Jerry Krause, el hombre al que Jordan convirti車 en villano
Hacedor de la dinast赤a de esa dinast赤a de los Bulls que hizo historia con Jordan como mes赤as, Krause tuvo una enemistad palpable con la estrella y se convirti車 injustamente en el malo de una pel赤cula de triste final.
Las dinast赤as se mueven siempre en una l赤nea muy fina que amenaza con la destrucci車n al mismo tiempo que se mete de lleno en el 谷xito. Y, en casi todas, el tiempo que los egos se contengan y aguanten una convivencia muchas veces muy dif赤cil, ser芍 el que est谷n coleccionando t赤tulos en sus vitrinas. Fue as赤 con los Lakers de Shaq y Kobe, que estuvieron ocho a?os juntos y tuvieron que esperar a que llegara Phil Jackson para que 谷ste mantuviera la paz el tiempo suficiente como para lograr tres t赤tulos consecutivos, el 迆ltimo three peat que ha visto la NBA en su larga historia. En sus carnes est芍n sufriendo el mismo proceso unos Warriors en descomposici車n, que tuvieron una pr車rroga bals芍mica de lo que fueron con el t赤tulo de 2022 pero se hunden entre abandonos de la directiva (Bob Myers), problemas internos (Draymond Green) y el inexorable paso del tiempo. Uno que acab車 tambi谷n los Spurs, con Gregg Popovich neg芍ndose a abandonar su puesto a pesar de que los a?os dorados quedan cada vez m芍s lejos y la ristra de estrellas que se convirtieron en leyendas (Duncan, Parker, Gin車bili) pusieron rumbo a una retirada que el m赤tico entrenador se niega a asumir.
Algo similar pas車 en los Bulls, un dinast赤a que encumbr車 Michael Jordan, pero que tuvo un proceso que vio la luz por primera vez en 1991, y que luego disfrut車 de cinco anillos m芍s, para seis en total. Todo en ocho a?os, con dos three peats separados por dos t赤tulos de los Rockets, los de Olajuwon y Rudy Tomjanovic, el de nunca subestimes el coraz車n de un campe車n. Dos temporadas que respondieron tambi谷n a la primera retirada de His Airness, que regres車 en la segunda de ellas y luego se hizo fuerte con sus compa?eros para repetir lo mismo de lo que hab赤a disfrutado antes de poner rumbo al b谷isbol y a la clandestinidad. En la 迆ltima de esas campa?as, la de 1997-98, surgieron las diferencias dentro de la entidad, entre la directiva y los jugadores, que ten赤an de su parte a Phil Jackson, el entrenador. Unas rencillas en las que particip車 Jerry Reinsdorf, pero en el que el protagonista absoluto fue Jerry Krause, hacedor del proyecto una d谷cada antes y responsable de que los Bulls sean lo que son hoy. Nunca recibi車 el cr谷dito suficiente por aquello, tampoco ahora. Y, para muchos, fue tambi谷n el responsable de la disoluci車n. Algo que, m芍s de 25 a?os despu谷s, sigue causando estragos en una plantilla que hace mucho que abandon車 el baloncesto, pero que sigue anclada en un doloroso recuerdo y en la pelea constante de ver qui谷n tiene la raz車n.
La imagen de la afici車n de los Bulls abucheando a la viuda de Krause (desde 2017, cuando falleci車 Jerry), Thelma, en esa especie de Ring of Honor que han creado la franquicia para premiar su vasta y exitosamente lejana historia, fue una imagen bochornosa que provoc車 las l芍grimas de la mujer y el enfado de muchas personas. Jordan, que no acudi車 al Unidet Center (tampoco lo hizo Scottie Pippen) fue el principal impulsor de la animadversi車n que la afici車n de Chicago tiene hoy todav赤a contra Jerry. Y el distanciamiento de la leyenda con la que fue su franquicia se ha hecho m芍s que notoria desde su salida: regres車 a su Carolina natal, se dedic車 a tener m芍s de un gesto y donaci車n con dicho estado, ignor車 al que hab赤a sido su equipo y nunca se reconcili車 con el directivo. Una situaci車n compleja, pero tambi谷n una herida que nunca se ha cerrado y que supone una de las historias m芍s negras de la historia de los Bulls, donde confluy車 el final de la dinast赤a con la notoria enemistad de Krause con el cuerpo t谷cnico de la entidad y tambi谷n, claro, con los jugadores. Jordan a la cabeza.
