Inertial Drift, an¨¢lisis

Inertial Drift es lo nuevo de la editora PQube junto a la desarrolladora indie norirlandesa Level 91 Entertainment, un arcade de carreras en el que lo primordial es derrapar a la m¨¢xima velocidad y enlazar curvas de lado a lado sin respiro. As¨ª, los amantes del drifting tienen ante s¨ª la oportunidad de explotar al m¨¢ximo su disciplina automovil¨ªstica favorita a trav¨¦s de una propuesta desenfadada y colorida, impregnada de luces de ne¨®n, gr¨¢ficos cell shading, m¨²sica electr¨®nica, veh¨ªculos ficticios especialmente preparados para los derrapes m¨¢s agresivos y una jugabilidad ¨²nica arcade al estilo doble stick que nos retar¨¢ a superar uno tras otro los desaf¨ªos m¨¢s intensos. Bienvenidos al mundo retrofuturista noventero de Inertial Drift, videojuego ya disponible en PC, PS4, Xbox One y Nintendo Switch; ?vale la pena para los fans del drifting? La respuesta en nuestro an¨¢lisis.

Regreso a los salones arcade

Inertial Drift nace de la idea de recuperar el esp¨ªritu de los juegos de carreras arcade de los salones recreativos, ese tipo de t¨ªtulos en los que la jugabilidad pura y dura se hace con todo el protagonismo desde el primer momento en el que introduc¨ªamos la moneda o, en este caso, al iniciar el juego en nuestra plataforma favorita. Lo nuevo del equipo creativo afincado en Belfast ofrece una experiencia de juego desenfadada, algo que queda claro tras unos primeros instantes a los mandos, aunque encierra mucho m¨¢s de lo que podr¨ªa parecer a nivel de propuesta y control de los diferentes b¨®lidos. Y es que m¨¢s all¨¢ de la primera impresi¨®n tras superar un tutorial, quiz¨¢s, demasiado accesible, chocamos de frente con la realidad, que no es otra que una exigencia en carrera totalmente inesperada y que puede suponer una ventana de acceso algo elevada para jugadores poco experimentados en un g¨¦nero que aboga por partidas r¨¢pidas y una continua sensaci¨®n de aprendizaje.

Pero empecemos por el principio; situ¨¦monos en la l¨ªnea de salida y descubramos qu¨¦ ofrece Inertial Drift a nivel de contenido. Sorprendentemente, el t¨ªtulo no llega nada escaso en opciones, con diferentes modos de juego como un modo historia, un modo desaf¨ªo, un modo arcade, otro llamado Grand Prix y el mencionado tutorial, adem¨¢s de modos multijugador tanto a pantalla partida como en l¨ªnea; desde luego, cualquier jugador encontrar¨¢ su modo de juego favorito (o varios de ellos) con horas y horas de juego por delante. Pero pasemos a descubrir el verdadero eje central de Inertial Drift: el contravolanteo o drifting, la principal mec¨¢nica a dominar para salir vencedores de las diferentes carreras y pruebas en las que participaremos, sea cual sea el modo de juego al que dediquemos m¨¢s tiempo.

Inertial Drift puede parecer en un primer instante el en¨¦simo juego de carreras arcade centrado en la diversi¨®n directa y sin apenas complejidad en su propuesta de juego; nada m¨¢s lejos de la realidad. El t¨ªtulo de Level 91 apuesta por una mec¨¢nica completamente original a trav¨¦s del doble stick, adem¨¢s de los gatillos superiores de aceleraci¨®n y frenado, uno a cada lado. Y eso es todo; ¨¦sta es la configuraci¨®n principal a nivel de interacci¨®n con el t¨ªtulo, un dise?o b¨¢sico que esconde mucha m¨¢s profundidad de la que pudiera parecer a simple vista. Tanto es as¨ª, que con el stick izquierdo solamente modificamos levemente la direcci¨®n del coche para encararlo hacia un lado o hacia el otro y es el stick derecho el que se roba todo el protagonismo y el verdadero art¨ªfice de los derrapes m¨¢s bestiales que nos podamos imaginar.

