Ferrari es la F1: ?qui¨¦n fue el famoso 'Commendatore'?
La historia de la m¨ªtica 'Scuderia' de Maranello, donde correr¨¢ Carlos Sainz desde 2021, es legendaria como la de su creador, Enzo Ferrari.
"Cuando usted compra un Ferrari s¨®lo est¨¢ pagando por el motor, el resto se lo doy gratis". Esta frase de Enzo Ferrari resume lo que representa su marca para la historia de la automoci¨®n y la competici¨®n. Ferrari es leyenda, mito, tradici¨®n, artesan¨ªa, simbolog¨ªa. Desde el Cavallino Rampante hasta la f¨¢brica de Maranello millones de fans por todo el mundo idolatran el sue?o del visionario nacido en M¨®dena que es la base de la F¨®rmula 1 y en la que aterrizar¨¢ Carlos Sainz en 2021. Nada ser¨ªa igual si ellos no estuvieran en el Mundial.
'Scuderia Ferrari' naci¨® oficialmente el 16 de noviembre de 1929 cuando un tribunal aprob¨® oficialmente el proyecto que Mario Tadini, Enzo Ferrari, Alfredo y Augusto Caniato y Ferruccio Testi, con la inclusi¨®n de Alfa Romeo y Pirelli, cerraron en el estudio del notario Alberto Della Fontana de M¨®dena. ?El objetivo? La compra de coches de carreras de la marca Alfa Romeo para participar en las carreras del calendario deportivo nacional y del calendario de la 'Associazione Nazionale Automobil Clubs'. Sin embargo, el g¨¦rmen de todo surgi¨® el 6 de septiembre de 1908 cuando un ni?o de diez a?os vio en directo la Coppa Fiorio, que se corr¨ªa cerca de Bolonia. Enzo empez¨® a so?ar ¨²nicamente con coches olvid¨¢ndose de su pasi¨®n por escribir o poer ser cantante de ¨®pera.
Antes de sus pinitos como piloto, Enzo fue enviado junto a su hermano Alfredino a cursar estudios en una escuela de ingenier¨ªa mec¨¢nica... y la Primera Guerra Mundial se cruz¨® de lleno. Perdi¨® en poco tiempo a su padre y a su hermano y la empresa familiar quebr¨® r¨¢pidamente. Enzo abandon¨® sus estudios y contrajo pleures¨ªa de la que incre¨ªblemente para la ¨¦poca logr¨® sobrevivir y recuperarse. Sin dinero, sin trabajo, sin familia y a¨²n muy mermado f¨ªsicamente viaj¨® a Tur¨ªn en busca de trabajo... viendo como Fiat, por ejemplo, lo rechazaba. Curiosidades de la vida. Enrolado en la empresa CMN su pasi¨®n no hab¨ªa decrecido y se compr¨® un viejo Alfa Romeo para competir en carreras. Sin resultados notables, salvo una notable actuaci¨®n en la 'Targa Florio' que le vali¨® para entrar en Alfa Romeo y alguna victoria local, Enzo Ferrari combin¨® su papel de piloto, con su rol de vendedor y t¨¦cnico de algunas estructuras de competici¨®n.
La uni¨®n de Ferrari con Alfa Romeo se trunc¨® y dio paso a separar caminos por la mala relaci¨®n personal entre Enzo Ferrari, por entonces ya responsable de competici¨®n, y su director t¨¦cnico Wifredo Ricart, ingeniero industrial espa?ol, una pareja que con la inestimable colaboraci¨®n del genial dise?ador Vittorio Jano ya hab¨ªan creado el m¨ªtico 'Alfetta', que lleg¨® a ganar 25 carreras seguidas, el primer gran premio de F1 y los dos primeros mundiales: en 1950 con Farina y en 1951 con Fangio. Precisamente un Ferrari no tom¨® parte en la carrera inicial de Silverstone en 1950 si no que debutaron en la siguiente en M¨®naco... para no abandonar jam¨¢s la F1 y ser el equipo referencia del campeonato con n¨²meros alucinantes: 16 t¨ªtulos de pilotos, 15 de constructores, 991 grandes premios disputados, 238 victorias, 228 poles, 770 podios, 254 vueltas r¨¢pidas, 84 dobletes o 15.124 vueltas liderandos carreras de F1.