Una construcci車n y muchas peleas
Jerry Krause, que adem芍s de todo lo que ha sido naci車 en Chicago y es hijo de la ciudad, ocup車 los despachos de la franquicia de 1985 a 2003 y fue el responsable de las decisiones deportivas que se tomaron en todo ese tiempo. Hay quien dice que fue antes cuando empez車 a llevarse mal con Jordan, al forzar al jugador a aceptar el consejo m谷dico de parar en la 1985-86, cuando una lesi車n le dej車 fuera de las pistas durante 64 partido y s車lo lleg車 a lo 22,7 puntos por noche de promedio, el m赤nimo de su carrera. His Airness acus車 a Krause de llamarlo ※empleado§ y no estaba de acuerdo con la decisi車n, que acat車 muy a su pesar regresando para playoffs, cuando lleg車 a anotar 63 puntos en 53 minutos en el Garden y ante los Celtics de Larry Bird, que pon赤an rumbo a su tercer anillo. Fue ese encuentro en el que Bird dijo que ※Dios se ha disfrazado de jugador de baloncesto§. Tambi谷n el que empez車 a encumbrar la leyenda de Jordan, protagonista absoluto a nivel estad赤stico en las siguientes temporadas y consolidado como la cara de una NBA en auge, pero que buscaba un nuevo mes赤as por el envejecimiento paulatino de los Lakers del Showtime y los ya mencionados Celtics.
Fue Krause el que dio los pasos necesarios para superar a unos Pistons que fueron una tortura para Jordan en aquella 谷poca (les eliminaros en playoffs en tres temporadas consecutivas). Despidi車 a Doug Collins en 1989 y ascendi車 a Phil Jackson, una decisi車n que tampoco gust車 a la estrella, del gusto de Collins, que siempre le dio mucha libertad y tiempo de bal車n. El Maestro Zen, tambi谷n encumbrado por el directivo, instaur車 el tri芍ngulo ofensivo con Tex Winter a su vera y se gan車 la confianza de su jugador franquicia. La derrota en unas nuevas finales de Conferencia ante los Pistons (4-3), fue dolorosa. Pero pronto cambiaron las tornas. Antes de eso, Krause alternaba aciertos con errores: seleccion車 a Johnny Dawkins por encima de Brad Sellers en el draft para disgusto del cuerpo t谷cnico y la plantilla. Tambi谷n a otros jugadores que no tuvieron el rendimiento esperado: Stacey King, Mark Randall, Will Perdue o Marcus Fizer. Pero consigui車 a Scottie Pippen en 1987 y a Horace Grant ese mismo a?o, dos jugadores que ser赤an claves para el devenir de los Bulls.
En medio de todo ello, hubo otra disputa p迆blica con Krause, que incluso tante車 el mercado para vender a Jordan en ese tiempo. El mandam芍s decidi車 desprenderse de Charles Oakley para fichar a Bill Cartwright. Jordan y Oakley, amigos 赤ntimos con el p赤vot protegiendo a su compa?ero de las Jordan Rules, t芍cticas sucias de los Bad Boys de los Pistons, se enteraron del movimiento por televisi車n nacional cuando iban a Las Vegas para ver un combate de Mike Tyson. A la postre, la decisi車n fue tambi谷n acertada: Cartwright era mejor ofensivamente y ten赤a una experiencia perfecta para los momentos l赤mites de playoffs. Tambi谷n fue el mejor defensor para parar a Patrick Ewing en los extenuantes duelos que los Bulls tuvieron ante los Knicks de Pat Riley esas temporadas. Y fue el center titular del primer three peat (t谷rmino auspiciado por Riley, que nunca consigui車 uno pero rentabiliz車 mucho y muy bien dicha frase) que ve赤a la NBA desde los Celtics de Bill Russell. Jordan lleg車 a admitir que el traspaso fue bueno. Pero la relaci車n nunca se recuper車.
