Revelaci¨®n de Pep¨ªn y ocaso de Carmelo
En 1963, una derrota ante el Betis en San Mam¨¦s fue el ¨²ltimo partido del legendario portero vasco con el Athletic.
En el verano de 1963 el Betis intent¨® fichar a Carmelo, portero internacional del Athletic. De conseguirlo hubiera dejado en libertad a Pep¨ªn, cuyo 1,70 de estatura parec¨ªa muy poco para el puesto. Fichado de Las Palmas, llevaba dos a?os de suplente.
Pero no se dio, el nuevo entrenador, Balmanya, confi¨® en Pep¨ªn y el Betis empez¨® la temporada como una moto: 3-1 al Sevilla, 0-1 al Levante y 1-0 al Oviedo, siempre con Pep¨ªn destacado. Ahora, cuarta jornada, el Betis visitaba San Mam¨¦s donde el que estaba en apuros era Carmelo. El Athletic ven¨ªa de perder por 4-0 en Sarri¨¢ y en mala tarde del veterano portero. En Bilbao hab¨ªa nerviosismo, porque el gran equipo de los once aldeanos se iba esfumando: Ga¨ªnza retirado, Garay en el Bar?a, Maguregui en el Sevilla¡ Todos cumpl¨ªan a?os, aparec¨ªan caras nuevas y en cada posici¨®n se discut¨ªa entre el veterano y el joven. La Liga anterior el Athletic acab¨® d¨¦cimo y busc¨® remedio en Juanito Ochoa, un entrenador con dos medallas recientes: en la 61-62 ascendi¨® al Deportivo y en la 62-63 clasific¨® al Oviedo tercero.
Pero ahora estaba inc¨®modo, y as¨ª lo traslucen sus declaraciones de v¨ªsperas. Se queja de la intolerancia con los veteranos, de la impaciencia con los j¨®venes. Pide que San Mam¨¦s ayude, que d¨¦ respiro para ir modificando el equipo con calma. Carmelo estaba entre los discutidos por la presencia de Iribar, que el curso anterior solo hab¨ªa jugado dos partidos y medio por lesi¨®n del veterano, pero ya se present¨ªa su descomunal calidad. A sus 33 a?os, Carmelo daba por primera vez la impresi¨®n de estar nervioso.
Aquel 6 de octubre del 63 la gente fue mosca a San Mam¨¦s. Se discut¨ªa la alineaci¨®n en casi todos sus puestos. Que si Carmelo o Iribar, que si Echeberria o Etura, que si Iturriaga o Mauri, que si Artetxe o S¨¢ez, que si Arieta o Menchaca, que si Pl¨¢cido o Latorre. El Athletic y los equipos andaluces se ten¨ªan cierta inquina. Los del Sur acusaban al Athletic de encharcarles San Mam¨¦s, lo que era verdad; el Athletic acusaba a los del Sur de recibirle en campo sin regar en toda la semana, seco y pelado, y tambi¨¦n era verdad.
La perspectiva de recibir a un Betis tan en forma era inquietante. El partido empieza con el Betis agrupado atr¨¢s y en su primera salida, en el 6¡ä, un centro de Molina lo cabecea Ansola muy forzado; el bal¨®n sale en par¨¢bola, muy flojo, f¨¢cil para Carmelo, pero cuando este lo quiere blocar, una de sus manos choca con el poste y se cuela. Un regalo. Sigue atacando el Athletic, pero en el 35¡ä el ¨²nico c¨®rner del Betis en todo el partido acaba en un remate flojo de Pallar¨¦s que pilla despistado a Carmelo.
En el descanso los dos goles son la comidilla. La segunda mitad es pura ofensiva del Athletic, pero el peque?o Pep¨ªn se agiganta. Hace paradas extraordinarias y solo encaja un gol, obra de I?aki S¨¢ez tras un rechace tiro de Mauri. El Athletic ha lanzado 18 c¨®rners por uno del Betis, se ha jugado en el medio campo andaluz casi todo el partido, pero el resultado es de 1-2. El Betis regresa a Sevilla como l¨ªder consolidado y el Athletic queda antepen¨²ltimo. Para Carmelo ser¨¢ el fin en el Athletic tras 14 temporadas. El domingo siguiente jugar¨¢ Iribar en Mestalla y quedar¨¢ como titular para los restos.
Al final de la Liga Carmelo es traspasado al Espanyol, con el que ya jugar¨¢ la Copa. All¨ª a¨²n rendir¨¢ tres temporadas a muy bien nivel. Esa semana, el seleccionador, Villalonga, da lista para la vuelta de la eliminatoria en la Eurocopa frente a Irlanda del Norte. En la ida hemos empatado 1-1, hay que ganar all¨ª. Cita a tres porteros: Araquistain, Carmelo y Pep¨ªn, que a sus 31 a?os jam¨¢s hab¨ªa sido convocado. A Belfast solo viajan Araquistain, como anunciado titular, y Pep¨ªn. Pero el madridista sufre un tir¨®n la v¨ªspera, as¨ª que juega el b¨¦tico.
El partido es televisado y la afici¨®n mira con desconfianza a ese portero debutante y treinta?ero de estatura tan corta para un campo brit¨¢nico, donde se da por descontado que le llover¨¢n los centros altos y las cargas. Pero mantiene la puerta a cero con sus reflejos el¨¦ctricos y su valent¨ªa. Nos da el pase un solitario gol de Gento, en el 65¡ä, pero el h¨¦roe de la jornada fue Pep¨ªn. Solo jugar¨ªa un partido m¨¢s en la Selecci¨®n por la irrupci¨®n de Iribar, pero sin ¨¦l no hubi¨¦ramos pasado los octavos de final en aquella Eurocopa de 1964 que acabamos ganando con el gol de Marcelino.