Vigil: The Longest Night
- PlataformaPS47XBO7NSW7PC7
- G¨¦neroPlataformas, Acci¨®n
- DesarrolladorGlass Heart Games
- Lanzamiento14/10/2020
- EditorAnother Indie
Vigil: The Longest Night, an¨¢lisis. Un nuevo Souls en 2D
Analizamos el primer juego de Glass Heart Games, un heredero de Salt and Sanctuary que tiene forma de metroidvania, alma de Souls y gui?os a Lovecraft.
M¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s de su nacimiento, el g¨¦nero Souls ha demostrado tener muy buenas alternativas a la r¨²brica de sus creadores. El reinado de Miyazaki y From Software est¨¢ lejos de acabar, pero bajo su amparo hemos disfrutado de juegos notables como Ashen, Nioh, Remnant: From the Ashes y The Surge. Ha aparecido incluso una segunda rama dentro de la familia que ha llevado su propuesta a las dos dimensiones. Una evoluci¨®n inesperada, pero que curiosamente nos ha deparado algunos de los mejores herederos de su legado, como Hollow Knight y Salt & Sanctuary. El primero de ellos, sin ir m¨¢s lejos, calific¨® sexto en nuestro Top 10 de ¡°los mejores juegos tipo Dark Souls¡±. Ambos t¨ªtulos sirven de referencia a Vigil: The Longest Night, protagonista del an¨¢lisis de hoy. Un nuevo metroidvania que viene a engrosar las filas de este ¡°subg¨¦nero del subg¨¦nero¡± y que vuelve a reivindicar el scroll lateral dentro de la factor¨ªa Souls.
Salt & Sanctuary, su referente
Vigil: The Longest Night es el primer juego de Glass Heart Games, un peque?o estudio indie que procede de Taiw¨¢n y se fund¨® all¨¢ por 2016. Pero sus humildes or¨ªgenes, su presupuesto y su evidente falta de experiencia no sirven como excusa. El mayor referente del t¨ªtulo es Salt & Sanctuary, al que mencionan en todas sus notas de prensa y con el que incluso hay anunciado un curioso crossover. Teniendo en cuenta que aquel fue desarrollado por apenas dos personas, los n¨²meros no tendr¨ªan que servir como pretexto en esta ocasi¨®n. El objetivo debiera ser ofrecer una experiencia tan especial como la que nos brind¨® el matrimonio Silva, al que premiamos con un 9 en el an¨¢lisis de MeriStation. Y siendo sinceros, lo cierto es que Vigil: The Longest Night no lo consigue. Es menos ambicioso y mucho m¨¢s simple. Resulta menos inspirado y m¨¢s corto y guiado de lo habitual. Pero con todo, el t¨ªtulo ha salido bueno y garantiza decenas de monstruos, centenares de muertes y miles de combates de parrys y timing pefecto. Adem¨¢s lo adereza con una historia interesante y un mundo salido de las pesadillas de Lovecraft.
Quiz¨¢s su mayor defecto sea la paciencia que exige al usuario y la cantidad de veces que obliga a hacer la vista gorda. Y no nos referimos a su dificultad, ni a su curva de aprendizaje, sino a un c¨²mulo de problemas ajenos a lo jugable, pero capaces de echar para atr¨¢s a cualquiera. Ya no se trata solo de la falta de traducci¨®n. Ya no es que traiga subt¨ªtulos en m¨¢s de nueve idiomas diferentes y ninguno sea el castellano. Podemos aceptar que venga en completo ingl¨¦s. Tambi¨¦n podemos lidiar con los tiempos de carga. Son muchos ¡ªmuch¨ªsimos¡ª, est¨¢n presentes cada dos por tres y encima son largos. Pero bueno, seguimos adelante a¨²n teniendo que esperar, desconectar de su mundo y echar un vistazo al m¨®vil a cada rato. Tampoco es cuesti¨®n de quejarse de ese ¡°prol¨®go¡± de tres, cuatro horas bastante lineal y sencillo. No pasa nada porque el t¨ªtulo tarde en explotar. Hasta aceptamos que la aplicaci¨®n pueda colgarse y cerrarse con frecuencia, expuls¨¢ndonos al men¨² y echando por la borda nuestra ¨²ltima hora de juego (o m¨¢s). No es nada de eso... y al mismo tiempo es todo eso a la vez. A d¨ªa de hoy, Vigil: The Longest Night no se esfuerza por gustarnos y necesita un par de actualizaciones como m¨ªnimo. Para llegar a disfrutarlo exige que insistamos, que le concedamos varias licencias y traguemos con problemas relativamente gordos.
