La maldici¨®n del n¨²mero 1 que se llev¨® el pu?etazo de Kareem

La temporada 1977-78 de la NBA solo lleva 125 segundos en marcha, poco m¨¢s de dos minutos, cuando dej¨® uno de los l¨ªos m¨¢s medi¨¢ticos de la carrera de Kareem Abdul-Jabbar; un mito taciturno, una figura generalmente hier¨¢tica, car¨¢cter fr¨ªo como un t¨¦mpano. Al p¨ªvot, uno de los tres mejores jugadores de siempre y uno de los que puede defender su candidatura a mejor de la historia sin ruborizarse, se le recuerdan m¨¢s las cosas de fuera de la pista. El car¨¢cter arisco, con prensa y aficionados, forjado en una ¨¦poca en la que azotaba el conflicto racial. Problemas para encontrar su sitio, decisiones que ni fueron muy bien comprendidas ni ¨¦l hizo demasiado por explicar¡­ el jugador que nada m¨¢s ganar su primer anillo de campe¨®n, en Milwaukee Bucks y en 1971 (MVP de la temporada, MVP de las Finales), anunci¨® que dejaba de ser Lew Alcindor y pasaba a ser Kareem Abdul-Jabbar. En realidad, la oficializaci¨®n, con pol¨¦mica p¨²blica, de un cambio que ya hab¨ªa forjado en su vida privada, del despertar de su conciencia de raza en largas tardes de adolescencia en Harlem a los contactos durante su triunfal paso por UCLA, uno de los principales ese Muhammad Ali que hab¨ªa sido Cassius Clay.

Kareem (Lew Alcindor) eligi¨® a los Bucks, que ten¨ªan el n¨²mero 1 del draft de la NBA en 1969. Estaba lleno de dudas de si, con sus crecientes inquietudes culturales y sociales, trasladarse a un lugar como Milwaukee era la mejor idea despu¨¦s de sus a?os en Nueva York y Los ?ngeles. La ABA ten¨ªa la llave para el regreso a la Gran Manzana, pero la pifiaron, como con tantas y tantas cosas (casi todas) en aquella loca pero inolvidable competici¨®n/aventura. Alcindor (todav¨ªa) no quer¨ªa una puja, solo una oferta en firme de cada bando. La ABA fue por debajo de la NBA y trat¨® luego de reengancharse. Pero ya hab¨ªa dado su palabra un Alcindor que vio en esa firmeza a Kareem Abdul-Jabbar, la nueva persona que estaba empezando a ser.

Dos caminos que se encuentran

En 1975, Kareem forz¨® su salida de Milwaukee y acab¨® (hasta 1989: es historia del deporte) en los Lakers, el equipo el Showtime unos a?os despu¨¦s, con la llegada del Dr. Buss a los despachos y Magic Johnson a la pista. Pero en aquel oto?o de 1977, Kareem a¨²n no hab¨ªa ganado un segundo t¨ªtulo y, con su quinto MVP en ocho a?os de NBA, regresaba a Milwaukee para abrir la temporada con los Lakers. Las heridas de su salida todav¨ªa estaban abiertas en su antigua casa. Los Bucks estaban en plena reconstrucci¨®n tras su marcha, y en la 76-77 hab¨ªan ganado 30 partidos. Se llevaron el n¨²mero 1 del draft de 1977, y lo invirtieron en un p¨ªvot de cemento: Kent Benson (2,11, casi 110 kilos), estrella hoosier en aquella Universidad de Indiana acorazada que dirig¨ªa Bobby Knight.

As¨ª que la temporada empezaba con Kareem y sus Lakers en la ciudad y la ilusi¨®n de un n¨²mero 1 del draft para los Bucks. P¨ªvot contra p¨ªvot, cara a cara en el vetusto MECCA Arena, mucho antes del Fiserv Forum y los a?os de oro (y un anillo¡­ por ahora) de Giannis Antetokounmpo. Pues en ese ambiente, con esas connotaciones, en 105 segundos se hab¨ªa desatado el infierno: en una pelea por la posici¨®n debajo del aro de los Bucks mientras los ataque iban llegando a la zona de aquellos p¨ªvots de antes que eran tan p¨ªvots, tan anclas, Benson le dio un codazo muy feo a Kareem en el vientre. El mito se dobl¨®, fino como un junco, como si le faltara la respiraci¨®n. Primero pareci¨® dolorido, luego francamente sorprendido. Finalmente, extra?amente furioso. Pose¨ªdo, avanz¨® hacia Benson y le peg¨® un pu?etazo tremendo en la cara. Sin m¨¢s, tal y como suena.

