Era la eliminatoria m¨¢s atractiva, pero la exhibici¨®n de los alemanes en Wembley, televisada a toda Europa, dej¨® en segundo plano la devoluci¨®n de visita. Los h¨²ngaros necesitaron un tercer partido en campo neutral para clasificarse, mientras los sovi¨¦ticos lo hicieron con demasiada facilidad ante Yugoslavia. La gran sorpresa la dieron los belgas. Empataron sin goles en Mil¨¢n y supieron derrotar a los siempre competitivos italianos en el partido de Bruselas. (Foto de apertura: Banks est¨¢ a punto de detener el penalti de Netzer que adelant¨® a Alemania en Wembley).

Merecido festejo alem¨¢n

Fue un partido para los que se usan toda clase de adjetivos favorables. Muchas jugadas ofensivas de los dos equipos, fuerza y t¨¦cnica por ambos lados y mejor juego alem¨¢n con actuaci¨®n extraordinaria de Netzer. Con Inglaterra al ataque, en los ¨²ltimos minutos sorprendi¨® el tercer gol marcado por M¨¹ller, lo que desat¨® el entusiasmo de sus compa?eros.

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A punto de detenerlo

Penalti contra Inglaterra. Lo lanz¨® Netzer a media altura y ligeramente a la derecha de Banks. El chino acert¨® en su estirada y desvi¨® el bal¨®n que tras golpear en el poste super¨® lentamente la l¨ªnea de puerta. Banks mostr¨® su frustraci¨®n por haber rozado el ¨¦xito sin conseguirlo. Ventaja germana a seis minutos del final.

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Decepci¨®n en Berl¨ªn

Los alemanes salieron a defender su ventaja. No arriesgaron y el partido fue de esos que muchos llaman aburrido. Despu¨¦s de la exhibici¨®n de Wembley todos los aficionados al f¨²tbol sufrieron una gran decepci¨®n.

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Brillaron los defensas

Los belgas desesperaron a los azzurri con su t¨¢ctica del fuera de juego. Tambi¨¦n tuvieron sus ocasiones lanzando a Semmeling y Lambert pero el marcador de San Siro se mantuvo inalterable. Ambas defensas estuvieron espl¨¦ndidas y tanto Albertosi como Piot, los dos porteros titulares en Mil¨¢n, magn¨ªficos.

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?Italia eliminada!

Flamencos y valones no dieron respiro a los italianos. Desde el primer momento ejercieron una enorme presi¨®n y consiguieron una ventaja de dos goles que supieron conservar.

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Jurtsilava y Dzajic, fiel reflejo de sus equipos

Se preve¨ªa un duelo igualado y fallaron los pron¨®sticos. Los yugoslavos eran m¨¢s imaginativos, pero tambi¨¦n m¨¢s an¨¢rquicos. En Belgrado les falt¨® talento. En Moscu sali¨® a relucir su desorden t¨¢ctico. La maquinaria sovi¨¦tica supo sacar partido de estas circunstancias. Mantuvo su puerta a cero en Belgrado y aprovech¨® varias de las ocasiones que se le presentaron en el Lenin. Por cuarta vez estaban en la fase final.

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Igualdad hasta el l¨ªmite

Esta eliminatoria mantuvo una emocionante igualdad hasta el final del partido de desempate. S¨®lo quedaban dos minutos cuando el h¨²ngaro Sz?ke desequilibr¨® la balanza. M¨¢s t¨¦cnicos, los h¨²ngaros ante los luchadores rumanos consiguieron de nuevo acceder a la fase final.