Si seguimos rascando y picando piedra acabaremos por encontrar un mineral que a lo mejor no es diamante, pero desde luego tampoco es carb¨®n. Porque Vigil: The Longest Night tiene sus aciertos, como esa ambientaci¨®n a caballo entre la obra de Lovecraft y los relatos y leyendas de la cultura taiwanesa. Sus creadores nos proponen recorrer un mundo realista, oscuro y delirante que retratan a la perfecci¨®n a trav¨¦s de un estilo art¨ªstico muy especial e inspirado seg¨²n ellos ¡°en el arte del corte de papel chino¡±. Nosotros no le vemos la relaci¨®n, pero es igual, el resultado son un pu?ado de escenarios preciosos y un repertorio de monstruos enorme, con sobrecogedores jefes finales. Adem¨¢s est¨¢n bien acompa?ados gracias a las melod¨ªas compuestas por Valjakka, cantante y guitarrista principal de Whispered, un conocido grupo fin¨¦s de ¡°death metal mel¨®dico¡±. Gr¨¢ficamente podr¨ªa dar bastante m¨¢s de s¨ª (animaciones, nivel de detalle, efectos, rendimiento, etc.), pero su ambientaci¨®n, m¨²sica y bestiario suplen las carencias.
Perdidos en una pesadillas de Lovecraft
La historia de Vigil: The Longest Night tambi¨¦n resulta sorprendentemente atractiva en un g¨¦nero que acostumbra a apostarlo todo a su lore. El juego nos pone en la piel de Leila, una vigilante (o lo que es lo mismo, una cazadora de monstruos) que retorna a Maye, su pueblo natal, para la celebraci¨®n del llamado Shimmerless Day (¡°D¨ªa sin brillo¡±), fecha que conmemora la maldici¨®n que pesa sobre su mundo, condenado a una noche eterna. All¨ª espera encontrarse con Daisy, hermana peque?a a la que no ve desde hace a?os, cuando parti¨® para completar la formaci¨®n de vigilante. Sin embargo, a su llegada Daisy no aparece por ning¨²n lado y Leila pronto descubre que han empezado a desaparecer varias personas del pueblo, as¨ª que se pone manos a la obra y parte en su b¨²squeda. ?Qu¨¦ ha sido de las personas desaparecidas? ?De d¨®nde sale esa nueva plaga de monstruos que asola las inmediaciones de Maye? Es una trama sencilla que no inventa la rueda, pero que va volvi¨¦ndose cada vez m¨¢s retorcida, macabra y deprimente. Incluye saltos temporales, sorpresas y cambia en funci¨®n de las misiones secundarias que hacemos y de las decisiones que tomamos durante las mismas. Aunque para nuestro gusto el final es demasiado ambiguo e ¡°interpr¨¦talo como veas¡±, cuenta con varios desenlaces y sus dos primeros tramos enganchan, sobre todo con la irrupci¨®n del forofismo religioso, las plagas y las entidades sobrenaturales que trazan el destino del mundo y juegan con nosotros. Es gracioso ir viendo c¨®mo afectan nuestras acciones y despierta nuestra curiosidad con sus preguntas. A ella hay que sum¨¢rle un lore con reminiscencias a Bloodborne y el resultado es claro, atrapa.
