El peligro de regresar con prisas: la horrible lecci¨®n de 1999
El lockout de la temporada 1998-99 dej¨® como resultado un regreso acelerado y un calendario comprimido que hundieron por completo el espect¨¢culo en la NBA.
La NBA va a apurar sus opciones para retomar la temporada 2019-20, suspendida el pasado 11 de marzo tras el positivo por coronavirus del p¨ªvot Rudy Gobert (Utah Jazz). Se analizan sedes, formatos y protocolos m¨¦dicos y se lucha contra una realidad tozuda y que, finalmente, depende del virus y la expansi¨®n de una pandemia que est¨¢ lejos de ser controlada y que amenaza en todo caso con un rebrote en oto?o.
Si se puede jugar, Adam Silver apuesta por una o dos sedes (Las Vegas, Disney World) y por intentar mantener al menos los playoffs con su formato normal (cuatro rondas, todas las series a siete partidos). De hecho, no se ha descartado todav¨ªa salvar aunque sea una peque?a parte de la Regular Season. Y se ha trazado un plan de preparaci¨®n para los jugadores en ning¨²n caso inferiro a tres semanas y tampoco superior a seis. ?Ser¨¢ suficiente? Hay una obvia necesidad de que los equipos est¨¦n bien preparados para evitar lesiones, pero tambi¨¦n hay una cuesti¨®n real sobre la competitividad y el nivel de juego despu¨¦s de un tramo de encierro en el que las franquicias no han podido todav¨ªa realizar ning¨²n tipo de entrenamiento colectivo.
Algunos alertan de algo que ahora parece una cuesti¨®n menor pero que no lo ser¨ªa si finalmente, lo que en s¨ª mismo ya ser¨ªa un gran ¨¦xito, se puede sencillamente volver a jugar. Y ponen de ejemplo el lockout de 1999, al que sigui¨® una temporada de solo 50 partidos por equipo que se sigue recordando como una de las peores de, como m¨ªnimo, la NBA moderna. Se empez¨® a jugar el 5 de febrero, no hubo All Star Game y los Spurs ganaron su primer anillo (4-1 a los Knicks en las Finales).
La temporada 1997-98, celebrada ahora en el documental The Last Dance centrado en la figura de Michael Jordan, fue la ¨²ltima del 23 de los Bulls en Chicago. Una campa?a brillante cerrada con unas Finales seguidas m¨¢s que ningunas otras en la historia: 29 millones de telespectadores, 18,7 de rating y 33 de share si se trazan las medias. Pero acab¨® el embrujo de Jordan y la NBA se meti¨® en un profundo pozo. Los propietarios hab¨ªan tratado desde marzo de 1998 de convencer a los jugadores para que se tocara el salary cap y se redujera seriamente el techo de los contratos individuales. El 22 de junio, poco m¨¢s de una semana despu¨¦s de la m¨ªtica canasta de Jordan ante Bryon Russell, se dieron por rotas las negociaciones y el 1 de julio comenz¨® el cierre patronal. Lo que hab¨ªa sido solo un feo amago en 1995 y 1996 se puso esa vez muy serio. La temporada estuvo cerca de ser cancelada. El comisionado David Stern puso el 7 de enero como fecha tope y el 6 se anunci¨® un acuerdo que salv¨® lo que pudo de una temporada que fue, literalmente, espantosa.
Fansided recuperar datos que explican el efecto que tuvo el par¨®n y el regreso a toda velocidad en un juego marcado por una verdadera hecatombe ofensiva. Por primera vez el ritmo de juego (n¨²mero de posesiones por partido: pace) se hunid¨® por debajo de 90 en su m¨ªnimo hist¨®rico: 88,9. Fue la ¨²nica temporada desde la aparici¨®n del tiro de tres con una eficiencia de tiro real (midiendo triples, tiros de dos y tiros libres) por debajo del 47% colectivo (46,6). Tambi¨¦n fue la peor desde 1967 en acierto desde la l¨ªnea de personal y la sexta peor en eficiencia ofensiva (102,2) por detr¨¢s solo de un lustro en los a?os setenta (1974-78). Y fue, por ¨²ltimo, la d¨¦cima peor que ha habido en asistencias por partido (20,7).
En la pr¨¢ctica los aficionado vieron una primera noche con un 78-66 entre Sixers y Hornets y una segunda con un 77-73 entre Cavaliers y Celtics, por ejemplo. Una semana despu¨¦s los Jazz, que ven¨ªan de perder dos Finales consecutivas, se quedaron en 56 puntos (71-56) ante los Sonics. Firmaron un 21/68 en tiros de campo y el m¨¢ximo anotador fue Karl Malone, con 15 puntos y un 4/13 en tiros de campo. Los Bulls, desmantelados tras el segundo threepeat, se quedaron en 63 puntos el 21 de febrero (79-63 ante los Knicks) y en 49 el 10 de abril ante los Knicks (82-49). El mismo d¨ªa de sus 63, los Pistons metieron 64 contra los Spurs (85-64). La asistencia a los pabellones tambi¨¦n baj¨® dr¨¢sticamente. Poco m¨¢s de 8.000 personas vieron a los Hawks acabar con 68 puntos en un partido contra los propios Bulls.
Las razones eran obvias: los jugadores no hab¨ªan podido hacer entrenamientos colectivos ni se hab¨ªan cuidado demasiado porque en muchos casos hab¨ªan dado por hecho que no se jugar¨ªa la temporada. Shawn Kemp, un caso muy sonado, se present¨® al training camp de los Cavs con 16 kilos de m¨¢s. Hab¨ªa habido menos de un mes desde el acuerdo que levant¨® el lockout y el primer partido. Y el calendario a?adi¨® presi¨®n con partidos muy seguidos y jugadores agotados que, por ejemplo, ni se mov¨ªan de la cama y consum¨ªan m¨¢s servicio de habitaciones del recomendable en los hoteles. El tiro, considerado el mecanismo de precisi¨®n por excelencia en el baloncesto, se vio radicalmente afectado por la pesadez de piernas y brazos de los jugadores y el espect¨¢culo fue veraderamente feo. Algo que ahora la NBA tratar¨¢ de evitar en, eso corre a su favor, otra ¨¦poca, una en la que adem¨¢s los jugadores tienen mucho m¨¢s poder y podr¨¢n influir en ese regreso a la competici¨®n si es que este finalmente se produce.