CAVALIERS 85 - WARRIORS 108 (0-4)
Sin piedad: los Warriors barren a LeBron y son los campeones NBA
Raptors - Warriors, en directo: Finales NBA 2019, en vivo
Golden State Warriors, campe¨®n de la NBA 2017-18. El segundo anillo seguido, el tercero en cuatro a?os. Una dinast¨ªa con todos los honores que adem¨¢s puede presumir del primer 73-9 en Regular Season (2015-16) y de los primeros playoffs en 16-1 (2017) dentro del actual formato. Son seis t¨ªtulos ya para la franquicia, que antes de Steve Kerr, los Splash Brothers y Kevin Durant no ganaba desde 1975. Son los mismos seis que los Bulls y uno m¨¢s que los Spurs con solo ya Celtics y Lakers por delante. Es un regalo a toda la Bah¨ªa en la pen¨²ltima temporada en Oakland, con el desembarco en San Francisco cada vez m¨¢s a punto. Es el ingreso en la ¨¦lite de la historia y el cierre a la primera tetralog¨ªa en Finales: cuatro Warriors-Cavs, 3-1 ante un LeBron James que ha perdido su sexta Final sobre nueve totales, la segunda por 4-0 despu¨¦s de la barrida de los Spurs en 2007, cuando ten¨ªa 22 a?os. Es solo el tercer 4-0 en Finales desde 1995. Dos se los ha llevado ¨¦l. Es un dato duro.
Estos Warriors descorcharon champ¨¢n por primera vez en este mismo Quicken Loans Arena un 16 de junio de 2015. Todav¨ªa no se han cumplido tres a?os pero ha llovido mucho: el r¨¦cord de las 73 victorias, el triple de Kyrie Irving en 2016, la llegada de Kevin Durant y la ira de los muchos, much¨ªsimos, que consideraron que se hab¨ªa formado un equipo que era, sencillamente, demasiado bueno. El a?o pasado, efectivamente, lo fue (15 victorias seguidas en playoffs hasta su concesi¨®n a los Cavs con las Finales 3-0). Esta vez lo ha sido lo suficiente. Kerr ha dicho que ha sido un a?o muy dif¨ªcil, Curry que nadie esperaba tantos altibajos y Livingston que, al final del camino, esta vez sienten m¨¢s liberaci¨®n que euforia. Es el precio de ganar casi siempre a lo largo de temporadas inacabables, el peso en las piernas y las constantes tentaciones que ponen en peligro el deseo, la cohesi¨®n. La fuerza de grupo que hace falta para, se tenga los jugadores que se tenga, ganar un anillo. No digamos varios. Por eso hemos visto caer imperios un mill¨®n de veces. Si no no ser¨ªa deporte. O no nos gustar¨ªa tanto.
Si en la temporada de las 73 victorias todos los baremos apuntaban a los Bulls de Michael Jordan, en esta los Warriors me han hecho pensar muchas veces en los Lakers 2001-02, los del tercer y ¨²ltimo anillo de Kobe Bryant y Shaquille O¡¯Neal juntos. Aquellos ven¨ªan de un 15-1 en los playoffs anteriores, los Warriors de un 16-1. Su historial comparte lesiones, problemas para mantener el fondo de armario y evidentes tramos de aburrimiento durante la Regular Season y dentro de los propios partidos. Al final tambi¨¦n han compartido r¨¦cord en la temporada (58-24) y camino en playoffs: 4-1 en semifinales y 4-3 en una final del Oeste que sonaba a pelea en la pr¨¢ctica por el anillo antes de ganar 4-0 las Finales (a Nets y Cavs). Ambos lidiaron adem¨¢s con el gran proyecto forjado para derrocarlos, aquellos Kings de Chris Webber y estos Rockets de James Harden, en una final de Conferencia en la que tuvieron que remontar un 3-2 con el s¨¦ptimo partido a domicilio. Ahora viene el futuro: esos Lakers no ganaron m¨¢s, estos Warriors afrontan el reto del cuatro de cinco, lo improbable. La mirada volvi¨¦ndose hacia los Celtics de Bill Russell.