Duraci¨®n y dificultad
A nosotros, superar el juego nos ha llevado en torno a las 15 horas en dificultad normal y completando la mayor parte de las secundarias. Pero lo m¨¢s importante es que nos ha dejado con ganas de una segunda vuelta en la que actuemos distinto, apreciemos mejor ciertos detalles argumentales y terminemos las misiones que quedaron en el tintero. Adem¨¢s, algunas secundarias y los mejores objetos del juego no se pueden conseguir hasta una segunda vuelta, ya con m¨¢s dinero acumulado. En cuanto al grado de dificultad, Vigil: The Longest Night resulta accesible en dificultad normal, pero tambi¨¦n desafiante y satisfactorio. De sus niveles solo el ¨²ltimo nos ha parecido realmente complicado, pero en gran medida porque el resto son zonas peque?as, es dif¨ªcil perderse y hay puntos de guardado suficientes. Ahora bien, en lo que a sus jefes respecta, todos pueden convertirse en un dolor de muelas, y en especial tres que proceden del inframundo y son opcionales. No tenemos ninguna duda de que, en dif¨ªcil, aquellos que busquen sangre, sudor y l¨¢grimas quedar¨¢n m¨¢s que satisfechos.
A nivel jugable encontramos lo esperable dentro del g¨¦nero... pero hasta cierto punto. Hay un bot¨®n de ataque ligero, otro de ataque pesado, un tercero para esquivar y un cuarto para bloquear, a los que debemos sumar la posibilidad de usar objetos o hechizos. Leila cuenta, adem¨¢s de con la barra de salud, con una barra verde de resistencia que primero se va vaciando y despu¨¦s se vuelve a llenar, pero de color naranja. Si llega al l¨ªmite quedaremos exhaustos, inm¨®viles y expuestos durante unos segundos, y si nos golpean mientras est¨¢ en naranja recibiremos m¨¢s da?o del normal. Hay que saber cu¨¢ndo arriesgar y afrontar sus consecuencias. Sobra decir que esquivar en el momento exacto o bloquear y contraatacar resulta fundamental. Por lo dem¨¢s, superado ese pr¨®logo de varias horas del que habl¨¢bamos antes, el planteamiento es el habitual. Tenemos varias zonas a nuestra disposici¨®n para ir a ellas en el orden que queramos. Al superar su respectivo jefe ganaremos una nueva habilidad (doble salto, deslizarse por el suelo...) y podremos revisitar las distintas ¨¢reas para descubrir nuevas secciones con estos poderes. Tambi¨¦n contamos con cuatro ¨¢rboles de habilidades (uno para espadas, otro para dagas, un tercero para armas pesadas y el ¨²ltimo para mejorar nuestra vida, resistencia y capacidad de fintar y contragolpear). Por haber, hay hasta distintas opciones para mejorar y encantar nuestras armaduras. El resto son combates, combates y m¨¢s combates. De vez en cuando una ligera secci¨®n plataformera (cuando se juntan ambas es cuando mejor funciona). ?Qu¨¦ es lo que falla entonces? Lo que dec¨ªamos antes, la ambici¨®n.