Como no hay im¨¢genes de lo poco que se hab¨ªa jugado antes de esa acci¨®n, siempre ha sido una cuesti¨®n de a qui¨¦n te quieres creer. Benson dijo que Kareem hab¨ªa viajado desde la otra canasta d¨¢ndole codazos, que quer¨ªa tirar de jerarqu¨ªa y que estaba mosca porque ¨¦l, el novato, le hab¨ªa ganado el salto inicial y, en el primer ataque de su equipo hab¨ªa reboteado un fallo de Brian Winters y hab¨ªa anotado¡­ delante de Kareem. Winters, por cierto, fue el m¨¢ximo anotador en el triunfo de los Bucks (117-112), y hab¨ªa sido una de las piezas enviadas desde los Lakers para sellar el traspaso de Kareem. Adem¨¢s, el tambi¨¦n rookie Marques Johnson (n¨²mero 3, pescado por los Bucks con un pick de Buffalo y cuatro veces all star para la franquicia) sum¨® 21. En los Lakers, sin Kareem, Jamaal Wilkes aport¨® 23, el fin¨ªsimo tres-cuatro que gan¨® los anillos de 1980, 1982 y 1985, con Kareem y Magic. En el sexto y definitivo de 1980, Wilkes (ex de UCLA, como Alcindor/Kareem) jug¨® un maravilloso partido para solventar las Finales tras la lesi¨®n de tobillo de Kareem: en Philadelphia, territorio comanche, anot¨® 37 puntos de los que casi nadie se acuerda porque fue, claro, el d¨ªa en el que Magic se convirti¨® definitivamente en Magic: 42 puntos, 15 rebotes 7 asistencias con 20 a?os, rookie y, sin Kareem, jugando de base-escolta-alero-ala p¨ªvot-p¨ªvot.

Kareem tard¨® a?os en disculparse y reconocer que hab¨ªa sido una muy mala reacci¨®n tras el ¡°golpe bajo¡± de Benson. Lo hizo, como m¨ªnimo, hace no mucho en el podcast de Byron Scott, su antiguo compa?ero en los Lakers. Eso s¨ª, achac¨® el jaleo a la dureza excesiva de Benson desde la primera jugada, codazos y golpes para hacerse valer por, siempre lo ha cre¨ªdo as¨ª, indicaci¨®n del entrenador de los Bucks, el tambi¨¦n legendario Don Nelson.

Benson se march¨® al vestuario: conmoci¨®n no grave, un par de grapas, el ojo hecho un asco y el rasponazo por la cara. Kareem se perdi¨® dos meses de competici¨®n porque se rompi¨® la mano derecha, la mista que se hab¨ªa roto un par de a?os antes por dar un pu?etazo de frustraci¨®n a la sujeci¨®n de un tablero. La NBA, con O¡¯Brien de comisionado, no le suspendi¨® porque ya le pareci¨® suficiente el tiempo de baja. Pero le puso una multa de 5.000 d¨®lares que era r¨¦cord por entonces. El sindicato de jugadores se quej¨® porque la consider¨® ¡°una cantidad escandalosa¡±. Benson no se llev¨® ninguna sanci¨®n. Cunado volvi¨® Kareem, los Lakers estaban 8-13, as¨ª que entre unas cosas y otras el p¨ªvot se qued¨® fuera del All Star Game, la ¨²nica vez en sus veinte a?os de carrera (19 era un r¨¦cord incre¨ªble que ya ha igualado, como ha superado el de puntos y amenaza casi todos los dem¨¢s, LeBron James). Bill Walton fue el p¨ªvot titular del Oeste, Artis Gilmore y Bob Lanier los suplentes. Kareem dijo lo que opinaba al respecto¡­ en la pista: el d¨ªa que se anunciaron los seleccionados le meti¨® a los Sixers 39 puntos, 20 rebotes, 6 asistencias y 4 tapones. En el ¨²ltimo partido antes del par¨®n sum¨® 37 puntos y 30 rebotes contra los Nets. Fuera del All Star Game. Ja.

