Oficialmente fueron 68.817 los asistentes al Ol¨ªmpico romano que acudieron a ver el desenlace de la tercera Eurocopa. La inmensa mayor¨ªa, l¨®gicamente, eran italianos. Despu¨¦s de 120 minutos de juego abandonaron el estadio Ol¨ªmpico defraudados por el empate y avergonzados por la actuaci¨®n arbitral de un suizo que hab¨ªa privado de un merecido triunfo a los futbolistas yugoslavos, muy superiores a sus rivales. Los m¨¢s viejos ?se acordar¨ªan de 1934?

Merecieron la victoria

Los plavis, esta vez de blanco, dieron un curso de buen juego aunque les faltase traducirlo en el marcador. Superaron a los azzurri en todas las facetas del juego y tuvieron que soportar un arbitraje infame. Ten¨ªan la victoria en la mano cuando un golpe franco les llev¨® a la pr¨®rroga.

A duras penas salvaron los muebles

Zoff, Facchetti, Castano, Prati, Ferrini y Guarneri; Burgnich, Anastasi, Lodetti, Juliano y Domenghini, formaron la squadra azzurra que deb¨ªa conquistar la primera Eurocopa italiana. Todo lo tuvieron a favor y sin embargo no lograron imponerse a sus adversarios.

Desverg¨¹enza arbitral

El suizo Gottfried Dienst llevaba muchos a?os en la cresta de la ola arbitral. Tal vez su residencia en la proximidad de las sedes de FIFA y UEFA tuviese que ver en ello. Hab¨ªa arbitrado finales de Copas de Europa e incluso la controvertida final de Wembley ¡®66. Siempre con ese sentido de favorecer, m¨¢s o menos sutilmente, los intereses de los organizadores. Esta vez se not¨® mucho.

Superioridad yugoslava

El t¨¦cnico Mitic hab¨ªa declarado: Hemos ganado a los mejores, a los ingleses. No veo c¨®mo podemos perder con Italia. Adem¨¢s los azzurri llegaban extenuados con la pr¨®rroga contra los sovi¨¦ticos en el caluroso N¨¢poles. Desde el primer momento, el f¨²tbol de los yugoslavos fue muy superior. Incluso el p¨²blico romano se puso a silbar a los suyos cuando marc¨® Dzajic y numerosas voces gritaron a?orando la presencia de Mazzola. En la segunda parte sigui¨® la supremac¨ªa yugoslava pero la actuaci¨®n arbitral les priv¨® del triunfo.

0-1 39¡¯ - Dzajic

El juego de los balc¨¢nicos era muy superior pero no ten¨ªa premio. Por fin, el brillante Dragan Dzajic consigui¨® batir a Zoff.

1-1 80¡¯ - Domenghini

Una vez m¨¢s el ¨¢rbitro se?al¨® una dudosa falta contra Yugoslavia. Domenghini no fall¨® en esta ocasi¨®n.

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Bronce para los pross

Los sovi¨¦ticos estaban decepcionados por su eliminaci¨®n monetaria y m¨¢s cansados por una agotadora pr¨®rroga bajo el calor napolitano. Alf Ramsey modific¨® algunas piezas de su equipo, las m¨¢s desgastadas, y afront¨® el encuentro con su t¨¢ctica habitual. Acert¨®. Al final de los noventa minutos pudo recoger el premio de la tercera plaza. Una vez m¨¢s, los veteranos Bobby Charlton y Hurst con sus aciertos goleadores le hab¨ªan resultado decisivos.