocos problemas y ha perdido en playoffs como muchas otras veces, con malas decisiones y pocos ajustes. Su reputaci車n, desde luego, ha conocido tiempos mucho mejores. El contrato de cinco a?os y 180 millones para Tobias Harris, solamente un muy buen jugador. El de cuatro a?os y unos 100 para Al Horford, cuya mezcla con Embiid fue tan terrible que en solo una temporada se abort車 el experimento y hubo que engatusar a los Thunder para que aceptaran al dominicano y soltaran a Danny Green. Otra m芍s: en el draft de 2018 los Sixers invirtieron el pick 10 en el fant芍stico Mikal Bridges, un jugador que encajaba como un guante, era de la zona y ten赤a a su madre trabajando para la franquicia. Pero que nada m芍s ser elegido fue enviado a Phoenix Suns, donde ahora es uno jugador esencial en el finalista del Oeste. A cambio, lleg車 Zhaire Smith (pick 16), sin futuro NBA ahora mismo (y, al menos, la primera ronda de Miami Heat en el pr車ximo draft 2021).
As赤 que, sin defender demasiado a Hinkie y dejando un momento a un lado las formas de su filosof赤a, se puede afirmar que los Sixers son un equipo de m芍s de 50 victorias y altas aspiraciones cada a?o gracias al Proceso y un bloque destinado a no llegar nunca a la cima debido al post Proceso. Lo que hizo Hinkie fue muy poco edificante, por mucha literatura que se le quiera poner. No aprovecharlo, llegados al punto al que se hab赤a llegado, ha sido muy poco inteligente. Y el precio va a acabar siendo alto, o eso parece.
Ben Simmons, de enigma a problema
Finalmente aterriz車 en Philadelphia Daryl Morey, un ultra ambicioso y muy creativo ejecutivo que ven赤a de revolucionar la aplicaci車n de la anal赤tica avanzada y apadrinar la revoluci車n del triple en la NBA. Morey quiere guards tiradores, y flirte車 con James Harden hasta que este acab車 en Brooklyn. La l赤nea roja, un pr車logo de lo que est芍 por venir, no fue Ben Simmons, al que Morey estaba dispuesto a traspasar, sino qu谷 j車venes podr赤an ir en la operaci車n y qu谷 supon赤a para los Rockets facilitar una reuni車n de Morey y Harden fuera de Texas. Una temporada y otra espantosa eliminaci車n en playoffs despu谷s, el destino de Simmons parece sellado. Kevin O*Connor habla en The Ringer del asalto a una gran estrella que par車 en el mercado invernal las operaciones por Kyle Lowry. Y pone sobre la mesa un plan ideal que pasa por Damian Lillard (inalcanzable) o Bradley Beal (casi inalcanzable) y que puede acabar en CJ McCollum o Zach LaVine. Ya estrellas del siguiente escal車n# pero jugadores con tiro y puntos. Es lo que hay, es lo que viene.
He dejado de creer en Simmons. No hay manera de que un jugador alcance su techo sin ser capaz de meter la pelota en la canasta: al final nos olvidamos del rudimento m芍s b芍sico de este juego. Simmons lleva cuatro temporadas en la NBA y no ha progresado nada. De hecho, ha involucionado, cada vez con menos confianza y m芍s peso sobre los hombros. M芍s inseguro, menos asertivo, m芍s residual en el ataque de su equipo siempre que no es cuesta abajo y a toda velocidad, un estilo que no casa con la presencia en el poste de esa monta?a humana que es Joel Embiid. Este necesita exteriores que metan tiros. Y Simmons necesita tener una identidad como jugador de ataque. Puedes no ser nunca un triplista, pero tienes que tener algo: movimientos al poste, suspensi車n cerca del aro, una bombita en penetraci車n# algo.
Por muy bien que defienda, que lo hace (en todas las posiciones, del uno al cinco) y por muy brillante que sea su visi車n de juego, que lo es, Simmons necesita un punto de apoyo. De las comparaciones con Magic Johnson o Scottie Pippen ha avanzado hacia el espejo de Draymond Green como 迆ltima esperanza. De hecho, los que siguen sin querer vender sus acciones en la NBA creen que la 迆nica forma es liberar al australiano del juego de base y usarlo como un ala-p赤vot nada ortodoxo. Resulta tentador como opci車n y por eso los Blazers, al lado de Lillard, parecen una opci車n tan saludable para 谷l. Pero ni eso veo ya claro: suerte a quien quiera ganar en playoffs con un te車rico interior que no anota un tiro y que tiene p芍nico a la bola y al contacto porque no quiere ni ver la l赤nea de tiros libres.