"Yo no s¨¦ c¨®mo es el alma, pero si es que existe, los motores deben tener una porque se quejan, se desesperan, se rebelan y se comportan como ni?os a los que se forma, d¨ªa a d¨ªa", aseguraba el m¨ªtico 'Commendatore' un hombre de s¨ªmbolos y tradiciones que uni¨® su ¨¦xito en la competici¨®n con una vida marcada por las tragedias y las promesas cumplidas. Como aquella que le hizo cuando a¨²n era piloto a unos padres que lloraban la muerte de su hijo para homenajearlo recordando su emblema. Francesco Baraca, un famoso aviador italiano considerado un h¨¦roe en la I Guerra Mundial, hab¨ªa muerto en combate y sus progenitores se acercaron a Ferrari tras haber ganado ¨¦ste el Circuito del Savio en 1923. El conde Enrico Baraca le habl¨® de su hijo y volvieron a reunirse tiempo despu¨¦s, tambi¨¦n con la presencia de la madre del as transalpino de la aviaci¨®n, la condesa Paolina. En ese encuentro le dijo: "Sr. Ferrari, ponga en sus coches el Cavallino Rampante de mi hijo, le traer¨¢ suerte".
El caballo en cuesti¨®n estaba pintado en el fuselaje del caza del militar ca¨ªdo y era de color rojo sobre una nube blanca. Enzo Ferrari pens¨® que el tributo deb¨ªa abarca a todos los aviadores fallecidos en la Gran Guerra y lo pint¨® negro en se?al de luto a?adi¨¦ndole un fondo amarillo para recordar M¨®dena, su ciudad de nacimiento. El ¨²ltimo retoque fue hacer que la cola de su Cavallino apuntar¨¢ hacia arriba en se?al de buena suerte, mientras el de Baracca lo hac¨ªa hacia abajo. As¨ª naci¨® la se?al m¨¢s identificativa de la escuder¨ªa de Maranello, tanto para la competici¨®n como para los modelos de calle. El otro, el color. El rojo fue la tonalidad del coche ya que era el color asignado a Italia (tras renunciar EE UU y elegir el azul y blanco) para las carreras de automovilismo. Despu¨¦s, Enzo Ferrari, italiano de pura cepa quiso de nuevo enfatizar la alegor¨ªa y decidi¨® mantenerlo. Su escuder¨ªa llevar¨ªa sus coches con la tonalidad rojo corse, del que por cierto existen doce variedades y no una como cree la mayor¨ªa, ya que defend¨ªa la bandera de las franjas tricolores (verde, blanco y rojo).
Los coches fueron su vida, esa que le golpe¨® tanto y que dej¨® definitivamente tocada tras la muerte de su hijo Dino por una enfermedad a los 24 a?os y que le llev¨® a esconder su rostro ya para siempre tras unas gafas de cristales oscuros. A finales de los 60, la Scuderia Ferrari entra en crisis y comienza a pasar verdaderos apuros econ¨®micos. En 1969 se cierra el acuerdo con Fiat para mantener con vida la creaci¨®n de Enzo Ferrari.
El 14 de agosto de 1988 Enzo Ferrari muere debido a un fallo renal. Pese a todos los ¨¦xitos, Enzo dec¨ªa que era un grave error llamarle triunfador: "Durante mi vida lo he perdido todo: a mi mujer Laura, a mi hijo Dino, mi primera f¨¢brica, mi juventud, la pasi¨®n por las mujeres y muchas carreras, coches y pilotos¡±. Su legado en los deportivos de calle y en la F1 sigue muy vigente y formar parte de la historia de Ferrari es algo ¨²nico, un privilegio que Carlos Sainz ya empieza a paladear siguiendo el camino en el 'Gran Circo' que ya vivieron otros compatriotas como Alfonso de Portago y Fernando Alonso. Y h¨¦roes de la F1 como Ascari, Fangio, Hawthorn, Hill, Surtees, Lauda, Scheckter, Schumacher, Raikkonen o Vettel. Casi nada.