Eternum EX, An¨¢lisis Switch: esencia arcade

Hace ya unos meses tuvimos la oportunidad de acudir a la primera edici¨®n de los Valencia Indie Summit donde probamos infinidad de juegos adem¨¢s de formar parte del jurado que otorgaba los premios a los t¨ªtulos indies m¨¢s sorprendentes. Entre ellos hab¨ªa uno que se present¨® al p¨²blico de forma diferente con respecto a los dem¨¢s que all¨ª se mostraron; con una cabina arcade. Ese no era otro que Eternum -ahora llamado Eternum Ex-, un videojuego creado por unas pocas personas que adem¨¢s de lucir palmito con una recreativa personalizada, llamaba a la nostalgia por su tem¨¢tica y dise?o.

Ahora y tras un tiempo horne¨¢ndose bajo la tutela de la editora Zerouno Games, llega a Nintendo Switch ligeramente modificado pero manteniendo el esp¨ªritu que conservaba en aqu¨¦l primer hands on. Montamos en nuestro Delorean para volver a los a?os 80, a esa d¨¦cada donde los recreativos eran salones de culto para miles de chiquillos, para disfrutar de Eternum Ex, un t¨ªtulo con lo mejor y lo peor de las placas m¨¢s sonadas de anta?o.

La aventura de Sir Arthur

Eternum Ex es un videojuego que no se esconde al mostrar sus similitudes con grandes cl¨¢sicos de la ¨¦poca, de hecho se empe?a constantemente en que las veamos. Desde el nombre del protagonista de la aventura -Sir Arthur-, el t¨ªpico mapa de entre fases, la m¨²sica, los efectos de sonido o incluso los gr¨¢ficos, todo apunta a ciertas m¨¢quinas de los ochenta, especialmente a Ghost¡¯n Goblins. Estamos ante un arcade puro y duro en todos sus apartados.

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La historia nos muestra a un veterano y anciano caballero de nombre Sir Arthur que, recordando sus d¨ªas de gloria, inicia su ¨²ltima aventura con tal de obtener la juventud eterna. Para ello necesita recoger cinco orbes custodiados por temibles demonios en cada uno de sus aposentos y, solo si consigue librar al mundo del mal, podr¨¢ olvidarse de comprar cremas rejuvenecedoras cada semana. Lo malo es que el pobre Arthur ya no posee la fuerza de anta?o y en lugar de una robusta armadura combinada con una afilada espada lucir¨¢ palmito con su vieja toga y bast¨®n.

A lo largo de veinticinco fases nuestro anciano protagonista se medir¨¢ contra enemigos de todo tipo, plataformas m¨®viles, trampas y jefes de fin de fase bajo un dise?o jugable a la antigua usanza; de scroll lateral. Solo en la ¨²ltima pantalla de cada mundo cambiar¨¢ esta caracter¨ªstica a scroll vertical, la que est¨¢ gobernada por los portaestandartes de la maldad.

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Aut¨¦nticos p¨ªxeles ochenteros

La mec¨¢nica de juego es tan sencilla que no requiere casi explicaci¨®n. Contamos con un marcador de tiempo disponible, una puerta cerrada y un mont¨®n de cofres a recoger dispersos por las diversas plataformas de la pantalla. El objetivo es hacernos con cada uno de estos ¨²ltimos para poder abrir las puertas del port¨®n que nos permite avanzar de pantalla. Entre los cofres hay algunos que requieren saltar sobre ellos -desde la plataforma inferior a la que se encuentra- para poder partir su cerradura antes de obtenerlos. Es m¨¢s, podemos abrir todos los que se encuentran en pantalla para obtener recompensas en forma de items de puntuaci¨®n, power-ups, vidas, aumento de tiempo o portales. ?Parece f¨¢cil, verdad? La complejidad del t¨ªtulo reside en la decisi¨®n de abrir o no todos los cofres, el tiempo restante y la horda de enemigos que se acumulan en pantalla y que aumenta exponencialmente en cada pantalla. Si unimos todos estos factores la mec¨¢nica de juego se vuelve compleja, adictiva y desafiante.

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Sir Arthur va armado con ¨²nicamente un bast¨®n pero durante la partida puede conseguir algunos poderes especiales que le permiten disparar bolas de fuego, llenar la pantalla de susodichas, abrir portales de teleportaci¨®n e incluso recoger letras para formar una palabra. Todo muy old school. No obstante todos los objetos aparecen aleatoriamente al abrir los cofres y aunque el ratio de obtenci¨®n est¨¢ bien medido muchas veces se repiten en demasiadas ocasiones. A¨²n y as¨ª en multitud de situaciones es mejor evitar a los enemigos que combatir contra ellos tengamos o no nuestras capacidades mejoradas. Los jefes de fin de fase est¨¢n conseguidos, con rutinas de ataque muy pu?eteras y en general muy bien resueltos.

