GU?A

El CSKA es el equipo m¨¢s regular de la Euroliga en este siglo, se ha clasificado para 16 de las ¨²ltimas 17 Final Four y ha ganado cuatro de las ¨²ltimas 13 ediciones, incluidas la del a?o pasado y la de 2016, ambas con Dimitris Itoudis en el banquillo. El griego contin¨²a al mando pese a la desbandada de muchas de sus figuras, que vieron el t¨ªtulo de mayo en Vitoria como el final del camino. Sergio Rodr¨ªguez, De Colo y Higgins afrontan nuevos retos en Italia, Turqu¨ªa y Espa?a, respectivamente, mientras el presidente del club, Andrey Vatutin, lamentaba este verano que con el clima de Mosc¨² es dif¨ªcil atraer y retener a algunos jugadores. Se queda, eso s¨ª, Will Clyburn como principal referente tras renovar hasta 2022.

Con semejantes bajas resulta imposible que el nivel no se resienta, sobre todo en el per¨ªmetro, porque por dentro el CSKA s¨ª ha crecido literalmente con los fichajes del NBA Kostas Koufos (2,13 m) y el baskonista Johannes Voigtmann (2,11), que arropar¨¢n a Kyle Hines, el center m¨¢s bajito (apenas 1,95) aunque uno de los m¨¢s fuertes y anchos. Nombres lustrosos, pero con casi todo por demostrar a¨²n en la Euroliga. Antes se intent¨® echar el lazo a Ekpe Udoh, incluso el club crey¨® tenerlo atado y al final vol¨® a China.

Por fuera, dec¨ªamos, en principio baja el nivel y no solo por la fuga de talento, sino por ese saber estar competitivo de los que se han marchado. Mike James, al que Messina no ha querido en Mil¨¢n, llevar¨¢ el tim¨®n arropado por el italiano Daniel Hackett y a la espera de que Mijail Kulagin d¨¦ el salto definitivo. En el puesto de escolta, el NBA Ron Baker es una inc¨®gnita en el Viejo Continente, pero tendr¨¢ el respaldo del let¨®n Janis Strelnieks, que lee bien el juego y tiene temple en finales en el alambre pese a que en el Olympiacos se qued¨® a medio camino, en parte por las lesiones. Darrun Hilliard, fichado tambi¨¦n del Baskonia como un exterior bastante completo, reforzar¨¢ el per¨ªmetro y debe permitir que Clyburn alterne como alero y ala-p¨ªvot. Los rusos Kurbanov, Vorontsevich y Bolomboy redondean un bloque que empezar¨¢ de nuevo por los cimientos. Una reconstrucci¨®n, eso s¨ª, tranquila. El campe¨®n no tiene urgencias.

El t¨¦cnico griego, que comenz¨® su carrera en Zagreb cuando Yugoslavia a¨²n exist¨ªa, creci¨® en los banquillos bajo la tutela de Obradovic, una garant¨ªa de aprendizaje y por lo visto de ¨¦xito, ya que suma dos Euroligas en cinco campa?as en Mosc¨². Durante 13 temporadas fue el ayudante de Zeljko en el Panathinaikos y el estilo del serbio cal¨® en su personalidad. Muy intenso en los partidos, quiere controlar hasta el m¨ªnimo detalle y ata en corto a sus jugadores aunque en sus equipos siempre deja un espacio para el talento creativo. Se le presenta un gran desaf¨ªo con este nuevo CSKA, en el que sabe de antemano que Hines es un pilar recio, Clyburn el referente y que las r¨¢fagas ofensivas de Mike James no faltar¨¢n. El resto est¨¢ por edificar. Un bonito reto.

¡°Estoy emocionado por continuar mi carrera en Mosc¨²¡±, dijo Will Clyburn tras anunciarse en junio pasado la renovaci¨®n hasta 2022. Viene de completar su mejor temporada en el CSKA, con el que fue MVP de la Final Four despu¨¦s de promediar 13,6 puntos, 6,8 rebotes y 17,5 de valoraci¨®n durante el curso. Lo tiene todo para volver a sobresalir, un f¨ªsico de atleta y muy buenos recursos t¨¦cnicos, aunque si diera otro pasito m¨¢s y mejorara en el tiro de tres se convertir¨ªa en un jugador total muy dif¨ªcil de defender (pas¨® del 29% al 38% en la 2017-18 para volver a caer el pasado curso a un 34%). Parte como alero y, sin embargo, como ala-p¨ªvot puede cambiarle la cara al equipo, aunque con Chacho, De Colo y Higgins todo era m¨¢s f¨¢cil.