Rey de Copas s¨®lo hay uno

El Bar?a vuelve a sonre¨ªr a costa de un Athletic que sigue en la lona donde le dej¨® la Real Sociedad hace quince d¨ªas. El equipo de Koeman aplast¨® al Athletic en La Cartuja por 0-4, una goleada que de haber tenido el Bar?a un poco m¨¢s de punter¨ªa en la primera parte, podr¨ªa haber sido de esc¨¢ndalo. Messi volvi¨® a levantar un t¨ªtulo, marc¨® dos goles y junto a De Jong lider¨® a un Bar?a que le dej¨® muy claro al Athletic quien es el rey de copas.

El Bar?a someti¨® al equipo de Marcelino de inicio a fin del partido. Tard¨® una hora en concretar ese dominio en goles, pero cuando entr¨® el primero, el resto cayeron como un castigo divino sobre unos leones que salieron a jugar con la mochila de la derrota de hace dos semanas ante la Real demasiado presente. El efecto Marcelino, que tanto castig¨® al Bar?a en enero, va a la baja mientras que la progresi¨®n del Bar?a es absolutamente inversa.

La final fue s¨®lo una cuesti¨®n de saber cu¨¢ndo el Bar?a iba a marcar el primer gol. Tuvo suerte el Athletic de que el Bar?a no viera puerta hasta pasada la hora de partido. Si De Jong llega a embocar la ocasi¨®n m¨¢s clara que tuvieron los cul¨¦s en el partido, que fue a los dos minutos, el castigo podr¨ªa haber sido muy doloroso.

Antes de empezar el partido exist¨ªa la duda de ver si Koeman apostar¨ªa por la defensa de cuatro con Piqu¨¦ o seguir¨ªa apostando por la de tres con De Jong como central. El t¨¦cnico holand¨¦s se qued¨® a medio camino, como su equipo. Sali¨® el holand¨¦s con una defensa de tres con Piqu¨¦ colocando a De Jong en el centro del campo y sacrificando a Demb¨¦l¨¦ para dar entrada a Griezmann.

En el lado del Athletic la puesta en escena fue la esperada en lo t¨¢ctico, pero deprimente en la actitud. La suerte que sonri¨® al equipo de Marcelino en los primeros 45 minutos fue la de encontrarse con un Bar?a magn¨ªfico en la te¨®rica, pero torpe en la pr¨¢ctica. Excelente en el toreo de sal¨®n, pero nefasto a la hora de entrar a matar.

Como ese estudiante que pretende sacarse el carnet de conducir y aprueba la te¨®rica a la primera, pero cada vez que trata de aprobar la pr¨¢ctica suspende antes de aparcar el coche, la primera parte del equipo blaugrana fue como intentar comer un turr¨®n sin dientes.

Tuvo el equipo barcelonista acogotado al Athletic durante 25 minutos en los que cualquier equipo con punter¨ªa hubiese aplastado al rival. No fue el caso del Bar?a, donde De Jong dispar¨® al palo a los cinco minutos, Dest fue incapaz de convertir sus superioridades en peligro, Griezmann fue absolutamente inofensivo hasta cuando lo dif¨ªcil era no meterla y Messi se perd¨ªa en arabescos con Alba y segu¨ªa desperdiciando las faltas que le se?alaban en contra.

Una vez los vascos sobrevivieron a la salida de lobo de peluche del Barcelona, los de Marcelino se fueron sintiendo cada vez m¨¢s seguros sobre el terreno de juego. I?igo Mart¨ªnez avis¨® en la t¨ªpica falta lateral que le busca la ruina al Bar?a y el equipo blaugrana se dio cuenta de que su mon¨®logo insulso llegaba a la mitad del partido sin dar ning¨²n fruto.

Parec¨ªa claro que el Athletic peor no lo pod¨ªa hacer de cara al segundo tiempo y que o el Bar?a dejaba de morder con dientes de leche y sacaba los colmillos o la final se le iba a poner en una carrera contrarreloj en la que a medida que se acercara el final del partido m¨¢s opciones iba a tener un Athletic que sali¨® a jugar el segundo acto sin Muniain, absolutamente in¨¦dito y claramente tocado, siendo sustituido por Lekue.

El inicio del segundo tiempo sigui¨® la t¨®nica del primero, con el Athletic siendo un gui?apo en manos de un Bar?a que segu¨ªa teniendo en su falta de punter¨ªa a su peor enemigo. Griezmann, Pedri y Busquets fallaron ante Unai Simon ocasiones para desesperarse hasta que a los 59 minutos Griezmann abri¨® la lata en un gol casi imposible de fallar tras el centro de De Jong.

Liberado de esa presi¨®n, el Bar?a se subi¨® a la ola para aniquilar al Athletic en once minutos. Todo lo que tard¨® en entrar durante una hora, cay¨® a chorro en siete minutos salvajes. De Jong marc¨® el segundo y colabor¨® en el tercero para que Messi dejara en nada el intento de reacci¨®n de Marcelino que introdujo tres cambios de golpe que no sirvieron para nada. El Bar?a hab¨ªa puesto la quinta velocidad y Leo marc¨® el cuarto a pase de Alba.

A partir de ah¨ª, el Bar?a se reencontr¨® con su imagen de ganador y se quit¨® la careta de perdedor que se le hab¨ªa puesto desde hac¨ªa demasiado tiempo. Ocho meses despu¨¦s de la derrota de Lisboa, Koeman logra dar una alegr¨ªa a una afici¨®n que se la merec¨ªa desde hace mucho tiempo tras una traves¨ªa del desierto muy dura. El Athletic, por su parte, fue incapaz de levantar una final que empez¨® a perder hace dos semanas.