Yoko Shimomura, 30 a?os de m¨²sica
Destinada a ser profesora de m¨²sica, ahora es una de las damas m¨¢s influyentes en la industria gracias a obras como Street Fighter II y Kingdom Hearts.
Hay videojuegos en los que la banda sonora es un personaje m¨¢s. Canciones inolvidables que contin¨²an eriz¨¢ndonos la piel cada vez que pulsamos el play y que han inspirado a otros artistas a crear su versi¨®n. Otras se han convertido en himnos de la comunidad y, al escuchar sus primeros acordes, nos transportan a esos t¨ªtulos que los hicieron c¨¦lebres. Un ejemplo es Street Fighter II, con temas dedicados a cada uno de sus luchadores, complementando as¨ª su personalidad. Por su lado, la belleza delicada de los temas de Kingdom Hearts se han afianzado como un pilar m¨¢s de la franquicia. En com¨²n, poseen a una misma compositora: Yoko Shimomura, una de las pioneras de la industria del videojuego, reconocimiento por el que ser¨¢ galardonada en el pr¨®ximo Festival Fun n¡¯ Serious. En su generaci¨®n hallamos otras damas que se abrieron paso entre las imposiciones sociales del momento: Carol Shaw, una de las primeras desarrolladoras; Brenda Romero, maestra del dise?o; o Dona Bailey, creadora de Centipede, uno de los mayores ¨¦xitos de Atari.
Yoko Shimomura se sali¨® de la senda que hab¨ªan marcado para ella para introducirse en un mundo tecnol¨®gico que acababa de despuntar, y en el que actualmente lleva m¨¢s de 30 a?os haci¨¦ndonos so?ar con la belleza de sus composiciones. La pianista naci¨® en 1967 en la Prefectura de Hyogo (Jap¨®n) y, desde que tiene uso de memoria, su gran amor es la m¨²sica. Empez¨® a tocar el piano a los 4 o 5 a?os de edad y ya mostraba una creatividad precoz: ¡°No recuerdo cu¨¢ndo compuse mi primera canci¨®n. Poco despu¨¦s de comenzar a aprender, tocaba notas aleatorias y me imaginaba estar creando nuevos temas¡± (RocketBaby, 2003). Yoko, en dicha entrevista, afirm¨® risue?a: ¡°A¨²n s¨¦ tocar la primera canci¨®n que compuse, pero no la represento en p¨²blico porque es muy rid¨ªcula¡±.
Con 20 a?os, Shimomura se gradu¨® en el Colegio de M¨²sica de Osaka y so?aba con una profesi¨®n relacionada con su pasi¨®n, tal y como record¨® en Women In Gaming ¨C 100 Professionals of Play (Meagan Marie, 2018). Su destino era convertirse en una profesora de piano, lo cual le garantizaba estabilidad y una buena posici¨®n social. Sin embargo, una oferta de trabajo se cruz¨® en su camino: Capcom buscaba reci¨¦n licenciados y Yoko, quien era aficionada a los videojuegos, no dud¨® en mandar su solicitud. Para sorpresa de la pianista, fue contratada, lo cual no fue bien recibido en sus c¨ªrculos m¨¢s cercanos: ¡°Mis padres lloraron, mis amigos estaban preocupados y mi profesor se qued¨® pasmado¡±, apunta Shimomura en RocketBaby. Entonces, no sab¨ªan que la prometedora compositora se convertir¨ªa en uno de los mayores referentes de una industria que acababa de nacer.
As¨ª, Yoko Shimomura entr¨® a trabajar en Capcom en 1988, sin m¨¢s formaci¨®n que la m¨²sica cl¨¢sica. ¡°Acusaba una gran carencia de habilidades. Fue una ¨¦poca muy dura¡±, confiesa la pianista en Women In Gaming ¨C 100 Professionals of Play. Sin embargo, acab¨® fortaleci¨¦ndose gracias a un programa de formaci¨®n en Capcom que inclu¨ªa tutelaje. En el equipo hab¨ªa otras compositoras, cuyo talento alaba la misma Shimomura en el libro citado. Tambi¨¦n se?ala lo sorprendente que resultaba contar con presencia femenina, puesto que ¡°los compositores de m¨²sica cl¨¢sica y pop entonces eran casi todos hombres¡±. No obstante, Capcom valoraba el talento por encima del g¨¦nero.
