An¨¢lisis de Los Pitufos: Dreams, el mejor videojuego de ¡®Los Pitufos¡¯ de la historia

Los c¨¦lebres Pitufos, los simp¨¢ticos y diminutos personajes fant¨¢sticos creados por Peyo a finales de los a?os 50, llevan pr¨¢cticamente desde los inicios de la industria del videojuego protagonizando infinidad de t¨ªtulos, a trav¨¦s de todas las ¨¦pocas y sistemas. Juegos que no han disfrutado de la mejor calidad en sus diferentes g¨¦neros -principalmente plataformas- en comparaci¨®n a otras adaptaciones de franquicias infantiles, ya sean de c¨®mic o dibujos animados. Sin embargo, ha tenido que llegar Ocellus Studio, creadores del m¨¢s que recomendable Marsupilami: Hoobadventure, para elevar a Pap¨¢ Pitufo y compa?¨ªa al lugar que merec¨ªan en el sector, d¨¢ndonos junto a Microids -editora que lleva a?os publicando t¨ªtulos m¨¢s o menos pitufantes como Los Pitufos: Operaci¨®n Vilhoja o el m¨¢s reciente Los Pitufos: Village Party- el mejor videojuego basado en ¡®Los Pitufos¡¯ de la historia reciente.

La aventura m¨¢s pitufante de ¡®Los Pitufos¡¯ para PC y consolas

?Qu¨¦ ofrece Los Pitufos: Dreams para que seamos tan cristalinos en nuestra afirmaci¨®n? Una aventura de plataformas 3D de las que apetece jugar y jugar hasta descubrir todos sus secretos. Un t¨ªtulo agradable, que se controla fant¨¢sticamente y suficientemente variado e imaginativo como para engancharnos de principio a fin. Y si sumamos a la f¨®rmula un modo cooperativo local para dos jugadores, tenemos como resultado el mejor juego basado en ¡®Los Pitufos¡¯ hasta el momento. De alg¨²n modo, estamos ante un Super Mario 3D World o Sackboy: Una aventura a lo grande en clave pitufante -salvando las distancias, por supuesto- que se disfruta gracias a su buen ritmo, vistosa puesta en escena y controles depurados. Y esto es todo lo que pedimos a una propuesta como esta; ni m¨¢s ni menos.

La trama est¨¢ sorprendentemente justificada con su llamativa e imaginativa direcci¨®n art¨ªstica, a trav¨¦s de la cual visitaremos los mundos de los sue?os de nuestros diminutos amigos y vecinos. Tanto es as¨ª, que Gargamel ha urdido un plan con el que dormir a toda la aldea de los Pitufos, para as¨ª capturarlos sin mayor preocupaci¨®n. En la piel de un valiente Pitufo o Pitufa, debemos viajar al mundo de los sue?os de los entra?ables seres azules para despertarlos ante la inminente llegada del villano. A partir de aqu¨ª se suceder¨¢n una serie de niveles de lo m¨¢s atractivos, desde un mundo basado en pasteles y chucher¨ªas a otro m¨¢s lujoso basado en espejos; y as¨ª a trav¨¦s de diferentes ambientaciones con sus propias mec¨¢nicas y tipos de plataformas, basadas en los gustos de los propios Pitufos.

La aventura se desarrolla a trav¨¦s de peque?os mapas interconectados con los m¨¢s variados saltos, plataforma, enemigos, coleccionables y secretos por descubrir, todo ello a trav¨¦s de un tono muy ligero y poco exigente en comparaci¨®n a otras propuestas m¨¢s duras. Desde luego, la dificultad no es su punto fuerte -a excepci¨®n de un ¨²ltimo mundo m¨¢s dif¨ªcil, especialmente para jugadores no muy expertos en la materia- y se deja jugar y superar de la forma m¨¢s amena que nos podamos imaginar. En esta ocasi¨®n vale la pena repetir los niveles para hacernos con todos los coleccionables o superar ciertos desaf¨ªos para hacernos con todos los trofeos.

