Rivers y Embiid se hartan de Simmons: "No tengo respuestas"

Guerra total en los Sixers. La derrota ante los Hawks en semifinales se produce antes de lo esperado y la gente empieza a se?alar culpables. El problema es que lo han hecho tambi¨¦n los propios compa?eros de equipo, con declaraciones cruzadas y la se?alizaci¨®n de un responsable de la debacle: Ben Simmons. El base, denostado, ha jugado una serie horrenda ante los Hawks y muchos empiezan a poner ya en duda su continuidad en el proyecto. Su prometedora carrera se ha quedado estancada, no mete los tiros, es un lastre en el final de los partidos y no ha corregido sus defectos, lo que impide a los Sixers avanzar en la conquista hacia un anillo que no han tenido ni cerca. Es m¨¢s, no disputan las finales de Conferencia desde 2001, una crisis pantagru¨¦lica a la que no ha puesto final ese ya injustificado Trust the Process que se ha evaporado m¨¢s r¨¢pido de lo esperado.

Ahora, toca tiempo de reflexi¨®n para un Daryl Morey que deber¨¢ hacer cambios. Y, de momento, parece que todo pasa por Ben Simmons, que tiene contrato hasta 2025, cuando se terminar¨¢ de embolsar los 169 millones de d¨®lares que tiene garantizados. Parece que la situaci¨®n es compleja, despu¨¦s de que su valor en el mercado haya decrecido preocupantemente y el propio jugador haya demostrado ser, en determinados momentos, un estorbo m¨¢s que una soluci¨®n. Lejos de la nomenclatura de estrella y de su compa?ero Embiid, el base ha reconocido que tiene que mejorar y ha negado que baje su nivel en playoffs, pero los n¨²meros hablan por s¨ª solos: 14,3 puntos, 7,2 rebotes y 6,9 asistencias en regular season. En playoffs, apenas 12 puntos (no ha superado la decena en los tres ¨²ltimos duelos), 8 rebotes y 9 asistencias, con un... 34% en tiros libres, el peor porcentaje de la historia de la fase final. Un aut¨¦ntico desastre.

Eso s¨ª, lo que m¨¢s ha sorprendido ha sido que Rivers y Embiid hayan cargado contra Simmons en la rueda de prensa posterior al partido. El t¨¦cnico, al que se le acaban los argumentos, no ha querido responder a la pregunta de si su jugador puede ser el base titular de un equipo campe¨®n, y ya dijo, en mitad de la serie, que si ten¨ªa que sentarle no iba a dudar. Embiid ha ido m¨¢s lejos: "El punto de inflexi¨®n ha sido una jugada en la que podr¨ªamos haber anotado y hemos acabado perdiendo el bal¨®n". El p¨ªvot no menciona a Simmons, pero se refiere a una jugada que, con 3:30 para el final, ha protagonizado el base, que debajo de la canasta no ha querido machacar y ha decidido dar un pase m¨¢s, con los locales perdiendo el bal¨®n cuando iban a sumar dos puntos f¨¢ciles. En la siguiente acci¨®n, los Hawks han anotado. Es decir, error por partida doble y una imagen muy comentada, la de Embiid haciendo un gesto de exasperaci¨®n tras la decisi¨®n de Simmons de no atacar el aro.

Las cosas est¨¢n tensas en Philadelphia... y esto acaba de empezar. Muchas veces se habla en caliente despu¨¦s de una victoria, pero dichas declaraciones pueden suponer una reacci¨®n en cadena demasiado grande, y Rivers y Embiid han sido demasiado expl¨ªcitos en una competici¨®n como la norteamericana, donde los equilibrios espirituales y la qu¨ªmica grupal es parte esencial de la victoria. Ya veremos cu¨¢les son las consecuencias reales de lo ocurrido en los Sixers, pero de momento, todo el mundo coincide con la versi¨®n de entrenador y p¨ªvot, aunque el propio Doc Rivers tambi¨¦n ha salido muy se?alado de la serie. De momento, se abre tiempo de reflexi¨®n en una franquicia que no levanta cabeza. Y en un proyecto que promet¨ªa mucho, pero que est¨¢ ahora totalmente desmadejado e inmerso en tierra de nadie tras un fracaso absoluto y sin paliativos. Cosas de la NBA.