The Last Dance: ¨¦xtasis y ca¨ªda del imperio de Michael Jordan
El documental que se estrena este mes revisa el incre¨ªble trayecto de los Bulls 1997-98. Despu¨¦s se fueron Jordan, Pippen, Rodman, Kerr... y tambi¨¦n Phil Jackson.
La voz del pueblo se escuch¨® en las redes sociales. Detenida el 12 de marzo la temporada 2019-20 de la NBA, justo cuando aceleraba hacia el trance decisivo de los playoffs, unos aficionados obligados a quedarse en sus casas para frenar la pandemia del coronavirus se descubr¨ªan, en el peor momento, sin partidos de baloncesto. Pero ?y el documental de ESPN sobre la temporada del ¨²ltimo anillo de los Bulls de Michael Jordan, la 1997-98? Muchos preguntaron y la respuesta fue clara: en producci¨®n y con su estreno fijado para junio. Pero ESPN/ABC reaccionaron y anunciaron el estreno en Estados Unidos para el 19 de abril, que ser¨¢ un d¨ªa despu¨¦s, el 20, en el resto del mundo. Una alegr¨ªa para los amantes de la NBA.
El documental ser¨¢ un mastod¨®ntico trabajo de diez cap¨ªtulos que recorrer¨¢ la temporada m¨¢s convulsa, y la ¨²ltima, de las que vivi¨® Michael Jordan en Chicago, una que fue bien definida como The Last Dance (el ¨²ltimo baile) aunque el periodista Sam Smith, que sigui¨® como pocos el d¨ªa a d¨ªa de aquellos Bulls de los a?os ochenta y noventa, explic¨® bien c¨®mo estaban los ¨¢nimos en la parrilla de salida: "Cuando iba a comenzar la temporada, nadie ten¨ªa en realidad ganas de bailar".
Un a?o flirteando con el desastre
Los Bulls acabaron ganando 62 partidos (62-20) y siendo campeones tras el legendario tiro de Michael Jordan despu¨¦s de fijar a su defensor, Bryon Russell. El adi¨®s desemboc¨® (as¨ª ten¨ªa que ser, en realidad) en un colapso en toda regla. Tim Floyd sustituy¨® en el banquillo a Phil Jackson y en la plantilla apenas permanecieron, del n¨²cleo fundamental, Toni Kukoc y Ron Harper. El quinteto lo completaban Brent Barry y dos jugadores de rotaci¨®n de la temporada anterior, Randy Brown y Dickey Simpkins. Era a?o de lockout (1998-99), temporada extra?a que arranc¨® con la retirada de Michael Jordan (oficial el 13 de enero), la puesta en el mercado de Dennis Rodman (fich¨® por los Lakers), el traspaso de Steve Kerr a los Spurs, de Luc Longley a los Suns y, claro, de Scottie Pippen a los Rockets.
Lo Bulls 1998-99 firmaron un balance de 13-37 y empezaron una racha de seis a?os sin playoffs, hasta 2005, y con Scott Skiles en el banquillo. En ese tramo 1999-2005 ganaron una media de un 25% de partidos. Durante el segundo threepeat (1995-98) ese promedio fue alien¨ªgena: 83%. Antes de eses 62-20 del ¨²ltimo baile, hab¨ªan ganado 72 (72-10) y 69 (69-13) partidos. Hasta la la llegada de los Warriors del 73-9, las dos mejores temporadas de cualquier equipo, la segunda marca compartida con los Lakers de 1972.
La ca¨ªda fue estruendosa, el fin de un imperio y un paso por las cloacas de la reconstrucci¨®n que hab¨ªa temido hasta la obsesi¨®n el general manager Jerry Krause, un personaje capital en los Bulls de los a?os 90, por sus dif¨ªciles pero acertadas decisiones deportivas y porque acab¨® enfrentado a Jordan y a Jackson, una enemistad que devino en odio y que dinamit¨® la poca estabilidad que pod¨ªa haber tenido un equipo agotado f¨ªsica y sobre todo mentalmente por su esfuerzo de las dos temporadas anteriores. Para los m¨¢s benevolentes, Krause solo intentaba evitar esos a?os de miserias con volantazos a tiempo. Pero para la mayor¨ªa, hab¨ªa un evidente factor de desencuentro y celos, el arquitecto cansado de que solo se reconociera a los actores en pista... y en el banquillo.
