The Plane Effect
The Plane Effect, an¨¢lisis. Bajo el yugo del sistema
Una aventura dist¨®pica con puzles en la que un oficinista trata de llegar a su hogar bajo una amenaza c¨®smica. Analizamos esta curiosa propuesta indie.
El panorama independiente recib¨ªa en septiembre del pasado a?o una curiosa propuesta con The Plane Effect, una aventura dist¨®pica en vista isom¨¦trica que basa su potencial en su narrativa, sus mec¨¢nicas con continuos rompecabezas y una puesta en escena opresiva de gran personalidad. Tras su lanzamiento original en PC, PS5, Xbox Series X|S y Nintendo Switch, daba el salto el pasado mes de diciembre a las dos plataformas que faltaban, es decir, PS4 y Xbox One. Con el juego ya presente en todas las tiendas digitales de plataformas actuales, analizamos tan particular videojuego a cargo de los italianos Innovina junto a StudioKiku y bajo el paraguas de la editora PQube. Es hora de volver a casa...
Un dist¨®pico viaje por el surrealismo
En esencia, The Plane Effect es una aventura narrativa en vista isom¨¦trica con continuos rompecabezas, algunos m¨¢s sencillos y evidentes, otros m¨¢s rebuscados y peliagudos, que de alg¨²n modo rinde homenaje a los cl¨¢sicos t¨ªtulos point-and-click por el modo de interactuar con objetos y entorno, aunque sin ning¨²n tipo de inventario de por medio. El ritmo tambi¨¦n es m¨¢s din¨¢mico, con fases que se suceden tras unos pocos minutos si vamos a lo que vamos, es decir, sin explorar demasiado los entornos; aunque otros cap¨ªtulos se alargar¨¢n notablemente, ya sea por su propio desarrollo narrativo o por presentar tramos de habilidad no del todo bien resueltos. Sea como fuere, lo nuevo de Innovina y StudioKiku apuesta por sucesivos puzles y una ambientaci¨®n atmosf¨¦rica para contarnos una historia dist¨®pica, todo hay que decirlo, algo difusa en la que nuestro esbelto protagonista, un oficinista solitario llamado Solo, debe llegar a su hogar desde su puesto de trabajo mientras una especie de fen¨®meno c¨®smico amenaza la propia existencia.
Desde luego, por el propio planteamiento del juego, estamos ante una propuesta muy personal que se centra totalmente en su propio modo de contar una historia al jugador y que este se sienta part¨ªcipe. Y en este sentido, especialmente gracias a su apuesta audiovisual y una trama tan surrealista como misteriosa y opresiva, lo consigue, aunque con matices. Pero empecemos por su peculiar jugabilidad y su integraci¨®n con su puesta en escena. Y es que The Plane Effect introduce al jugador en un universo triste, melanc¨®lico, incluso inquietante, con una paleta de colores apagada, potenciando las escalas de grises y los claroscuros con ciertos elementos en tonos m¨¢s llamativos. Aunque pronto daremos el ¡°salto¡± a otros entornos mucho m¨¢s coloridos e inesperados, sin desvelar m¨¢s de lo necesario.
Como decimos, los niveles o fases son entornos cerrados en los que resolver unos pocos puzles; no esper¨¦is grandes entornos abiertos, todo en The Plane Effect es opresi¨®n y subyugaci¨®n a un sistema que parece no tener respeto alguno por las libertades individuales o la propia vida humana. Y es que a medida que avancemos nos encontraremos con situaciones decididamente crueles en entornos propios de las pesadillas dist¨®picas m¨¢s turbadoras. No os dej¨¦is enga?ar por el aparente dise?o afable de los personajes y el mundo a su alrededor, pr¨¢cticamente lowpoly; si un robot decide matarnos por cruzar la calle en rojo, lo har¨¢.
The Plane Effect presenta al jugador un mundo fr¨ªo y extra?o, en el que no parece haber vida m¨¢s all¨¢ de la presencia de Solo, nuestro sufrido protagonista. Y es que tras salir de la oficina en su ¨²ltimo d¨ªa de trabajo, iniciaremos una odisea que se volver¨¢ cada vez m¨¢s retorcida y oscura. El mundo a nuestro alrededor parece estar muerto a pesar de las luces, los coches y los robots con los que nos cruzaremos en nuestro camino. Y es precisamente toda esta opresi¨®n que logra transmitir al jugador el aspecto m¨¢s acertado del t¨ªtulo, incluyendo varios giros con los que tendremos que lidiar mientras avanzamos en tan arduo periplo.