A la hora de la verdad, da igual qu¨¦ tipo de arma y magia usemos. Los combates y el modo de afrontarlos no cambia. La estrategia es siempre la misma. De hecho la mayor parte de las veces no hace falta ni bloquear, con saber esquivar basta y sobra. Hay un poso de simpleza que impide a la experiencia dar un salto importante a nivel de calidad y profundidad. Donde m¨¢s se nota es al subir de nivel, pues aqu¨ª no recibiremos puntos para repartir y mejorar los atributos de Leila, especializ¨¢ndonos en un estilo de juego. Aqu¨ª se reparten autom¨¢ticamente y solo se nos deja invertir en el ¨¢rbol de habilidades, que a su vez se antoja peque?o y m¨¢s dada la velocidad a la que subimos de nivel. (En nuestras 15 horas pasamos el 50 holgadamente, llenando pr¨¢cticamente dos ¨¢rboles y medio de los cuatro que hay). Lo mismo ocurre con el mundo a nuestra disposici¨®n, en el que se repiten escenarios a lo largo de la historia (a¨²n con ligeros cambios) y cuyo tama?o termina por antojarse algo reducido y lineal. El mapa sirve de bien poquito, no marca apenas cosas y nunca sabemos qu¨¦ nos queda por explorar y qu¨¦ no, aunque tampoco nos har¨¢ mucha falta. Al fin y al cabo el backtracking es m¨ªnimo y apenas hay secretos por los que merezca la pena volver. La exploraci¨®n deja un poco a medias, dando la sensaci¨®n de que lo m¨¢s importante siempre est¨¢ a simple vista. Tampoco tenemos demasiados tipos de armadura a nuestra disposici¨®n (como cinco sets, aproximadamente) y otro tanto parecido ocurre con los poderes y las armas arrojadizas. Al morir ni siquiera existe un sistema de almas (o sal, como en Salt & Sanctuary) que nos pique a seguir y obligue a recuperar nuestras pertenencias. Si morimos tocar cargar partida y reanudad desde la ¨²ltima estatua en la que guard¨¢ramos. El resultado es un juego accesible, muy din¨¢mico e intuitivo, pero al mismo tiempo sencillo de dominar. Entre el primer y ¨²ltimo malo no queda la sensaci¨®n de que hayamos progresado o evolucionado demasiado. A¨²n gust¨¢ndose a los mandos, peca de plano y poco variado en lo jugable. Se convierte en la propuesta id¨®nea para los que quieran acceder al g¨¦nero o experimentar una versi¨®n suya un poco m¨¢s light de lo habitual.
*Hemos realizado este an¨¢lisis con un c¨®digo proporcionado para la versi¨®n de Nintendo Switch.
Conclusi¨®n
A¨²n estando en completo ingl¨¦s. A¨²n teniendo unos tiempos de carga temibles. A¨²n tardando tres o cuatro horas en arrancar. A¨²n necesitando de un par de actualizaciones para evitar tirones, cuelgues y cierres inesperados. Y a¨²n quedando lejos de la profundidad y riqueza del espejo en que se mira, Salt & Sanctuary. A pesar de todo eso, Vigil: The Longest Night es una experiencia perfectamente disfrutable. Un nuevo Souls en dos dimensiones que atrapa por su historia y universo, repleto de gui?os a Lovecraft, Bloodborne y la mitolog¨ªa taiwanesa. Un t¨ªtulo muy agradecido a los mandos, quiz¨¢s un pel¨ªn sencillo de dominar, pero repleto de jefes finales y combates tan desafiantes como queramos. Una aventura de alrededor de 15 horas que gustar¨¢ a los fans del g¨¦nero y sobre todo a los reci¨¦n llegados, a los que busquen una entrada un poco m¨¢s accesible al mismo, una un poco m¨¢s light de lo habitual. Cuando despu¨¦s de todos esos "a¨²n" te quedas con ganas de hacer una segunda vuelta... es una gran se?al.
Lo mejor
- Su ambientaci¨®n con toques de Lovecraft y la cultura taiwanesa.
- El enorme bestiario y los jefes finales.
- La historia, que adem¨¢s tiene varios finales y se ve afectada por nuestras acciones.
- Muy din¨¢mico, intuitivo y agradecido a los mandos.
Lo peor
- Los tiempos de carga. Much¨ªsimos y largos.
- Sin traducir al castellano.
- El juego a veces se cierra, te expulsa y hace perder horas de juego.
- M¨¢s simple y mucho menos ambicioso que su gran referente: Salt and Sanctuary.
- Tarda en arrancar y su backtracking es nulo.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.