73-9: Golden State Warriors cambia la historia de la NBA
El 72-10 de Michael Jordan ya ha quedado atr¨¢s. Los Warriors arrasaron a los Grizzlies con diez triples y 46 puntos de Stephen Curry y certificaron el primer 73-9 de la historia de ls Liga.Final NBA: Warriors vs Rockets, juego 7
73-9: Warriors, un r¨¦cord para la historia de la NBA
La pasada noche, 13 de abril, cambi¨® el patr¨®n oro de la NBA. Cambi¨® el sistema m¨¦trico, hasta el huso horario de la historia de la Temporada Regular. No ha dejado de repente de ser la NBA de los Bulls del 72-10, porque estas haza?as tambi¨¦n engrandecen a los quedan atr¨¢s, pero ahora es por encima de todo la NBA de los Warriors del 73-9. Repito lo obvio: en Temporada Regular. Los playoffs est¨¢n a la vuelta de la esquina y tienen su propia narrativa, la de la hora de los valientes. Pero ayer, 13 de abril, la NBA dio un salto generacional, cambi¨® para siempre para inaugurar un nuevo pante¨®n que llevaba en obras desde el primer tercio de la temporada, cuando la estampida inicial del campe¨®n pluscuamperfecto, Golden State Warriors, le elev¨® a un 24-0 que no solo era un r¨¦cord en s¨ª mismo: era la invitaci¨®n a mirar a los ojos al r¨¦cord de r¨¦cords, a una inmortalidad que ahora pide a gritos otro anillo pero que puede desvincularse de ¨¦l. As¨ª de grande es lo que este equipo -¨²nico, maravilloso, po¨¦tico- consum¨® con la ejecuci¨®n sumar¨ªsima (125-104) de Memphis Grizzlies en su cubil del Oracle Arena: 73-9. Lo improbable, lo casi imposible. El material que alimentar¨¢ libros, documentales e incontables art¨ªculos de prensa. Un nuevo canon de belleza, otra ¨®ptica con la que ver el mismo juego. El material del que est¨¢n hechos los huesos del deporte, el de las historias que no olvidaremos nunca y de las que hablaremos siempre. 73-9: el nuevo patr¨®n oro.
El dato, ese 73-9, cae seg¨²n se escribe como un piano lanzado por una ventana. Se lo lleva todo por delante. De tanto hablar de ¨¦l se hab¨ªa hecho tangible, cercano. Pero al verlo materializado resulta sobrecogedor, otra vez a a?os luz. Hay que respirar y repensarlo hasta darle sentido. Porque quiz¨¢ no haya m¨¢s certeza que esa melancol¨ªa que suele acompa?ar al final de un viaje que podr¨ªa haber sido el mejor de nuestra vida. No sabemos qu¨¦ Warriors veremos la pr¨®xima temporada. No sabemos si, sobre todo si ganan otro anillo, modular¨¢n descaradamente esfuerzos. O si se har¨¢n con Kevin Durant y sacar¨¢n al resto de jugadores de una partida que parecer¨ªa ama?ada. Sabemos lo que hemos visto; Lo improbable, lo impensable, la revoluci¨®n del baloncesto: m¨¢s de 1.000 triples por primera vez, 34 victorias a domicilio por primera vez, ninguna tanda de dos derrotas seguidas por primera vez. Casi 115 puntos de media por partido... Y Stephen Curry, por primera vez: por encima de los 400 triples (vuelve a leerlo, por favor: m¨¢s de 400 triples), 116 por encima de su marca de hace un a?o, entonces la mejor de siempre y ahora papel sobrante para envolver un bocadillo. Entre Curry (cuyo MVP no solo es incuestionable sino que deber¨ªa ser un¨¢nime) y Klay Thompson, la supernova de los Splash Brothers ha totalizado 678 triples. 402 y 276, primera y tercera mejor cifra de la historia. De ellos son ya cinco de las siete primeras. Es un nuevo baloncesto pero solo lo saben jugar ellos, al menos en esta quintaesencia inefable de una temporada en la que, lo advertimos junto cuando arrancaba, hab¨ªa que verles jugar. Si has dejado que te lo cuenten, no ser¨¢s de los que podr¨¢n contarlo a partir de hoy. Y recordarlo siempre. El deporte es precioso: el deporte es exactamente esto.
