Otra vez. S¨ª. El Madrid. Campe¨®n de Europa. Por tercera vez consecutiva. La cuarta ¡®Orejona¡¯ en cinco a?os. La 13. La Decimotercera. La Tred¨¦cima. La 12+1. Ll¨¢menle como quieran. A?adan los adjetivos calificativos que quieran. Hist¨®rico, majestuoso, ¨¦pico, irrepetible, memorable, admirable¡­ Todo eso se lo merece este equipo de leyenda, que ha reverdecido, como se dec¨ªa antiguamente, viejos laureles. Y vaya laureles.

Recuerden que la otra gran tacada hist¨®rica de la Copa de Europa pertenece tambi¨¦n al Madrid, c¨®mo no. De 1956 a 1960 se apoder¨® de las cinco primeras ediciones. Y dos ¨¢rbitros ingleses (M¨ªster Ellis y Mister Leafe), con dos actuaciones infames en la eliminatoria Madrid-Bar?a, impidieron que cayese la sexta seguida.

El caso es que el Madrid supo sobrevivir tras su particular traves¨ªa del desierto, expandida desde la Copa de Europa conseguida por los Ye-Y¨¦s en 1966 ante el Partiz¨¢n, y la S¨¦ptima con la firma de Mijatovic ante la Juventus, en 1998.

Tras esas tres largas d¨¦cadas de sequ¨ªa se alejaron todos los complejos y desde 1998 las Champions han ido cayendo como rosquillas. La Octava en Par¨ªs (ante el Valencia), la Novena en Glasgow (ante el Bayer Leverkusen con la famosa Volea de Zizou y las paradas m¨¢gicas de Casillas), la D¨¦cima (gol de Ramos en el 93¡­), la Und¨¦cima con los penaltis ag¨®nicos en la tanda de Mil¨¢n, la Duod¨¦cima con la actuaci¨®n colosal de Cristiano y compa?¨ªa ante la Juve en Cardiff y, finalmente, el triunfo alcanzado ante el Liverpool en Kiev.

Me he agotado al activar mi memoria para no dejarme ninguna. Es lo que tiene la leyenda del Madrid en Europa. Tiene m¨¢s en color (7) que en blanco y negro (6). Ha sido capaz en estos ¨²ltimos veinte a?os de ganar dos Copas de Europa m¨¢s que las conseguidas en total por el Bar?a en sus 119 a?os de historia (5). Son buenos tiempos para los madridistas. Disfrutamos de una etapa esplendorosa, a la que se ha a?adido hace una semana la D¨¦cima Copa de Europa de baloncesto. Primer club en la historia del deporte que consigue acumular a la vez en futbol y en basket el reinado continental¡­

Lo de esta temporada ha tenido un m¨¦rito superlativo. Con el equipo ca¨ªdo desde enero en territorio nacional (la Liga ya estaba perdida y la eliminaci¨®n en Copa ante el Legan¨¦s levant¨® ampollas por la alineaci¨®n fijada por Zidane), el equipo reaccion¨® en torno a su entrenador para hacer pi?a y unirse como una roca a su carism¨¢tica figura para conseguir lanzarse a por el reto de la Champions. La tercera seguida. Casi nada al aparato. Seamos honestos.

En enero nadie daba un euro por este equipo pensando en Europa. Todas las apuestas miraban hacia el PSG de Neymar, Mbapp¨¦ y Cavani, hacia el City de Guardiola, hacia el Bayern de Heynckes, hacia el Bar?a de Messi que arrasaba en nuestra Liga¡­ S¨®lo los nost¨¢lgicos que siempre hemos cre¨ªdo firmemente en el ADN europeo de este club prodigioso insist¨ªamos en que el final del cuento pod¨ªa cambiar. Y vaya si cambi¨®.

Ante el PSG irrumpi¨® el perfil del triple campe¨®n de Europa. 3-1 en el Bernab¨¦u y s¨®lo pinceladas de Neymar. Y en Par¨ªs las bengalas de los ultras se apagaron con el f¨²tbol de seda de Asensio, Lucas y Cristiano, que fue el ejecutor del ya extinto proyecto de Emery. En cuartos de final de nuevo la Juventus de Buffon. Siempre se recordar¨¢ por el 0-3 de Tur¨ªn y el gol prodigioso de chilena de Cristiano. La ovaci¨®n cerrada del Juventus Stadium al just¨ªsimo Bal¨®n de Oro ha quedado como uno de los grandes momentos de la historia del f¨²tbol.

