Toki
Toki, An¨¢lisis para Switch
La esperada versi¨®n del remake de Toki de TAD Corporation llega por fin a Nintendo Switch ofreciendo la misma diversi¨®n que la placa recreativa original.
The Last Guardian, Final Fantasy XV o la pr¨®xima iteraci¨®n de la saga Kingdom Hearts son t¨ªtulos a los que los consumidores habituales de videojuegos suelen referirse cuando en una discusi¨®n se debate sobre los tiempos de desarrollo que requieren algunas empresas para crear sus obras. Como los citados hay un mont¨®n de ejemplos m¨¢s pero a la gran mayor¨ªa se le suele olvidar el que hoy tratamos, la remasterizaci¨®n del cl¨¢sico arcade Toki.
Anunciado en 2009 y tras nueve tortuosos a?os de desarrollo, problemas en el mismo, diversas plataformas de mecenazgo, decisiones inesperadas y un sin f¨ªn de an¨¦cdotas de lo m¨¢s escabrosas, Toki llega a Nintendo Switch m¨¢s tarde de lo que esper¨¢bamos pero manteniendo pr¨¢cticamente todo lo que prometieron en su d¨ªa. El arcade de TAD Corporation, creadores tambi¨¦n de la recreativa Cabal, se muestra sin apenas cambios aparentes con respecto a la placa original pero adapt¨¢ndolo a una circuiteria de mayores prestaciones. Repasamos sus aspectos positivos y negativos en este an¨¢lisis.
Un cl¨¢sico entre los cl¨¢sicos
Toki fue un videojuego de plataformas y acci¨®n de scroll en dos dimensiones donde, como ya pod¨¦is esperar, la historia que nos contaba no era de lo m¨¢s compleja. La princesa Miho es raptada por el hechicero Vookimedlo ante los ojos de su amado Toki. El bandido, ni corto ni perezoso, maldice al tarzanesco h¨¦roe convirti¨¦ndolo en un Geeshergam, una suerte de gorila similar a los que militan en las filas del enemigo. Con el ¨²nico poder de escupir bolas de poder por su boca -s¨ª, hab¨¦is le¨ªdo bien-, Toki emprende la b¨²squeda de su amada a lo largo de seis fases con jefes a batir en cada una de ellas.
En su d¨ªa la placa no era extremadamente dif¨ªcil al nivel de un Ghost¡¯n Goblins pero s¨ª era una aut¨¦ntica m¨¢quina de vaciar bolsillos, sobre todo en seg¨²n qu¨¦ zonas. Tampoco sorprend¨ªa por su velocidad pues los movimientos del protagonistas eran lentos as¨ª como los de sus enemigos pero la recreativa ten¨ªa algo que encandil¨® a su p¨²blico. Quiz¨¢s por lo variada que era, sus locos power-ups, la paleta de colores o la m¨²sica, el caso es que Toki es siempre una de esas cabinas que todos nombramos en nuestras charlas retro con amigos.
La versi¨®n creada por Microids y cimentada bajo las ideas del extinto Golgoth Studios recrea cada momento de la placa original punto por punto al mismo tiempo que a?ade unas pocas novedades que hacen que la puesta al d¨ªa de este m¨ªtico juego sea disfrutable a d¨ªa de hoy. No son muchos los cambios, m¨¢s bien pocos, pero al mismo tiempo necesarios para el tipo de jugador que ahora disfruta de los videojuegos.
?Vaya monada!
El m¨¢s llamativo se hace patente nada m¨¢s ver las im¨¢genes que acompa?an este texto, el aspecto gr¨¢fico. Parte de la culpa parte de uno de los dise?adores del port del original para Atari ST y Amiga, Philippe Dessoly, quien adem¨¢s en su amplia carrera como artista gr¨¢fico ha sido dibujante oficial de Goldorak o el creador de Mr. Nutz, videojuego para Super Nintendo, entre otros muchos trabajos. Todo ha sido rehecho desde cero, desde los fondos, personajes principales, enemigos o animaciones, y el resultado es espectacular y repleto de detalles. La paleta de colores es amplia y var¨ªa bastante en cada fase y pr¨¢cticamente no hay elementos reciclados de otros entornos entre ellas.
Por otra parte hemos comentado que la placa original de Toki no era excesivamente ¨¢gil en t¨¦rminos de jugabilidad, algo que en esta versi¨®n se ha mejorado para acercarlo a un mayor p¨²blico. Tanto el protagonista como los enemigos y piezas m¨®viles de los escenarios se mueven a una mayor velocidad por lo que ahora todo se sucede en un menor tiempo. Sin embargo la precisi¨®n en los saltos y esquivas siguen vigentes y la dificultad en los mismos no cambia ni un ¨¢pice. El trabajo en este sentido -y en el del renovado arte- es digno de elogio.
