Song of Horror, an¨¢lisis. El terror permanente

El survival horror se caracteriza por recordar al jugador su vulnerabilidad. A diferencia de t¨ªtulos de acci¨®n como Doom, la supervivencia aplicada al miedo nos recuerda que no somos un militar entrenado con un arsenal preparado para la batalla. En este g¨¦nero, volvemos a ser fr¨¢giles y humanos, con herramientas escasas y en una situaci¨®n de inferioridad muy descompensada en frente a una amenaza sobrenatural e incontrolable. As¨ª, Silent Hill nos transmit¨ªa constantemente que no era posible una escapatoria real del pueblo maldito y Resident Evil, antes de derivar a la acci¨®n cl¨¢sica, nos manten¨ªa a raya con un inventario escueto y recursos tan m¨ªnimos como vitales para sobrevivir a los peligros de Raccoon City. Inspirado en dos sagas que hicieron historia en el g¨¦nero de terror, Song of Horror, de Protocol Games y Raiser Games,?propone una aventura escalofriante, con mec¨¢nicas muy originales y una sensaci¨®n de angustia incesante gracias a la inteligencia artificial adaptativa. Desde el pasado mayo, tenemos la Complete Edition que incluye los 5 episodios para PC Windows.

Con la mirada puesta en los cl¨¢sicos

El estudio espa?ol Protocol Games no s¨®lo parte de los ingredientes b¨¢sicos que hicieron de Silent Hill y Resident Evil tan especiales en el medio, sino que ha logrado encontrar su identidad propia, m¨¢s all¨¢ de los gui?os ocasionales a otras obras y sin renunciar a los preceptos cl¨¢sicos del g¨¦nero. Song of Horror se trata de un t¨ªtulo que nos mantiene en una angustia constante, donde tememos a cada paso gracias a la inteligencia artificial adaptativa. Cada episodio comprende un escenario diferente, en el que nuestro protagonista ir¨¢ en pos del misterio oculto tras una canci¨®n maldita que ha condenado a todo quien la escucha. Mediante la exploraci¨®n y resoluci¨®n de puzles, iremos desvelando el enigma que envuelve la desgraciada melod¨ªa y sus v¨ªctimas, pero contaremos con un peligroso enemigo: la Presencia. Este ente acechar¨¢ al jugador y planear¨¢ sus ataques en funci¨®n de su comportamiento, de tal modo que en cada partida sufriremos sustos diferentes y nos enfrentaremos a ella en momentos distintos. As¨ª, procuraremos ir con mucho cuidado mientras no cesar¨¢ la alerta de que nos tropecemos con una situaci¨®n desagradable.

El manejo, acorde con la c¨¢mara, ser¨¢ el estilo tanque que conocimos en los Resident Evil cl¨¢sicos y que puede resultar algo obsoleto para algunos usuarios, La exploraci¨®n de los escenarios requerir¨¢ gran atenci¨®n, puesto que deberemos iluminar con nuestra fuente de luz (vela, mechero, etc.) las partes de nuestro entorno para encontrar pistas y objetos imprescindibles a la hora de resolver puzles. En cuanto a la dificultad de ¨¦stos, algunos de ¨¦stos pueden resultar algo enrevesados, si bien otros s¨ª ofrecen un desaf¨ªo justo. Cada uno de los personajes, adem¨¢s, ofrecer¨¢ una perspectiva ¨²nica con sus comentarios en relaci¨®n al avance de la historia: as¨ª Sophie recordar¨¢ su relaci¨®n con Daniel, uno de los protagonistas clave; mientras que Alexander podr¨¢ leer los testimonios en ruso de su esposa. A su vez, cada personaje posee una serie de caracter¨ªsticas que le dar¨¢ ventajas e inconvenientes en su recorrido. No obstante, tal vez la narrativa sea el punto m¨¢s flojo del juego; el desarrollo de los acontecimientos y la investigaci¨®n de la canci¨®n maldita puede resultar muy lenta, con ciertos agujeros de coherencia y con algunos giros de gui¨®n un tanto predecibles para los amantes del terror. Asimismo, si bien cada episodio puede durar unas 3-4 horas, nuestra partida se prolongar¨¢ mucho debido a las veces que perdamos a nuestros personajes ¡ªcon un muy posible total party kill¡ª, bien sea por haber ca¨ªdo v¨ªctimas de la Presencia o tomar la elecci¨®n equivocada.