El debut de Yoko Shimomura fue en 1988 con Samurai Sword, donde se ocup¨® de la m¨²sica y de los efectos de sonido. Despu¨¦s, colaborar¨ªa en Final Fight (1989) y Adventures In The Magic Kingdom (1990), pero el t¨ªtulo con el que la pianista empezar¨ªa a granjearse un nombre en la industria fue Street Fighter II: The World Warrior (1991). El encargo consist¨ªa en crear canciones tem¨¢ticas para cada luchador. En Diggin In the Carts (Red Bull Music Academy), Shimomura describe c¨®mo fue el proceso creativo: ¡°Cuando estuvimos hablando de qu¨¦ tipo de m¨²sica deb¨ªa componer, vi escenarios de diferentes pa¨ªses y me dije: ¡®La India no es as¨ª¡¯?. Era una visi¨®n muy similar a la de los extranjeros que ven a Jap¨®n como geisha y kabuki. Esa visi¨®n distorsionada y misteriosa me parec¨ªa curiosa. Entonces nos planteamos hacer m¨²sica de ambiente que transmitiera la sensaci¨®n de cada pa¨ªs. Por ejemplo, para la India no har¨ªa m¨²sica india, pero s¨ª una canci¨®n que evocara c¨®mo me imaginaba la m¨²sica en la India. Cuando suger¨ª que resultar¨ªa raro dar ese tono c¨®mico a las canciones relacionadas con diferentes partes del mundo, me dijeron que no pasaba nada. Despu¨¦s se me ocurri¨® hacer que las canciones fueran m¨¢s r¨¢pidas y desesperadas para cuando al jugador le quedara un tercio de energ¨ªa y siguiera peleando¡±.
En la misma entrevista, Shimomura recuerda c¨®mo compuso el tema de Blanka, se?alado por el medio como uno de los m¨¢s populares. La pianista hab¨ªa dado con el ritmo, pero le faltaba la melod¨ªa. En el tren de camino a Capcom, estaba angustiada ante la idea de no llegar a la fecha de entrega, y sus ojos se toparon con un folio amarillo que le record¨® al color asociado a la bestia brasile?a. ¡°Entonces, Tararirarin surgi¨® en mi cabeza y dije: ¡®?Lo tengo!¡¯?. Me pas¨¦ el resto del camino tarareando tararirarin, tararirarin¡±. Por su lado, el tema de Blanka posee una peculiaridad que se?ala Shimomura en Diggin In The Carts: ¡°El ritmo est¨¢ en tonalidad mayor, pero la melod¨ªa est¨¢ en tonalidad menor. B¨¢sicamente oyes un bemol menor y un becuadro a la vez. Es algo que se debe corregir, pero cambiar¨ªa la canci¨®n por complejo. Y esa sensaci¨®n extra?a, quebrada, es la esencia de la canci¨®n en s¨ª. La gente entonces me dijo que la m¨²sica estaba mal, pero si tanta gente me dice que le encanta ahora, entonces no creo que estuviera tan mal.¡±. El ¨¦xito del videojuego fue rotundo, y la misma Shimomura cont¨® en Kingdom Hearts Insider (2010) lo entusiasmada que estaba al ver a ni?os de otros pa¨ªses jugar a Street Fighter II.
En Capcom, adem¨¢s, Yoko Shimomura no s¨®lo se dedicaba a crear m¨²sica para videojuegos. Tambi¨¦n particip¨® en Alph Lyla, el grupo local de la desarrolladora para el cual la pianista cre¨® m¨¢s temas y con quienes daba conciertos. No obstante, Yoko no pod¨ªa dedicar mucho tiempo a la banda, como cuenta en Spelmusik (entrevista de 2017), puesto que s¨®lo pod¨ªan tocar una vez cumplida la jornada en Capcom, tras lo cual se sent¨ªa agotada.
A pesar del estr¨¦s vivido durante su etapa en Capcom, Shimomura destaca en Diggin In The Carts?el ambiente armonioso del departamento de sonido, propiciado por un espacio de trabajo en el que todo el equipo trabajaba en un mismo escritorio que era lo bastante grande para todos. No obstante, a Yoko le quedaba un sue?o por cumplir: ¡°Al principio, me met¨ª en la industria porque quer¨ªa componer para videojuegos de rol, pero cuando Capcom se introdujo en el g¨¦nero con Breath of Fire, s¨®lo me pusieron al cargo de un tema, as¨ª que envi¨¦ mi solicitud de empleo a Square¡±.
En 1993, Yoko Shimomura inici¨® una nueva misi¨®n como compositora interna en Square Co., antes de que se convirtiera en SquareEnix. All¨ª, la compositora volver¨ªa a crear temas inspirados en sus ra¨ªces cl¨¢sicas. Su primer proyecto fue Live A Live (1994), cuya amalgama de g¨¦neros exig¨ªa una generosa variedad musical en cuanto ambientaci¨®n: desde el spaguetti Western al space-opera, pasando por la fantas¨ªa medieval y el manga post-apocal¨ªptico. Durante este proyecto, Shimomura se especializ¨® en 10 g¨¦neros musicales diferentes, como Square Haven afirm¨® en 2007. La banda sonora de Live A Live se lanz¨® en 1994, y tres de sus temas acabar¨ªan en el recopilatorio de grandes ¨¦xitos Drammatica: The Very Best Of Yoko Shimomura.
