Bennett repite victoria al esprint en un accidentado final
Una ca¨ªda bajo la pancarta del ¨²ltimo kil¨®metro afect¨® a Valverde y Pogacar, pero sobre todo a Mezgec, evacuado en ambulancia, desorden¨® al pelot¨®n.
Asturias es un cl¨¢sico de la Vuelta, una visita obligada para encadenar sus imponentes monta?as. M¨¢s raro es presenciar un esprint, como ocurri¨® este s¨¢bado en Oviedo con victoria de Sam Bennett, la segunda que consigue en la presente edici¨®n. Los velocistas tienen pocas oportunidades para la gloria en la ronda espa?ola, por eso sus equipos se exprimen para no desaprovecharlas. Hasta ahora s¨®lo hab¨ªamos visto dos, rematadas por el propio Bennett en Alicante y por Fabio Jakobsen en El Puig. El desempate vino en una extra?a y desordenada volata, condicionada por una ca¨ªda bajo la pancarta del ¨²ltimo kil¨®metro, la flamme rouge, que afect¨® a algunos hombres importantes de la general como Alejandro Valverde y Tadej Pogacar, pero sobre todo a un espr¨ªnter, Luka Mezgec, que tuvo que ser evacuado en ambulancia. La p¨¦rdida de tiempo no se contabiliz¨®, al producirse en la zona t¨¦cnica.
Hubo una escapada, l¨®gico, pero esta vez ten¨ªa pocas esperanzas de culminar la jornada en el podio. Seis protagonistas, luego reducidos a cuatro, con el gigante Diego Rubio como ¨²nico representante espa?ol, salieron a una caza imposible. Otro valiente del Burgos que aumenta los minutos de publicidad, amortizados ya con aquella victoria de ?ngel Madrazo en Javalambre y con su maillot de lunares azules, que sigue sufriendo y se descolg¨® en los ¨²ltimos kil¨®metros. Fue un final duro para la escuadra castellana, que vio a Jorge Cubero inmerso en la ca¨ªda.?Los equipos de los velocistas, con el Deceuninck al mando, decidieron que no era una buena fecha para las osad¨ªas. Y su tren arroll¨® a los valientes.
El esprint fue un aperitivo asturiano, una buena sidra antes de afrontar las dos etapas de gran monta?a que te¨®ricamente deber¨ªan decidir el maillot rojo de Madrid. Esas cumbres hab¨ªan relegado en los ¨²ltimos a?os a Oviedo a un segundo plano en la Vuelta. Esta ha sido la d¨¦cima visita a Vetusta y la primera en el actual siglo, 32 a?os despu¨¦s de la victoria de Carlos Hern¨¢ndez, escapado, en 1987. Otra cosa es el ovetense alto del Naranco, que ha acogido 14 llegadas desde que se estren¨® con aquel hist¨®rico triunfo de Jos¨¦ Manuel Fuente en 1974, levantando la pierna izquierda que se hab¨ªa operado unos meses antes. La foto de su recuerdo.
El a?orado Tarangu, doble campe¨®n de la Vuelta en 1972 y en aquel 1974, ha sido el mejor ciclista asturiano de todos los tiempos, uno de los escaladores m¨¢s grandes de la historia, un h¨¦roe tr¨¢gico, como su coet¨¢neo Luis Oca?a. Sus vuelos y sus p¨¢jaras ser¨¢n eternamente recordadas. Si estuviera aqu¨ª, a los lomos de una bicicleta, se frotar¨ªa las manos ante los perfiles de las dos pr¨®ximas etapas de gran monta?a, ante esos finales en El Acebo (domingo) y La Cubilla (lunes).
Primoz Roglic se ha mostrado como un l¨ªder s¨®lido, sin aparentes fisuras en ning¨²n terreno, tan fuerte como el que m¨¢s cuando la carretera pica hacia arriba. Pero si rebobinamos tres meses atr¨¢s, nos encontramos al esloveno en el Giro de Italia, con una ventaja similar que un escalador, Richard Carapaz, supo echar abajo, y que otro, Mikel Landa, estuvo a punto de neutralizar. Fue en una carrera en la que el Movistar se mostr¨® capaz de manejar con equilibrio su bicefalia, de correr con dos l¨ªderes, de alternarlos en los ataques hasta erosionar al oponente. Alejandro Valverde y Nairo Quintana deber¨ªan tomar nota de aquello, seguro que lo han hecho. Otra cosa ser¨¢ que tengan fuerzas para voltear la tortilla.