La historia de estos hist¨®ricos Warriors, un proyecto colosal que Stephen Curry hace distinto y Kevin Durant hace imposible, es un libro que se sigue escribiendo mientras se cierra en una especie de asunci¨®n crepuscular el de LeBron James en los Cavaliers. Si nada lo impide, y dicen que solo una s¨²plica de su familia lo har¨ªa, dejar¨¢ por segunda vez la franquicia de su ciudad, en la que ha jugado once de sus quince temporadas y donde este a?o ha hecho un esfuerzo dif¨ªcil hasta de imaginar para llegar a unas Finales en las que esa plantilla sencillamente no deber¨ªa estar: nunca hab¨ªa jugado 104 partidos en una temporada, con m¨¢s de 42 minutos por noche en playoffs. En Cleveland, aunque no haya nada decidido, su marcha parece algo asumido y con lo que esta vez las calles, por las que tanto ha hecho, est¨¢n en paz. Se le mide por su anillo de 2016 y por su trabajo incansable por su comunidad. Los Cavs han sido un proyecto tan inestable y tan d¨¦bil esta temporada que muchos casi bendicen que busque un acomodo donde pueda retar a los Warriors con todas las de la ley. Si se va, no ser¨¢ una despedida furiosa como la de 2010 ni triste a pesar de este 4-0, del error de JR Smith en el primer partido, del triple de Kevin Durant en el tercero o de la falta de energ¨ªa colectiva del cuarto. Si de verdad se va, LeBron lo har¨¢ reconciliado con su tierra. Se ir¨¢ de los Cavaliers, no de Cleveland.
A los Warriors les faltaba un 4-0 en una Final, otro golpe a ese fantasma del triple de Kyrie Irving al que llevan dos a?os sacudiendo como a una estera pero que no se termina de marchar. Curiosamente, Kyrie se fue antes de Cleveland que de la Bah¨ªa. Es un 8-1 en las dos ¨²ltimas Finales, un 6-0 esta temporada y un 11-1 desde el 1 de enero de 2017 contra los Cavaliers, con los que esta vez estuvieron a punto de no encontrarse. Por las terribles limitaciones de los de Ohio despu¨¦s de un verano calamitoso (Wade, Isaiah, Crowder, Rose¡) y por el jaque de los Rockets en el Oeste, un proyecto obsesionado con derrocar a los Warriors y que no va a cejar en su empe?o. Tal vez con LeBron a bordo. Qui¨¦n sabe.
La Final hab¨ªa terminado con la ejecuci¨®n a sangre fr¨ªa de Kevin Durant el mi¨¦rcoles. A diferencia de hace un a?o, cuando los Cavs encontraron fuerzas para forzar el quinto (en gran parte gracias al fugado Kyrie), esta vez no pudieron plantar batalla, asumida y rumiada la derrota, totalmente digerida. Los Warriors hicieron el resto sin rastro de condescendencia y sellaron el t¨ªtulo a domicilio, por la v¨ªa r¨¢pida y con una paliza tremenda: 85-108 final, 65-86 al final de un tercer cuarto en el que los Cavs anotaron 13 puntos frente a una grada g¨¦lida y con muchas camisetas de los Warriors. No hubo historia. A falta de cuatro minutos, la grada despidi¨® en pie a LeBron, veremos si para siempre y despu¨¦s de un partido flojo del alero (23+7+8 final, muy cansado). Los Warriors salieron concentrados, productivos y seguros de que la temporada se iba a acabar en este partido. Kevin Durant sell¨® el segundo MVP de Finales consecutivo con un triple doble (20+12+10 y 3 tapones). Stephen Curry se lo pele¨®: 37+6+4 con siete triples. Pero, para uno y para otro, pes¨® demasiado el tercer partido, cuando se baj¨® de verdad el tel¨®n de estas Finales 2018. Quedaba el ¨²ltimo paso y los Warriors lo dieron a lo grande. Equipo de leyenda, dinast¨ªa: un grupo de jugadores como no ha habido otro en la historia de la NBA. Enhorabuena.