La jugada, ya desgraciadamente emblem芍tica, del mate franco que Simmons no se atrevi車 a hacer tiene una explicaci車n obvia. Al menos a priori y sin tener mucha imaginaci車n: no quer赤a bajo ning迆n concepto que le hicieran falta e ir a la l赤nea de tiros libres. Esa alergia a las faltas recibidas lo aleja del aro, la falta de tiro borra su influencia en cinco contra cinco y comprime la pista, algo en lo que no ayudaron muchos de los patrones de rotaci車n de Doc Rivers (Simmons y Dwight Howard a la vez en pista, por ejemplo). El australiano acaba siendo un cero a la izquierda, un punto d谷bil que acaba viendo las jugadas que deciden el partido desde el banquillo mientras juegan Maxey (20 a?os, n迆mero 21 del 迆ltimo draft) o Shake Milton (n迆mero 54 en 2018). Simmons, con su megacontrato, sus tres all star y sus dos nominaciones para el Mejor Quinteto Defensivo (tiene nivel de Defensor del A?o) tiene que salir de la pista para no perjudicar a su equipo. Es una sentencia de muerte.
Los rivales aplican el hack-a-ben para que falle tiros libres pero sobre todo para que pierda el hilo, se destemple, se desconecte. Y quienes emparejan sus problemas en playoffs a los de Giannis Antetokounmpo cometen un error garrafal. El griego, lo acabamos de ver, incide de mil maneras en el juego aunque no meta suspensiones. Lidera a su equipo, compite hasta las 迆ltimas consecuencias# y evoluciona desde sus errores y patinazos. Poco a poco: Simmons, no. Y ese es el gran problema, que en 2021 no solo no hemos resuelto nuestras preguntas de 2018 sino que nos hemos cansado de hac谷rnoslas.
Los n迆meros y los hitos negativos han circulados por las redes de forma masiva: en estos playoffs, Simmons ha promediado 11,9 puntos, 7,9 rebotes, 8,8 asistencias y 1,3 robos con un 62% en tiros, ning迆n triple y solo uno lanzado (0/1) y un 34,2% en tiros libres. En sus primeros playoffs, en 2018, anot車 16,3 puntos de media con un 70,7% en tiros libres. Ha ca赤do a la mitad este porcentaje, finalmente el retrato definitivo de su fracaso en las eliminatorias. Es el peor porcentaje de la historia en unos playoffs y entre jugadores con al menos 70 tiros libres lanzados: Shaquille O'Neal se qued車 en un 37,4% en 2006 y Wilt Chamberlain se movi車 en el 38% en 1968. Si se apartan p赤vots, lo peor hasta ahora era el 41,5% de Andre Iguodala en 2015, cuando acab車 siendo MVP de las Finales. Simmons ha fallado 48 tiros libres, m芍s que equipos como Suns (29) y Nets (28) antes de las finales de Conferencia. Y ha sido el primer guard con diez tiros libres fallados en un partido de playoffs.
Y lo que es peor: no ha sido capaz de funcionar en los 迆ltimos cuartos en una eliminatoria en la que los Sixers se dejaron remontar 18 puntos en el cuarto partido (en el que pudieron ponerse 3-1) y 26 en el quinto, en su pista, donde han perdido tres de los cuatro que han jugado contra los tenaces Hawks. La baja de Danny Green (presente en casi todos los mejores quintetos en pista por net rating durante la Regular Season) aument車 la presi車n sobre un Seth Curry que respondi車 a la grande... y sobre un Simmons que no hizo absolutamente nada en un equipo en el que Joel Embiid jug車 con una lesi車n de rodilla, absolutamente mermado, peleando hasta donde pudo. Simmons no lleg車 a diez puntos en cuatro de los siete partidos de la serie y se qued車 en cinco en el s谷ptimo. Y en cinco de los siete ni siquiera tir車 a canasta en los 迆ltimos cuartos. Un dato estremecedor. En el primer partido hizo un 2/2 en los 迆ltimos doce minutos, en el tercero un 1/1. En el segundo y en los cuatro 迆ltimos ni mir車 al aro. Ni, ya lo sabe todo el mundo, cuando tuvo un mate claro ante 谷l.
Seg迆n avanz車 la eliminatoria, a Simmons se le puso cara de ojal芍 no estuviera aqu赤, algo muy evidente en la segunda parte del s谷ptimo partido, cuando se preparaba la r芍faga de abucheos que despidi車 a un equipo que ha consumido ya siete a?os de la carrera de Joel Embiid, un jugador extraordinario pero castigad赤simo por las lesiones y con el que, por desgracia, no se sabe cu芍ntos a?os de plenitud quedan: cu芍ntas oportunidades. Lo que parece cada vez m芍s claro, ahora mismo, es que las que queden ser芍n con otro perfil de equipo y con otro escudero al lado. El tiempo de Ben Simmons parece agotado en Philadelphia. Y de qu谷 suceda con su futuro (d車nde, cu芍ndo y c車mo) va a depender la 迆ltima oportunidad de que pueda ser lo que parec赤a que iba a ser desde cr赤o: una estrella de la NBA. Ahora est芍 lejos, lej赤simos, de serlo.