art of rally
- PlataformaPC7.5XBO7.5XBS7.5NSW6.5PS4PS5IPHIPD
- G¨¦neroConducci¨®n
- DesarrolladorFunselektor
- Lanzamiento23/09/2020 (PC)12/08/2021 (XBO, XBS, NSW)06/10/2021 (PS4, PS5)03/01/2024 (IPH, IPD, AND)
- TextoEspa?ol
- EditorFunselektor
art of rally, an¨¢lisis
Revive la ¨¦poca dorada de los rallys con esta nueva propuesta a medio camino entre los simuladores m¨¢s exigentes y los arcade de toda la vida.
Los fans de los videojuegos de carreras est¨¢n disfrutando de un verano de lo m¨¢s movidito; y es que adem¨¢s de las recientes entregas anuales de sagas como WRC o F1, la tercera parte de Project Cars y los arcade Trackmania Remake, Inertial Drift o Hotshot Racing, ahora debemos sumar a la ecuaci¨®n un t¨ªtulo muy esperado por los fans de los rallys con art of rally, una curiosa y original propuesta a medio camino entre la simulaci¨®n m¨¢s exigente y los arcade de siempre que pretende hacernos revivir la ¨¦poca dorada de tan popular categor¨ªa de automovilismo, desde sus inicios en la d¨¦cada de los 60 hasta la explosi¨®n del famoso Grupo B de los 80, un recorrido hist¨®rico a cago de los canadienses Funselektor, creadores del celebrado y no menos original Absolute Drift. Veamos qu¨¦ ofrece art of rally tanto para los m¨¢s puristas del volante como para los interesados en propuestas frescas rebosantes de personalidad, t¨ªtulo que ya se encuentra disponible en Steam y GOG; lo analizamos.
Un viaje a trav¨¦s de la ¨¦poca dorada de los rallys
La premisa de art of rally es tan personal como su propia propuesta, como decimos, a medio camino entre la simulaci¨®n y el arcade. ?Y qu¨¦ tipo de jugabilidad puede ofrecer un t¨ªtulo de estas caracter¨ªsticas? Para empezar, el control resulta exigente, con varios aspectos que podemos configurar a nivel de mec¨¢nica y de experiencia de usuario; por otro lado, su car¨¢cter desenfadado y minimalista se deja notar tanto en su personalidad y puesta en escena como en las particularidades de una c¨¢mara a¨¦rea, casi cenital, que nos ofrece una amplia perspectiva de los diferentes tramos. Todo ello da como resultado una explosiva mezcla tanto de sensaciones como de experiencia al volante, reuniendo aspectos de ambas vertientes del g¨¦nero de la conducci¨®n y que logra convencer tras unas partidas de adaptaci¨®n. Y es que ya desde un inicio y con la configuraci¨®n m¨¢s accesible, art of rally representa todo un desaf¨ªo; aunque siempre hay margen para ir un paso m¨¢s all¨¢ a nivel de dificultad.
Pero volvamos a la l¨ªnea de salida; art of rally nos sumerge en un apasionante viaje por la historia de la disciplina profesional de los rallys a modo de homenaje a trav¨¦s de una personalidad muy marcada. Tanto es as¨ª, que ya desde un principio deja clara su apuesta est¨¦tica low poly a trav¨¦s de modelados sencillos y una paleta de colores muy viva, junto a una banda sonora retro-electr¨®nica con temas pegadizos; y tambi¨¦n algo machacones tras varias horas. Como curiosidad, al empezar nuestro viaje a trav¨¦s de las primeras d¨¦cadas de las competiciones de rallys se nos invita a rendir culto a una deidad; y de un modo on¨ªrico, se nos ofrecer¨¢ un breve repaso a la historia de dicha competici¨®n. En este sentido, un punto a favor de Funselektor por imprimir su propio estilo y hacer de su nuevo videojuego de carreras una experiencia amena y agradable.
art of rally propone al jugador varios modos de juego, siendo el modo carrera el m¨¢s completo e interesante, aunque todo ello sin dejar de lado otras opciones como el modo libre, el modo contrarreloj, los deaf¨ªos en l¨ªnea -diarios y semanales- o el desbloqueo de nuevos coches, apariencias y pinturas personalizadas. Cada partida tiene su correspondiente premio, siempre y cuando lo hagamos suficientemente bien. Y aqu¨ª entra en juego el verdadero protagonista del t¨ªtulo: la experiencia de conducci¨®n. Y es que art of rally ofrece muchas de las caracter¨ªsticas que todo aficionado a los simuladores de coches demandar¨ªa a un videojuego, desde un alto nivel de exigencia a diferentes aspectos configurables de la mec¨¢nica de los coches. El juego de Funselektor se antoja exigente para los no iniciados, aunque ofrece el suficiente margen de aprendizaje para empezar a dominar sus diferentes entresijos tras unas pocas partidas.
Tal y como sugiere el leitmotiv del juego, el principal reto del jugador es dominar todos y cada uno de los coches de rallys que vayamos desbloqueando, todo para lograr mejores tiempos y recibir veh¨ªculos m¨¢s potentes y refinados, de nuevo, para marcar mejores tiempos y ascender hasta el primer puesto de las distintas temporadas. Y es que cada veh¨ªculo presenta sus propias caracter¨ªsticas en aspectos como velocidad, aceleraci¨®n, agarre, tracci¨®n, marchas largas o cortas, etc. Es aqu¨ª cuando debemos bajar las revoluciones y prestar atenci¨®n al gran trabajo de dise?o por parte de Funselektor a nivel de representaci¨®n de las diferentes categor¨ªas (a?os 60, 70 y 80 y Grupo B, S y A) con modelos no licenciados pero que cualquier aficionado al automovilismo identificar¨¢ sin mucho esfuerzo. Tanto es as¨ª, que no faltar¨¢ ninguno de los grandes cl¨¢sicos de las cuatro ruedas como los diferentes coches de carreras de BMW, Renault, Peugeot, Alpine, Mini, Lancia o Audi, entre muchos otros, completando una lista de m¨¢s de 50 veh¨ªculos.