Los Warriors de Curry, Klay Thompson...y Draymond Green
Estos son los Warriors de Curry y Thompson, pero ya (hace tiempo¡) son tambi¨¦n los de Draymond Green, ese megaestrella con ¨ªnfulas de ganador hecho a s¨ª mismo, el fen¨®meno improbable que tambi¨¦n ha transformado su posici¨®n, dejando obsoleto al cuatro abierto y redimensionando al point forward. Sin su energ¨ªa y su perenne ritmo de triple-doble, este equipo no habr¨ªa llegado a 73 victorias. Igual que no habr¨ªa llegado sin los silencios cruciales de Harrison Barnes o sin una segunda unidad tan magn¨¦tica: Livingston, Iguodala, Ezeli, Barbosa, Speights¡ El equipo de los equipos, justo a tiempo y a las ¨®rdenes de Steve Kerr, un tipo fundamentalmente inteligente que jug¨® en los Bulls del 72-10 a las ¨®rdenes de Phil Jackson, antes de trabajar para Gregg Popovich. Esas fueron sus fuentes, estos Warriors son su obra. Quienen crean que han gastado demasiadas energ¨ªas, no vieron el partido del domingo en San Antonio y no valoran todo lo que es el deporte m¨¢s all¨¢ de las piernas: sus jugadores son hoy tipos felices. Sus jugadores se sienten hoy invencibles. Y, tan importante o m¨¢s, casi todos los rivales les sienten hoy invencibles. Y ni la rotaci¨®n ha desbarrado ni el riesgo ven¨ªa sin c¨¢lculo: Curry tiene 28 a?os, Klay Thompson y Draymond Green 26 y Harrison Barnes, 23. Primero se ganaron tener esta oportunidad, despu¨¦s pusieron el alma en su consecuci¨®n. Si no lo hubieran hecho seguramente no se lo perdonar¨ªan nunca. No se le debe reclamar burocracia a los h¨¦roes y menos en Oakland, ese lado duro de la Bah¨ªa de San Francisco en el que se dec¨ªa que un chico negro ten¨ªa m¨¢s opciones de morir en un tiroteo que de acabar una carrera universitaria. Ante el (parece) inevitable traslado a San Francico, el 73-9 es ya tambi¨¦n her¨¢ldica de Oakland, el gran orgullo de The City. Eso tambi¨¦n, exactamente eso, es deporte.
Una temporada de r¨¦cords para Warriors
De tanto escribir sobre ellos, la temporada fue primero un contador hacia delante, seguramente hasta ese inimaginable 24-0 que muri¨® en Milwaukee (al final de una gira extenuante por el Este). O como m¨¢ximo hasta el 48-4 con el que desembocaron en el All Star. A partir de ah¨ª, todo ha sido una cuenta atr¨¢s, rasgar hojas del calendario. Pasar del y si lo hacen al lo pueden hacer al lo van a hacer. Mientras, ellos daban zancadas sin m¨¢s derrota ante equipos de 50 victorias que la ¨²nica que sumaron en San Antonio (17-1 en esos partidos), con solo dos partidos perdidos en segunda noche de back to back. No les ha frenado ni la f¨ªsica ni la qu¨ªmica, as¨ª al equipo al que todo le ha salido bien no le iba a frenar el equipo al que todo le ha salido mal, estos Grizzlies destrozados por las lesiones y convertidos casi en forajidos sin Marc Gasol, Mike Conley y otros cuantos. A los Grizzlies les ha llevado la marea a playoffs. Suficiente m¨¦rito es volver all¨ª y suficiente trabajo repensar un equipo en el que acaba ciclo.
Si la inc¨®gnita era si habr¨ªa cataclismo y se esfumar¨ªa el 73-9, se hab¨ªa despejado mediado el segundo cuarto: 61-41. Si estaba en si Curry podr¨ªa sumar 8 triples para alcanzar los inalcanzables 400, se supo en seguida que tampoco habr¨ªa nada que temer. Seis en el primer cuarto, tres seguidos en uno de sus trances celestiales, y el octavo nada m¨¢s comenzar la segunda parte. 402: diecis¨¦is partidos con como m¨ªnimo esos ocho triples y cuatro de al menos diez¡ solo en esta temporada. En el ¨²ltimo cuarto ni jug¨® despu¨¦s de meter 20 puntos en el primero y 21 en el tercero. En total 46 en 29 minutos, con un 10/19 en triples y un 15/24 en tiros totales. Y 4 rebotes, 6 asistencias¡ y 2 robos, estad¨ªstica en la que tambi¨¦n terminar¨¢ como l¨ªder de la temporada. Klay Thompson anot¨® 16 puntos y Draymond Green hizo lo que hace Draymond Green: 11+9+7 en menos de 30 minutos.
Son los Warriors, han sido estos Warriors 2015-16. Ha sido ¨²nico, extraordinario; Casi et¨¦reo, como esas cosas que no deber¨ªan estar sucediendo, pero suceden: noche a noche, partido a partido, kil¨®metro a kil¨®metro, triple a triple. Hay cosas que pensamos que nunca volveremos a ver, pero vemos. Que pensamos que nunca volveremos a sentir, pero sentimos. Eso es el deporte y eso, exactamente eso, son estos Golden State Warriors ya inmortales. El baloncesto de siempre, un nuevo baloncesto. El patr¨®n oro del 73-9: bienvenidos a una nueva era.