Se sufri¨® en la vuelta, pero el claro penalti de Benatia a Lucas arregl¨® todo. Repito, penalti claro. Y en semifinales otro hueso. Duro. Muy duro. El Bayern. ?D¨®nde estaban las ¡®bolas calientes¡¯ que siempre le atribuyen al Madrid en los sorteos? Pues 1-2 en M¨²nich, con dos golazos de Marcelo y Asensio, y 2-2 en el Bernab¨¦u, con un Keylor colosal. Y ya han visto hoy lo que pas¨® en Kiev.

Nadie ha regalado nada a este Madrid de Zidane que ha pasado a la historia como un equipo imbatible en Europa. Es el peso de su leyenda. Cae una Champions tras otra y nadie le ve fin ni fecha de caducidad a este c¨ªrculo virtuoso. Cost¨® mucho, lo s¨¦. Pero ya se sabe que no hay gloria sin sufrimiento. Les dejo con una de mis canciones favoritas que hoy retumbaba en las gradas del Ol¨ªmpico de Kiev: ¡°?C¨®mo no te voy a querer, c¨®mo no te voy a querer, si fuiste campe¨®n de Europa por Tred¨¦cima vez!¡±.

Zidane inici¨® su andadura como t¨¦cnico profesional dirigiendo al Castilla un 24 de agosto de 2014 con derrota ante el Atl¨¦tico B. El filial rojiblanco acab¨® descendiendo a Tercera Divisi¨®n y el segundo equipo del Real Madrid acab¨® en sexta posici¨®n, fuera del play-off de ascenso. Adem¨¢s, el hoy triple campe¨®n de Europa permaneci¨® tres meses inhabilitado por no tener el carn¨¦ de entrenador. Imaginen, tras ese debut con derrota, que un duende m¨¢gico se hubiera acercado a Zizou para decirle: ¡°Tranquilo, Zinedine. En tres a?os, nueve meses y tres d¨ªas tendr¨¢s tres Copas de Europa en tu palmar¨¦s y te reir¨¢s de un d¨ªa como el de hoy¡±. Hasta el mismo Zidane le hubiera dado una patada a ese duende. Pero la realidad, a 26 de mayo de 2018, es que Zizou no tiene duende, no. Zidane es el duende de la Champions. En sus tres primeras temporadas en la competici¨®n ha superado a una n¨®mina ilustre de t¨¦cnicos con dos Copas de Europa y de estilos muy variopintos: Villalonga, Carniglia, Guttman, Herrera, Mu?oz, Rocco, Kovacs, Cramer, Clough, Happel, Sacchi, Hitzfeld, Del Bosque, Ferguson, Mourinho, Guardiola y Heynckes. De r¨¦cord. Nadie hab¨ªa logrado un porcentaje de ¨¦xito igual. Ahora s¨®lo tiene por delante a Bob Paisley (1981, 1978 y 1977) y Carlo Ancelotti (2014, 2007 y 2003)¡­

El libreto de Zizou se basa en la gesti¨®n m¨¢s que en la intervenci¨®n. Observa, sonr¨ªe y decide con naturalidad. No inventa, aprieta e impone. Si en la Und¨¦cima funcionaba una bbC heredada en tiempos de Ancelotti, dejaba la bbC. Si en la Duod¨¦cima la bbC no era tan innegociable, se sub¨ªa a la ola de la segunda unidad que tan buen resultado le dio. Y en la Decimotercera se aferr¨® a una columna de 17 futbolistas relegando a Bale al papel de secundario hasta su aparici¨®n m¨¢gica en la final. ¡°No voy a echar la mierda encima a los jugadores. Contra el PSG nos jugamos la temporada¡±, dec¨ªa tras el ¡®pepinazo¡¯ del Legan¨¦s en el Bernab¨¦u, en los cuartos de Copa del Rey. Quince d¨ªas antes de aquella eliminaci¨®n, el t¨¦cnico del Madrid evidenci¨® lo que ser¨ªa hoy el secreto de su ¨¦xito con un sutil pulso a la entidad: ¡°No necesitamos un portero¡±. Demostr¨® personalidad y liderazgo ante la idea del presidente de traer un portero en el mercado invernal. El franc¨¦s blind¨® al vestuario, protegi¨® a Keylor e hizo caso a los capitanes Ramos, Marcelo y Cristiano. No se puso a inventar desde la pizarra (el Madrid esta temporada ha acabado con 1,14 goles en contra por partido, lejos del 0,61 del Atl¨¦tico, el 0,71 del Bar?a o el 0,78 del Manchester United) sino que hizo caso a las palabras del duende que lleva dentro: ¡°Soy el entrenador que soy gracias a vosotros. Fracaso o ¨¦xito, pero siempre con vosotros¡±. Ese doble o nada, avalado con dos Copas de Europa en su bolsillo, provoc¨® el efecto deseado: los jugadores devolvieron esa lealtad respondiendo en la Champions.