Disoluci車n y legado
Tanto Krause como Reinsdorf permitieron sin rechistar la primera temporada de Jordan, tambi谷n su retorno a las pistas poco despu谷s. La plantilla del primer three peat cambi車 por completo, siendo tres los 迆nicos participantes de los seis anillos: el escolta, Pippen y Phil Jackson. Pero Krause volvi車 a hacer magia: fich車 a Ron Harper en el puesto de base, otrora un anotador prol赤fico en los Cavaliers que en su infinita sapiencia demostr車 ser capaz de tener otro rol. Luc Longley se hizo fuerte en posiciones interiores. Y Dennis Rodman, un ego desmesurado parte de los ya mencionados Pistons, lleg車 para ser clave en la consecuci車n de otros tres t赤tulos. Con todos ellos lleg車 Toni Kukoc, una apuesta personal de Krause, que le conoci車 a trav谷s de sus investigaciones en Europa. Jordan y Pippen ya sab赤an de su inter谷s en la final de los Juegos de 1992 y se dedicaron a humillarle en la final contra Croacia. No quer赤an a jugadores del Viejo Continente como compa?eros. Pero Kukoc, tres veces campe車n de la Euroliga, lleg車 y se qued車, siendo esencial de una nueva horda de t赤tulos. En la que tambi谷n particip車, por cierto, Steve Kerr, parte de la intendencia, que recibi車 un pu?etazo de Jordan en un entreno para posteriormente ganarse su respeto.
Los Bulls consiguieron 72 y 69 victorias con sendos t赤tulos en 1996 y 1997. Ese 迆ltimo verano, las desavenencias entre Krause y Jackson eran ya notorias y el entrenador s車lo quiso renovar por una temporada. El directivo, enfadado, fue claro: ※No me importa si es 82-0. Tras este a?o, te vas§, asegur車. Tambi谷n dijo otra famosa frase: ※Los jugadores y entrenadores no ganan campeonatos; las organizaciones ganan campeonatos§. La frase ofendi車 ostensiblemente a Jordan, ya plenamente contrario a Krause y con incluso insultos a los entrenamientos a los que 谷ste acud赤a delante del resto de la organizaci車n. La 1997-98 fue larga y tediosa, pero los Bulls ganaron 62 partidos y un nuevo t赤tulo a los Jazz, el sexto, con el lanzamiento de Jordan sobre Bryon Russell como momento ic車nico, para la historia. Hubo alg迆n rumor de juntarse para intentar un hipot谷tico s谷ptimo anillo, pero ya se sab赤a que ese era el final. Jackson llam車 a esa temporada The Last Dance, nombre del documental producido por His Airness con el mismo motivo y en el que son muy claras todas las diferencias que ocurrieron entonces. Nunca se han ocultado. Es m芍s, se han potenciado sin disimulo.
Krause desmantel車 el equipo, que apenas acumul車 45 victorias en los 214 partidos siguientes, repartidos en tres temporadas. Con dos t赤tulos a Ejecutivo del A?o, siempre fue el hacedor de los Bulls campeones, pero tambi谷n incapaz de hacerlos renacer tras la salida de Jordan, que acumula m芍s de 2.000 millones en su particular fortuna; m芍s, al fin, que Reinsdorf (unos 1.600), ese due?o con el que tampoco se llev車 nada bien. Krause no acudi車 a la inducci車n de Jordan al Hall of Fame y apenas se han dirigido p迆blicamente la palabra si no era para recordar un pasado lleno de reproches, que regresaron en el famoso documental. Con Jackson la cosa mejor車 con la inducci車n de Tex Winter en el Sal車n de la Fama, pero poco m芍s. Krause, que sufr赤a de sobrepeso y tuvo varios problemas de salud, dej車 la directiva de los Bulls en 2003 y falleci車 en 2017. Su legado, eterno, es el de haber construido uno de los mejores equipos de la historia, una de las mejores plantillas de la historia, una de las mayores dinast赤a de la historia. Y, al final, fue despreciado (?y traicionado?) por las personas que encumbr車, manchando as赤 su reputaci車n en una narrativa que ha sido injusta con Krause m芍s all芍 del reparto de culpabilidades. Que cambia, claro, seg迆n a qui谷n le preguntes. Siempre pasa.
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