La Davis de Nadal y Bautista
El n¨²mero uno derrot¨® a Shapovalov (6-3 y 7-6) en su octavo partido. Antes, el de Castell¨®n hab¨ªa ganado a Aliassime (7-6 y 6-3). Sexta Ensaladera con 2-0 sobre Canad¨¢ en Madrid.
La Davis de Piqu¨¦, la del Mundial de pa¨ªses, fue la Davis de Nadal, la de un monstruo de pasi¨®n desbordada que estuvo 14 horas y 12 minutos en pista, participando en ocho de las once victorias de Espa?a (cinco individuales y tres dobles), para conquistar la sexta Ensaladera. El trofeo m¨ªtico, reluciente, que con 119 a?os de historia no pierde su aura rom¨¢ntica pese al cambio de formato y sigue encumbrando o hundiendo a tenistas. Y en cuya c¨²spide est¨¢ el campe¨®n de 19 Grand Slams.
Derrot¨® Nadal a Denis Shapovalov por 6-3 y 7-6 (7) en 1h:54?y la Caja M¨¢gica explot¨®. Como lo hicieron Roberto Bautista, Pablo Carre?o, Feliciano L¨®pez y Marcel Granollers. Los cinco jugaron en Madrid. Unos tuvieron un papel dulce y otros ingrato. Pero juntos fueron m¨¢s fuertes alrededor del mito. No hizo falta el dobles tras el 2-0 a Canad¨¢. Espa?a es campeona ocho a?os despu¨¦s, tras los ¨¦xitos del 2000, 2004, 2008, 2009 y 2011. El mejor equipo del siglo XXI tiene un l¨ªder inigualable al frente.
La primera edici¨®n de las finales de Copa Davis bajo el formato del grupo Kosmos, que preside el futbolista del Barcelona y que reuni¨® a 18 pa¨ªses en Madrid, hizo honor a su lema de 'New era, same soul' (Nuevos tiempos, el mismo alma) porque, entre otras cosas, Nadal se empe?¨® en que fuese as¨ª. En que la ¨¦pica y el honor no desaparecieran. Es su quinta Davis (en la final de Mar del Plata no jug¨®, pero la ITF reconoce como campeones a todos los que participan en eliminatorias previas), igual n¨²mero que tiene ya Feliciano, tres suma Granollers y Bautista y Carre?o se estrenaron.
Mientras atronaban los acordes ¨¦picos del Carmina Burana, como en Gladiator, el equipo espa?ol sali¨® a la pista con Roberto Bautista en sus filas. El hombre que tuvo que dejar la Copa Davis hace tres d¨ªas por la muerte de su padre quer¨ªa acabar lo que empez¨® hace una semana. Y con ese deseo dio a Espa?a el primer punto de la final, al derrotar a Felix Auger-Aliassime por 7-6 (3) y 6-3 en 1h:49. Con el coraz¨®n encogido y la cabeza fr¨ªa. Echando paladas sobre un mal recuerdo para mirar hacia adelante, cerr¨® el partido, levant¨® su dedo ¨ªndice y la mirada al cielo y corri¨® a abrazarse con sus compa?eros. Liberado y feliz. "Hab¨ªa que dar la cara y un paso al frente, porque todo eran adversidades y me he sabido sobreponer", cont¨® luego emocionado. Esas adversidades eran, tambi¨¦n, las lesiones de Carre?o y Granollers.
Se puso frente a Auger-Aliassine, uno de esos NextGen que quieren tirar la puerta a sus 19 a?os y ya es 29 del mundo. El canadiense no hab¨ªa jugado en toda la semana, porque arrastraba molestias en el tobillo izquierdo. Pero hab¨ªa sido reemplazado con ¨¦xito por el sorprendente Vasek Pospisil (29 a?os y 150?), que no sali¨® pese a llegar a la final con el aval de haber ganado tres de sus cuatro individuales esta semana y tres dobles junto a Denis Shapovalov. Los canadienses hab¨ªan realizado todo el recorrido hacia su primera final con solo dos hombres.
Aliassime se vio delante de una Caja M¨¢gica que era una caldera, con solo un partido de Davis de experiencia, y Bautista tuvo paciencia para dejar que le fuera pesando (acab¨® con 45 errores no forzados). Neutraliz¨® una bola de break en el primer set, avanz¨® hasta el desempate y ah¨ª fue un cicl¨®n (7/3). Levant¨® los brazos, grit¨® "?Vamos!" y el p¨²blico le sigui¨®.
No perdi¨® la seriedad Bautista y, aprovechando el shock del joven Alisassime, logr¨® una rotura para 2-0 y para dispararse hacia el triunfo con drives que cortaban el aire e incursiones precisas en la red. El canadiense neutraliz¨® la ventaja, pero volvi¨® a perder su servicio. Era el d¨ªa de Bautista, no el suyo.
Lleg¨® el turno de Nadal, y de una historia conocida. Su 29? victoria seguida en individuales cay¨® ante Denis Shapovalov, 20 a?os y 15? del ranking y que le hab¨ªa ganado una vez.? Solo cometi¨® 14 errores no forzados. En el segundo set, el rubio nacido en Tel Aviv sac¨® su orgullo de futuro campe¨®n ante el n¨²mero uno, ya con s¨ªntomas l¨®gicos de cansancio. Tuvo dos bolas de break y levant¨® dos de partido en el desempate, procur¨¢ndose incluso una de set. El gigante la levant¨®. Y a la tercera fue la vencida. Shapovalov estrell¨® un resto en la red y Nadal se tir¨® al suelo, s¨ªntoma de triunfo grande. Como en los m¨¢s deseados. La angustia dio paso al disfrute. De su mano, claro. La Davis de Espa?a es su Davis. Con el coraz¨®n de Bautista.