La gesti¨®n que llev¨® al ¨¦xito a Paisley, Ancelotti y Zidane

Tras lo de Kiev, Zidane ya es el segundo t¨¦cnico m¨¢s laureado de la historia del Real Madrid con nueve t¨ªtulos tras desempatar con Luis Molowny: tres Champions, una Liga, dos Supercopas de Europa, dos Mundiales de Clubes y una Supercopa de Espa?a. S¨®lo tiene por delante a Miguel Mu?oz, con 14 trofeos en 14 a?os (1960-1974). Ahora va a por Bob Paisley y Carlo Ancelotti, los m¨¢s grandes de la m¨¢xima competici¨®n continental. Ellos tambi¨¦n forjaron su leyenda desde la gesti¨®n m¨¢s que desde la direcci¨®n. Paisley, eclipsado aun con sus tres Copas de Europa por el legado del m¨ªtico Bill Shankly, se caracteriz¨® por ser un t¨¦cnico tremendamente modesto. "Sigui¨® siendo un tipo normal entre sus extraordinarios logros¡±, reza el epitafio del mejor entrenador del f¨²tbol brit¨¢nico. Zidane guarda esa humildad de Paisley (¡°no soy el mejor entrenador del mundo, pero conozco la cabeza de los jugadores y los egos¡±, repite constantemente) y comparte el talante de Carlo Ancelotti, que gran parte de su ¨¦xito vino por plasmar su experiencia como jugador de ¨¦lite a un vestuario. ¡°He conocido a Mourinho y Ancelotti y he tenido a muchos entrenadores en mi ¨¦poca de jugador. Siempre he cogido algo de cada uno. Cada uno de ellos me dec¨ªa: lo importante es que t¨² hagas lo que consideres conveniente. Quiero que los jugadores se lo pasen bien y ganar t¨ªtulos¡±, dec¨ªa Zidane en enero de 2016 cuando cogi¨® las riendas del primer equipo. Se ha mantenido fiel a ese estilo de gesti¨®n m¨¢s que de intervenci¨®n dentro de un vestuario. Lleva una carrera de r¨¦cord. Tanto que el duende que lleva dentro comienza a dudar de aquello que tanto repite: ¡°Fui mucho mejor como jugador que como entrenador¡±.

El Madrid ha logrado en Kiev la d¨¦cimotercera Copa de Europa de su historia y la cuarta de la era Cristiano Ronaldo. Desde que en la temporada 2009-10 el crack portugu¨¦s lleg¨® al club blanco, la hegemon¨ªa merengue en la Champions es rotunda logrando cuatro t¨ªtulos, tres de ellos de forma consecutiva. Ya nadie duda de que el portugu¨¦s es el Di St¨¦fano del siglo XXI por sus n¨²meros y por haber devuelto al Madrid a lo m¨¢s alto de la hegemon¨ªa continental. Su dominio en la m¨¢xima competici¨®n europea de clubes es absoluto y lo ha vuelto a demostrar. El protagonismo de Cristiano en esta ¨²ltima Champions, la quinta de su carrera profesional (gan¨® la de 2007-08 con el Manchester United), ha sido enorme. De hecho, ha repetido como el m¨¢ximo por sexta temporada consecutiva. Adem¨¢s, en esta edici¨®n logr¨® dos nuevos r¨¦cords: el de haber marcado de forma consecutiva en 11 encuentros (diez partidos de la presente y la final de la temporada pasada) y el de ser el jugador que m¨¢s finales de Champions League ha ganado: cinco.

Cristiano ha agrandado en Kiev todav¨ªa m¨¢s su leyenda. S¨®lo Di St¨¦fano, Maldini, Z¨¢rraga y Rial lograron ganar tantas Copas de Europas como ¨¦l. El vigente Bal¨®n de Oro ¨²nicamente tiene por delante los seis t¨ªtulos ganados por Gento. El presidente de honor del Madrid es el futbolista m¨¢s laureado de la Copa de Europa. El propio Cristiano es consciente de la dificultad que eso conlleva, pero nada m¨¢s terminar la final de Kiev ya ten¨ªa en su cabeza ese nuevo reto.

