El baloncesto tiene un plan
El mundo moderno nunca se ha enfrentado a un trance como el actual, por eso nadie tiene una f¨®rmula m¨¢gica para despertar de la pesadilla. Tampoco el deporte. Las ideas para salvar las competiciones brotan sin pausa, sin que una sola se haya destacado como infalible: puerta cerrada, sede ¨²nica, nuevos formatos, aplazamientos¡ Nada sirve de nada hasta que no se dicten las verdaderas reglas del juego, pero es l¨®gico que los organizadores dibujen distintos escenarios para intentar salvar sus eventos, su negocio y sus puestos de trabajo. El Tour se ha pospuesto dos meses, la Vuelta se ha ido al oto?o, el Masters de Augusta se celebrar¨¢ en noviembre... y la Final Four de balonmano se ha trasladado hoy mismo a diciembre. El deporte contin¨²a con su huida hacia delante, a la espera de que el incendio se apague.
El baloncesto tambi¨¦n se esmera en la b¨²squeda de una salida. El fantasma de la cancelaci¨®n planea sobre todo el deporte, hay que ser realista, pero la reanudaci¨®n es todav¨ªa el objetivo. Una Eurocopa y unos Juegos Ol¨ªmpicos se pueden cambiar de a?o, con muchos quebraderos de cabeza, pero se pueden. Los eventos estacionales est¨¢n m¨¢s acotados. Jordi Bertomeu, el jefe de la Euroliga, apunta finales de julio como l¨ªmite m¨¢ximo. En un plazo parecido se est¨¢n moviendo los proyectos de la ACB. A esto hay que a?adir una pretemporada de una veintena de d¨ªas para recuperar la forma, como recuerda Alfonso Reyes en nombre de los jugadores. Es evidente que los calendarios del basket, ya de por s¨ª apretados, no caben en ese horizonte. La Euroliga habl¨® hoy de una Final Eight que sustituya a la Final Four, ya sin liga regular, ni playoffs. La misma decisi¨®n que anunci¨® su detestada FIBA con la Champions, y similar a la alternativa que maneja la ACB. Todo en una sede, todos encerrados, sin p¨²blico¡ Y si la pandemia y la autoridad lo permiten. Hay que tener un plan. Por si el sem¨¢foro se abre.