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Y es que mediante leves inclinaciones del stick, el coche se pondr¨¢ m¨¢s o menos de lado, llegando a la cruzada total en las curvas m¨¢s cerradas, todo ello marcado por unas barras de intensidad inferiores que nos marcar¨¢n la fuerza del derrape, aunque debido a las altas velocidades que alcanzaremos y el frenetismo de la acci¨®n, tendremos pocas oportunidades de desviar la mirada de la calzada si no queremos perder unos valios¨ªsimos segundos. Y ahora es cuando entra la mec¨¢nica del acelerador y el freno a trav¨¦s de los gatillos superiores, totalmente necesarios para dominar completamente el arte del drift y no terminar chocando contra un muro o un guardarra¨ªl. Tanto es as¨ª, que para tomar correctamente cada curva a la m¨¢xima velocidad posible y sin salirnos de la carretera, ser¨¢ casi obligatorio modular los diferentes inputs, desde el grado de derrape a la aceleraci¨®n o el frenado, especialmente en las curvas m¨¢s cerradas y los tramos m¨¢s estrechos, dando como resultado una mec¨¢nica de juego que responde al cl¨¢sico ¡°f¨¢cil de aprender y dif¨ªcil de dominar¡±, algo que queda patente en Inertial Drift desde el minuto uno.

Eso s¨ª, el grado de satisfacci¨®n logrado cuando uno empieza a dominar la mec¨¢nica principal del juego es sublime; pocas veces sienta tan bien pasar el parachoques delantero o trasero a escasos cent¨ªmetros de un muro a velocidades extremas, m¨¢s a¨²n cuando uno no deja de enlazar curva tras curva. Aunque como decimos, la cosa empieza a ponerse especialmente seria cuando vamos saltando de coche en coche, cada uno con sus propias caracter¨ªsticas y a cada cual m¨¢s complicado de dominar. Y es que el salto de los coches b¨¢sicos a los superdeportivos (o incluso los modelos intermedios) es exagerado, puesto que exigir¨¢n un nivel de pilotaje muy alto, demasiado quiz¨¢s para un juego que apuesta por la diversi¨®n inmediata y el disfrute a los mandos.

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A nivel de modos de juego destaca un modo historia que nos lleva por las diferentes pistas del juego a trav¨¦s de una narrativa un tanto pastelosa, todo ello a base de di¨¢logos insulsos entre pilotos mediante ilustraciones m¨ªnimamente animadas, personajes llenos de clich¨¦s de los que querr¨¢s omitir sus di¨¢logos para pasar a la acci¨®n. El resto de modos se basan en el desbloqueo de pilotos, coches y pistas en base a nuestra pericia al volante; eso s¨ª, no todo ser¨¢ llegar a la meta en primera posici¨®n, puesto que se ofrecen las suficientes modalidades de pruebas para animar al jugador a dominar diferentes aspectos del pilotaje, desde carreras contra otros coches en pista (no hay opci¨®n a chocar, al m¨¢s puro estilo fantasma) hasta contrarrelojes, pasando por carreras de estilo de derrape con puntuaciones, eliminaci¨®n por distancia entre veh¨ªculos y m¨¢s.

Pasando al plano t¨¦cnico, Inertial Drift no se muestra especialmente brillante en su puesta en escena, aunque s¨ª resulta efectivo, apostando por gr¨¢ficos cell shading junto a una buena colecci¨®n de recursos visuales, desde luces de ne¨®n en toda clase de elementos de los escenarios -especialmente en entornos urbanos-, a chispas de los golpes en la carrocer¨ªa, pasando por efectos de desenfoque, de iluminaci¨®n, brillos quemados y m¨¢s que ayudan a enriquecer el conjunto, todo ello a trav¨¦s de una paleta de colores pastel que puede llegar a resultar algo empalagosa. Eso s¨ª, el juego se mueve con soltura y no adolece de bajadas de rendimiento u otros contratiempos, dando una agradable sensaci¨®n de fluidez en todo momento. A nivel sonoro se apuesta por temas decididamente electr¨®nicos aunque demasiado repetitivos, junto con efectos de sonido que no resultan especialmente llamativos, pasando en este sentido algo desapercibidos.

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Donde s¨ª muestra su mejor cara es en sus opciones multijugador, tanto online como en local, en ambos casos para hasta dos jugadores, con la opci¨®n de disputar los diferentes modos de juego si el modo historia (de entre 4 y 6 horas, seg¨²n qu¨¦ medallas queramos conseguir) se nos antoja insuficiente. Incluso los m¨¢s puristas podr¨¢n invertir los controles para experimentar el contravolante en toda su plenitud. El resto de n¨²meros que maneja el t¨ªtulo no est¨¢n nada mal, con 16 veh¨ªculos ¨²nicos y 20 pistas en total. Los textos llegan, adem¨¢s, en perfecto castellano.