Call of Duty: Modern Warfare 2
Call of Duty: Modern Warfare 2, gu¨ªa completa - Cabos sueltos
Te ayudamos a derrocar a Vladimir Makarov y te mostramos la ubicaci¨®n de todos los documentos de inteligencia.
Por fin nos reagrupamos y enfilamos la casa de Makarov. Dos coches intentan huir pero nuestro sat¨¦lite los revienta. Seguimos adelante. Forzamos la puerta de la casa y matamos a los tres enemigos que hay en el zagu¨¢n. Subimos al piso de arriba con cuidado porque un ruso con una escopeta recortada nos est¨¢ esperando. Cuando hayamos limpiado la zona debemos bajar al s¨®tano. Las escaleras est¨¢n en uno de los laterales de la cocina. El pasillo tiene forma de L y dos enemigos muy peligrosos aguardan. Una granada y listos. Vemos que hay dos puertas, tenemos que forzar las dos siguiendo el mismo procedimiento que las otras veces. En uno de los cuartos hay un aut¨¦ntico arsenal a nuestra disposici¨®n. Elegid bien.
Una vez limpiado los cuartos, tenemos que cargar toda la informaci¨®n del ordenador de Makarov, que est¨¢ en la salita. El problema es que el proceso es muy lento y los hombres del ruso vana intentar destruirlo. Ahora comienza uno de los verdaderos retos del juego. Los enemigos van a venir escalonada o simult¨¢neamente por tres partes distintas. Estos accesos son la puerta principal, la salita, y la sala de enfrente de la entrada. Es fundamental que siempre que podamos coloquemos minas en los umbrales de las puertas. Adem¨¢s estamos pr¨¢cticamente solos porque nuestro buen amigo Ghost se dedica a disparar desde una ventana hacia fuera y no dentro de la casa. Cuando el disco se haya cargado lo cogemos y salimos por patas hasta el punto de destino.
Fuera de la casa no hay muchos enemigos, ?hay cientos de ellos! Bueno, quiz¨¢s no tantos, pero lo suficientes como para matarnos si s¨®lo nos dedicamos a correr. Ahora m¨¢s que nunca tenemos que compaginar velocidad con precisi¨®n. Adem¨¢s, los ¨¢rboles apenas nos dan cobertura. La clave est¨¢ es avanzar junto a Ghost y tener controlados a los que est¨¢n llegando a la casa, a los que disparan y corren desde el granero, y los que, por supuesto, est¨¢n delante del punto de destino.
Con un poco de pericia y varios intentos, llegaremos al helic¨®ptero desde el que nos espera el general Shepperd para salvarnos? ?o no?