Shimomura estuvo trabajando simult¨¢neamente en Front Mission (1995) y Super Mario RPG (1996). En GamaSutra, la pianista narr¨® c¨®mo tem¨ªa ser devorada por el estr¨¦s al tener sobre la mesa dos proyectos a la vez: ¡°Fui al cub¨ªculo de Sakaguchi [vicepresidente de Square por aquel entonces] para rechazar Front Mission. Sin embargo, en cuanto empec¨¦ a hablar, ya sab¨ªa lo que iba a decir y me interrumpi¨®: ¡®Shimomura, ?segura que quieres decir esto delante del presidente de la compa?¨ªa?¡¯ Me gir¨¦ y vi que Mizuno estaba justo a su lado. Me dio verg¨¹enza y musit¨¦: ¡®Claro, pod¨¦is contar conmigo¡¯¡±. La compositora, en la misma entrevista, tambi¨¦n afirm¨® que era muy dif¨ªcil negarle algo a Tetsuo Mizuno debido a su car¨¢cter amable. As¨ª que Yoko y su compa?era Noriko Matsueda se pusieron manos a la obra con Front Mission, cuyo resultado fue m¨¢s que satisfactorio: ¡°Est¨¢bamos muy motivadas y nos qued¨® una banda sonora muy apasionada¡±.
En 1998, Yoko Shimomura dio un paso m¨¢s all¨¢ con Parasite Eve (1998), que incorporaba voces a la banda sonora, lo cual era posible gracias a la tecnolog¨ªa que presentaba la primera PlayStation. La pianista defini¨® este proyecto como ¡°un trabajo experimental¡± (VGMOnline, 2011), ya que buscaba hacer algo diferente: ¡°Hasta ahora, buscaba que mi m¨²sica expresara las cosas de forma directa: las canciones tristes eran muy deprimentes, las luminosas estaban llenas de luz; era lo que mejor se me daba, porque dejaba que mi m¨²sica reflejara mi estado mental mientras la compon¨ªa. Esta vez, decid¨ª dar un paso atr¨¢s y contenerme un poco. Buscaba algo m¨¢s abstracto, o sin emociones, podr¨ªamos decir. As¨ª podr¨ªa reflejar mejor la atm¨®sfera del juego¡±. Parasite Eve hac¨ªa gala de una ins¨®lita mezcla de ¨®pera, m¨²sica cl¨¢sica y electr¨®nica, inmortalizada en un ¨¢lbum que se lanz¨® ese mismo a?o. A GameSpot no le convenc¨ªa mucho esta extra?a combinaci¨®n y critic¨® lo ¡°olvidable¡± que resulta el techno. En cambio, otros medios especializados en m¨²sica elogiaron el resultado, como SquareEnix Music: ¡°La experimentaci¨®n te¨®rica no es suficiente; la composici¨®n requiere pasi¨®n y exhuberancia, y Shimomura cumple con creces¡±.
Tras Parasite Eve, Shimomura se embarc¨® en un proyecto radicalmente distinto al terror: Legend Of Mana (1999). En Spelmusik, Shimomura afirm¨® haber disfrutado mucho mientras compuso su banda sonora: ¡°Una de las cosas que m¨¢s me sorprendi¨® fue cuando el director me pidi¨® un estilo metal para un tema de batalla contra un jefe¡±. Para esta ocasi¨®n, Shimomura cont¨® con voces y letra en sueco: ¡°Cuando vi el arte de Legend of Mana, me vinieron a la cabeza paisajes escandinavos, a pesar de no haber visitado ninguno de esos pa¨ªses. No quer¨ªa usar un idioma tan com¨²n como el ingl¨¦s¡±. La cantante Annika Ljungberg (anteriormente en Rednex) fue la voz que conquist¨® a Yoko para su obra.
Yoko Shimomura ya se hab¨ªa convertido en una compositora de renombre dentro de la industria, y en 2002 lleg¨® la aventura que consolidar¨ªa su reputaci¨®n: Kingdom Hearts. Esto supuso un reto a¨²n mayor para la pianista: deb¨ªa a¨²nar en su m¨²sica el cine de Disney, el universo de Final Fantasy y darle una personalidad propia. En Square Haven, la compositora relat¨® c¨®mo dio con las notas adecuadas: ¡°Al ser un juego de acci¨®n, quer¨ªa componer canciones que pusieran al jugador en sinton¨ªa con la m¨²sica durante la partida. As¨ª que jugu¨¦ una y otra vez, y me grababa para analizar las sensaciones como espectador. Tomaba de referencia los guiones e ilustraciones y esbozaba ideas. As¨ª, mediante prueba y error, se me fueron ocurriendo las canciones¡±.
