Call of Duty: Modern Warfare 2
Call of Duty: Modern Warfare 2, gu¨ªa completa - Segundo sol
Te ayudamos a derrocar a Vladimir Makarov y te mostramos la ubicaci¨®n de todos los documentos de inteligencia.
Moment¨¢neamente controlamos a un astronauta de la Estaci¨®n Espacial Internacional. Un compa?ero nos dice que miremos a la derecha y al hacerlo vemos c¨®mo una bomba nuclear explota y destruye toda la pantalla.
Volvemos a la Tierra y por fin somos liberados por el sargento Foley y otros compa?eros. El enemigo ha desaparecido y se ha desatado lo m¨¢s parecido a una tormenta nuclear. Tenemos que seguir a Foley, a bastante velocidad, para encontrar refugio. Lo haremos unos metros m¨¢s adelante al cruzar una fachada derruida de la derecha.
Foley saldr¨¢ afuera y avisar¨¢ al equipo que es seguro salir. La situaci¨®n es dantesca. Un soldado desesperado que nos encontramos nos comunica que todos los efectivos se est¨¢n reuniendo en el Whiskey Hotel.
Seguimos a trav¨¦s de un edificio de oficinas. En el zagu¨¢n de dicho edificio hay un cargamento de munici¨®n que nos ser¨¢ muy ¨²til. Subimos las escaleras y ahora tenemos que prepararnos para un combate muy duro dividido en dos partes. Se trata de dos oficinas a oscuras, destruidas, con multitud de obst¨¢culos y repletas de enemigos. Ni se os ocurra salir a pegar tiros sin ton ni son. A parte de lanzar varias granadas, el lanzagranadas de los rifles de asalto viene que ni pintado.
Cuando hayamos pasado la segunda, llegaremos a un patio que nos lleva a otro edificio. Todo est¨¢ oscuro y en silencio. Primero debemos acabar con tres enemigos algo despistados y luego seguimos a Foley hasta que nos encontremos con un grupo de SWAT? o eso parece, pues resultan ser rusos camuflados. Cuidado con su potencia de fuego pues, adem¨¢s de muy potente, estaremos sin m¨¢s defensa que un murete de ladrillo.
Por entramos en el edificio, donde nos espera otro americano para decirnos que debemos darnos prisa en llegar al Whiskey Hotel. Resulta que nuestro destino es el b¨²nker del Presidente de EE. UU. Pero cuando abrimos la puerta de ¨¦ste, no hay nada al otro lado.