Eternum Ex es un juego bastante dif¨ªcil, lo suficiente como para querer tirar la consola por la ventana en cada pantalla. Combina muy bien la agilidad de los videojuegos actuales con los arcade plataformas de los ochenta (Tumblepop, Snow Bros etc) haci¨¦ndolo especialmente atractivo. La curva de dificultad est¨¢ muy bien planificada aunque en alg¨²n momento puede darse picos exasperantes, sobre todo por la posici¨®n de alg¨²n enemigo. Podemos escoger entre dos modos de juego; Dom¨¦stico y Arcade. El primero permite grabar entre mundos pero a costa de un reducido n¨²mero de vidas y continuaciones. El segundo se queda sin slot de guardado pero el jugador tiene un buen colch¨®n de vidas extra y continuaciones infinitas. Dada la naturaleza de Switch que permite hibernar cualquier videojuego hasta volver a encender la consola, el segundo modo se nos antoja mal planteado. Para el Arcade bien se podr¨ªa haber diferenciado con otras caracter¨ªsticas, como escenarios m¨¢s reducidos o limitados a la pantalla de la port¨¢til, un menor n¨²mero de vidas (al contrario que el modo dom¨¦stico) o enemigos m¨¢s duros.

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Lo m¨¢s impresionante de la obra de Flynn¡¯s Arcade es la exactitud con la que han recreado la sensaci¨®n de jugar con una recreativa. Desde los controles, sencillos y ¨¢giles, pasando por la banda sonora y los pixelados gr¨¢ficos. Estos ¨²ltimos son una maravilla y se codean de t¨² a t¨² con los t¨ªtulos de otro grande de la industria de los videojuegos espa?ola, Locomalito. Tanto los dise?os de los enemigos como de los mundos que visitamos se inspiran claramente en el juego de fantasmas y duendes de Capcom pero tambi¨¦n de otros de la ¨¦poca como los citados un p¨¢rrafo atr¨¢s. Uno de los mejores exponentes en esto de avivar la nostalgia en pleno 2018 y adem¨¢s hecho en nuestra tierra. No hay nada en el apartado audiovisual que nos haya desagradado, quiz¨¢s la constante repetici¨®n de sus melod¨ªas, aunque esto es un cl¨¢sico de aquellos a?os que pocos extra?aran.

Hay ciertos puntos que tenemos que valorar negativamente como la ausencia de extras al completar el videojuego. Al igual que ya ocurri¨® con la revisi¨®n de Toki para Nintendo Switch, Eternum EX no dispone de ning¨²n aliciente m¨¢s tras completar la aventura. No hay nada que nos inste a echar otra moneda virtual en ¨¦l m¨¢s all¨¢ de intentar conseguir una mejor puntuaci¨®n o perder una menor cantidad de vidas. Hubiera estado bien desbloquear un modo para dos jugadores, un boss rush o cualquier otro incentivo. Hay ideas f¨¢ciles de implementar y que a d¨ªa de hoy nos cuesta entender c¨®mo no se incluyen, sobre todo, en un videojuego de este calibre. El siguiente punto negativo no ser¨¢ quiz¨¢s uno como tal pero s¨ª puede ser decisivo para el tipo de jugador actual; su dificultad. A veces exagerada, otras infernal, Eternum EX no es un juego para cualquiera, su dificultad puede crisparnos desde bien temprano y aunque existen facilidades en forma de ¨ªtems bastante poderosos, estos son aleatorios y no siempre ayudan al jugador. La decisi¨®n de incluir un modo con continuaciones limitadas pero con posibilidad de guardado y otro sin esa posibilidad puede dar lugar a dos escenarios; que el jugador guarde su avance al l¨ªmite de intentos y dificultar su avance -primer modo- o obligar al usuario a que hiberne la consola para seguir el avance en otro momento sin la posibilidad de disfrutar de otro t¨ªtulo -segundo modo-. El ¨²ltimo detalle a comentar es que Eternum EX, a pesar de ser un producto patrio, no cuenta con textos en castellano. Son pocos y en un ingl¨¦s sencillito pero no es nada l¨®gico que los escasos p¨¢rrafos que hay entre su c¨®digo no est¨¦n en nuestro idioma.