Pero m¨¢s all¨¢ de las cifras, Cristiano dej¨® una imagen para la historia. El 3 de abril de 2018, en el minuto 64 del Juventus-Real Madrid de la ida de cuartos de final, el astro portugu¨¦s se elev¨® hasta los 2,23 metros para marcar un gol antol¨®gico de chilena. Tal obra de arte recibi¨® el reconocimiento de la afici¨®n turinesa que reconoci¨® puesta en pie y con una sonora ovaci¨®n la maravilla que acababa de realizar Cristiano. Ni el dolor de que su equipo fuera perdiendo por 0-2 en ese momento fue ¨®bice para que los tiffosi se rindieran ante uno de los goles m¨¢s bellos de la historia de la Copa de Europa. Posteriormente, el propio Cristiano reconocer¨ªa que ese hab¨ªa sido el mejor gol de su carrera.

Precisamente, la Juventus es el ¨²nico club al que un futbolista, en este caso el crack portugu¨¦s, le ha marcado 10 goles en la Champions. Redonde¨® tal gesta marcando el pol¨¦mico penalti cometido por Benatia a Lucas V¨¢zquez en el Bernab¨¦u y que signific¨® el pase del Madrid a las semifinales en el descuento. En esa pen¨²ltima ronda el Madrid se enfrent¨® al Bayern, uno de los rivales favoritos de Cristiano. No en vano, el crack portugu¨¦s es el jugador que m¨¢s goles le ha marcado al campe¨®n alem¨¢n en la Copa de Europa. Nada m¨¢s y nada menos que nueve tantos en ocho encuentros. En esta edici¨®n el gol se le resisti¨® ante los b¨¢varos, pero disput¨® dos partidos de semifinales cargados de compromiso y entrega para poder alcanzar la final contra el Liverpool.

Cristiano ya suma cinco Copas de Europa. ?Ser¨¢ el Metropolitano el lugar en el que alcanzar¨¢ en lo m¨¢s alto a Gento? Dentro de unos meses lo sabremos, pero antes tocar¨¢ disfrutar de ¨¦l en el Mundial de Rusia.

Sergio Ramos y la Champions League: un idilio sin fin, a tenor de las ¨²ltimas cinco ediciones. El defensa del Real Madrid jug¨® su cuarta final en cinco a?os y acumula ya otros tantos t¨ªtulos en la m¨¢xima competici¨®n europea, lo que le iguala con hist¨®ricos como Santamar¨ªa, Xavi, Iniesta, Etoo, Messi... En las tres Champions que logr¨® en los ¨²ltimos a?os (2014, 2016 y 2017) siempre tuvo un papel fundamental, a veces incluso m¨¢s protagonista de lo que cabr¨ªa esperar en un central.

Su registro en la Champions habla por s¨ª solo: ha jugado 114 partidos (69 victorias, 23 empates y 22 derrotas) en los que ha marcado once goles; empata con Panucci en la cuarta posici¨®n en la lista de defensas m¨¢s goleadores de la Champions, s¨®lo superado por Alves y Piqu¨¦ (12), Helguera (15) y Roberto Carlos (16). Acumula 10.109 minutos en Copa de Europa, pero si por algo pasar¨¢ a la historia de la Champions ser¨¢ por sus goles decisivos y por su influencia en el triunfo final del Madrid en la competici¨®n. Lo analizamos edici¨®n a edici¨®n.

2013-14: el h¨¦roe indiscutible de la D¨¦cima

Resulta complicado catalogarle de h¨¦roe principal del Madrid que gan¨® un t¨ªtulo 12 a?os despu¨¦s de la Novena de Glasgow; sobre todo, considerando que Cristiano hizo nada menos que 17 goles en aquella edici¨®n, lo que sigue siendo el r¨¦cord de anotaci¨®n en una temporada. Pero el peso de Ramos en aquella Champions fue m¨¢s cualitativo que cuantitativo, y eso que anot¨® tres goles y dio tres asistencias, n¨²meros m¨¢s que estimables para un central. Pero m¨¢s importante que el qu¨¦ fueron el cu¨¢ndo y el donde.

Primero, abri¨® la puerta de la final al Madrid anotando un doblete en el Allianz Arena ante el Bayern, los dos primeros goles del 0-4 final con el que el equipo de Ancelotti apag¨® los ¨¢nimos del equipo entonces entrenado por Guardiola, que llegaba con la obligaci¨®n de remontar el 1-0 de la ida. Suficiente ¨¦pica, pero lo mejor estaba por llegar: en la final, ante el Atl¨¦tico en Lisboa, un cabezazo inapelable del sevillano en el 92':48'' mand¨® el encuentro a la pr¨®rroga cuando el equipo de Simeone ya celebraba su primera Champions, lograda para m¨¢s inri ante el eterno rival. Si en la pr¨®rroga el Madrid se desat¨® en ataque (4-1 final) para levantar la D¨¦cima, fue porque Ramos lo hizo posible.

