Episodio oscuro entre Betis y Rayo
En 1978 se rechaz車 un intento de soborno de seis millones de pesetas por comprar el resultado del partido.
El 23 de abril de 1978, Betis y Rayo se enfrentaron en Sevilla a tres jornadas del final de la Liga. El Betis, a迆n campe車n vigente de Copa, estaba en riesgo de descenso. No as赤 el Rayo, que ese a?o se estren車 en Primera Divisi車n con una sensacional primera vuelta, que le vali車 el apodo de Matagigantes. En la segunda fue a menos, pero no pas車 problemas.
Las v赤speras estuvieron marcadas por rumores de primas del Espanyol y el Racing, tambi谷n en peligro, al Rayo. Lo normal en aquellos tiempos. El partido result車 feo y lo resolvi車 el Betis con un solo gol en el 72∩, obra de su delantero centro, Hugo Cabezas, rematando de cabeza en un bravo salto entre Tanco, Alc芍zar y Anero.
Un partido m芍s destinado en principio al olvido. Pero el mi谷rcoles se recibe en la Federaci車n una carta de Marcelino Gil, presidente del Rayo, en la que este solicita que se investigue un intento de compra del partido por parte del Betis. Se forma un gran esc芍ndalo y durante todo el mes de mayo se produce un goteo de comparecencias, declaraciones y careos en la vieja sede federativa de Alberto Bosch. Lo que unos dec赤an iba tirando de otros, como cerezas en el cesto, con unos fantasmales seis millones de pesetas como tel車n de fondo. En sucesivos d赤as fueron desfilando Marcelino Gil, N迆?ez Naranjo (presidente del Betis), los rayistas Ferm赤n, Rial, Alvarito, su entrenador, H谷ctor N迆?ez, y los b谷ticos Anzarda, Sabat谷 y Alabanda.
Los seis millones sal赤an de lo que los rayistas ten赤an como prima natural de su propio club por ganar, 45.000 pesetas, m芍s las 275.000 que ofrec赤an conjuntamente el Espanyol y el Racing. Esa cantidad, multiplicada por los 15 convocados, m芍s el masajista y el doble para el entrenador, daba los seis millones, redondeando. Y esa cantidad alguien habr赤a pretendido cambiarla de prima por ganar a prima por perder.
La investigaci車n estableci車 que tres horas antes del partido el rayista Rial llam車 al b谷tico Sabat谷, a迆n en el hotel de concentraci車n; Alabanda fue quien cogi車 el tel谷fono y se lo pas車 a Sabat谷, lo que le implicar赤a tangencialmente. Rial dir赤a luego que hab赤a hablado con Sabat谷 de cosas de la AFE, de las que ambos eran directivos, pero la investigaci車n concluy車 que le hab赤a explicado que ten赤an seis millones por ganar y que si el Betis les daba esa cantidad se dejar赤an vencer. Eso qued車 sin respuesta hasta el descanso del partido (iban 0-0), cuando el delegado del Rayo le dijo a Ferm赤n que el b谷tico Anzarda quer赤a hablar con 谷l (hab赤an sido compa?eros poco tiempo atr芍s en el Madrid).
Ferm赤n sali車 y Anzarda le dijo que estaban dispuestos a darles los seis millones si les dejaban ganar. Ferm赤n entr車 aturdido en el vestuario, le preguntaron y lo coment車. H谷ctor N迆?ez, que hab赤a gestionado las primas por ganar, se opuso. La conclusi車n final fue que el intento de soborno se rechaz車.
El asunto viene a ser una radiograf赤a perfecta del tipo de manejos que se daban en este tipo de partidos con desdichada frecuencia. Como eran dif赤ciles de probar, pues se basaba todo en testimonios y careos con versiones enfrentadas, se sol赤an dejar sin resolver. Pero aqu赤 la Federaci車n encontr車 un m車vil, la presencia en el origen del asunto de Rial y Sabat谷, ambos directivos de la AFE, el primero de ellos vicepresidente. La AFE llevaba poco tiempo de existencia y era muy combatida por Pablo Porta, presidente de la Federaci車n. Este suceso fue la ocasi車n ideal para desacreditar al joven sindicato, que por su parte abri車 a los dos implicados un expediente que se tom車 con calma.
El 8 de junio, el Comit谷 de Competici車n, tras deslizar el concepto de que no se pod赤a sancionar a los clubes sino a las personas implicadas, suspendi車 por ocho meses a Rial y a Anzarda, como sucesivos instigadores de intento fallido de compraventa del partido. Los dos cumplir赤an la sanci車n. Lo que no se investig車 fue de d車nde hubiera podido sacar esos seis millones Anzarda, pues eso hubiera implicado al Betis como club y N迆?ez Naranjo era miembro de la Federaci車n. Nadie podr赤a creer que los seis millones los pensaban poner los jugadores del Betis de su bolsillo, pero#
Marcelino Gil, molesto con todo, dimiti車. El Betis baj車, pese a esa victoria. N迆?ez Naranjo tambi谷n dimiti車, pero le convencieron para seguir, aunque s車lo un a?o m芍s. Rial y Anzarda volver赤an a jugar con sus clubes avanzada la temporada siguiente, una vez cumplidos los ocho meses.