La final de la IV Eurocopa no tuvo color aunque s¨ª colorido por los millares de alemanes que ocuparon los grader¨ªos del Heysel luciendo toda clase de objetos de identificaci¨®n con su equipo. La superioridad germ¨¢nica se demostr¨® desde el silbido inicial y los goles fueron cayendo en las redes de Rudakov, que tambi¨¦n vio varios balones estrellarse en el larguero de su porter¨ªa. Apenas se inquiet¨® a Maier y Beckenbauer pudo alzar la Copa de Henri Delaunay. (Foto de apertura: Beckenbauer levanta la primera Copa de Europa de Alemania).

Jugaron como en casa

La marea alemana invadi¨® todos los rincones t¨ªpicos de Bruselas y fundamentalmente el estadio del Heysel. La proximidad de B¨¦lgica y el nivel econ¨®mico de los germanos permitieron que m¨¢s de 35.000 aficionados pudieran animar al equipo que capitaneaba Beckenbauer. Representaban m¨¢s de tres cuartos de la asistencia. Al t¨¦rmino del encuentro, muchos de ellos invadieron el terreno de juego para festejar el triunfo.

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1-0 27¡¯ - M¨¹ller

Dominaba el equipo alem¨¢n pero sin frutos cuando Heynckes remat¨® con potencia sobre la puerta sovi¨¦tica. A duras penas rechaz¨® Rudakov. Por all¨ª andaba M¨¹ller con la ca?a y se adelant¨® a Kaplichniy y Jurtsilava para batir la puerta sovi¨¦tica.

2-0 51¡¯ - Wimmer

De espaldas y de frente. Fue un magn¨ªfico pase de Heynckes al espacio vac¨ªo. All¨ª lleg¨® su compa?ero Wimmer que cruz¨® el zurdazo. El bal¨®n lo toc¨® Rudakov, pero no con la fuerza suficiente para impedir que llegase al fondo de su porter¨ªa.

3-0 58¡¯ - M¨¹ller

Otra vez estuvo Heynckes en la jugada. Su pase lo caz¨® Gerd M¨¹ller y volvi¨® a demostrar su gran categor¨ªa de hombre-gol.

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Fall¨® la t¨¢ctica sovi¨¦tica

Hab¨ªa que anular a Netzer. Esa era la orden de Ponomarev, el antiguo defensa y ahora t¨¦cnico de los sovi¨¦ticos. Para ello organiz¨® una vigilancia por relevos encargada a Kolotov, Troshkin y Jurtsilava. No result¨® porque permiti¨® mayor movilidad a Wimmer y el propio Netzer retras¨® m¨¢s su posici¨®n en el campo, sacando de su sitio natural a sus marcadores. La superioridad germana fue total, porque la supremac¨ªa t¨¢ctica estuvo acompa?ada de un mayor talento y capacidad de improvisaci¨®n en sus hombres fundamentales. El f¨²tbol del equipo sovi¨¦tico fue demasiado previsible para sus rivales.

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Sin dinamita

S¨®lo un disparo a ¨²ltima hora de Jurtsilava inquiet¨® a Maier. Los sovi¨¦ticos apenas crearon peligro a la meta germana.

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El primer triunfo alem¨¢n

La Uni¨®n Sovi¨¦tica era la cuarta vez que llegaba a la fase final. Primera en 1960, segunda en 1964 y tercera en 1968, de nuevo disputaba la final en este 1972. Los alemanes nunca lo hab¨ªan logrado, pero contaban en esta ocasi¨®n con un magn¨ªfico conjunto. Desde el primer momento, y con el p¨²blico a favor, demostraron que eran muy superiores a sus rivales.

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