Una caracter¨ªstica que tiene mucho que decir en la personalidad de The Plane Effect es su aspecto sonoro, desde los efectos de sonido a unos sutiles temas que encajan muy bien con el desarrollo de las diferentes situaciones. Sus responsables han logrado potenciar la ambientaci¨®n con toda clase de ruidos atmosf¨¦ricos, que se complementan muy bien con una serie de notas que dan un toque misterioso y, cuando es necesario, estimulante.
Si prestamos atenci¨®n al verdadero eje central de su jugabilidad, los rompecabezas, nos encontramos con un sistema que requiere de nuestra m¨¢xima atenci¨®n para detectar elementos clave con los que interactuar y dar con su utilidad. Y es precisamente su dise?o art¨ªstico el que nos pondr¨¢ contra las cuerdas en no pocas ocasiones; tanto es as¨ª, que los objetos que podemos coger o activar est¨¢n totalmente integrados con los escenarios, lo que supone un desaf¨ªo extra para el jugador. Esto nos lleva a que el usuario medio se atasque ante resoluciones de puzles casi hilarantes y sin ning¨²n tipo de l¨®gica.
Por suerte, aquellos que quieran pasar de puntillas por el desaf¨ªo que supone The Plane Effect pueden optar por activar dos niveles de asistencia; as¨ª, si vemos que jugando en modo est¨¢ndar no logramos avanzar o tardamos demasiado en resolver los continuos puzles, es posible contar con la ayuda de los modos asistidos, uno de ellos mostrando iconos de acci¨®n sobre objetos clave al acercarnos a ellos y otro a?adiendo l¨ªneas de recorrido hasta los mismos para facilitarnos las cosas al m¨¢ximo. Eso s¨ª, si decidimos contar con estas asistencias nos perderemos buena parte de la gracia del juego, dando lugar a una simple historia narrativa sin apenas dificultad. Con todo, The Plane Effect no termina de encajar sus puzles con los entornos, confundiendo al jugador sobre c¨®mo funciona su particular universo.
El control de Solo es algo tosco a pesar de que podemos interactuar con los objetos de los puzles con relativa facilidad; y decimos ¡°relativa¡± porque en muchas ocasiones debemos situarnos en el punto exacto para activar un objeto u otro elemento, algo que puede resultar algo molesto, incluso contando con las mencionadas asistencias. Aun as¨ª, el personaje se muestra ¨¢gil e incluso podemos esprintar para movernos m¨¢s r¨¢pidamente por los escenarios o dar peque?os saltos para llegar a un objeto inalcanzable o movernos m¨¢s r¨¢pidamente por determinadas zonas pantanosas... y letales. Por desgracia, la experiencia de juego se ve lastrada en secciones de plataformas y otras que requieren de habilidad, precisamente, por un control que no termina de responder como uno esperar¨ªa. Ello dar¨¢ lugar a situaciones extenuantes en las que repetir una misma secci¨®n una y otra y otra vez.
Conclusi¨®n
The Plane Effect va dirigido a un p¨²blico muy concreto que busca experiencias diferentes, breves e impactantes, a trav¨¦s de un planteamiento muy personal, tanto por su puesta en escena como por sus diferentes mec¨¢nicas. El principal escollo con el que nos damos de bruces llega a trav¨¦s de los propios rompecabezas, muchos de los cuales se abordan sin demasiada gracia, y por secciones de plataformas y habilidad en los que sufrimos m¨¢s de lo que cabr¨ªa esperar debido a un control tosco y poco preciso. Aun as¨ª, el t¨ªtulo trata tem¨¢ticas que resultan interesantes de explorar, desde la esclavitud del propio sistema frente al individuo a las enfermedades mentales que ello provoca, todo a trav¨¦s del prisma del surrealismo del que se sirve el juego (tanto a nivel art¨ªstico como narrativo) para poner en pantalla universos tan extra?os como inesperados.
Lo mejor
- Vertiente art¨ªstica encomiable
- Su misteriosa trama invita a seguir adelante
- Inmersi¨®n que se apoya en el surrealismo
Lo peor
- Control tosco e impreciso que puede llegar a desesperar
- Secciones de plataformas y habilidad que no est¨¢n a la altura
- Irregular en el planteamiento de ciertos desaf¨ªos
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.