Decepci¨®n en la pista, desgracias fuera de ella

Kareem sigui¨® y sigui¨®, se hart¨® de ganar en los Lakers y se retir¨® como el mejor de siempre, antes de Michael Jordan y LeBron James (y despu¨¦s de Wilt Chamberlain y Bill Russell, claro). Benson¡­ se retir¨® en el mismo a?o, 1989, pero sin fastos ni homenajes. Nunca rindi¨® al nivel de n¨²mero 1 de draft: 9,1 puntos y 5,7 rebotes en una d¨¦cada que le hizo pasar por Bucks, Pistons, Jazz y Cavaliers. Alguna temporada de m¨¢s de 12 puntos y 8 rebotes y un final al otro lado del Atl¨¢ntico, en Cant¨². Despu¨¦s, malas inversiones (la primera, en negocio de venta coches Chevrolet y Cadillac), problemas econ¨®micos y una vida dif¨ªcil. Ahora tiene 68 a?os y en 2019 volvi¨® a la prensa local de Indiana por una sucesi¨®n de desgracias. Perdi¨® por un co¨¢gulo a su hermano peque?o y por c¨¢ncer a su mujer. Tiene cuatro hijas. Una jug¨® al v¨®ley, otra al baloncesto y otra de ellas vive con una enfermedad cr¨®nica y al cuidado de un Kent Benson que tambi¨¦n ten¨ªa que hacerse cargo de sus padres y al que, un buen tipo seg¨²n todos los que le conocen, en sus tiempos de jugador llamaban ¡°gigante gentil¡±.

Pelirrojo, fuerte como un roble, Benson no triunf¨® en la NBA porque sus virtudes pasaban desapercibidas sin la superioridad f¨ªsica de la que disfrutaba en College. Pero fue una estrella de instituto y en la universidad, en Indiana. Ya se sabe, el lugar en el que el baloncesto es m¨¢s que un deporte. Profeta en su tierra, se crio en New Castle, en zona agr¨ªcola y entre sue?os de jugar al baloncesto. All¨ª su entrenador de instituto le recet¨® las cuatro des: deseo, determinaci¨®n, dedicaci¨®n y disciplina. Y all¨ª, Chrysler High School, se llev¨® el premio de Mr. Basketball de Indiana en su ¨²ltimo a?o, cuando promedi¨® (todav¨ªa apodado Benny) 27,6 puntos y casi 30 rebotes.

Sin alejarse de casa, se enrol¨® en los Hoosiers de Bobby Knight, donde pas¨® los cuatro mejores a?os de su vida. Despu¨¦s de su primer contacto, se propuso ganar fuerza y trabaj¨® tan duro durante el verano que a?adi¨® a su figura casi 18 kilos de m¨²sculo. Knight, que lo quer¨ªa m¨¢s r¨¢pido y menos pesado, lo tuvo toda la pretemporada corriendo para bajar peso. En su segunda temporada (1974-75), Indiana no perdi¨® en su Conferencia (18-0) y lleg¨® al Elite 8 en el torneo nacional, donde Benson (33 puntos, 23 rebotes) no pudo evitar una dolorosa derrota ante Kentucky (92-90). En la temporada 1975-76, los Hoosiers fueron campeones nacionales invictos (32-0), el s¨¦ptimo equipo que lo lograba en lo que iba a de siglo. Benson promedi¨® en toda la temporada 17,3 puntos y 8,8 rebotes. Y fue elegido Mejor Jugador (MOP) del torneo. En 1977 lleg¨® el n¨²mero 1 del draft de la NBA y a los dos minutos de carrera profesional, el pu?etazo de Kareem que marc¨® su trayectoria en la gran Liga y distorsion¨® la imagen que muchos iban a tener de un tipo del que nadie habla mal fuera de las pistas, donde ha ido acumulando desgracias una vez retirado del baloncesto. La mala suerte del gigante gentil.