Krause empez¨® la temporada intentando traspasar a un Scottie Pippen que se perdi¨® media campa?a por los problemas de espalda que arrastraba desde las Finales de 1997. Su objetivo era obtener un lote de picks de los Celtics, que buscaban estrella tras quedarse sin Tim Duncan en el draft de 1997, y usarlos en parte para tantear un traspaso por Tracy McGrady, al que luego perseguir¨ªa en la agencia libre de 2000, el primero de muchos tiros fallados por las oficinas de los Bulls en los siguientes a?os (Carmelo Anthony, LeBron James...). Krause ni invit¨® ni inform¨® a Phil Jackson y su mujer de la boda de su hija, a la que s¨ª acudi¨® Tim Floyd, el que ser¨ªa entrenador un a?o despu¨¦s. Y abri¨® el media day con unas famosas declaraciones en las que aseguraba que eran las organizaciones las que ganaban los anillos, minimizando a los actores individuales, y que todav¨ªa hoy son objeto de debate: ?Krause se explic¨® mal, algo que le pasaba con frecuencia, o dispar¨® con bala? Un d¨ªa despu¨¦s, el propio Jordan (que no se hab¨ªa pasado por el media day) fue rotundo: no habr¨ªa Bulls sin Phil Jackson y con Michael Jordan.
Pero el agotamiento hab¨ªa alcanzado a todos. Durante las Finales de 1997, Phil Jackson se reuni¨® con el propietario de los Bulls, Jerry Reinsdorf, y le dijo que no seguir¨ªa la siguiente temporada. Despu¨¦s cambi¨® de idea, en visita del propio Reinsdorf al rancho del Maestro Zen, en Montana. En 1996, despu¨¦s de las 72 victorias y el t¨ªtulo, Jackson no lo dej¨® por una oportuna visita a su casa de una comitiva de jugadores, con Ron Harper a la cabeza. Mientras, Pippen se enfrascaba en discusiones contractuales a punto de acabar contrato. Enfrentado con un Michael Jordan que le culpaba de perderse media temporada por no haber tratado a tiempo en verano sus problemas en un pie y la espalda, lleg¨® a asegurar durante sus convalecencia que no se pondr¨ªa m¨¢s la camiseta de los Bulls, en pleno jaleo con Krause.
Jordan al frente hasta las ¨²ltimas consecuencias
Michael Jordan, por su parte acord¨® una subida de un 10% sobre su salario base de 30 millones de d¨®lares (se llev¨® 33,1) y lider¨® al equipo con 34 a?os y antes de su segunda retirada. Despu¨¦s tuvo un peque?o regreso con los Wizards, y se supo que dif¨ªcilmente habr¨ªa podido jugar en 1999 en todo caso porque se hab¨ªa hecho una fea herida en una mano con un cortador de puros. En la 1997-98, Jordan promedi¨® 28,7 puntos, 5,4 rebotes y 3,2 asistencias. Fue MVP de la Regular Season, de las Finales y de un All Star que (en el Madison de Nueva York) fue el primero de Kobe Bryant, que le busc¨® constantemente para medirse a ¨¦l. Y soport¨® a su equipo, con momentos de obvio agotamiento y un juego en el que ya volaba poco y cargaba mucho. M¨¢s fuerte que nunca, buscaba el contacto en la zona y recurr¨ªa constantemente a su letal reverso en fade away. El mejor uso del cuerpo de granito que hab¨ªa empezado a modelar a?os antes con el preparador Tim Grover cuando se hart¨® de llevarse (mucho m¨¢s liviano y el¨¢stico) golpes de los Bad Boys de Detroit Pistons.
La temporada fue un viaje tremendo en el que los Bulls acabaron imponiendo su voluntad de bloque ganador ante cada adversidad. Varias veces a punto de quebrarse, sacaron adelante un t¨ªtulo duro, farragoso, complejo. Llegaron a estar 9-7 en un noviembre cerrado en (el mes natural) 9-6 con un 3-5 fuera de casa. Despu¨¦s, en abril, ganaron 13 partidos de 14 despu¨¦s de pasar por el All Star en 34-15 y camino de un 25-2 en 27 partidos que los llev¨® a esas 62 victorias y el primer puesto del Este, fundamental en una final de Conferencia resuelta tras siete partidos ante los Pacers (Reggie Miller en pista, Larry Bird en el banquillo). Una serie sin triunfos a domicilio e inclinada gracias al factor cancha.
