Irlanda domina: Bennett gana al esprint y Roche sigue de rojo

Gan¨® el favorito, gan¨® un esprinter: el irland¨¦s Sam Bennett (no confundir con George Bennett, un escalador neozeland¨¦s). La Vuelta no es una golosina que atraiga a los velocistas, pero siempre hay oportunidades, s¨®lo hay que aprovecharlas. Sam lo hizo. Se apunt¨® a la carrera y ya no se ir¨¢ de vac¨ªo, despu¨¦s de dominar con suficiencia la llegada masiva de Alicante. Bennett, de 28 a?os, sum¨® as¨ª su 12? victoria de la temporada, y a?adi¨® la ronda espa?ola a su colecci¨®n de grandes, despu¨¦s de lograr un triplete en el Giro de 2018. Irlanda planta su bandera con fuerza en Espa?a, con ese triunfo de Bennett y con Nicolas Roche, por segundo d¨ªa, con el maillot rojo. Sean Kelly estar¨¢ orgulloso de ellos. Y pap¨¢ Stephen Roche.

La etapa estuvo animada por tres ciclistas espa?oles, tres aventureros agradecidos con la invitaci¨®n de la Vuelta y con las marcas que exhiben en sus maillots, dos del Burgos-BH y uno del Euskadi-Murias, siempre en fuga. Uno era ?ngel Madrazo, un santanderino de 31 a?os, que repet¨ªa por segundo d¨ªa consecutivo, embutido en esa t¨²nica de lunares azules que le distinguen como l¨ªder de la Monta?a, que defendi¨® con honor al pasar primero por los dos puertos del recorrido. Otro, su compa?ero Diego Rubio, abulense de Navaluenga, de 28 a?os, un gigante de 193 cent¨ªmetros, un corredor que particip¨® en edad infantil en la Vuelta a J¨²nior, la carrera que patrocina Cofidis para fomentar este deporte entre los menores. Y el tercero, H¨¦ctor S¨¢ez, de 25 a?os, que conoce bien estas carreteras porque es natural de Caudete (Albacete), una localidad cercana a la provincia de Alicante. El tr¨ªo cumpli¨® su rol de animador, dio publicidad a sus colores y, despu¨¦s de alcanzar una ventaja m¨¢xima de 6:30 minutos, sucumbi¨® ante los voraces equipos de los velocistas.

El Deceuninck, con Fabio Jakobsen; el Bora, con Sam Bennett; el UAE, con Fernando Gaviria, y el Mitchelton, con Luka Mezgec, se engallaban como los equipos m¨¢s interesados en consumar una de las pocas posibilidades que tendr¨¢n los esprinters en esta 74? edici¨®n de la Vuelta. Por eso fueron alternando alg¨²n ciclista en cabeza del pelot¨®n, cron¨®metro en mano, para no permitir que los tres escapados so?aran en voz alta. Un guion cl¨¢sico de etapa llana que podr¨ªa repetirse este martes, aunque con amenaza de tormentas¡­ O casi llana.

El casi llana lo compon¨ªan dos puertos de tercera categor¨ªa, el Biar y el Tibi, que tambi¨¦n tuvieron su influencia en la jornada, especialmente este ¨²ltimo: 6,7 kil¨®metros al 4,1%, que se coronaba a 40 de la meta de Alicante. No alter¨® a los jefes de la clasificaci¨®n general, que estuvieron atentos, vigilantes, pero poco revoltosos, a pesar de que el Jumbo y el Movistar enfrentaron sus rampas con las orejas tiesas. La influencia afect¨® a la resoluci¨®n de la etapa, porque Gaviria se qued¨® descolgado, a¨²n dolorido de su ca¨ªda del primer d¨ªa. Tambi¨¦n se rezag¨® Jakobsen, el campe¨®n de los Pa¨ªses Bajos, con diferente suerte. El neerland¨¦s fue capaz de enlazar su vag¨®n a la locomotora. El colombiano lo intent¨® durante un buen trecho, pero perdi¨® el tren.

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Una victoria de Gaviria hubiera prolongado la racha de Colombia por tercer d¨ªa consecutivo, despu¨¦s del maillot rojo de Superman L¨®pez en la crono por equipos de Torrevieja? y de la victoria de Nairo Quintana en Calpe. Contrarreloj, ataque en el llano y esprint. Desde hace tiempo, los admirados escarabajos no s¨®lo lucen en la monta?a.

A falta de los colombianos, en Alicante brillaron los irlandeses. En los a?os 80, Sean Kelly y Lucho Herrera peleaban por la Vuelta. De hecho, la ¨²ltima vez que coincidi¨® un irland¨¦s en el triunfo de etapa y en el liderato de una Grande fue en la ronda espa?ola de 1988, en la pen¨²ltima jornada, cuando Kelly sentenci¨® la carrera en la contrarreloj de Collado Villalba. Entonces, los irlandeses y los colombianos eran casos excepcionales, rarezas, pioneros¡­ Hoy no sorprende a nadie verles arriba. El ciclismo es universal.