Una de las ¨²ltimas novedades es m¨¢s curiosidad que otra cosa; los textos del videojuego se han traducido a diferentes idiomas, entre ellos el castellano. Adem¨¢s ahora hay un selector de dificultad en el que solo hace variaciones al recuento total de vidas y continuaciones, no en el comportamiento de los enemigos o el n¨²mero de los susodichos. Una opci¨®n ideal para aquellos que se les atragante este viejo pero remozado arcade.
Toki para Nintendo Switch sigue contando con las seis fases del original, mismos enemigos, mismos jefes y mismas rutinas de ataque. De hecho las mismas t¨¢cticas que utiliz¨¢bamos en la recreativa del ¡®89 siguen siendo v¨¢lidas a d¨ªa de hoy por lo que a todo aqu¨¦l que haya disfrutado de la placa de TAD Corporation en la d¨¦cada de los 90 quiz¨¢s le sepa a poco pues en poco m¨¢s de 30-45 minutos podr¨¢ completarlo. Si en caso contrario nunca hab¨¦is probado la recreativa la cifra aumenta considerablemente debido a su mantenida dificultad ascendente. Que dicho sea de paso, si sois de este grupo tan selecto, no dud¨¦is en haceros con ¨¦l.
Aunque el mono se vista de seda...
Aunque por el momento tan solo hemos hablado maravillas de Toki para Nintendo Switch no todo es oro lo que reluce. Si bien por fin tenemos el videojuego disponible para su compra tras nueve largos a?os de d¨ªmes y diretes, lo cierto es que la versi¨®n que ha lanzado Microids se queda algo corta en t¨¦rminos de extras. No hay galer¨ªas de arte, ni jukebox, ni v¨ªdeos de c¨®mo se hizo ni nada que desbloquear. Se trata pues del videojuego remasterizado sin m¨¢s, algo que los m¨¢s nost¨¢lgicos penalizar¨¢n al comprobar que tras pasarse la aventura no se de acceso a ning¨²n material extra. Tampoco hay men¨² de configuraci¨®n por lo que si sois de esos que os gusta personalizar el bot¨®n de salto y disparo aqu¨ª no podr¨¦is hacerlo.
Este detalle pasa factura a la espectacular puesta al d¨ªa en materia sonora del videojuego por parte del premiado compositor Raphael Gesqua (Flashback, Fade to Black) que si bien ha sabido actualizar la banda sonora de la recreativa original y adaptarla a las capacidades de audio de las m¨¢quinas actuales, pasa a un segundo plano debido a un mayor volumen en los efectos especiales y a la imposibilidad de solucionar esto mediante un men¨² de configuraci¨®n.
Como ¨²ltimo punto negativo tenemos que hablar del control. Los JoyCon no son los m¨¢s convenientes a la hora de utilizar con Toki pues su control es totalmente arcade y entre los defectos de los mandos de la h¨ªbrida est¨¢ el no contar con una cruceta en condiciones que nos permita ser precisos en juegos en dos dimensiones. Las diagonales -tanto utilizando la ¡°cruceta¡± como el anal¨®gico- no est¨¢n bien resueltas y en un videojuego como Toki son imprescindibles por lo que el control es algo tortuoso a menos que no se utilice un mando Pro o un Arcade Stick para Nintendo Switch.
Espa?a ha sido el primer pa¨ªs en recibir esta adaptaci¨®n renovada de Toki y lo ha hecho en dos formatos totalmente diferentes; uno digital y otro f¨ªsico llamado Retrollector Edition de lo m¨¢s apa?ado. Nosotros hemos tenido acceso a ambos y cabe destacar que merece y mucho la pena optar por la segunda opci¨®n. En la coleccionista se nos ofrece un set de pegatinas, dos litograf¨ªas de Philippe Dessoly, un c¨®mic (en franc¨¦s e ingl¨¦s), el videojuego en formato f¨ªsico y la joya de la corona, una cabina arcade de madera de reducidas dimensiones para posar en su interior la pantalla de Nintendo Switch. Este gadget viene decorado con motivos del videojuego y a pesar de que su tama?o no es excesivo se disfruta mejor del t¨ªtulo haciendo uso de ¨¦l. No solo la pantalla parece crecer en tama?o si no que nos mete de lleno en esta aventura arcade. Adem¨¢s pod¨¦is utilizarla en cualquier otro t¨ªtulo como los AKA Neo Geo o los videojuegos inclu¨ªdos en la suscripci¨®n a Nintendo Online y la experiencia seguir¨¢ vi¨¦ndose potenciada.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.