En las cr¨ªticas favorables a Kingdom Hearts no faltaron menciones halagadoras al trabajo de?Shimomura. IGN destac¨® c¨®mo la pianista manten¨ªa ¡°un hilo com¨²n dentro de la banda sonora, mientras que cada ¨¢rea manten¨ªa su propia atm¨®sfera¡±. Soundtrack Central, en la rese?a del ¨¢lbum oficial, defini¨® las composiciones de Shimomura como ¡°sofisticadas¡± por la pureza de su poder mel¨®dico. Forbes incluy¨® a Kingdom Hearts en su lista Las 12 mejores bandas sonoras de videojuegos de todos los tiempos.
Una maestra de la m¨²sica
Despu¨¦s del primer Kingdom Hearts, Yoko Shimomura inici¨® un nuevo camino como compositora aut¨®noma, si bien permanecer¨ªa creando m¨²sica inolvidable para la ic¨®nica saga. Dearly Beloved (Kingdom Hearts II) fue nombrado por IGN en 2007 como una de las mejores canciones para un RPG de todos los tiempos. En Women In Gaming ¨C 100 Professionals of Play, la pianista cita dicho tema como uno de sus preferidos.
En su nueva etapa independiente, Shimomura relat¨® a Spelmusik su mayor ventaja: siempre ten¨ªa proyectos entre manos, y a su vez pod¨ªa dedicar tiempo a su familia. Asimismo, fund¨® Midiplex, su propia productora musical a trav¨¦s de la cual continu¨® creando m¨²sica para t¨ªtulos como Xenoblade Chronicles, Mario & Luigi: Superstar Saga, The 3rd Birthday y, m¨¢s recientemente, Final Fantasy XV. En 2008, lanz¨® su propio ¨¢lbum para celebrar sus 20 a?os en la industria videol¨²dica: Drammatica: The Very Best Of Yoko Shimomura, que fue interpretado en la Sala de Conciertos de Estocolmo durante el Symphonic Shades, un tributo a la m¨²sica del videojuego. ¡°Hace 20 a?os, no me imaginaba que ir¨ªa a Estocolmo a vivir un concierto dedicado a mi m¨²sica¡±, declara la pianista en Spelmusik.
Para el 25 aniversario de la obra de Yoko Shimomura, ¨¦sta actu¨® en la sala de conciertos de Tokyo FM, lo cual supuso el inicio de una gira que la llevar¨ªa a Par¨ªs y Ciudad de M¨¦xico. En 2016, la pianista representar¨ªa los temas de Final Fantasy XV junto con la Orquesta Filarm¨®nica de Londres en Abbey Road Studios.
El aprecio hacia Yoko Shimomura no s¨®lo se ha manifestado en c¨ªrculos profesionales. La comunidad adora su m¨²sica y la pianista adora encontrarse con sus admiradores tras los conciertos: ¡°Me encanta escuchar comentarios como ¡®he escuchado tu m¨²sica y esa melancol¨ªa me ha salvado la vida¡¯ o ¡®me has inspirado para convertirme en compositor¡¯¡±.
Tal vez el destino de Yoko Shimomura fuera el de convertirse en profesora de m¨²sica. En cierto modo, as¨ª ha sido, por c¨®mo la pianista se ha convertido en un referente para aficionados y profesionales como Video Games Live, quienes hacen versiones de sus temas. Su sensibilidad y exquisitez le otorgaron una posici¨®n en el Hall de la Fama de Classic.FM, una de las listas m¨¢s prestigiosas de m¨²sica cl¨¢sica, donde se ha mantenido hasta el pasado 2018. ¡°Estar en la misma clasificaci¨®n que Tchaikovsky y Beethoven es todo un honor¡±, mantiene Shimomura en Women In Gaming ¨C 100 Professionals of Play.
Los primeros acordes de Yoko Shimomura no fueron f¨¢ciles. Parti¨® en una industria tan emergente como exigente, y en ocasiones sinti¨® que sus proyectos le quedaban grandes. Sin embargo, a lo largo de estos 30 a?os su m¨²sica ha ido cobrando nuevos matices al mismo tiempo que superaba nuevos retos. Ahora, m¨¢s all¨¢ de dar clases de piano, su m¨²sica la ha convertido en una de las figuras m¨¢s influyentes de la industria videol¨²dica.
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