Por otro lado, los diferentes tramos (hasta 60 etapas repartidas por localizaciones como Finlandia, Cerde?a, Noruega, Jap¨®n y Alemania) ofrecen toda clase de retos, desde horquillas endiabladas a cambios de rasante, pasando por largas rectas o carreteras estrechas a trav¨¦s de las m¨¢s variadas superficies como asfalto, grava, barro o nieve, entre otras. Y como no pod¨ªa ser de otra manera, cada configuraci¨®n de tramo afecta al tipo de conducci¨®n.
Funselektor pretende que cada carrera se convierta en todo un desaf¨ªo para el jugador; y vaya si lo consiguen. Dominar los diferentes coches (ya sean de tracci¨®n delantera, trasera o total con los m¨¢s variados niveles de potencia) se convierte en un reto continuo, en el que hay que aprender a dosificar muy bien tanto el acelerador como el freno, adem¨¢s del freno de mano, controlando los cambios de rasante o los derrapes m¨¢s peligrosos, todo para no acabar dando bandazos o perdiendo valiosos segundos entre ¨¢rboles o rocas, o en el peor de los casos, dando vueltas de campana; cada restauraci¨®n del veh¨ªculos en pista nos sumar¨¢ 5 segundos al crono, con lo que conviene ser muy cuidadosos. Por ello, es de vital importancia adecuar la configuraci¨®n del coche a nuestro estilo de conducci¨®n o habilidad al volante; por suerte, el t¨ªtulo nos permite tocar aspectos mec¨¢nicos como el autoblocante o los frenos ABS, adem¨¢s de seleccionar el cambio manual o autom¨¢tico, entre otras opciones.
No obstante, y tras varias horas y campeonatos completados, empezamos a sentir cierta sensaci¨®n de d¨¦j¨¤ vu; y es que a pesar de que la variedad de escenarios es notable -as¨ª como sus paisajes propios y ambientaciones, climatolog¨ªa aparte-, los recorridos en s¨ª pecan de reiterativos, ofreciendo poca variedad entre los diferentes campeonatos. Por otro lado, e incluso con el nivel de dificultad est¨¢ndar, no sufriremos mucho para colocarnos en primera posici¨®n debido a unos tiempos de los rivales excesivamente conservadores, siempre y cuando mantengamos un nivel aceptable de pilotaje, claro est¨¢.
M¨¢s all¨¢ del modo campa?a, el modo libre ofrece la opci¨®n de disfrutar de la conducci¨®n sin la presi¨®n del cron¨®metro, adem¨¢s de practicar a lo largo y ancho de peque?os mundos abiertos en los que movernos libremente; tambi¨¦n se ofrecen otros alicientes como coleccionables en forma de cintas de cassette o las letras R-A-L-L-Y, junto a un completo y atractivo modo foto. Aunque uno de los aspectos m¨¢s llamativos de art of rally no es otro que su apartado visual, de corte minimalista y apostando por gr¨¢ficos low poly, tanto en los modelados de los coches como del resto de elementos, como vegetaci¨®n, edificios e incluso p¨²blico. En este sentido, ofrece sensaciones relajantes que contrastan con el frenetismo de una conducci¨®n al m¨¢ximo nivel, siempre y cuando queramos exprimir todas sus posibilidades a nivel de jugabilidad.
La iluminaci¨®n general aporta ese toque preciosista, dejando estampas especialmente llamativas a pesar de su marcada sencillez; no obstante, tambi¨¦n encontramos errores como un popping muy visible en determinadas circunstancias, sombras mejorables y algunos modelados algo descuidados, incluyendo tramos de carretera que no terminan de ¡°encajar¡±. A nivel de interfaz es igualmente parco, con el veloc¨ªmetro digital junto a la marcha y las revoluciones situados en la parte central inferior de la pantalla, con una barra de progreso de tramo en el lado izquierdo y el cron¨®metro en la parte superior derecha; eso es todo. Tambi¨¦n es posible elegir entre varias c¨¢maras, con ligeras variaciones en altura.
Conclusi¨®n
Los enamorados de la velocidad en general y los rallys en particular tienen con art of rally una propuesta fresca y visualmente rompedora, con un especial cuidado por rendir homenaje a la historia de dicha disciplina automovil¨ªstica a trav¨¦s de una campa?a amena y desafiante, siempre y cuando compitamos contra la IA m¨¢s avanzada, ya que no tardaremos mucho en tomar las medidas a su propuesta y lograr los mejores tiempos sin demasiada dificultad. Si bien es cierto que su efectiva mezcla entre simulaci¨®n y arcade ofrece buenas sensaciones, no tardaremos en lamentar cierta monoton¨ªa en su propuesta de juego, dejando todo el protagonismo al desbloqueo de coches y su dominio avanzado al volante. En definitiva, un t¨ªtulo divertido con cierto nivel de profundidad y una puesta en escena pr¨¢cticamente ¨²nica en su g¨¦nero.
Lo mejor
- Presentaci¨®n audiovisual atractiva
- Jugabilidad desafiante y satisfactoria
- Todo un homenaje a la historia de los rallys
Lo peor
- Cierta sensaci¨®n de monoton¨ªa
- Algunos fallos gr¨¢ficos que desmejoran el conjunto
- Dificultad poco equilibrada
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.