2015-16: otro gol al Atl¨¦tico con pol¨¦mica incluida

Aquella Champions Ramos no anduvo tan fino de cara a la porter¨ªa rival: hasta la final, ni un gol ni una asistencia, raro en un central de intenciones tan ofensivas como ¨¦l. Se guard¨® lo mejor para el partido decisivo, jugado en San Siro (Mil¨¢n) ante el Atl¨¦tico, otra vez, dos a?os despu¨¦s de Lisboa. El equipo blanco arranc¨® claramente mejor y materializ¨® ese dominio en el minuto 15: Kroos bot¨® una falta, Bale prolong¨® de cabeza en la frontal y, en boca de gol, apareci¨® Ramos para remachar y evitar que Oblak se hiciese con el bal¨®n con facilidad, en plena pugna con Savic.

Las im¨¢genes posteriores revelaron que el sevillano estaba en ligero fuera de juego, si bien el central del Atl¨¦tico estaba cometiendo penalti por agarr¨®n sobre ¨¦l; ni una cosa ni otra vio el colegiado ingl¨¦s Clattenburg, s¨®lo el tanto que subi¨® al marcador. A diez minutos del final, Carrasco empat¨® y mand¨® el partido a la pr¨®rroga y, luego, a los penaltis. Ah¨ª tambi¨¦n hizo su papel Ramos, lanzando y anotando, sin titubear, el cuarto penalti de los blancos. Tras el fallo de Juanfran y el gol de Cristiano, la Und¨¦cima se hizo realidad, de nuevo con la inestimable ayuda de Sergio Ramos.

2016-17: la m¨¢s discreta de las tres

En este caso s¨ª se puede decir que Cristiano fue, sin duda, el principal art¨ªfice del t¨ªtulo, con diez goles entre los cuartos de final y la final. Pero Ramos, como acostumbra, tuvo su participaci¨®n: un gol (casi dos, como veremos a continuaci¨®n) y dos asistencias. Su gran partido, sin duda, fue en San Paolo ante el N¨¢poles. Tras ganar 3-1 en el Bernab¨¦u, el Madrid se preparaba para contener al N¨¢poles de Sarri, din¨¢mico e imprevisible en ataque.

En el minuto 24 Mertens adelant¨® a los italianos, lo que pon¨ªa el pase en riesgo; otro gol clasificaba al N¨¢poles. Tras un primer tiempo mal¨ªsimo de los blancos, surgi¨® la figura de Ramos, que marc¨® un gol en el 51' de cabeza y luego dio otro testarazo que, tras desviarse al tocar en Mertens, supuso el 1-2, cerrando virtualmente la eliminatoria (luego Morata har¨ªa el 1-3 final). Adem¨¢s, el sevillano dio una asistencia durante la pr¨®rroga en la vuelta de cuartos contra el Bayern y firm¨® partidos excelentes en defensa tanto en semifinales, ante el Atl¨¦tico, como en la final ante la Juventus.

... y unas cuantas decepciones

La historia de Ramos en la Champions es claramente optimista ¨²ltimamente, pero no siempre fue as¨ª. Empezando por la 2006-07, cuando le anularon un gol legal en M¨²nich que hubiese clasificado al Madrid en octavos. Luego llegar¨ªa su famoso penalti a las nubes en la tanda de las semifinales de la 2011-12, ante el Bayern de Neuer (que se mof¨® a posteriori del sevillano, algo que ¨¦ste le hizo pagar en las semifinales de la 2013-14).

En la 2012-13 asomar¨ªa lo que Ramos era capaz de hacer en Europa, aunque sin final feliz: en la vuelta de semifinales ante el Borussia Dortmund (4-1 en la ida para los alemanes), el Madrid lleg¨® al tramo final con 0-0, pero se rebel¨® con goles de Benzema (82') y Ramos (88'). Luego, en el ¨²ltimo suspiro, tuvo el sevillano un cabezazo que casi entra y que hubiese supuesto el pase a la final de Wembley. Se fue por cent¨ªmetros y aquello le doli¨® al de Camas, como dej¨® ver con sus l¨¢grimas y su mensaje tras el partido: "Nos ha faltado actitud, a m¨ª el primero". Desde entonces, siempre aparece cuando su equipo m¨¢s le necesita en la Copa de Europa.