Despu¨¦s de dejar atr¨¢s, sin derrotas pero con problemas (3-0), a los Nets y sortear (4-1) a unos Hornets carcomidos por los l¨ªos entre Larry Johnson y Alonzo Mourning, los Pacers fueron el segundo y ¨²ltimo equipo que llev¨® a los Bulls a siete partidos en los seis a?os de sus seis anillos (el otro, los Knicks en 1992). Con Jordan cansado y con malos porcentajes por un problema en un dedo, se lleg¨® al s¨¦ptimo, en Chicago pero con la envergadura de los Pacers haciendo mella: 8-20 de salida, bronca de Jordan a sus compa?eros en el descanso... y victoria muy ajustada (88-83). Jordan anot¨® 28 puntos con un 9/25 en tiros y salv¨® a su equipo a base de forzar faltas (10/15 en tiros libres) ante un rival ultra f¨ªsico. Larry Bird todav¨ªa recuerda un salto entre dos que Rik Smits (un 2,24) perdi¨® con Jordan a falta de seis minutos y con su equipo tres arriba. La jugada acab¨® en triple de Steve Kerr y Bird sigue pensando que, si su equipo hubiera mantenido esa posesi¨®n y anotado en el siguiente ataque, se habr¨ªa metido en las Finales.
En la lucha por el t¨ªtulo los Bulls volvieron a medirse a los Jazz de Karl Malone y John Stockton, la primera vez que se repet¨ªa una Final en los 90 y camino de otro 4-2, esta vez con ventaja de campo para unos Jazz que tambi¨¦n hab¨ªan ganado 62 partidos pero se hab¨ªan llevado los dos duelos directos contra Jordan. La serie fue dur¨ªsima si se excluye el desastre de los de Jerry Sloan en el tercer partido (96-54). En los otros cinco, nadie anot¨® 100 puntos (el ganador solo lleg¨® dos veces a 90) ni gan¨® por m¨¢s de 5.
Los Jazz salvaron el pellejo, 1-3 abajo, en el quinto partido en Chicago (a la postre el ¨²ltimo de Jordan con la camiseta de los Bulls en el United Center) y despu¨¦s de que Jordan fallara un triple forzado en una jugada dise?ada para un tiro liberado de Kukoc. Con 2-3 y dos partidos en Salt Lake City, los del estado morm¨®n perdieron su gran oportunidad al ser incapaces de forzar el s¨¦ptimo ante unos Bulls que se quebraban, con Jordan agotado y los problemas de espalda de Pippen de vuelta. En el sexto ganaban 86-83 a falta de 41,9 segundos. El resto es historia: canasta de Jordan, robo de Jordan y la legendaria canasta de Jordan ante Russell. Quedaban 5,2 segundos y tiempo para un triple fallado por Stockton. Su majestad Jordan, con un ¨²ltimo cuarto prodigioso, acab¨® anotando 45 de los 87 puntos de su equipo. Karl Malone termin¨® en 31+11+7 pero en el ¨²ltimo parcial anot¨® 6 puntos por los 16 de Jordan. Hubo otros dos triunfos ajustados de los Bulls, en los partidos 2 y 4. En esos dos ¨²ltimos cuartos, Jordan anot¨® 17 y 11 puntos y Malone, 1 y 2. Una de las claves, la diferencia real entre estrellas, del sexto y ¨²ltimo anillo, un ¨²ltimo baile celebrado en un sal¨®n en llamas y, tal vez por eso, de un tinte m¨¢s humano y un m¨¦rito mayor que los dos anteriores, los del pluscuamperfecto tramo 1995-97. Un a?o que es historia del baloncesto y que traz¨® un final ¨¦pico para un equipo ¨²nico. Y que en unos d¨ªas tendremos en nuestras casas en una serie documental de diez cap¨ªtulos. Como para perd¨¦rselo.