FINAL DE COPA | ATHLETIC - BARCELONA
Copa y cuentas pendientes
El Athletic llega tras el chasco con la Real y el Bar?a, tras caer en el Cl¨¢sico. Los cul¨¦s ganan m¨¢s finales, pero en la ¨²ltima, Villalibre toc¨® la trompeta.


Aunque a usted no le guste el f¨²tbol y este art¨ªculo le haya ca¨ªdo por casualidad en las manos, le voy a recomendar una cosa: esta noche vea la final de Copa entre el Athletic Club y el Barcelona que se jugar¨¢ en el Estadio de La Cartuja de Sevilla (21:30 horas DAZN y Tele 5) no le enga?aremos: no aseguramos que vaya a ser un gran partido, m¨¢s bien pinta lo opuesto ante las ¨²ltimas actuaciones de ambos equipos. Pero asistir¨¢ a un drama excelso. En el que el miedo a perder puede dominar a la ambici¨®n de ganar, en el que se tratar¨¢ de ajustar cuentas pendientes que incluyen trompeta e historial, donde se luchar¨¢ ante el rival y los fantasmas del pasado, que puede ser la ¨²ltima final del mejor jugador que haya visto y que marcar¨¢ el futuro inmediato de las dos instituciones que m¨¢s han honrado esta competici¨®n: El Athletic Club y el Barcelona (sigue el partido en directo en AS.com).
Ambos equipos llegan a esta final con traumas por solucionar. Ambos, adem¨¢s, recientes. A¨²n escuecen. El Bar?a llega tras volver a fracasar en un partido decisivo como fue el Cl¨¢sico ante el Madrid y el Athletic tras perder la final de Copa del curso pasado (cosas de la pandemia) contra la Real Sociedad.
Si a eso le a?adimos que el Bar?a cuando pisa Sevilla se le aparecen todos los fantasmas de su pasado (de Duckadam a Villalibre) y que el Athletic sabe que tener al Bar?a delante en un partido decisivo es como el eslogan de los dentistas contra los chicles sin az¨²car (nueve de cada diez no los aconsejan como nueve de cada diez finales caen del lado catal¨¢n) el partido ya supone no s¨®lo un t¨ªtulo, sino un ejercicio de autoafirmaci¨®n.
A?adamos a la ecuaci¨®n el factor Messi. El mejor jugador de la historia (y pongan aqu¨ª lo que quieran, d¨¦cada, siglo, ¨¦poca, del Bar?a, de Rosario o con tres hijos y un perro) se ha cansado de perder. Ya se cans¨® hace ocho meses y dijo que se iba, pero ahora, tras la final de la Supercopa de enero ¨Cque jug¨® tocado¨C puede recoger un trofeo como capit¨¢n del Bar?a. Lleva desde los trece a?os en la entidad cul¨¦ y el detalle para perfilar su decisi¨®n no deber¨ªa ser balad¨ª.
?Quieren m¨¢s pimienta? Vamos all¨¢. La revancha es un factor fundamental de cara al partido. El Athletic est¨¢ cansado de perder finales de Copa ante el Barcelona, que le ha arrebatado el t¨ªtulo de rey de la competici¨®n,y la que no perdi¨® ante los catalanes la perdi¨® ante la Real. Eso no ayuda a la reafirmaci¨®n personal de los vizca¨ªnos a los que la gabarra les suena a recuerdo de sus mayores.
Por su parte, el Bar?a tiene que quitarse de una vez esa cara de perdedor que lleva puesta desde hace demasiado tiempo en los d¨ªas importantes. Uno de esos ¨²ltimos d¨ªas fue en Sevilla (una ciudad que para el Bar?a es como la ducha del Motel Bates para Vera Miles cuando llega a una final) cuando el Athletic le remont¨® una final que parec¨ªan tener ganada los de Koeman en una espor¨¢dica aparici¨®n de Griezmann.
Villalibre forz¨® la pr¨®rroga y Williams, que ante el Bar?a recita sus mejores lecciones, derrotaron a un Bar?a que parec¨ªa estar en proceso de crecimiento. La l¨®gica celebraci¨®n de los leones con la trompeta de Villalibre es otra cuenta pendiente que escuece en el vestuario blaugrana.
Ambos equipos han llegado a la final apurando las eliminatorias, con un gol de diferencia, haciendo valer el valor de los goles fuera y forzando pr¨®rrogas. Son coperos a m¨¢s no poder, van a disputar esta noche el que probablemente sea el partido m¨¢s bonito del a?o en el mejor escenario. Pero sin p¨²blico, esto es otra cosa. Es miedo y cuentas pendientes. Falta la fiesta.