La fragilidad contra el terror inconmesurable

Porque, ?qu¨¦ es lo peor que pueda sucedernos durante la partida? La Presencia puede asustarnos con alg¨²n suceso que no tenga m¨¢s consecuencias que desestabilizar a nuestro personaje y causarnos un vuelco al coraz¨®n. Pero cuando realmente debemos temer su manifestaci¨®n es cuando nos ataca directamente, dando paso a unos de los minijuegos que deberemos completar para mantenerla a raya. La variedad de dichos encuentros se ir¨¢ completando a medida que progresemos en los cap¨ªtulos del juego, que ir¨¢n a?adiendo frescura a la partida. Bloquear una puerta por la que intenta acceder, escondernos de una persecuci¨®n y calmar nuestros latidos, aguantar la respiraci¨®n hasta que un monstruo de o¨ªdo agudizado desaparezca, disipar las apariciones mediante la luz dirigida por un espejo y algunos acontecimientos exclusivos de alg¨²n episodio. Sobre ¨¦stos, se requieren habilidades como sincronizaci¨®n y rapidez de reflejos que se pondr¨¢n a prueba junto con nuestros nervios, puesto que en cada encuentro con la Presencia nos arriesgamos a perder a nuestro protagonista y, en algunos casos, perder todo el progreso del cap¨ªtulo. Por otro lado, algunos de los minijuegos resultan poco intuitivos, como el de El Silencio, en el que la gu¨ªa visual no siempre corresponde con las acciones requeridas.

A estos encuentros se suma una mec¨¢nica muy original y que evitar¨¢ que nos precipitemos durante nuestra exploraci¨®n: la escucha a trav¨¦s de las puertas. Antes de cruzar a otra estancia, se nos ofrecer¨¢ la opci¨®n de escuchar qu¨¦ hay al otro lado: si s¨®lo nos responde el silencio, sabremos que no hay peligro, en cambio, un llanto, risa o cualquier otro ruido sospechoso es el anuncio de una muerte segura si la curiosidad acaba venciendo a la prudencia. Por otro lado, tambi¨¦n afrontaremos decisiones sobre si investigar alg¨²n elemento del escenario m¨¢s a fondo, lo cual puede tener dos resultados: progresar en la investigaci¨®n o morir en el acto. En este ¨²ltimo apartado, se echan en falta m¨¢s pistas para poder dar con la respuesta correcta sin tener que sacrificar a un personaje o la propia partida.

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El terror primordial, el m¨¢s efectivo

El terror de Song of Horror es un tejido compuesto por diferentes caracter¨ªsticas, de las cuales cada una mantiene un rol importante. La ya mencionada incertidumbre va ligada a la muerte permanente de los personajes disponibles en cada episodio; fracasar en un minijuego o tomar una decisi¨®n incorrecta supone la p¨¦rdida de nuestro protagonista, con lo que deberemos proseguir con otro. En caso de perder a todos los personajes, deberemos iniciar el cap¨ªtulo desde el principio. Guardar la partida no ser¨¢ una salvaci¨®n, puesto que al grabar saldremos del juego inmediatamente, con no podremos contar con el recurso f¨¢cil de cargar si algo va mal. No obstante, el modo ETA Hoffmann ofrece la posibilidad de reiniciar la partida desde el ¨²ltimo punto de control sin perder a nuestro personaje, lo cual ofrece una experiencia m¨¢s relajada a los jugadores m¨¢s aprensivos.

Asimismo, Song of Horror recurre a los miedos m¨¢s primordiales y sencillos para crear una atm¨®sfera de terror psicol¨®gico excelente. Sin recurrir al gore ni al efectismo, nos encontramos ante un t¨ªtulo en el que cada decisi¨®n de su ambientaci¨®n es todo un acierto: ausencia de iluminaci¨®n, gr¨¢ficos preciosistas y en tonos apagados, la soledad casi absoluta, la vulnerabilidad ante un peligro mayor; la c¨¢mara fija y sus inteligentes planos y una excelente banda sonora que infunde el suspense en cada tema. El imaginario de los monstruos a los que nos enfrentamos no es lo m¨¢s grotesco que hemos visto en el medio, pero tampoco lo necesita, puesto que la insinuaci¨®n al estilo lovecraftiano mantiene muy bien el equilibrio entre lo expl¨ªcito y lo oculto.

En conclusi¨®n, Song of Horror es consciente de las obras que han inspirado tanto su sistema de juego, como ambientaci¨®n e historia, y hace part¨ªcipe de ello al jugador. Y, a pesar de ello, ha sabido encontrar una identidad propia que lo convierte en un t¨ªtulo inolvidable con el que no deberemos bajar la guardia ni un instante, y que nos dejar¨¢ con un escalofr¨ªo que perdurar¨¢ tiempo despu¨¦s de apagar el PC.

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