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Se trata de un t¨ªtulo muy recomendable para jugar en modo cooperativo entre padres e hijos, la excusa perfecta para que los m¨¢s peque?os de la casa se inicien de la mejor forma en los plataformas 3D. El control es directo y responde a las mil maravillas; podemos mantener el bot¨®n de esprintar constantemente para movernos de forma incluso m¨¢s ¨¢gil, aunque tendremos que lidiar, eso s¨ª, con unas inercias un tanto exageradas. M¨¢s all¨¢ de esta peculiaridad, tenemos la opci¨®n de sostener unos instantes el salto en el aire, as¨ª como crear una burbuja para flotar durante unos segundos y tratar de llegar m¨¢s lejos con una suerte de dash. Por otro lado, podemos manipular ciertos objetos del escenario como rampas, plataformas o tachuelas para abrirnos paso entre enemigos que, eso s¨ª, se repiten m¨¢s de lo deseado durante este viaje de ensue?o.

Aunque otra de las mec¨¢nicas m¨¢s atractivas y que aportan variedad al conjunto son los gadgets que podemos usar en diferentes niveles, tales como un martillo con el que golpear enemigos y estructuras -las cuales tambi¨¦n podemos reconstruir seg¨²n convenga- o un farol con el que iluminar plataformas que desaparecer¨¢n ante nuestros ojos o aparecer¨¢n bajo su influencia. Todo ello hace que Los Pitufos: Dreams disfrute de un desarrollo sorprendentemente variado -mucho m¨¢s de lo esperado- y que en muchos casos suponga un reto considerable superar ciertos segmentos. Adem¨¢s, tambi¨¦n podemos recoger llaves para abrir ciertas cerraduras o frutas para lanzar a nuestros enemigos, adem¨¢s de descubrir el acceso a fases secretas o bonus. Como a?adido, la personalidad collectathon se deja notar a trav¨¦s de los centenares de bayas que podemos recoger en cada nivel y que servir¨¢n para desbloquear, por ejemplo, nuevos atuendos.

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Eso s¨ª, a pesar de que el avance es bastante sencillo y directo, en algunas ocasiones nos podemos encontrar en mitad de un nivel sin saber muy bien qu¨¦ hacer o hacia d¨®nde ir, aunque a poco que exploremos y dediquemos algo de tiempo a visitar todas las esquinas de un nivel, r¨¢pidamente recuperaremos la senda correcta. En este sentido, los checkpoints est¨¢n bien repartidos y nos obligar¨¢n a hacer bien las cosas para llegar al siguiente sin perder los dos corazones vitales de nuestro Pitufo. Cabe destacar que la c¨¢mara es siempre fija, por lo que no hay libertad para moverla a nuestro antojo; por otro lado, cada mundo tiene su propio jefe final que sigue la tem¨¢tica del mismo, aunque tampoco son nada del otro mundo, especialmente a nivel de desaf¨ªo.

El vistoso universo on¨ªrico de ¡®Los Pitufos¡¯

A pesar de ser un t¨ªtulo m¨¢s peque?ito a todos los niveles en comparaci¨®n a los grandes referentes del g¨¦nero, Los Pitufos: Dreams logra sorprender tambi¨¦n en su puesta en escena. Los niveles est¨¢n bien detallados, son coloridos y apuestan por elementos de lo m¨¢s variados sin caer en la reiteraci¨®n visual m¨¢s de lo necesario. Adem¨¢s, Ocellus Studio ha apostado por un gran n¨²mero de animaciones para los personajes; y est¨¢n a un gran nivel, todo sea dicho. Sin embargo, el aspecto sonoro no est¨¢ tan cuidado, con efectos solo pasables y melod¨ªas que, si bien recuerdan a los temas cl¨¢sicos de ¡®Los Pitufos¡¯, pasan algo desapercibidas, sin que nos queden en la memoria para despu¨¦s tatarearlas; aun as¨ª, no se hacen pesadas. Los textos, por su parte, est¨¢n convenientemente localizados al castellano.

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